Carlos Sainz frente a Carlos Sainz: "Antes hablábamos varios minutos y ahora me despacha en uno cuando le llamo"

Carlos Sainz frente a Carlos Sainz: “Antes hablábamos varios minutos y ahora me despacha en uno cuando le llamo”

Actualizado Domingo, 9 marzo 2025 - 22:51

Carlos Sainz alcanzó hace unos meses la treintena y su padre cumplirá 63 años el próximo 12 de abril, pero cuando se sientan a conversar juntos sobre la ambición de sus objetivos, la edad no hace distingos. La ética de trabajo, el modo de afrontar la vida y las carreras, representa un sello distintivo para los Sainz, el binomio familiar más exitoso del automovilismo. Pocos días antes del GP de Australia, cita inaugural del Mundial 2025 de F1, EL MUNDO charla con ellos en Madrid.

¿Cómo has sentido tu nuevo Williams durante los tres días de entrenamientos en Bahrein?
(Carlos hijo). Han sido unos test muy extraños, con lluvia y viento, lo que hacía más difícil leer los tiempos por vuelta. Todo ha ido relativamente bien, teniendo en cuenta las pocas conclusiones que puedes sacar de este tipo de pruebas. Así que de momento contento y con ganas de que llegue Australia para comprobar dónde está cada uno.
¿Hay alguna prioridad inmediata en la mejora de tu monoplaza?
(C.H.) Sinceramente, hasta que no me compare con los demás en carrera y clasificación, de momento es imposible conocer nuestros puntos fuertes y débiles. Obviamente siento cosas en el coche y no me hace falta ver los tiempos del resto para saber nuestras virtudes y debilidades, pero la hora de la verdad llega en unos días y sólo a partir de ese momento vamos a sacar conclusiones válidas.
Acabas de ser nombrado nuevo director de la Asociación de Pilotos de F1 (GPDA). ¿Ha llegado el momento de actuar más unidos que nunca ante tantas convulsiones con la FIA?
(C.H.) La F1 atraviesa un momento dulce en cuanto a atracción mediática y crecimiento comercial. Hay que estar atentos como pilotos para que se valoren nuestros derechos y nuestra posición. Que se nos tenga en cuenta, porque somos los únicos deportistas capaces de conducir un F1. Ahí es donde creo que puedo tomar un papel importante, ayudando a Alex Wurtz, George Russell y Anastasia Fowle en dar un nuevo punto de vista y ayudar todo lo posible a la GPDA.
Después de tantos años en esto, ¿cómo valoras la prohibición de la FIA al lenguaje malsonante de los pilotos y la reciente multa a Adrien Fourmaux en el Rally de Suecia?
(Carlos padre) Comulgo con lo que le he oído decir otras veces a Carlos. Es cierto que un piloto, en sus ruedas de prensa debe expresarse con cierto rigor y educación, obviando ciertas situaciones. Al final sus palabras son seguidas por multitud de seguidores, muchos de ellos jóvenes, por lo que hay que dar un buen ejemplo. Pero no me gustaría que se eliminase la espontaneidad. Hay que leer entre líneas. Sobre todo en esos mensajes de radio donde existe muchísima tensión. Es bueno que la gente la sienta y se dé cuenta del estrés que se da dentro de un coche. Si hay un momento de sobretensión, la FIA cuenta con un decalaje de unos segundos para no emitir lo que no quiera y librarse de situaciones desagradables.

(C.H.) Al final los pilotos solemos ser los primeros arrepentidos de muchas cosas que decimos en la radio, que son fruto de la adrenalina. Muchas veces me ha pasado que luego veo la carrera repetida y soy el primero que piensa que se ha equivocado usando ese tono o esas palabras. Pero eso también es justo lo que el espectador quiere oír desde casa. Estoy totalmente en contra de insultar a otro compañero, atacar a su persona o usar palabras feas. Pero emplear expresiones donde no atacas a nadie, sino que maldices tu situación, es algo muy común en el deporte y la gente desde casa lo quiere vivir. Por eso la F1 pincha las radios más picantes. Si se nos acaba penalizando, con ello estarán yendo en contra lo que la F1 quiere que se vea desde casa.

"Estoy seguro de que Carlos va a seguir demostrando su talento en Williams"

Vas a seguir persiguiendo la victoria con Ford en el Dakar. Eso te permitiría ganar con cinco marcas distintas. Un hito que nadie logró en toda la historia de la prueba...
(C.P.) Esa es mi ilusión, mi objetivo y para lo que había estado preparando todo el año. En 2026 voy a seguir con las mismas ganas y la misma disciplina, incluso con más aún.
Nada más aterrizar en Madrid, tras el error que te costó el abandono en el Dakar, admitiste que necesitabas recuperarte anímicamente...
(C.P.) Me dio mucha rabia porque fue un Dakar muy corto. Trabajas muchas horas para esas dos semanas y cuando te vuelves a casa a los dos o tres días da mucha rabia. Pero bueno, siempre digo que hay pasar página rápidamente, tanto para lo bueno como para lo malo. Obviamente hay que analizar también las razones y establecer los próximos objetivos. Ya he fijado la nueva estrategia, así que ahora toca de nuevo ir a por ello.
Se dio además, una controversia con el excesivo celo de la FIA en cuanto a las medidas de seguridad...
(C.P.) Argumentábamos que durante dos semanas en el Dakar, un vuelco es una situación relativamente fácil. Cuando se produce una pequeña fisura en las barras antivuelco dobladas -y subrayo el adjetivo pequeña- fácil de reparar y no implique poner en riesgo la seguridad, la FIA debía contemplar la opción de seguir.
Ya hay unanimidad a la hora de elogiar la profesionalidad de Carlos dentro y fuera de la pista. ¿Es lo que más te enorgullece como padre?
(C.P.) Me enorgullecen muchas cosas. Carlos siempre ha sido igual, aunque ahora tenga más eco. Me extraña que salga a relucir ahora. Siempre ha trabajado de una manera muy seria. Quizá ha necesitado su tiempo para ir madurando y cada año nos va sorprendiendo, pero no tengo ninguna duda de su talento y su capacidad. Estoy seguro de que lo va a seguir demostrando.

Tras cuatro años en Ferrari junto a Leclerc, llegas a Williams con la misión de capitanear el proyecto. ¿Disfrutas con ese papel de líder?
(C.H.) Lo afronto con la misma seriedad y las mismas ganas que en Ferrari. No me afecta a mi modo de afrontar la temporada, la forma en que quiero ayudar al equipo. Siempre tengo el mismo approach, la misma seriedad y las mismas ganas. Eso no cambia, sólo el nombre de la escudería, del compañero, de los ingenieros, pero mi approach nunca cambia. Lo único que pasó el año pasado es que al final no pude durante el año trabajar en el coche de 2025, que es donde más podía aportar y ayudar. El desarrollo del coche es lo que más me gusta y en lo que más me involucro. Cuando vas a dejar un equipo no se te tiene en cuenta para eso. Pero eso mismo ya lo tuve en Williams muy rápidamente, nada más llegar al test de Abu Dhabi, así que me he centrado en hacer este coche lo más rápido posible.
¿Qué recuerdo vas a guardar de la despedida con Ferrari en Fiorano?
(C.P.) Fue un día inolvidable. Lo primero es agradecer a Ferrari que organizase todo para despedir a Carlos. Yo fui invitado de rebote. Luego, las sensaciones al volante fueron espectaculares. Para alguien como yo sin experiencia en monoplazas, llevar un F1 actual en una pista con tan pocas escapatorias lo hizo bastante complicado. Hacía mucho frío. Lo suficiente para darme cuenta de que lo que hacen es muy difícil. Mi respeto para él y para el resto de pilotos.

(C.H.) Lo que más nos impresionó fue la profesionalidad con la que, una vez más, afrontó el test. Se preparó durante las semanas anteriores, a nivel físico y mental. Se aseguró de estar con reflejos. Eso ya te indica el tipo de persona que es mi padre. El día anterior llegamos muy pronto, fue muy pesado con los mecánicos para ir cómodo en el asiento. Dio 15 vueltas, por lo que la comodidad tampoco te cambiaba la vida, pero a él le da igual, porque para él todo tiene que ir perfecto. Te das cuenta de que cada cosa que hace pone toda la profesionalidad. Los mecánicos me miraban diciendo: «Este tío viene en serio, con ganas de batir el récord». Es el mensaje que deja allí por donde pasa.

Ahora que ya has cumplido 30 años y puedes ver todo con algo más de perspectiva, ¿hubo algún momento de cambio en vuestra relación?
(C.H.) Ha sido algo bastante progresivo. No ha habido un momento que marcase un antes y un después en nuestra relación. Desde siempre ha intentado inculcarme ciertos valores, cierta educación a la hora de hacer las cosas en las que él cree, con qué profesionalidad hay que hacer frente a cualquier situación, qué actitud tener. Cuando ha visto que he ido teniendo mi propio nombre ha sabido ir dando pasos hacia atrás para dejarme ser yo y hacer las cosas a mi estilo. Lo ha conseguido de un modo bastante natural. Hoy seguimos con nuestras charlas, aunque es verdad que cada vez menos.

(C.P.) No creo que estuviese demasiado encima. He tratado de medir bien, aunque seguro que él, en ocasiones, sí lo ha sentido.

(C.H.) Por naturaleza es una persona que le gusta estar encima.

(C.P.) Me gusta estar encima de lo mío, tengo obsesión por la atención al detalle, siempre estoy pendiente de mirar y chequear las cosas. Mi manera de ser es preguntar la misma cuestión varias veces, comprobarlo todo. También es cierto que cuando hago el Dakar a él le gusta preguntarme cada día lo que ha pasado, por qué esto y por qué lo otro, cómo va a ser la próxima etapa...

(C.H.) De pronto me convierto yo en el pesado (risas).

(C.P.) Así que un día tuve que decirle: «Espero que te acuerdes de esto, porque son conversaciones que duran minutos». Hay días que le llamo después de sus dos sesiones libres del viernes y me despacha con un solo minuto. Me parece injusto (risas).

ARNALDO ANAYA-LUCCA

Tú ya saliste de Ford en 1997 y volviste en 2000. Luego de Toyota en 1992 y regresaste en 1998. Parece que dejabas buen sabor allí por donde pasabas. ¿Crees que puede ser el caso de Carlos en Ferrari?
(C.P.) Él es mucho más joven y no sé hacia dónde va a dirigir su carrera y qué va a hacer en el futuro. No tengo la bola de cristal. Hay que centrarse en lo cercano, ponerse objetivos a corto plazo. Cuando haces bien las cosas, tus metas, casi sin querer, se convierten en algo al alcance. Hoy en día nadie se plantea esa situación de volver a Ferrari. Ahora toca el GP de Australia, los primeros libres, ver dónde está el coche. Y si quieres un objetivo más a medio plazo, ver cómo irá el Mundial 2025. Dudo que se plantee un tiro tan lejano como un regreso a Maranello.
Después de tu victoria de 2024 en Melbourne, ¿con qué aspiraciones afrontas este año el GP de Australia?
(C.H.) Siendo el último ganador entro como claro favorito (risas). Melbourne es una de mis ciudades favoritas, más después de lo que viví el año pasado. Una de las carreras del Mundial que más me apetece ir. Si a eso le sumas un proyecto nuevo, muy pocas veces he estado tan motivado y con tantas ganas de ir a una carrera. La gente igual se esperaba que por no tener un proyecto ganador, en el Mundial 2025 se me iba a ver con menos ganas y menos feliz. Pero es prácticamente todo lo contrario. Me apetece mucho Australia, vuelo el sábado y aterrizo el lunes. Me voy antes de lo que iría cualquier otro año y eso ya supone una muestra de mis ganas y de mi motivación. No va a haber victorias, podios, ni posiblemente top-5, pero yo sé lo que para mí es un buen fin de semana en F1 y lo que es rendir al 100% y sacar el máximo partido de lo que tienes. A eso me voy a dedicar este año haya lo que haya en el coche. Espero, al menos, poder cantar Smooth Operator a la gente de Williams.
EL MUNDO ha publicado que Carlos participará en junio en una exhibición previa al GP de Madrid de F1. ¿Cuál va a ser su papel en todo ello?
(C.P.) Por nuestra parte vamos a hacer el esfuerzo que sea, porque Carlos tiene mucha ilusión y está encantado con correr en casa. Dentro de las capitales europeas e incluso mundiales, Madrid es una de las mejor preparadas y con mayor capacidad de gestionar una carrera de F1. Si además esto ayuda a la ciudad, al deporte y a España, mejor que mejor.
Yazeed Al Rajhi, el magnate ganador del Rally Dakar: una fortuna de más de 2.000 millones y una amistad con Carlos Sainz

Yazeed Al Rajhi, el magnate ganador del Rally Dakar: una fortuna de más de 2.000 millones y una amistad con Carlos Sainz

Hace dos años, durante la novena etapa del Dakar, Yazeed Al Rajhi no dudó en desmontar uno de sus amortiguadores para instalarlo en el coche de Henk Lategan, víctima de una seria avería tras atravesar una duna. Ese gesto permitió al sudafricano acabar quinto la carrera. Ambos pilotaban para Toyota, pero la generosidad del saudí caló hondo en Lategan, que ayer tributó una sincera felicitación al flamante ganador del Dakar. El rival que le ha arrebatado la victoria por un estrecho margen (3:57), la segunda diferencia más corta de la historia. En su undécima participación, Al Rahji es el primer piloto de un equipo privado que levanta el trofeo Touareg en 25 años.

Nadie, desprovisto de los medios de una gran marca, lograba este hito desde Jean-Louis Schlesser en 2000. Sin restarle mérito alguno, lo cierto es que los recursos nunca han supuesto un problema para Al Rajhi, cuya fortuna se estima en más de 2.000 millones de dólares. Quizá por ello, su prodigalidad es legendaria en el Dakar.

No se trata sólo del ágape con el que agasaja a toda la caravana durante la jornada de descanso. Ni del detalle del pasado año con Carlos Sainz, a quien cedió su fastuoso motorhome justo después de que el saudí se viese abocado al abandono. Cada participación en el rally más duro ronda los 800.000 euros. Lo que para la mayoría se antoja prohibitivo, para él supone una minucia.

Aprender a dosificarse

El propietario del conglomerado Mohammed Al Rajhi & Sons desconoce el número de empresas que gestiona. La más ilustre es Al Rajhi Bank, uno de los mayores bancos del mundo islámico, con 49.000 millones de dólares en activos. Y su división del acero controla el 80% del mercado saudí. Así que, incluso en pleno Dakar, necesita un hueco en la agenda para sus reuniones vía Zoom. También para los mensajes con Sainz, a quien idolatra. "Siempre me apoya y me da buenos consejos", dijo sobre el tetracampeón (2010, 2018, 2020, 2024).

En esta amistad ha jugado un papel importante Timo Gottschalk, su copiloto, que ganó la edición de 2011 con Nasser Al-Attiyah y colaboró con el madrileño durante su etapa en Buggy (2013, 2014). El abandono de Sainz tras la segunda etapa y el adiós de Sebastien Loeb, víctima de un accidente apenas 24 horas después, despejaron el camino a Al Rajhi. Un piloto que ha tenido que aprender a dosificarse. A levantar el pie. A afrontar el Dakar como una carrera de resistencia.

«Ha sido la edición más dura en mis 11 participaciones. Timo me ha ayudado muchísimo, porque tiene mucha experiencia», valoró tras la fiesta improvisada de ayer en la meta de Shubaytah. Tampoco quiso olvidar el récord de Schlesser ni de haberse convertido en el primer piloto local que sube a lo más alto del podio en el Dakar. Hace apenas un año, cuando lideraba la carrera, su Hilux dio varias vueltas de campana durante el inicio de la sexta especial.

Al Rajhi, durante la décima etapa del Dakar.

Al Rajhi, durante la décima etapa del Dakar.AFP

Esta vez, el éxito se ha fraguado en la etapa del jueves, cuando pudo descolgar a Lategan en el mar de dunas del Empty Quarter. El sueco Mattias Ekström (Ford) tampoco logró seguirle el ritmo y acabó tercero, a 20:21, mientras Al-Attiyah hubo de conformarse con igualar un histórico registro de Ari Vatanen y Stéphane Peterhansel: 50 triunfos de etapa. Desde 2009, cuando Giniel de Villiers se impuso a Mark Miller y Robby Gordon, no se registraba un podio sin Sainz, Peterhansel y Al-Attiyah.

Una proeza para el Overdrive Racing, sin los medios materiales y humanos del Toyota Gazoo Racing, el equipo con el que Fernando Alonso probó fortuna, junto a Nani Roma, en 2020. Un premio también para Dani Oliveras, copiloto del argentino Juan Cruz Yacopini, que pudo acabar séptimo, igualando lo conseguido en 2023.

Sanders, por delante de Schareina

En motos, el triunfo final se lo llevó Daniel Sanders, con 8:50 de ventaja sobre Tosha Schareina y 14:46 sobre Adrien van Beveren. El piloto de KTM sucede en el palmarés a Ricky Brabec, quinto, y se convierte en el segundo australiano en alzar el Touareg, después de Toby Price (2019). «Cuando salí de las dunas pude ver el vivac y me entraron escalofríos por todo el cuerpo. Estaba muy nervioso. No me lo podía creer. Todas las emociones empezaron a aflorar y pude ver la línea de meta", comentó el vencedor.

"Me siento muy feliz por Daniel, porque ha hecho un gran trabajo durante estas dos semanas. Los 10 minutos más o menos que tomó el primer día le permitieron controlar a partir de entonces", admitió Schareina.

El español Schareina gana otra etapa pero se queda a un paso del Dakar: "Algún día llegará la victoria final"

El español Schareina gana otra etapa pero se queda a un paso del Dakar: “Algún día llegará la victoria final”

Actualizado Jueves, 16 enero 2025 - 19:45

Triunfo de Tosha Schareina en motos, a una jornada del final del Dakar, que consolida al español en la segunda plaza, aunque ya sin tiempo para luchar por la general, virtualmente para el australiano Daniel Sanders ante el desenlace, este viernes, del rally más duro del mundo. Lo mismo sucede, en coches, con el saudí Yazeed al-Rajhi.

Debido a la niebla matinal que impedía despegar a los helicópteros de la organización, la undécima etapa comenzó con tres horas de retraso. Las condiciones obligaron a la organización a recortar la especial de motos en el kilómetro 152, en lugar de los 308 previstos, para evitar que los pilotos rodaran sin luz. Eso pudo perjudicar a Schareina (Honda) en sus intenciones de alcanzar a Sanders. El español logró la victoria en 2:12:04 horas, en la especial de 112 kilómetros sobre las gigantescas dunas del desierto del Empty Quarter.

Con nueve minutos de ventaja en la víspera de la última etapa, prácticamente simbólica, Sanders roza convertirse en el segundo australiano que gana el Dakar en motos tras Toby Price (2016 y 2019).

En el podio del día acompañaron a Schareina el argentino Luciano Benavides (KTM) y el francés Adrien Van Beveren (Honda), segundo y tercero, a 33 y 57 segundos respectivamente. Van Beveren es tercero de la general, a 15:50 minutos de Sanders.

«Hemos tenido de todo, seguro que Daniel [Sanders] también ha tenido problemas, pero estoy contento. Hace tres años estábamos luchando por venir a correr y ahora estamos luchando por la victoria», continuó. «Hasta el final he intentado empujar. Hoy teníamos dos misiones, defender nuestra posición e intentar ir a por Daniel, había que hacer lo mismo de siempre, dar gas desde el segundo uno hasta el final, y no me doy por vencido, mañana saldremos a por todas igual, pero siendo realistas es muy difícil».

«Me ha costado mucho llegar hasta aquí, la gente más cercana lo sabe. Nada es gratis, estoy contento de estar en esta posición, pero doy por supuesto que en algún momento en el Dakar llegará el momento de tener la victoria delante, y lucharemos por ella».

Al-Rajhi recupera el liderato en coches

El recorrido sí se mantuvo en la categoría de coches pero con un límite horario para el paso por el punto de avituallamiento. Los vehículos que llegaron después de las 15:00 horas tuvieron que ir directamente al campamento.

El saudí Yazeed Al-Rajhi recuperó el liderato en una penúltima etapa ganada por el sueco Mattias Ekström. Tercero en un recorrido de 275 kilómetros en las dunas del Empty Quarter, a menos de dos minutos de Ekström (Ford), Yazeed al-Rajhi (Overdrive) volvió a superar al sudafricano Henk Lategan (Toyota) en la general provisional, por seis minutos y 11 segundos de ventaja.

«Sabía que lo podía lograr. Me llené de confianza y ataqué», dijo el piloto saudita, de 43 años, miembro de una rica familia de negocios del país, a la llegada de la especial del día. La motivación por correr en su país es otro de los factores a su favor, convertido en un ídolo local. La décimosegunda y última etapa, que se disputa este viernes, es prácticamente simbólica, con solo 61 km de especial.

Nani Roma vuelve a triunfar en la arena del Dakar y Schareina se descuelga en motos

Nani Roma vuelve a triunfar en la arena del Dakar y Schareina se descuelga en motos

Actualizado Miércoles, 15 enero 2025 - 17:23

El piloto español Nani Roma ganó ayer la décima etapa del Rally Dakar en la categoría de coches en Shubaytah (Arabia Saudita), en una jornada en la que el sudafricano Henk Lategan se situó líder de la general tras los problemas sufridos por el saudita Yazeed Al-Rajhi. El Ford Raptor de Roma, de 52 años, concluyó la especial de 120 kilómetros en las dunas de Shubaytah en dos horas, seis minutos y 34 segundos, su primera victoria en la célebre carrera desde 2015.

"Es un rally difícil para nosotros desde el principio, intentamos hacer las jornadas perfectas y esta mañana estuvimos muy rápidos, luego comprendimos que teníamos que bajar un poco. Estamos contentos por el equipo, el coche es bueno, es sólido y el equipo funciona bien", declaró Roma, una institución de la carrera con 28 participaciones y dos victorias. En 2004 venció en motos y en 2014, en una edición que se celebró en el continente sudamericano, lo hizo en coches.

El podio lo completaron el brasileño Lucas Moraes (Toyota), a 18 segundos, y la saudita Dania Akeel (Taurus), a un minuto y 40 segundos. La propia Akeel se hizo con la etapa en la categoría challenger. Es la cuarta mujer en ganar en el rally Dakar tras la alemana Jutta Kleinschmidt, la española Cristina Gutiérrez y la estadounidense Sara Price.

Aprovechando una trampa en la arena que le hizo perder importantes minutos a su rival saudita Al-Rajhi (Overdrive), el sudafricano Henk Lategan (Toyota) recuperó el primer puesto de la general.

Motos

El sudafricano Michael Docherty ganó en la categoría de motos, con el australiano Daniel Sanders al frente de la clasificación general. Saunders ha aumentado su distancia con el español Tosha Schareina en 1:46 adicionales, terminando por delante de él en la etapa. Ya le saca más de 16 minutos en el cómputo global.

Schareina se acerca al liderato de Sanders antes del Empty Quarter

Schareina se acerca al liderato de Sanders antes del Empty Quarter

Actualizado Lunes, 13 enero 2025 - 18:34

En la última jornada del Rally Dakar antes del decisivo Empty Quarter, que llevará la carrera a su conclusión el viernes, Tosha Schareina volvió a recortar tiempo en su duelo con el australiano Daniel Sanders. Un día más, la organización tuvo que dar marcha atrás y cambió la clasificación de la octava etapa, disputada ayer sobre 483 km de especial, dando ganador al argentino Luciano Benavides entre Al Duwadimi y Riyadh. Schareina se encuentra ahora a 11 minutos del liderato en la categoría de motos.

En primera instancia, la organización dio como ganador a Schareina, pero luego recalculó los cronos, descontando el tiempo que Benavides y Adrien van Beveren se detuvieron para socorrer a Pablo Quintanilla, que sufrió un accidente en el kilómetro 133 y tuvo que abandonar por una lesión en la clavícula.

Sanders sólo pudo ser séptimo, pese a sumar casi siete minutos de bonificaciones por los cuatro minutos y medio que obtuvo el valenciano. En meta, Schareina endosó más de dos minutos a su compañero de HRC, Ricky Brabec; casi tres minutos a Sam Howes, tercero también con Honda; y más de cuatro al propio Sanders.

La noticia negativa del día para los españoles la dejaba el problema mecánico sufrido por Lorenzo Santolino, quien cedió más de una hora tras pararse su Sherco. "He conseguido que la moto volviera a arrancar, pero hemos perdido mucho, así que se nos complica mucho la general, pero por lo menos estoy en carrera, todavía quedan días y puedo seguir disfrutando del Dakar", lamentó el salmantino.

Otro paso de Lategan

Edgar Canet (KTM), segundo en la categoría Rally 2 tras el sudafricano Michael Docherty, aumentó ostensiblemente su ventaja en la general de la segunda división de motos, hasta llevarla más allá de la media hora. El tercer clasificado, Romain Dumontier (Honda), está ya a una hora y 17 minutos.

Hoy se disputará la novena etapa entre Riyadh y Haradh, de 381 km, que pondrá rumbo hacia el Empty Quarter, el anchísimo desierto de la península arábiga donde se celebraran las tres últimas jornadas.

En coches, el joven sudafricano Henk Lategan, a manos de un Toyota, se impuso en la etapa y mantiene el liderato en la general al aventajar en más de cinco minutos al saudí Yazeed Al-Rajhi y en más de media hora al qatarí Nasser Al-Attiyah, cinco veces campeón de la competición, que se encuentra en cuarta posición.

Otra sanción impide la remontada de Al-Attiyah antes de la jornada de descanso

Otra sanción impide la remontada de Al-Attiyah antes de la jornada de descanso

Actualizado Jueves, 9 enero 2025 - 18:52

El piloto argentino Luciano Benavides logró la victoria en motos en la quinta etapa del Rally Dakar, este jueves, tras recorrer 428 kilómetros entre Alula y Hail, en Arabia Saudí, mientras que en coches el catarí Nasser al Attiyah la perdió por un solo segundo después de protagonizar una remontada espectacular y, sin embargo, ser sancionado.

Benavides se vio beneficiado por la penalización de dos minutos al francés Adrien Van Beveren, que había sido el más rápido en la etapa, pero que con la sanción quedó a 47 segundos del argentino, que se acerca al podio de la general (7ª a siete minutos del tercer puesto). "Creo que la estrategia jugará a mi favor en la segunda semana, pero en esta carrera, algunas decisiones se toman en contradicción con los planes estratégicos preparados desde hace días", comentó en la meta un Benavides que en las primeras etapas no fue a fondo para conservar su moto. El podio del día lo completó el chileno José Ignacio Cornejo, que llegó a minuto y medio de Benavides.

La jornada fue muy positiva también para los pilotos españoles. Tosha Schareina, segundo en la general, recortó buena parte de la desventaja con respecto al líder, Daniel Sanders, ya que el australiano recibió ocho minutos de sanción por varios excesos de velocidad. Quedan separados en la clasificación por siete minutos. Y el joven Edgar Canet, 19 años, volvió a ganar la etapa en su categoría (Rally2), que lidera con comodidad, y se mantiene en el Top 10 de la general.

Triunfo de Quintero en coches

Una sanción cambió también el resultado de la jornada en coches. El catarí Al Attiyah, cinco veces ganador de la prueba, fue el más rápido en completar el recorrido, recortando buena parte de la media hora perdida la víspera por un problema mecánico, y la organización le dio como vencedor del día. Pero, por tercera vez en lo que va de prueba, los organizadores anunciaron posteriormente la sanción a Al Attiyah "por llegar sin la rueda de repuesto en su vehículo".

Una sanción de 10 minutos que significó que el estadounidense Seth Quintero, que había acabado a 9:59 del catarí, pasaba a ser el ganador de la etapa, su segundo triunfo parcial en esta edición. El líder de la general, el sudafricano Henk Lategan (Toyota), acabó cuarto por detrás del sueco Mattias Ekstrom (Ford) y mantiene cómodamente la cabeza de la clasificación, con más de 10 minutos de ventaja sobre el saudita Yazeed al Rahji y casi 21 sobre Ekstrom.

Las polémicas inspecciones del Dakar que descalificaron a Sainz, Sanz y Loeb: "Los comisarios deberían ser más flexibles"

Las polémicas inspecciones del Dakar que descalificaron a Sainz, Sanz y Loeb: “Los comisarios deberían ser más flexibles”

En el desierto de Arabia, Laia Sanz y su copiloto, Maurizio Gerini, se pasaron la madrugada del pasado sábado al domingo haciendo reparaciones en su Century CR6, remendando el chasis, arreglando piezas, para seguir adelante en el Dakar. En la primera etapa se habían topado con una piedra y habían recorrido 70 kilómetros sin navegación ni marchas, pero consiguieron llegar al campamento. En principio, estaban salvados. Con chapa y pintura podían continuar en el rally. Pero antes de que empezara la segunda etapa apareció un comisario de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) y les envió para casa.

La barra de seguridad de su coche tenía una desviación de dos milímetros y eso, según la normativa del raid, suponía la descalificación. «Sufrimos mucho para poder reparar el coche, llegamos a la salida y nos quedamos fuera por dos milímetros. Obviamente duele», proclamó Sanz que, al mismo tiempo, asumió su adiós en pos de la seguridad: «En caso de vuelco no hubiera pasado también, pero también entiendo que la FIA no quiera asumir responsabilidades. Es un marrón».

La expulsión de Sanz en la primera etapa parecía el colmo de la desdicha, tan pronto que era, tan inflexiva la normativa, pero en realidad era sólo el inicio de una tendencia que ha marcado este Dakar. Carlos Sainz en la segunda etapa y Sebastian Loeb en la tercera, también fueron descalificados por daños en sus vehículos, lo que ha generado un debate en la carrera. ¿Aventura o seguridad?

Sainz abre el debate

Sin cambios específicos en la normativa, en la presente edición la FIA ha aumentado los controles para evitar que haya coches dañados por el desierto. El resultado: tres figuras del Dakar, eliminados de entrada. Después de lo ocurrido, algunos pilotos aseguraban que ahora vigilan más en los tramos rocosos para evitar golpes y desde las marcas se proclama que el año próximo no volverá a pasar la mismo: o la FIA modifica el reglamento o se harán estructuras más rígidas para que no haya abolladuras.

«Es un debate que debe abrirse», reclamaba Sainz después de ser eliminado de un Dakar en el que defendía el título. En su caso, un accidente en la primera jornada de la etapa 48 Horas provocó un «sutil» problema en la jaula antivuelcos de su Ford Raptor y los comisarios consideraron que así no podían correr. La normativa estipula que un fabricante puede reparar ese elemento y Ford aseguraba que podía hacerlo, pero la FIA no lo permitió.

Christophe EnaAP

«El equipo decía que era muy sencillo de arreglar, pero la FIA no ha querido tomar ningún riesgo. Debería haber sido más flexible, más teniendo la garantía de una marca como Ford. Hay que encontrar el equilibrio. Si miras el coche apenas se ve que la barra está doblada», comentó Sainz, que no valoró presentar una reclamación para seguir compitiendo. El margen de tiempo era inexistente y la FIA raramente rectifica en una de sus decisiones, más si tienen relación con la seguridad.

La lucha de Dacia

De hecho, Dacia, la marca de Loeb, apeló su descalificación y al mismo tiempo aceptó su retirada. Como Ford, consideraba que podía reparar los problemas del Sandrider y así lo expresó a la FIA, pero el piloto no pudo tomar a tiempo la salida de la siguiente etapa. Su reclamación era simbólica, más que otra cosa.

«Los cálculos para verificar el estado de la jaula de seguridad concluyen que aunque una sección está deformada, no afecta a la rigidez de la estructura y, por tanto, no afecta a la seguridad del vehículo», comunicaba la empresa francesa, que como medida especial pedía que Loeb se pudiera reincorporar a la prueba sin opción de luchar por la general, pero sí de vencer en las siguientes etapas. El Dakar cuenta en el nuevo Campeonato del mundo de rally-raid y allí Loeb sí podría luchar por el título. En todo caso, regrese o no el francés, la polémica seguirá viva en el desierto de Arabia.

Lorenzo Santolino o cómo esperar a los 37 años para ganar una etapa del Dakar

Lorenzo Santolino o cómo esperar a los 37 años para ganar una etapa del Dakar

Actualizado Martes, 7 enero 2025 - 18:09

Lorenzo Santolino (Guijuelo, Salamanca, 1987) tiene en la constancia uno de sus puntos fuertes como piloto. Con el Dakar, ha vivido una historia agridulce. Se vio obligado a abandonar tanto el año pasado como en sus dos primeras participaciones, en 2019 y en 2020, pero también logró acabar sexto en 2021. Esta vez, en la séptima ocasión en que se enfrenta a la dureza de un recorrido muy exigente, ha conseguido hacerse con el triunfo en una etapa, la tercera de una prueba que esta siendo todo una trituradora.

Sebastien Loeb, uno de los grandes candidatos al triunfo final en coches, sufrió por su parte un vuelco, como ya les ocurrió a Laia Sanz y a Carlos Sainz, y está a una hora y tres minutos del actual líder de la tabla, Henk Lategan, a quien le siguen Nasser Al-Attiyah y Mattias Ekstrom como segundo y tercero, respectivamente, y con Saood Variawa como vencedor de la etapa.

Santolino fue el más rápido en los 327 km de especial entre Bisha y Al Henakiyah, superando en más de cuatro minutos a Ricky Brabec y Skyler Howes. Ahora ocupa el décimo puesto de una general liderada por Daniel Sanders, que se dejó por el camino 15 minutos en una jornada recortada por el riesgo de lluvias. «Es increíble haber ganado. Era una etapa muy técnica, con muchas piedras hasta el kilómetro 100, donde he intentado atacar bastante. Iba también muy concentrado en la navegación y he podido alcanzar a Pablo Quintanilla, que salía cinco minutos delante. He llevado buen ritmo con él y he atacado bastante durante el día, tomando algún que otro riesgo... Pero ha valido la pena», comentó el vencedor.

Un equipo de carácter familiar

"Santo", como se le conoce cariñosamente, sueña con acabar en el top-10 de la general, lo que supondría todo un éxito tanto a nivel personal como de equipo, dado que Sherco, un equipo establecido en Francia, sigue teniendo un carácter prácticamente familiar.

En su caso, puede decirse que las motos es algo que le viene de familia. Fue su padre, también de nombre Lorenzo, y profesional responsable del mantenimiento de un embalse, de hecho, quien le compró su primera montura cuando era aún muy pequeño. A los nueve años, debutó como alevín en motocross.

Toda la familia le apoyó en esta aventura, por mucho que la economía, como tantas veces sucede en estos casos, no fuera precisamente muy desahogada. Con un remolque y una tienda de campaña, primero, y, después, con una furgoneta, recorrieron gran parte de la geografía española para contribuir a hacer realidad su gran sueño.

Santolino, tras su triunfo en Al Henakiyah.

Santolino, tras su triunfo en Al Henakiyah.RALLY DAKAR

En 2005, mientras, se abrió la puerta del enduro, una disciplina con muchos puntos comunes con el motocross, pero en la que también son muy importantes la resistencia y la navegación. Precisamente, dos de sus otros puntos fuertes.

La Federación de Motociclismo lo fichó en 2006 para su equipo de promesas de enduro y, un año más tarde, el joven Lorenzo conseguiría hacerse con el campeonato de España de Cross-Country. En 2010, mientras, fue campeón del mundo júnior y reeditó el campeonato por equipos logrado en 2009.

Más tarde, de la mano de su actual equipo, Sherco, se pasaría a los rallies. Y, con ellos, pudo estrenarse por fin en 2019 en el sueño del Dakar. La suerte le dio la espalda sus dos primeros años, pero 2021 fue muy emotivo. No solo logró acabar la prueba, sino que lo hizo además con un meritorio sexto puesto que pudo dedicar a su madre, fallecida el año anterior. Un gesto que, además, acompañó con la subasta de su equipación de carrera en favor de Pyfano, una asociación salmantina que trabaja con niños enfermos de cáncer.

Carlos Sainz y sus 341 kilómetros sin parabrisas: «Mis opciones de ganar el Dakar han desaparecido»

Carlos Sainz y sus 341 kilómetros sin parabrisas: «Mis opciones de ganar el Dakar han desaparecido»

Actualizado Lunes, 6 enero 2025 - 16:36

Han pasado solo cuatro días desde que el Dakar arrancó con la etapa prólogo y únicamente se han disputado dos de sus etapas (la segunda, una maratón de 48 horas), pero tanto Carlos Sainz como Nani Roma ya han dicho adiós a sus opciones de lograr el triunfo. El madrileño, campeón de la prueba el año pasado, se vio obligado a completar esta segunda etapa con su Ford muy mermado por el vuelco sufrido en la jornada del domingo. Gran parte de la carrocería del vehículo quedó muy dañada y, además, no podía contar con el parabrisas delantero, de tal modo que tuvieron que participar con gafas protectoras.

Por mucho que pareciera capaz de mantener la distancia de una hora con respecto a la cabeza que logró sellar en la primera parte de la etapa, llegando incluso hasta el penúltimo campamento, las cosas no salieron finalmente como esperaba y está ahora a casi hora y media del primer clasificado en la general, Henk Lategan, a quien le siguen el saudí Yazeed Al-Rajhi y el qatarí Nasser Al-Attiyah. El catalán, mientras, vio como su Ford se quedaba parado por una avería mecánica y llegó finalmente a la meta con mucho tiempo perdido.

«Queda todavía muchísima carrera. Evidentemente, mis opciones de ganar han desaparecido. Pero, si puedo ayudar al equipo, puedo aprender y puedo probar alguna cosa, pues mejor», señaló con ánimo derrotado Sainz al término de la etapa.

«El resumen es que todo ha salido mal. Primero tuvimos el accidente y perdimos bastante tiempo, y después, nos perdimos. A lo largo de la mañana, hemos tenido otro pinchazo y luego hemos perdido mucho tiempo en un sitio en el que no éramos capaces de encontrar el camino. Han sido dos días para olvidar, muy difíciles de aceptar nada más empezar la carrera», abundó el madrileño, a quien el pinchazo, dado que solo podían llevar una rueda de repuesto, le obligó también a aplicar un pilotaje más cauteloso, para evitar de esta manera un nuevo percance que habría sido aún más catastrófico, pero que también ha acabado por descabalgarlo prácticamente por completo del camino del triunfo en esta edición del considerado como el raid más duro del mundo.

Un dolor en la espalda

«Es lo que hay y ahora tenemos que seguir adelante, tratar de ayudar al equipo y, por mi parte, de recuperarme, moral y físicamente. Me duele un poco la espalda, la tengo un poco tocada, pero no creo que sea nada fuera de lo normal, solo el golpe», recalcó un Carlos Sainz para quien la etapa maratón de 48 horas del Dakar ha sido todo un mazazo, al igual, en este caso, para Nani Roma. El catalán, compañero en Ford del madrileño, se ha visto finalmente condenado a quedarse también fuera de la carrera por los problemas mecánicos que ha acumulado su coche.

En la primera etapa y en los instantes finales de la primera parte de la maratón, ya se vio afectado por una serie de fallos en el sistema de alimentación del aceite. En esta segunda parte, mientras, su vehículo llegó incluso a pararse en una zona de difícil acceso y logró completar finalmente el recorrido, si bien con mucho tiempo perdido. De esta forma, los dos únicos coches que quedan ahora mismo en competición de la marca americana son los de Mattias Ekstrom, actualmente quinto clasificado, y Mitch Guthrie, noveno.

Cristina Gutiérrez, por su parte, también está ya completamente fuera de carrera. En la primera parte de la etapa maratón, perdió mucho tiempo para echarles un cable tanto a Nasser Al-Attiyah como a Sebastien Loeb, compañeros en Dacia, en caso de que tuvieran algún problema con sus coches, como acabó finalmente ocurriendo en el caso del francés, quien tuvo problemas eléctricos en la cremallera de dirección de su vehículo. Por tanto, llegó con una hora y 20 minutos perdidos al campamento donde descansaron los grandes favoritos del raid. En la segunda, debía completar 341 kilómetros, pero, a 238 de llegar al final de la etapa, se vio obligada a abandonar por una avería.

La marca tratará de conseguir que pueda seguir corriendo, por mucho que completar la prueba no le sirva en este caso tampoco para lograr el reconocimiento oficial de haberlo conseguido. Isidre Esteve, por su parte, tras pilotar los primeros días con fiebre a causa de un proceso gripal, también tuvo problemas con su vehículo y tuvo que estar parado durante mucho tiempo, si bien pudo finalmente retomar la marcha.

Desastre español en el Dakar: Carlos Sainz y Nani Roma pierden todas sus opciones

Desastre español en el Dakar: Carlos Sainz y Nani Roma pierden todas sus opciones

Actualizado Lunes, 6 enero 2025 - 12:51

El saudí Yazeed al-Rajhi ganó la temible '48h crono', la etapa del Rally Dakar de casi mil kilómetros de recorrido entre domingo y lunes, en la que Carlos Sainz, vigente ganador de la prueba, perdió una hora y 30 minutos con respecto al vencedor.

Sainz, que ya perdió casi una hora el domingo tras sufrir un vuelco con su Ford en una duna, se vio perjudicado por la imposibilidad de recibir asistencia mecánica durante la noche y llegó a la meta con su auto muy dañado. Tuvo que correr sin luna delantera, conduciendo con unas gafas de motorista.

El piloto saudita de 43 años recorrió los 967 km de especial en 10h 56min 54seg, pese a recibir una sanción de dos minutos por un exceso de velocidad.

Segundo fue su compañero de Toyoya Henk Lategan, a 4min 16seg, que se coloca ahora líder de la general provisional con casi cinco minutos de ventaja con respecto a Al-Rahji.

Roma, también KO

El catarí Nasser Al-Attiyah, quíntuple ganador del célebre rally, fue tercero en la etapa a casi seis minutos y medio del ganador y ocupa la misma plaza en la general, a más de once minutos del líder.

"Ha sido muy, muy duro... No tengo la impresión de que estemos solo en el segundo día del Dakar", reaccionó Al-Rajhi a su llegada al vivac, luego de que los participantes tuvieran que acampar en el desierto la noche anterior.

La jornada fue catastrófica para los participantes españoles de la categoría, ya que Nani Roma, séptimo en la general antes de iniciarse la etapa maratón, sufrió un problema mecánico en su Ford y no había recibido aún asistencia de sus mecánicos.

Mejor suerte corrió el francés Sebastien Loeb. El nueve veces campeón del mundo de rallys, que sigue buscando inscribir su nombre en el palmarés del Dakar, recuperó una parte de la media hora perdida el domingo por un problema electrónico en su Dacia y acabó 7º, a poco más de 13 minutos de Al-Rajhi.