El adiós de Rafa Nadal: "No estoy cansado del tenis, pero el cuerpo ya no quiere jugar más"

El adiós de Rafa Nadal: “No estoy cansado del tenis, pero el cuerpo ya no quiere jugar más”

Después de sus palabras, con los ojos llorosos, frente a los aficionados que corearon su nombe hasta el agotamiento, Rafael Nadal contempló el vídeo con el reconocimiento de las grandes figuras del deporte, mientras se sucedían las imágenes de los mejores momentos de su carrera, desde sus inicios. Las imágenes de aquel muchachito con la cinta en el pelo y los pantalones pirata. Los sucesivos triunfos en Roland Garros. La victoria ante Roger Federer en la final de Wimbledon de 2008. Los triunfos en la Copa Davis.

Ahí estaban Roger Federer, Novak Djokovic, Serena Williams, Andy Murray, Andrés Iniesta, Juan Martín del Potro, Raúl González, David Beckham, Iker Casillas... Todos ellos expresando su admiración y gratitud al gran protagonista de esta edición de la Davis, suceda lo que suceda hasta su conclusión.

Para saber más

La derrota de Carlos Alcaraz y Marcel Granollers en el partido de dobles certificó la despedida del tenis de Nadal. España quedó eliminada ante Países Bajos en los cuartos de final y el legendario jugador español fue homenajeado pasada la medianoche, en una despedida que todos los aficionados hubieran deseado más feliz. El tándem neerlandés formado por Botic van de Zandschulp y Wesley Koolhof se impuso por 7-6 (4) y 7-6 (3), haciendo inútil el triunfo de Alcaraz ante Tallon Griekspoor en el segundo individual.

Adiós a Nadal, derrotado ayer frente a Van de Zandschulp en un partido que le llegó demasiado tarde, que tal vez no hubiera debido disputar. El tropiezo en modo alguno le restó las formidables muestras de cariño de un pabellón rendido a los pies de uno de los más grandes de siempre, la admiración unánime de todo el mundo del deporte.

«La mejor educación es el ejemplo»

Son 22 títulos del Grand Slam, 14 de ellos en Roland Garros, un total de 92, cinco Copas Davis, dos oros olímpicos, 209 semanas como número 1 del mundo, cinco años cerrados en lo más alto del ránking... Una extensísima lista de galardones suscritos desde la ejemplaridad, con una forma genuina de ganar y de aceptar los sinsabores, con un formidable grado de resiliencia.

El destino no fue agradecido con Nadal. Pese a los severos problemas físicos de los últimos años, siempre quedaba la esperanza de verle resurgir una vez más.

«Te echarermos mucho de menos. La mejor educación es el ejemplo. Y tú lo has sido. Hay personas que sonrecordadas por sus logros en la vida, hay personas que son recordadas hasta el fin de sus días y hay personas que son recordadas eternamente. Tú eres una de ellas», le dijo a pie de pista David Ferrer, el hombre con el que compartió buena parte de su carrera, el entrenador que le dio su confianza hasta el último partido.

Nadal se despide del Martín Carpena.

Nadal se despide del Martín Carpena.EFE

Lo primero tras la desafortunada noche del equipo español fue el parlamento de Nadal, que llegó tan sólo unos minutos depués de que concluyese el encuentro de dobles, de que Países Bajos enterrase las ilusiones del tenis español, que tenía argumentos para pensar en llegar más lejos en esta Copa Davis.

«Buenas noches a todos. Las gracias las tengo que dar yo a tanta gente que es difícil empezar», arrancó en respuesta al grito de coreaban los aficionados. «Empezaré por los que están hoy aquí. Gracias a todos vosotros. Sinceramente han sido 20 años de carrera en los que me habéis llevado siempre en volandas. He podido vivir con todos vosotros, con toda España y el mundo en general. Me he sentido un superafortunado por recibir tanto cariño, especialmente aquí en España. Quiero continuar felicitando al equipo de Holanda y quiero agradecer a todo el equipo español que está aquí poder vivir la ilusión de la Copa Davis. No ha salido como hubiera querido, pero he dado todo lo que tenía. Los últimos días de mi carrera los he vivido en equipo. Mil gracias a todos, de verdad.

«ser buena persona»

La realidad es que uno nunca quiere llegar a este momento. No estoy cansado de jugar al tenis, pero el cuerpo ya no quiere más. Hay que aceptar la situación. No es un día para personalizar, pues no quiero olvidarme de gente. Soy una persona que cree en la continuidad, en mantener a las personas que te quieren y que hacen que tu vida sea mejor. No me quiero olvidar de los medios de comunicación. Aprecio muchísimo la manera en la que habéis contado al mundo una historia preciosa, que ha tenido algunos momentos malos, pero muchos inolvidables.

He intentado esforzarme cada día para ser mejor y cumplir objetivos, y hacerlo desde el respeto y tratando de hacer lo más importante en este mundo, que es ser buena persona. Me voy de este mundo del tenis profesional habiendo encontrado muchos amigos en el camino. Me voy con la tranquilidad de que de alguna manera he dejado un legado no sólo deportivo sino también personal». No se olvidó tampoco de recordar la trascendencia en su carrera de su tío Toni, que ya había anunciado su ausencia salvo que España llegara hasta el domingo.

La despedida pudo haber sido más hermosa, pero, al fin y al cabo, después de una carrera semejante, lo acontecido ayer en la pista sólo tiene un carácter tangencial. Queda Nadal, quedan su trayectoria y su ejemplo, queda un legado inmenso y queda el tenis en un profundo estado de orfandad.

Así ha sido la carrera de Rafa Nadal, el 'Rey de la Arcilla': 14 Roland Garros, 63 títulos y 81 victorias consecutivas

Así ha sido la carrera de Rafa Nadal, el ‘Rey de la Arcilla’: 14 Roland Garros, 63 títulos y 81 victorias consecutivas

Llegó el momento y lo hizo ante su público, con 38 años y 22 Grand Slam a sus espaldas, entre esos, 14 Roland Garros. Sólo con esos dos últimos guarismos, Rafa Nadal se sitúa por derecho propio entre uno de los mejores tenistas de la historia y también en uno de los mejores deportistas españoles, pero sus cifras, en estos 25 años de carrera, son aún más impresionantes.

Grand Slams

El tenista de manacor ha participado en 68 torneos de Grand Slam en los que ha llegado a 30 finales y ha obtenido 22 títulos (14 Roland Garros, 4 US Open, 2 Abiertos de Australia y 2 Wimbledon). Es el jugador que más veces ha ganado un mismo major, como son los citados 14 Roland Garros, y el más joven en lograr los cuatro, lo logró con 24 años. Además, el mallorquín ha conseguido ganar al menos un título de Grand Slam durante 10 años cosecutivos. Y sólo él y Djokovic tienen en su poder los cuatro majors en, al menos, dos ocasiones. El español tiene un porcentaje de victorias del 88% en estos torneos, ya que de los 358 partidos que ha jugado, ha ganado 314 (en Roland Garros ese cifra se eleva al 97%).

Torneos ATP

La longeva vida de Nadal en el mundo del tenis le ha permitido disputar un total de 241 torneos ATP además de los Grand Slams, entre los que están los ATP Finals (11), los Máster 1.000 (130), 500 (49) y 250 (51). Al de Manacor nunca se le dio bien el Torneo de Maestros, de sus 11 participaciones solo consiguió llegar a dos finales y su porcentaje de victorias es el más bajo de su carrera con 54% (21-18). Respecto a los Máster 1.000, su dominio ha sido principalmente en los torneos de tierra. Así, Montecarlo, con 11 victorias y en el que llegó a ganar 46 partidos seguidos, récord de cualquier torneo en masculino y femenino, y Roma, con 9, han sido sus títulos más repetidos.

De los Máster 500 hay que destacar el Conde de Godó, que es el que más veces ha disputado y ganado, 12 títulos de 17 participaciones. Y de los 250 cabe mencionar el torneo de Bastad, en Suecia, el último torneo en el que el de Manacor fue competitivo y llegó a la final pero perdió ante el portugués Nuno Borges.

A nivel general, Rafa Nadal ha conseguido 92 títulos ATP de los 312 disputados (63 en tierra batida). El podio lo ocupan Jimmy Connors (109), Roger Federer (103) y Novak Djokovic (98). Eso sí, su eficacia en finales es abrumadora con un 70,2% de éxito cada vez que alcanza esa fase del torneo, aunque lejos del 81% del histórico Thomas Muster.

Partidos y ganancias

El tenista español, pese a las lesiones que le han tenido apartado casi cinco años completos del circuito profesional, ha jugado un total de 1.307 partidos de los que ha conseguido vencer en 1.080. Su porcentaje de victorias es de un 82,63%, superior al de Roger Federer (1251-275, un 81,9%), pero ligeramente por debajo de Novak Djokovic (1058-210, un 83%).

Esas victorias le han reportado unas ganancias totales en el mundo del tenis de 123.362.326 euros frente a los 119.384.120 de Roger Federer o los 165.136.927 de Novak Djokovic, el tenista que lidera el ránking y que duplica a Serena Williams, que tiene solo un Grand Slam menos que el serbio.

Si hablamos de los enfrentamientos entre el Big Three. Rafa Nadal ha ganado 24 de los 40 partidos que tuvo con Roger Federer, 10-4 en Grand Slams, mientras que ha perdido 31 de los 60 que tuvo con Djokovic. No obstante, el manacorí ha conseguido más victorias en majors ante el serbio con 11 victorias y siete derrotas.

Representación española

Huelga decir que Rafa Nadal ha sido un tenista que siempre ha defendido con orgullo los colores de la bandera de España y no es casualidad que el manacorí haya elegido la Copa Davis que se disputa en Málaga como torneo de despedida. Pero no pudo alzarse con la que sería la sexta de su carrera deportiva.

Con los colores de España, Nadal ha vencido en 44 de 53 partidos con un 84% de porcentaje de victorias. En Copa Davis, el de manacor sólo ha perdido dos puntos en individuales y fue en su debut, en 2004, ante el checo Jiri Novak y en el de su despedida ante el neerlandés Botic Van de Zandschulp.

De los éxitos que el tenista se siente más orgulloso son las dos medallas de oro que el español consiguió en los Juegos Olímpicos de Pekín en individuales tras vencer al chileno Fernando González y el de dobles junto a Marc López en Río de Janeiro en 2016. Nadal ha vencido en 19 de los 25 partidos que ha jugado en la cita olímpica.

Superficies

A Rafa Nadal no le llaman Rey de la Arcilla por casualidad, tiene el récord de 50 sets consecutivos sin perder en esa superficie. Mencionados sus 14 títulos de Roland Garros y sus 63 títulos ATP, cada año su gira de tierra batida se cerraba con varios títulos para engrosar su palmarés.

Así, el mallorquín consiguió 81 victorias consecutivas en tierra batida, la mayor racha en cualquier superficie. Su récord es de 484 partidos ganados en un total de 535, un 90% de porcentaje de acierto. En el Abierto de Francia tiene un balance de 112-4.

Aunque su nivel de tenis le ha permitido triunfar también en hierba y en pista dura, sus números no son tan impresionantes como en el polvo de ladrillo. Así de los 96 partidos que ha disputado en hierba, ha vencido en 76 (un 79% de acierto) mientras que en dura su balance es de 518 victorias de 668 partidos (un 78% de acierto).

Otros números

Para el recuerdo quedará la derecha liftada del zurdo más famoso de la historia del tenis. La que le ha sacado de muchos apuros a lo largo de su carrera deportiva. Su drive alcanza las 5.000 revoluciones por minuto, el doble de la media de cualquier tenista del circuito. Sin embargo, Nadal no destacó mucho en el servicio, con el que sólo consiguió 3.843 aces (Karlovic, por ejemplo, hizo 13.653).

Derechas aparte, Nadal contaba con un órgano muy privilegiado a la hora de jugar: su cabeza. Su porcentaje de bolas de break salvadas se sitúa por encima del 66% y el de sets definitivos que terminan en victoria de un 69%.

De corto desde el mediodía, sus palabras en el banquillo... así fue el último día de Nadal como tenista profesional

De corto desde el mediodía, sus palabras en el banquillo… así fue el último día de Nadal como tenista profesional

En los descansos, detrás de Carlos Alcaraz y Marcel Granollers, se colocaba Rafa Nadal, un capitán en la sombra -literalmente-, el animador del banquillo de España. Después de su derrota ante Botic Van de Zandschulp, el ganador de 22 Grand Slam se pasó cuatro horas, es decir, todo el tiempo que duraron los partidos de Alcaraz y de la pareja de dobles, alentando a sus compañeros, dando consejos, incluso espoleando al público del Martín Carpena.

Tocaba la medianoche en Málaga, se preparaba su homenaje en los pasillos, y Nadal seguía tan entregado, tan motivado, tan vestido, como a la una del mediodía, cuando apareció ya vestido de corto en el pabellón pese a que todavía le quedaba un buen rato para saltar a jugar. Esa entrega es su firma para siempre, el recuerdo de él que perdurará después de su retirada oficial ayer. La remontada española en los cuartos de la Copa Davis no pudo ser, pero Nadal, claro, no dejó de creer en ella ni por un momento.

Para saber más

«No tenía los automatismos de la competición, la pista era muy rápida, así que tenía que mantener la energía y pelear cada punto. No pude ganar, pero estoy contento porque lo intenté hasta el final», explicaba antes, justo después de su derrota en una rueda de prensa en la que no olvidó su sentido del humor. En su carrera en la Copa Davis había ganado 28 partidos, pero cayó en dos, los dos muy significativos.

«Perdí el primero [ante Jiri Novak, en 2004] y he perdido el que puede ser el último. De alguna manera es cerrar un círculo», comentaba con sorna y sin ganas de machacarse otra vez, una última vez: «A lo largo de mi carrera he sido muy autocrítico. Aunque ganaba torneos siempre buscaba la parte negativa para aprender. Hoy no lo seré. He hecho lo que he podido. Que yo jugara era una apuesta arriesgada y no ha salido».

Antes de saber el desenlace de la ronda, el propio Nadal se descartaba para más partidos de individuales -«Si fuera el capitán yo no me elegiría»- y entre líneas se proponía como nuevo miembro del dúo de dobles. Finalmente no hubo más oportunidades de ningún tipo.

Sus lágrimas con el himno español

Le quedará como consuelo, su última noche mágica, pese a las derrotas. Este martes, 13.000 aficionados españoles estuvieron encendidos alrededor de su figura, un ambiente eléctrico, una ovación detrás de otra, y como él no bajaron los brazos hasta la conclusión. Los marcadores no ayudaban, pero no hubo decepción, sólo agradecimiento, el constante recuerdo de lo mucho disfrutado gracias a Nadal. Sin los grandes nombres anunciados, ni Roger Federer, ni Novak Djokovic -también se rumoreó con la presencia de Barack Obama o Bill Gates-, el pabellón andaluz se volcó en animar al ganador de 22 Grand Slam pasase lo que pasase en el encuentro. «¡Disfruta, Rafa!», le gritaba una aficionada ya en el segundo set, como resumen del ánimo general.

Si hubo lágrimas fueron de emoción, desde la ceremonia de inauguración. Después de que los valencianos del equipo español, David Ferrer, Roberto Bautista y Pedro Martínez entrasen en la pista con una bandera de su comunidad en homenaje a las víctimas de la DANA, Nadal se emocionó mientras sonaba el himno nacional. No hubo lágrimas, pero temblaban los labios: poco faltó. Luego se rehízo para intentar superar a Van de Zandschulp, pero esa emoción ya no se marchó.

En cada punto ganado, un «¡Vamos!», unas palabras de ánimo para sí mismo. Pese a sus problemas en el resto y en los movimientos laterales, Nadal lo peleó y lo peleó y lo peleó y lo peleó. «¡Sí se puede!», le cantaba el público del Martín Carpena cuando ya era casi imposible. «Lo he intentado todo, también como agradecimiento a la afición que me ha apoyado sin parar», finalizaba.

La abuela de Nadal y el último baile en la Academia de Manacor

La abuela de Nadal y el último baile en la Academia de Manacor

Son las siete de la tarde y un viento frío y húmedo barre las afueras de Manacor. El aire racheado se cuela por la cristalera entreabierta de un bar que vive un día especialmente emotivo. Es el US Open, el restaurante ubicado en la primera planta del cuartel general de Rafa Nadal en Mallorca: su famosa academia.

Allí, en una tarde anodina de martes, unas 150 personas se han reunido para ver el que puede ser el último baile del héroe local. Han llegado animosos y confiados, con su letanía de vamosrafas en la boca, esa evocación de un tiempo dorado.

El bar, elegante, forrado de posters del Grand Slam norteamericano que Rafa ganó en cuatro ocasiones, ha sido engalanado para la ocasión con banderines de España. Fuera, en las pistas de la escuela de tenis, los chicos de la academia están con sus clases y suena el ruido seco de sus golpes cuando Nadal pierde un punto y se hace el silencio.

"Sólo sentimos gratitud"

Porque el tenis ha ido avanzando como la tarde que se cuela por la cristalera: la corriente gélida de noviembre ha ido enfriando el ambiente y el otoño del héroe ha acuchillado poco a poco la ilusión de la parroquia. "Da igual, sólo sentimos gratitud por todo lo que nos ha hecho vivir, por el legado que nos deja, por todo lo que ha ganado y nos ha hecho disfrutar todos estos años", explica Toni, empleado de la Rafa Nadal Academy desde hace seis años, manacorí que se crio jugando al tenis en el mismo club local donde Rafa dio sus primeros golpes.

Lo dice al borde de la emoción, mientras va tomando conciencia de lo que acaba de ver. "Muy probablemente ha sido el último partido profesional individual de su carrera", reflexiona con la mirada en el infinito, dejando espacio para la esperanza de verle en unos hipotéticos dobles en esta Copa Davis. "El valor de lo que ha hecho es único y los que lo conocemos podemos decir que su calidad humana es enorme". Cerca de su mesa, Marga llora. Raya los 70 años y lleva media vida siguiendo a Rafa, al que adora como tenista "y como persona".

El partido ha tenido sus altibajos. El tenista español nunca se da por vencido y ha logrado levantar de sus asientos a los aficionados en alguna ocasión. Como cuando, impetuoso, ha subido a la red en el arranque del segundo set, quizá el momento más celebrado de la tarde junto a su conato de remontada y la ruptura del saque de Botic van de Zandschulp, momento en que el público se ha inflamado y ha cerrado el puño emulando a su ídolo.

"Ha luchado como siempre"

"Ha habido un momento en el que parecía que venía la remontada", explica uno de los camareros, que en ocho años ha visto todo tipo de tardes gloriosas en este mismo bar. Nunca con tanta gente como en esta noche con aroma de despedida. "Lo ha intentado y ha luchado como siempre, pero no ha podido ser". Muchos hubieran deseado otro baile final, "disputando un trofeo". Pero "es lo que hay", sentencia el público local, empleados, amigos, aficionados, gente del tenis.

RAFA NADAL ACADEMY

En una mesa en primera fila el partido se ha vivido con especial emoción. Isabel Homar, abuela de Rafa, ha venido al bar de la academia para ver a su nieto. Visiblemente emocionada, a sus 93 años ha aplaudido con energía al término del partido. Ha apurado una infusión y tiene el orgullo en la mirada, satisfecha por todo lo que su nieto le ha dado al tenis.

Cuando acaba el partido, charla junto a otros familiares. Mueve la cabeza ligeramente, como quien acepta con deportividad el curso natural de los acontecimientos, el inexorable paso del tiempo. "Pero ha tenido puntos muy buenos", le comenta una de sus acompañantes. La abuela asiente sin más apostillas, como en una cariñosa concesión al cumplido. Una abuela no discute el valor de su nieto.

El partido de Rafa se acaba en Manacor. El bar se vacía de golpe y la noche se cierra. Fuera, los chicos que sueñan con ser Nadal siguen entrenando en las pistas. Siguen dando golpes secos. En la tele juega Carlos Alcaraz, pero apenas 10 personas se quedan a verlo. Porque se ha hecho de noche, porque hace frío. Y porque no era solo tenis lo que habían ido a ver allí.

Van der Zandschulp deja en el limbo a un devaluado Nadal

Van der Zandschulp deja en el limbo a un devaluado Nadal

Aún desconocemos si Rafael Nadal volverá a disputar un partido profesional. La Copa Davis deja una puerta abierta para que el legendario tenista español pueda tomar un nuevo tren si España saca adelante la serie y despedirse así de otro modo del juego que lleva honrando desde sus inicios, hace más de dos décadas. Su derrota ante Botic van der Zandschulp arroja, no obstante, un rastro desalentador. Parece difícil pensar que le veamos en un duelo individual.

El ganador de 22 títulos del Grand Slam está lejos del jugador que fue. Su tenis este martes no le alcanzó para plantar cara al número 80 del mundo, que sacó provecho de sus vías de agua y dio a Países Bajos el primer punto de la eliminatoria de cuartos de final ante España. Se impuso por 6-4 y 6-4, en una hora y 53 minutos.

Fue segundos antes de que estallasen los primeros gritos de "¡Rafa, Rafa, Rafa!" cuando el protagonista de esta Copa Davis vio deslizarse por sus mejillas las primeras lágrimas. Poco dado al llanto, ni siquiera en sus más afamadas conquistas, esta vez Nadal dejó traslucir la emoción que le producía disputar ante las 11.300 espectadores que colmaron el Martín Carpena de Málaga el que podía ser el último partido de su vida. El estruendo fue aún mayor una vez concluido el protocolo, interpretados los himnos y hecho el silencio en homenaje a las víctimas de la DANA en Valencia, una vez que el speaker recitó sus logros más relevantes.

Dos víctimas españolas

Van der Zandschulp sintió en el inicio el peso del papel que le correspondía, pero supo aprovechar las oportunidades brindadas por un tenista que está lejos de lo que fue. En el segundo juego el neerlandés cometió tres dobles faltas consecutivas, penitencia que no alcanzó para que Nadal pudiera llevárselo y abrir brecha. El neerlandés, no ha hecho gran cosa en lo que va de año, pero entre sus víctimas figuran nada menos que Nadal y Carlos Alcaraz, a quien venció en la segunda ronda del Abierto de Estados Unidos.

Nadal contaba con sendas victorias en sus enfrentamientos ante el número dos de Países Bajos, ambas en 2022, en Wimbledon y en Roland Garros. David Ferrer optó por él en lugar de Roberto Bautista, que venía de ganar recientemente el título en Amberes, también en pista cubierta. Veinte años después, en su cierre del círculo en la Copa Davis, sin el grado de sorpresa que supuso entonces su presencia en el equipo en la final ante Estados Unidos, Nadal volvía a disputar los individuales no por ránking, 155º frente al 46º, lugar de Bautista, ni por recientes créditos adquiridos, sí por calado histórico y, seguramente, por el nivel que ofreció en los entrenamientos.

Van de Zandschulp, con su 'drive' ante Nadal.

Van de Zandschulp, con su 'drive' ante Nadal.AFP

Comprensible o no, la apuesta resultó fallida. Lento en los desplazamientos laterales, errático, Nadal resistió hasta el noveno juego, cuando su oponente rentabilizó la segunda pelota de rotura, superándole con un passing cruzado. Refrendó el logro manteniendo su servicio para llevarse el primer set y amplió distancias con otra rotura en el inicio del segundo.

La última vez que Nadal había disputado un partido de Copa Davis fue para culminar el sexto título de España, el 24 de noviembre de 2019, al imponerse a Denis Shapovalov. La última vez que había jugado un partido de tenis individual fue el pasado 29 de julio, en la segunda ronda de los Juegos Olímpicos, cuando cayó en dos sets ante Novak Djokovic.

Hizo soñar a la hinchada cuando, ya 4-1 abajo, recuperó uno de los saques perdidos y se situó 4-3. Van der Zandschulp cometió una doble falta, envió una derecha a la red y quedó 0-30, antes de salir del apuro con su servicio, un arma definitiva. Corto de ritmo competitivo, esta vez Nadal no tendría argumentos para insinuar la remontada.

Nadal, emocionado con el himno y la ovación del público al inicio de su última Copa Davis

Nadal, emocionado con el himno y la ovación del público al inicio de su última Copa Davis

Actualizado Martes, 19 noviembre 2024 - 18:00

Rafael Nadal no pudo contener la emoción y se le saltaron las lágrimas en la presentación de equipos, antes del inicio del choque entre España y Países Bajos, el primer enfrentamiento de los cuartos de final de la Copa Davis.

El balear fue presa de la emoción en un momento especial. Mientras sonó el himno español en el Palacio de los Deportes José María Martín Carpena, al ganador de veintidós títulos del Grand Slam le cayeron las lágrimas al sentir y contemplar la apabullante ovación del público.

Cerca de once mil espectadores llenan el recinto malagueño. La cámara se detuvo en el recorrido visual del conjunto español, en fila, en el centro de la pista, mientras sonaban los himnos. Fue una ovación interminable, cariñosa y ruidosa, al tiempo que sonaba el compás representativo del cuadro local. No pudo controlar la emoción Nadal que abrirá el choque contra Países Bajos en el primer compromiso individual frente a Botic Van Zandschulp.

La cita de la Copa Davis es la última presencia como profesional de Rafael Nadal que dirá adiós al tenis en cuanto finalice la participación de España en el torneo.

Federer se despide de Nadal en las redes sociales: "Juntabas tus botellas como soldaditos de plomo"

Federer se despide de Nadal en las redes sociales: “Juntabas tus botellas como soldaditos de plomo”

Al igual que sucediera hace algo más de dos años, cuando fue el suizo quien recibió los parabienes de Nadal en una carta a través de las redes sociales, Roger Federer ha querido responder, con la misma elegancia que le distinguió en la cancha y un punto algo edulcorado, en el adiós de quien fue su máximo rival.

"Empecemos por lo obvio: me ganaste. Mucho. Más de lo que yo pude ganarte a ti. Me desafiaste de maneras que nadie más podría. En tierra batida, sentí que estaba entrando en el patio trasero de tu casa y me hiciste trabajar más duro de lo que jamás pensé que podría hacerlo solo para mantenerme firme. Me hiciste reimaginar mi juego, llegando incluso al punto de cambiar el tamaño de cabeza de mi raqueta, esperando obtener alguna ventaja", escribe el ganado de 20 títulos del Grand Slam.

Sabido es que ambos se retroalimentaron durante su hermosa y prolongada rivalidad, que alumbró 40 partidos, 24 con victoria del español, aunque el último, en las semifinales de Wimbledon de 2019, cayese del lado de Federer. Nadal hizo mejor al ocho veces campeón de Wimbledon y Federer también hizo crecer al zurdo que le venció por primera vez en Miami, en 2004, y le llevó a los cinco sets en la final del mismo torneo un año más tarde.

"Y sabes qué, Rafa, me has hecho disfrutar del juego todavía más. Vale, quizá no al principio. Después del Abierto de Australia de 2004, llegué al número uno del ranking por primera vez. Pensé que estaba en la cima del mundo. Y lo estaba, hasta dos meses después, cuando entraste en la cancha de Miami con tu camiseta roja sin mangas, mostrando esos bíceps, y me ganaste de manera convincente. Todo ese rumor que había estado escuchando sobre ti, sobre este increíble jugador joven de Mallorca, un talento generacional, que probablemente ganaría un Grand Slam algún día, no era solo publicidad".

Nadal irrumpió en un momento en el que no se adivinaba oposición a Federer, que dominaba el circuito con absoluta autoridad. Las semifinales de Roland Garros, en 2005, fueron un punto de inflexión. Aunque el español llegaba ya avalado por su formidable paso por los torneos de arcilla, quedaba por ver si sería capaz de derribar a Federer. Y lo hizo.

"Ambos estábamos al principio de nuestro viaje y lo acabamos haciendo juntos. Veinte años después, Rafa, tengo que decirte: ¡Qué carrera tan increíble has tenido! Incluyendo 14 Roland Garros. ¡Histórico! Has hecho sentir orgullosa a España... Has hecho sentir orgulloso a todo el mundo del tenis", agrega Federer.

Un espectáculo inigualable

La serie se prolongó durante tres lustros y cada uno de sus enfrentamientos era celebrado como uno de los mejores espectáculos del deporte, por su contraste de personalidades y estilos, por el juego limpio que siempre acompañó a sus duelos, que tuvieron en la final de Wimbledon de 2008 su más categórica manifestación.

"Todavía te agradezco que me hayas invitado a Mallorca para ayudar a lanzar la Rafa Nadal Academy en 2016. En realidad, me invité yo mismo. Sabía que eras demasiado educado como para insistir en que estuviera allí, pero no quería perdérmelo. Siempre has sido un modelo a seguir para los niños de todo el mundo y Mirka y yo estamos muy contentos de que nuestros hijos haya entrenado en tus academias", agrega el ex número 1 del mundo, que muestra su gratitud por la presencia de Nadal en la Laver Cup donde él dejó el tenis y evoca las lágrimas compartidas.

"No soy una persona muy supersticiosa, pero tú lo llevaste al siguiente nivel. Todos su proceso. Todos esos rituales. Juntar tus botellas de agua como si fueran soldados de juguete en formación, arreglarte el pelo, ajustar tu ropa interior... Todo eso con la máxima intensidad. En secreto, me encantaba todo el asunto. Porque era tan único, tan tú", detalla, entrando en el terreno de lo más anecdótico.

Málaga espera su presencia en el Martín Carpena para participar presencialmente en la despedida de Nadal.

Ni Alcaraz ni Sinner: la Davis es patrimonio de Nadal

Ni Alcaraz ni Sinner: la Davis es patrimonio de Nadal

Poco importa que al equipo italiano, defensor del título, vaya a liderarlo Jannik Sinner, el número 1 del mundo, brillante ganador de las ATP Finals, campeón también en el Abierto de Australia y en el US Open. En segundo plano queda también Carlos Alcaraz, poseedor de cuatro grandes, entre ellos Roland Garros y Wimbledon esta misma temporada, y que hace tiempo conquistó el corazón de los aficionados. Igualmente tangencial parece, con todo el respeto para los ocho países que hasta el domingo pelearán por la Copa Davis, el puro desarrollo de una competición que, todo sea dicho, no ha acabado de afinar el tiro desde que adoptó el nuevo formato, que no logra evitar cada año sonoras renuncias, como en esta ocasión la de Alexander Zverev, segundo en el ránking.

La Davis es Nadal.

Desde que el ganador de 22 títulos del Grand Slam decidió que éste sería el último torneo de su dilatada carrera profesional buena parte del interés reside, como es lógico, en su magno protagonista. Ni siquiera importa que su presencia en la cancha no esté garantizada, pues disputó su último partido individual frente a Novak Djokovic el pasado 29 de julio, en los Juegos Olímpicos de París y dos días más tarde se despidió en dobles junto a Alcaraz, con quien comparte equipo por primera vez en esta competición, su Copa Davis, gane quien gane, tenga o no mayor cuota de influencia en el desenlace.

La despedida de Nadal ha otorgado un punto de extraordinario simbolismo a esta edición del torneo, una carga de emotividad que trasciende cualquier otra perspectiva. Roger Federer precipitó su marcha, casi sin previo aviso, en la Laver Cup el 24 de septiembre de 2022, después de 14 meses sin poder jugar por sus recurrentes problemas en la rodilla derecha. Lo hizo recién cumplidos los 41 años. Su némesis, su cordial e implacable adversario, lo hace con 38, con sólo 19 partidos disputados en el curso que fenece, siete de ellos derrotas.

A diferencia del suizo, Nadal ha podido elegir un torneo oficial, también por equipos. No anda lejos Djokovic, quien quedará como el último integrante en activo de la santísima trinidad de este deporte, de sucumbir a las garras del tiempo. A sus 37 años, el balcánico, el más laureado de las tres mayúsculas figuras que han liderado el tenis desde hace más de tres lustros, aún quiere concederse un último recorrido, medir sus fuerzas frente al azote de la nueva generación. Ausente por decisión propia en el reciente torneo de maestros, buscará prolongar su suerte en el Abierto de Australia, donde cuenta con 10 títulos.

Empujado por el destino

Hay algo de destino irremediable en el momento y el lugar elegidos por Nadal. Como reconocía su tío Toni, quien le entrenó desde la infancia hasta 2017, quien aquilató su juego y su carácter, en una entrevista con este periódico, el zurdo confiaba en que una vez más podría darse una nueva oportunidad, como había hecho a lo largo de una trayectoria sembrada de espinas, con momentos que hicieron pensar en que ya no habría vuelta atrás. Su paciencia, su coraje y su determinación le empujaron a seguir intentándolo, con éxitos tan cercanos como el título del Abierto de Australia de 2022, tras levantar dos sets adversos ante Daniil Medvedev, y el de Roland Garros meses después, imponiéndose a Casper Ruud. Pero el tiempo y el desgaste de tantas batallas libradas le acabaron conduciendo a tomar la dolorosa decisión de dejar de ejercer el oficio que ha desempeñado con una pasión inquebrantable.

Ya en 2023 tan sólo pudo disputar cuatro partidos. Fue entonces cuando, consciente de las perennes dificultades, anunció que esta temporada podría ser la última. Seguramente quiso imaginarla de otro modo, aún con combustible para desenvolverse en los grandes escenarios, con Roland Garros, donde sentó cátedra durante 14 años, como la tierra prometida para dejar su aliento postrero. Llegó a París, tras poder rodarse a duras penas en el Conde de Godó y el Masters de Madrid, pero el azar se le tornó esquivo con una primera ronda frente a Zverev. La Caja Mágica le había dispensado la única despedida oficial hasta esa fecha, una vez que anunció que ya no volvería a jugar en la capital. París le dijo adiós en un improvisado homenaje, en el que llegó a dejar la puerta abierta a un eventual regreso.

Nadal y Alcaraz, en la rueda de prensa del lunes.

Nadal y Alcaraz, en la rueda de prensa del lunes.EFE

Volvió a Francia para darse el gusto de disputar sus últimos Juegos Olímpicos. Oro individual en Pekín 2008 y en dobles, en Río 2016, al lado de Marc López, hoy miembro de su equipo, se quedó lejos de optar a las medallas. Se marcha en el torneo que le vio nacer, donde empezó a plasmar todo el catálogo de virtudes que le distinguen. Ningún jugador en activo puede presumir de los registros de Nadal en la Copa Davis. Cinco Ensaladeras, la primera en 2004, con 18 años, la última hasta la fecha en 2019, aún en plena ebullición. 29 victorias en los 30 individuales disputados. Ocho en sus 12 presencias en dobles.

Mientras algunos grandes jugadores se vieron sepultados por la presión de un torneo que entraña un plus de responsabilidad colectiva, él fue de los que supo rentabilizar ese compromiso para alcanzar su máxima expresión, sean cuales fueren las circunstancias. Quién sabe si el destino, a menudo caprichoso, no le habrá reservado un final competitivo acorde a los méritos contraídos.

De Brno a Sevilla, la explosión de Nadal en la Davis de 2004: "Feli, tu gana tu partido, que yo voy a ganar el mío"

De Brno a Sevilla, la explosión de Nadal en la Davis de 2004: “Feli, tu gana tu partido, que yo voy a ganar el mío”

En el principio fue la Copa Davis. En el final será la Copa Davis. El futuro, incluso en el caso de Rafael Nadal, que con 38 años, a más tardar este domingo, en la hipótesis más optimista, con España en busca de su séptima Ensaladera, dará un definitivo paso al costado con su raqueta, aún está por escribir. El pasado, esplendoroso, no sólo desde aquella final de Sevilla ante Estados Unidos, en diciembre de 2004, sino sugerente incluso antes, en s

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Nadal, el deportista más querido del mundo

Actualizado Lunes, 18 noviembre 2024 - 20:04

En un deporte individual como el tenis, las competiciones por equipos tienen para el jugador un significado mayor que el de luchar por uno mismo. Para Nadal, que adora representar a España y elevar la bandera, despedirse en la Copa Davis, y más aún en su país, en Málaga, es un punto y final perfecto. Fue en este torneo donde se hizo mayor y será en él, arropado por el equipo, aclamado por la gente, donde colgará la raqueta. Nadal forma parte de e

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