Muere a los 93 años Willie Mays, legendario jugador de béisbol de los Giants

Muere a los 93 años Willie Mays, legendario jugador de béisbol de los Giants

Willie Mays, el electrizante jugador de beisbol cuya combinación singular de talento, actitud y expresividad lo convirtió en uno de los deportistas más queridos y destacados en la historia de Estados Unidos, ha fallecido a los 93 años. La familia de Mays y los Gigantes de San Francisco anunciaron conjuntamente que el ex jugador había muerto el martes por la tarde en el área de la Bahía de San Francisco.

"Mi padre ha fallecido en paz y rodeado por sus seres queridos", anunció su hijo Michael Mays, en un comunicado que emitió el club. "Quiero agradecer a todos ustedes, desde el fondo de mi corazón roto, por el amor incondicional que le han mostrado durante años. Ustedes han sido la inspiración de su vida", añadió.

El ex jugador era el miembro más longevo del Salón de la Fama que seguía con vida. Su forma de atrapar la pelota con el guante y sus recorridos por las bases mientras su gorra salía volando simbolizaron su alegría por jugar.

Fue elegido al recinto de los inmortales en 1979, su primer año de elegibilidad. En 1999 quedó sólo detrás de Babe Ruth en la lista de The Sporting News sobre los principales astros en la historia del deporte.

Los Giants retiraron su número 24 y edificaron su AT&T Park en San Francisco sobre la Plaza Willie Mays. Mays murió dos días antes de un partido entre los Giants y los Cardinals de San Luis, en el que se honraría a las Ligas Negras en el Rickwood Field de Birmingham, Alabama.

"Todo el béisbol de las Grandes Ligas está de luto hoy, cuando nos preparamos para reunirnos en el mismo parque donde comenzó una carrera y un legado como ningún otro", expresó el comisionado Rob Manfred. "Willie Mays llevó su brillantez en todos los aspectos desde los Black Barons de la Liga Negra Americana hasta la franquicia histórica de los Gigantes, de costa a costa en Nueva York y San Francisco.

"Willie inspiró a generaciones enteras de jugadores y aficionados a medida que este deporte creció y se ganó de verdad su lugar como nuestro pasatiempo nacional... Sus logros y estadísticas increíbles apenas sirven para comenzar la descripción de la maravilla que era ver a Willie dominar el béisbol en cada forma imaginable. Nunca olvidaremos a este verdadero Gigante, dentro y fuera del terreno".

A lo largo de 22 temporadas, casi todas con los Giants de Nueva York y luego de San Francisco, Mays logró 660 jonrones, completó 3.283 golpes, anotó más de 2.000 carreras y ganó 12 Guantes de Oro.

Por encima de sus números, Mays fue el jugador utilizado como barómetro para medir la grandeza en el diamante. Cuando algún jugador empezaba a despuntar en las décadas de los 50 y 60, se solía decir, "pero no es Willie Mays".

Mays, sin embargo, declaró alguna vez que siempre tuvo ayuda de su compañero, y después su manager Alvin Dark, quien solía darle señales por la espalda. "Mostraba un dedo cuando el lanzamiento era una recta... dos cuando era rompiente", relató Mays. "Así podía adelantarme a la pelota".

Cuando le preguntaron una vez su secreto para ser tan buen bateador, Mays dijo que había copiado todo. "Lo aprendí observando a Joe DiMaggio", señaló. "Siempre lo imité".

Mays fue el Novato del Año de la Liga Nacional en 1951, y su Jugador Más Valioso en 1954 y 1965. Además, es uno de pocos jugadores que conectaron más de 50 cuadrangulares más de una vez, y uno de 16 (hasta 2014) con cuatro bolas sacadas del campo en un mismo partido, una gesta que consiguió el 30 de mayo de 1961 en Milwaukee.

"Honestamente, puedo decir que nunca traté de batear un jonrón a propósito", dijo una vez. "De hecho, sé que si tratara de hacerlo, probablemente saldría un elevado de out".

Mays fue más que sus cifras, y será recordado por la espectacular manera en que jugó. De hecho, su increíble atrapada que ayudó a los Gigantes a ganar el primer partido de la Serie Mundial de 1954 es una de las jugadas defensivas más famosas en la historia del béisbol.

Los Gigantes y los Indians de Cleveland estaban empatados 2-2 en la octava entrada en el estadio Polo Grounds de Nueva York, cuando Vic Wertz conectó un batazo que recorrió unos 400 pies hacia el jardín central, con dos hombres en base. Mays corrió hace el muro, de espaldas al plato, y atrapó la pelota por encima del hombro.

La atrapada ayudó a mantener el empate, y Dusty Rhodes conectó un jonrón por el jardín derecho para ganar el encuentro 5-2 en 10 innings. Los Gigantes barrieron la serie en cuatro duelos, sorprendiendo a unos Indios que habían ganado 111 compromisos en la temporada regular.

Después de siete años en Nueva York, Mays y los Gigantes se mudaron a San Francisco tras la temporada de 1957. Luego regresó a Nueva York para terminar su carrera con los Mets en 1972-73.

Cuando se retiró, Mays estaba entre los líderes históricos en varias categorías. Además de sus cuadrangulares, era quinto en carreras con 2.062, sexto en turnos al bate con 10.881, sexto en partidos jugados con 2.992, séptimo en remolcadas con 1.903, noveno en hits con 3.253 y décimo en slugging con 577.

Mays ganó el título de bateo de la Nacional en 1954 con promedio de .345. Esa fue una de las 21 ocasiones que su nombre apareció en el primer puesto en la categoría importante de bateo.

"Estoy peor que devastado y rebasado por las emociones. No tengo palabras para describir lo que significaste para mí", dijo Barry Bonds, exfigura de los Gigantes y el máximo jonronero de la historia.

Premiado por el presidente Barack Obama con la Medalla de la Libertad en 2015, Mays dejó recuerdos imborrables a sus admiradores.

"Willie Mays no fue sólo un deportista singular, bendecido con una combinación sin paralelo de gracia, talento y poder", escribió Obama el martes en la red social X. "Fue también una persona maravillosamente cálida y generosa, e inspiró a toda una generación".

Conor McGregor se cae de su regreso a la UFC: no peleará ante Michael Chandler por lesión

Conor McGregor se cae de su regreso a la UFC: no peleará ante Michael Chandler por lesión

Actualizado Viernes, 14 junio 2024 - 07:35

El regreso de Conor McGregor al octágono de la UFC era uno de los eventos más esperados este mes de junio. Pero no podrá ser. El luchador, quien fue durante años el rostro principal de la competición, está lesionado y no podrá participar en la pelea del 29 de junio en Las Vegas, donde encabezaba la cartelera.

Dana White, el presidente de la UFC, ha anunciado el cambio este jueves mediante un mensaje en la red social X (ante Twitter). Ha indicado que el brasileño Alex Pereira, campeón semipesado, se medirá con Jiri Prochazka, el primer retador, en la función 303 de la organización de artes marciales mixtas.

McGregor tenía previsto luchar con Michael Chandler, sexto retador de los ligeros, pero un primer indicio de problemas surgió el 3 de junio, cuando su conferencia de prensa en Dublín se canceló abruptamente.

No se ha dado una explicación

White no ha dado detalles sobre la índole de la lesión de McGregor.

Perder a McGregor, quien no ha peleado en el octágono en tres años, es un golpe para la UFC. A sus 35 años, el gladiador no está ya en su mejor condición, pero sigue siendo un atractivo en taquilla y en las ventas de transmisiones mediante la modalidad de pago por ver.

La UFC está en una encrucijada. Astros como McGregor, Jon Jones y Amanda Nunes se acercan al final de sus carreras o se han retirado ya.

Hay un grupo de peleadores jóvenes que siguen ganando seguidores. La UFC confía en esa nueva generación para mantener su popularidad.

Jordan Díaz, campeón de Europa en triple salto con el tercer mejor salto de la historia

Jordan Díaz, campeón de Europa en triple salto con el tercer mejor salto de la historia

El Olímpico de Roma, maravillado y exaltado, contempló y paladeó uno de los más grandes hitos del atletismo español, aunque la genética, la técnica, la estética y la mística provengan del Caribe. Un sabor dulce y fuerte, de frutas y especias. Jordan Alejandro Díaz Fortún agarraba, en el triple salto, una marca de 18,18 y ascendía al cielo intemporal de la prueba. Era campeón de Europa en su estreno con la selección española. Quiere ser campeón olímpico y plusmarquista mundial. No hay nadie ahora en este planeta que pueda aspirar con tanto fundamento a todo eso.

Para saber más

Cuba está lejos, pero seguramente sus autoridades deportivas seguían con atención cómo su talento exportado, bueno, fugado, luchaban por el título europeo de triple salto. Un portugués de Santiago y un español de La Habana, las dos grandes ciudades de La Perla de las Antillas, dirimían un duelo en la cumbre europea con extrapolación a la mundial y olímpica.

Desde el primer salto, Pichardo (17,51), que iba unos turnos por delante hasta que luego pasaron a los tres últimos de la mejora, y Díaz (17,56) relegaron a todos los demás a la irrelevancia irremediable y se enfrascaron en lo suyo, ignorándolos. Cuando, en el segundo intento, el portugués se plantó en 18,04, la prueba adquirió una dimensión excepcional. Jordan respondió con 17,82.

Al borde de la frontera

Soberbio, pero insuficiente. Ambos crecían, pero Pichardo había tomado ventaja y Jordan se vio obligado a arriesgar. Hizo un nulo en su tercer intento (el de Pichardo había sido de 17,55). Las espadas estaban en todo lo alto, pero la de Pichardo era más afilada. El portugués, tranquilizado, la envainó de momento, renunciando a un cuarto salto. Jordan lo aprovechó aterrizando en el foso a 17,96. récord de España (el anterior, 17,87) al borde de la frontera sagrada por casi inviolable.

La atravesó, destrozándola, convirtiéndola en escombros, cuando dejó en la arena una huella a 18,18 de la tabla. Se convertía de ese modo en el tercer hombre de la historia, tras el británico Jonathan Edwards (18,29) y el estadounidense Christian Taylor (18,21). Pichardo, al borde de la angustia y la impotencia, tras un quinto salto de 17,47, puso el alma en el último. Fue largo, muy largo, 17,92. Pero estéril. Jordan renunció a su sexto. Nimbado por la gracia, estalló de júbilo.

Pichardo y él han vivido historias similares. Pichardo, en el lenguaje del Régimen, desertó en 2017. Díaz, en junio de 2021, en Castellón y, vía Zaragoza, desembocó en Guadalajara, con la ayuda, casi una película de espías, de Ana Peleteiro y con Iván Pedroso en la retaguardia receptiva y acogedora.

Trayectorias paralelas

Como cubano, Pichardo, cuatro veces P (Pedro Pablo Pichardo Peralta), había sido campeón mundial júnior y doble plata mundialista. No estuvo, a causa de una lesión, en los Juegos de Río. En el tránsito de cubano a portugués, no sufrió deportivamente ningún bache físico, psicológico, de instalación o de adaptación. Fue campeón olímpico en Tokio, mundial en Eugene y europeo en Múnich.

Díaz mató a su hermano mayor. También una estrella juvenil no dejaba ¿inconscientemente? de tenerlo como ejemplo a seguir, modelo a imitar e ¿ídolo? a superar. Dos trayectorias paralelas de esa moderna y globalizadora índole política y sociológica que consiste en abrir Europa a los fugitivos de las dictaduras o el hambre. En los separados pero contemporáneos 31 años (el día 30) de Pichardo y los 23 de Díaz caben una rivalidad y una determinación sucesoria que, quizás, han enturbiado las relaciones entre, después de todo, ex compatriotas con historias similares. Ni se tratan ni se hablan. Pero no pueden ignorarse y Roma ha sido el comienzo de una hermosa enemistad.

Ding Liren, un campeón del mundo en jaque por depresión: "Desconectas un segundo y todo se va al carajo"

Ding Liren, un campeón del mundo en jaque por depresión: “Desconectas un segundo y todo se va al carajo”

Actualizado Martes, 11 junio 2024 - 22:06

Algunos ponen en duda que el ajedrez sea un deporte, pero nadie podrá negar que, en todo caso, es el más mental. Incluso un levantador de pesas, puro músculo, puede ver mermado su rendimiento por problemas psicológicos, pero lo que le ocurre al campeón mundial de ajedrez son palabras mayores. Ding Liren, de 31 años, no levanta cabeza desde que se convirtió en el sucesor de Magnus Carlsen. En realidad, el gran maestro chino logró el título cuando ya tenía problemas, nacidos de una ruptura sentimental justo antes de la gran competición de su vida.

Ding destaca por su extraordinaria humildad y eso propicia una preocupación colectiva mayor de lo normal. Su ausencia de los tableros recuerda a lo ocurrido con Bobby Fischer, quien después de derrotar a Spassky en 1972 tardó 20 años en reaparecer, con el buen juicio mermado. Con el campeón chino, la incertidumbre ha dado paso a la alarma en la ciudad noruega de Stavanger. En noviembre debería defender su título contra Gukesh, pero pocos creen que llegue en condiciones. Algunos piensan incluso que no comparecerá, aunque solo por jugar contra el indio se aseguraría un millón de euros.

El momento más triste de la carrera de Ding ocurrió el pasado domingo, precisamente contra Carlsen, en el Norway Chess. El jugador chino ya era último después de tres derrotas seguidas, algo insólito para quien tiene un récord de cien partidas consecutivas sin perder. Contra Magnus, ocurrió algo fuera de lo normal. En posición igualada, sin presión del reloj, Ding se dejó dar un sencillo mate en dos, parecido al del pasillo, que aprenden los niños cuando empiezan a jugar.

"A casi todos les ha pasado"

El mundo entero lo había visto tambalearse, pero esta vez algo se derrumbó dentro de él. Magnus, que no siempre reacciona bien cuando pierde, era incapaz de celebrar su victoria. Ding se limitó a dar la mano a su rival y a taparse la cara, una escena desoladora.

Las muestras de cariño hacia el campeón se han sucedido estos días. La húngara Susan Polgar, pentacampeona mundial, considera que el suyo es "el peor declive de un campeón durante su reinado". También Anna Muzychuk, que participa en el Norway Chess femenino, aseguró que todos los ajedrecistas sufren "periodos difíciles de vez en cuando".

Esto lo sabe bien el gran maestro español Paco Vallejo, durante muchos años número uno de España. En su caso, el detonante fue un conflicto con Hacienda que al final se resolvió a su favor, pero que lo llevó a abandonar la selección. "Yo sé lo que es eso y a casi todos los ajedrecistas les ha pasado en algún momento. Quizá los grandes campeones consigan evitarlo, pero incluso ellos alguna vez tienen una historia así", cuenta el menorquín para EL MUNDO. Vallejo remarca que en el ajedrez cualquier enfermedad o distracción es letal: "Es un deporte muy cruel, que penaliza mucho los errores. Desconectas un segundo y todo se va al carajo".

Steve Bonhage

Carlos Martínez, psicólogo especializado en ajedrez, cuenta cómo es posible que Ding Liren ganara el Mundial. "Cuando pasas por un momento traumático, si enseguida te expones a un nivel de exigencia tan grande, quizá te puedas aislar un poco y centrarte en la competición. Te puede ir bien para evadirte. Allí se rodeó de personas cercanas, como su madre, y pasó momentos dubitativos, pero ganó el título y parecía como si lo hubiera superado. Después de esa tensión, el problema se hizo más patente".

En opinión de Martínez, la buena noticia es que Ding Liren ha sido capaz de verbalizar sus problemas. "Ha contado que recibe ayuda de expertos y seguramente ha jugado en Noruega casi por prescripción. Es muy importante poner en palabras lo que sufre. Poquito a poco buscará las cosas que le gustaban y le hacían feliz. Habrá vuelto a entrenar y supongo que irá recuperando su actividad más o menos normal. Estar varios meses en el dique seco, sin entrenar ni mirar partidas, para un jugador de alto rendimiento marca una diferencia bestial".

"Creo que competirá"

En la versión más amable de esta historia, Ding Liren está en el buen camino y, como él dice, no tiene intención de dejar el ajedrez. Queda por saber si está a tiempo de convertirse en un rival competitivo para el Mundial, que debería empezar el 20 de noviembre. "Tengo serias dudas", admite Martínez, "aunque faltan meses y si trabaja bien, de manera constante, aún es posible". "Creo que competirá, aunque ya veremos cómo, porque físicamente tampoco está bien".

El propio ajedrecista asegura que se conforma con ser la segunda mejor versión de sí mismo. Un Ding Liren B aún podría dar guerra a Gukesh D, el candidato más joven de la historia, que acaba de cumplir 18 años el pasado mes de mayo. Si al final Ding no puede jugar, queda por resolver si el rival del indio sería el japonés Hikaru Nakamura, que terminó segundo el torneo de Candidatos, o habría un desempate con el gran maestro ruso Ian Nepomniachtchi y el estadounidense Fabiano Caruana, que hicieron los mismos puntos que él. En el anterior Mundial, la FIDE perdió a Magnus por aburrimiento y fue grave, pero perder a otro campeón por depresión sería mucho peor.

Muere el culturista alemán Kevin Gebhardt a los 31 años

Muere el culturista alemán Kevin Gebhardt a los 31 años

Actualizado Viernes, 31 mayo 2024 - 09:47

El culturista alemán Kevin Gebhardt falleció hace un par de días a los 31 años por causas desconocidas. El cuerpo del atleta fue encontrado en su apartamento, donde se estaba recuperando de un desgarro en un tendón de la rodilla.

Gebhardt se operó de esa articulación hace unas semanas en su Alemania natal. "¡El tiempo cura todos los descansos! ¡Todavía no puedo creerlo! Sin embargo, gracias al Dr. Julian Mehl por la ayuda rápida y la cirugía perfecta. Posiblemente, el mejor de toda Alemania cuando se trata de la zona de rodilla", compartió el pasado 26 de abril con sus más de 11.000 seguidores en Instagram.

Milos Sarvev, ex entrenador del alemán, ha sido el encargado de confirmar la triste noticia. "Hemos perdido demasiado pronto a otro hermano de hierro. Me informaron quemi ex atleta fue encontrado muerto en su apartamento", ha compartido también en Instagram.

Gebhardt se inició en el culturismo a los 14 años gracias a su tío y compitió en multitud de campeonatos. Yamamoto Cup Pro 2021, Egypt Pro 2021 o EVLS Prague Pro 2021 fueron algunos torneos en los que recibió mejores calificaciones. Ya retirado de la competición, ahora se dedicaba a entrenar a otros atletas.

Mueren dos escaladores en el Everest y buscan a otro británico y a su guía en un inicio de temporada negro en Nepal

Mueren dos escaladores en el Everest y buscan a otro británico y a su guía en un inicio de temporada negro en Nepal

Actualizado Viernes, 24 mayo 2024 - 10:50

Dos escaladores, uno keniano y otro nepalí, murieron cerca de la cima del Everest en Nepal, informó este jueves el departamento de turismo de Nepal, elevando a al menos siete el número de muertes en la temporada de montañismo en la montaña más alta del mundo, donde además se busca a tres personas desparecidas.

"El equipo encontró muerto al escalador keniano entre la cumbre y el paso de Hillary, pero su guía sigue desaparecido" y buscado, dijo a AFP Khim Lal Gautam, jefe de la oficina local del departamento de Turismo.

El contacto con el keniano Joshua Cheruiyot Kirui, de 40 años, y su guía nepalí Nawang Sherpa, de 44, se perdió el miércoles por la mañana en el Everest, con una altitud de 8.849 metros. Otro escalador nepalés, Binod Babu Bastakoti, de 37 años, murió el miércoles a unos 8.200 metros, añadió el Departamento de Turismo en un comunicado.

Además del guía de alpinismo keniano, todavía se busca a otras dos personas. Se trata del alpinista británico Daniel Paul Paterson, de 40 años, y de su guía Pas Tenji Sherpa, de 21, que desaparecieron el martes por la mañana a unos 8.750 metros de altitud mientras descendían de la cumbre del Everest, tras el derrumbe de una cornisa.

El lunes, el alpinista rumano Gabriel Viorel Tabara fue encontrado muerto en su tienda de campaña en el Lhotse, la cuarta montaña más alta del mundo.

Para saber más

La semana pasada, dos escaladores mongoles que desaparecieron tras alcanzar la cima del Everest fueron encontrados muertos. Anteriormente, un francés y un nepalés habían muerto en Makalu, el quinto pico más alto del mundo.

Alrededor de 500 escaladores extranjeros y nepaleses han alcanzado ya la cima del Everest desde abril, cuando comienza la temporada de escalada que dura hasta principios de junio.

En primavera, cuando las temperaturas son suaves y los vientos generalmente más bajos, cientos de escaladores acuden en masa a Nepal, hogar de ocho de los 14 picos más altos del mundo.

Los sherpas ultraexperimentados son los primeros, cada año, en alcanzar la cima del Everest, abriendo un circuito seguro.

La multimillonaria industria del montañismo de Nepal se basa en la experiencia de los sherpas, montañeros nepaleses que actúan como guías. Pagan un alto precio por acompañar a los escaladores extranjeros cada año. Un tercio de las muertes en el Everest son guías nepaleses.

Nepal ha concedido más de 900 permisos para escalar sus montañas este año -incluidos 419 para el Everest- a alpinistas extranjeros que, en su mayor parte, escalan acompañados por un guía nepalí.

En 2023, más de 600 alpinistas alcanzaron la cima del Everest, un año marcado por un desastroso récord de 18 muertes.

Zapatillas desmontables, ropa hecha de algas... el futuro ya ha llegado al deporte: "Hay mucha investigación y no siempre sale cómo deseamos"

Zapatillas desmontables, ropa hecha de algas… el futuro ya ha llegado al deporte: “Hay mucha investigación y no siempre sale cómo deseamos”

Del mar a la montaña. Hace unos años una pequeña marca deportiva vasca, Ternua, le pidió a tres cofradías de su zona, las de Bermeo, Getaria y Hondarribia, que les guardaran las redes de pesca rotas o desgastadas y en unos meses se encontraron en sus instalaciones con 12 toneladas de malla para tirar, inservible, hecha polvo. Era más de lo que esperaban, pero era mejor que sobrara. Pese al enorme volumen recibido, siguieron con su proyecto y, después de reciclar las redes y de convertirlas en hilo, presentaron su innovación: 50.000 pantalones de esquí -entre ellos los de competición de varias federaciones- hechos con material de pesca. Del mar a la montaña. Luego harían lo mismo con cáscaras de nueces o huesos de aceituna, con posos de café o con sábanas de hoteles desgastadas.

«Desde nuestro nacimiento en 1994 siempre hemos querido hacer ropa deportiva que significa algo y ahora creemos que todo el sector va hacia ahí, es el futuro porque tiene que ser el futuro», comenta Eduardo Uribesalgo, director de innovación de Ternua. Su propuesta es modesta, producción contenida, muy local, pero, en realidad, está en la línea de lo que vendrá. La ropa deportiva del futuro estará hecha de materiales que ahora ni imaginamos, durará más y será circular.

Adiós al petróleo

Las multinacionales, como Nike y Adidas, ya tienen ropa y zapatillas hechas con botellas (Flyknit) o residuos de los océanos (Parley), pero ese reciclaje cada vez es más controvertido -al fin y al cabo, es plástico-, y, además, avanzan propuestas mucho más rompedoras en ese sentido. Según un estudio de la Fundación Changing Markets el 69% de las fibras que se utilizan en el deporte todavía proceden del petróleo, como el poliéster o el nylon, y el objetivo de varias empresas es disminuir ese porcentaje drásticamente. La biotecnología ya ha creado poliéster a partir de la yuca, la caña de azúcar o el maíz, muy parecido al actual; la goma EVA, presente en muchísimas zapatillas, se podría sustituir por Bloom, hecha por algas, que ya usan Puma o Merrell; el neopreno petrolífero tiende a ser sustituido por el Yulex, hecho de planta de yute -Decathlon ya tiene un modelo 100% Yulex-; y así múltiples innovaciones.

Hay postureo, el llamado greenwashing, pero también cierta presión legislativa -nuevas directrices europeas e iniciativas como la francesa Ecoscore-, y sobre todo más conciencia de los deportistas aficionados que, al final, son los que compran. Según una encuesta de la competición de vela SailGP realizada entre sus aficionados en Estados Unidos, Reino Unido y Suiza «el 72% de la población no quiere hacer deporte con ropa hecha con combustibles fósiles», pero en las tiendas se encuentran varios obstáculos. Uno es la variedad, otro es el rendimiento, pues aún es imposible encontrar zapatillas rápidas y verdes, pero el principal es el precio.

«Tarde o temprano va a llegar: un atleta ganará un maratón con unas zapatillas reciclables. Pero mientras tanto es un camino lleno de retos. Especialmente hacer llegar al público todos esos materiales. Varias marcas han hecho camisetas con fibras muy sugerentes, de algas o fibra de coco, pero costaban 80 o 100 euros. Hasta que los procesos no sean más baratos no se podrá generalizar su uso», expone Juan González, probador de varias marcas y responsable del podcast sobre material El laboratorio de Juan.

Imagen de un forro Polartec.

Imagen de un forro Polartec.

«El coste se reducirá a medida que más marcas se comprometan con la verdadera circularidad», asevera Ramesh Kesh, vicepresidente de Milliken & Company y responsable de Polartec, marca líder en forros polares y por lo tanto con la dependencia del petróleo como reto. "Como industria, es hora de que abordemos algunas de las causas más profundas en lugar de poner tiritas a otros temas que tienen poco impacto a largo plazo", añade en el final del proceso para que toda su colección sea de poliéster reciclado, sea circular.

«El precio es un desafío, eso está claro. Pero hay que darles a estos materiales el valor que tienen», subraya por su parte Joel Gómez, manager en España de la marca italiana Uyn, que está marcando el camino. Con mucha implantación en el esquí -su embajadores es el estadounidense Bode Miller, campeón olímpico-, toda su ropa está hecha de fibras nuevas procedentes del maíz, del ricino o del eucalipto, tienen una lana vegetal...

«Es actual porque lo pide el público y futurista a la vez, hay mucha investigación detrás y no siempre sale cómo deseamos. Pero esa esencia bio se acabará imponiendo», añade Gómez, que sabe que en la vanguardia hay riesgo.

¿Unas zapatillas para toda la vida?

En los últimos años, por ejemplo, varias marcas, como Salomon, han presentado zapatillas 100% reciclables, pero su éxito ha sido limitado. Quizá el camino sea otro, utilizar un un material más resistente como el grafeno como hace Inov, o directamente crear unas zapatillas desmontables. En ello está embarcado actualmente Kilian Jornet. Su marca, Nnormal, triunfó en el mercado de la montaña con sus modelos duraderos, pero ahora quiere más. En los últimos meses está trabajando en unas zapatillas modulares, las Kboix, que ya han recibido un premio ISPO, por lo que proponen: que sirvan para todo, que duren toda la vida.

La idea es que la mediasuela, es decir, el bloque de goma que hay entre la suela y la cubierta, pueda irse cambiando cuando se desgaste o cuando se necesiten otras prestaciones. Para salir a correr tranquilamente, se monta una zapatilla, para competir a toda prisa, una distinta, y para abordar una montaña muy técnica, otra distinta. «Queremos evitar el sobreconsumo y creemos que esta zapatilla puede ser útil para ello. Está diseñada para ser extremadamente duradera y ser reparada cuando se acabe la vida útil de sus partes», apunta Birte Fahrbach, jefa de producto de Nnormal, que no niega las dificultades: «El desafío es unir las partes del calzado y conseguir una buena estabilidad. No puede compararse con el proceso de producción habitual de unas zapatillas».

Algún día el calzado durará siempre, algún día la ropa estará hecha de plantas o de algas: la ropa deportiva del futuro ya está aquí.

Carolina Marín, la española que 'arrebató' el bádminton a las asiáticas, gana el Premio Princesa de Asturias de los Deportes

Carolina Marín, la española que ‘arrebató’ el bádminton a las asiáticas, gana el Premio Princesa de Asturias de los Deportes

El jurado ha otorgado este mediodía en Oviedo a Carolina Marín el Premio Princesa de Asturias de los Deportes. La jugadora de bádminton, campeona olímpica, triple campeona mundial y séxtuple campeona europea, ha sabido convertirse en el rostro de este deporte para los españoles y con este premio toma el relevo del atleta keniano Eliud Kipchoge.

Carolina Marín es sinónimo de bádminton, pero también lo es de lucha, de entrega y de éxito. La onubense siempre se ha caracterizado por su mentalidad en la pista, con una peculiar manera de vivir los partidos, capaz de contagiar a los espectadores sus ganas de vencer y su afán en no rendirse.

El acta, que ha sido leída este mediodía en Oviedo por la presidenta del jurado, la nadadora Teresa Perales, destaca que Marín ha sido "una referente internacional" al tratarse de la primera y única deportista no asiática campeona olímpica en esta disciplina, además de "la mejor jugadora de la historia del bádminton en España y una de las mejores del mundo". A estos méritos deportivos se suma, según el jurado, que la jugadora es "un ejemplo de superación, fuente de inspiración y transmisora de valores, dentro y fuera de la pista".

Carolina Marín ha estado mucho tiempo en la cima, en el Olimpo de un deporte dominado históricamente por jugadoras de países asiáticos como India o Paquistán, donde jugarlo es mucho más común que en España, donde es casi como una religión.

Esa es otra de las hazañas de Carolina Marín, convertir un deporte prácticamente desconocido en España, relegado en algunos casos a las clases de gimnasia en los colegios, en otro motivo para tener a miles de españoles pegados a la televisión siguiendo sus partidos y su carrera.

No ha sido fácil para ella llegar al cielo. Y cuando llegó, cayó al infierno de las lesiones. En 2019, la española se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha y tras recuperarse se desgarró el ligamento cruzado anterior y ambos meniscos de la rodilla izquierda. Pero Carolina logró salir adelante y superar los malos momentos fiel a su mantra: "Puedo, porque pienso que puedo".

Y fue el pasado mes de marzo cuando Carolina recobró lo que es suyo y volvió a levantar un título. Fue el All England, trofeo que ya ganó hace 9 años en 2015 y que no hace más que prever que seguirá ascendiendo (ahora mismo está la quinta del mundo) hasta volver a ser la número 1.

En ediciones anteriores fueron distinguidos, entre otros, la Fundación Olímpica para los Refugiados y el Equipo Olímpico de Refugiados; la esquiadora estadounidense Lindsey Vonn; la selección masculina de rugby de Nueva Zelanda, conocida como los 'All Blacks'; el triatleta Javier Gómez Noya; los hermanos y jugadores de baloncesto Pau y Marc Gasol; el Maratón de Nueva York; la selección española de fútbol; el tenista Rafa Nadal o los pilotos de Fórmula Uno Michael Schumacher y Fernando Alonso.

El acto de entrega de los Premios Princesa de Asturias se celebrará, como es tradicional, en el mes de octubre en una solemne ceremonia presidida por los reyes en el Teatro Campoamor de Oviedo, acompañados por la Princesa Leonor y la Infanta Sofía.

Cada Premio Princesa de Asturias está dotado con la reproducción de una escultura de Joan Miró -símbolo representativo del galardón-, un diploma acreditativo, una insignia y la cantidad en metálico de cincuenta mil euros.

Una vida dedicada al Bádminton

Nacida en Huelva (España) el 15 de junio de 1993, Carolina Marín se inició en el bádminton cuando tenía 12 años y debutó en competiciones internacionales en un torneo Sub'15 disputado en Bruselas en 2005.

En 2007 entró en el equipo nacional y se trasladó a la Residencia Blume de Madrid, con Fernando Rivas como entrenador, con el que forma un tánden mágico que ha situado el bádminton español en lo más alto del mapa internacional de un deporte dominado tradicionalmente por Asia.

En 2009 logró su primer Campeonato de España y se apuntó sus primeros éxitos internacionales en categorías inferiores, que prosiguieron en los años siguientes, cuando ganó el Europeo Sub '19 en Finlandia (2011) y consiguió el bronce en el Mundial júnior de Taipei (2011).

No obtuvo la clasificación para los Juegos Olímpicos de Londres 2012 pero al año siguiente obtuvo sus primeras victorias en categoría profesional, en los Abiertos de Suecia y de Finlandia, llegó a cuartos del Abierto de Indonesia, la primera vez que un volantista español alcanzaba esa ronda en un Superseries, y fue quinta en el Mundial de Guanzhou (China).

Su progresión continuó imparable: el 10 de abril de 2014 entró en el "top ten" mundial, primera jugadora no asiática en lograrlo, y dos semanas después ganó el campeonato de Europa en Kazán (Rusia), una corona europea que renovó en 2016 (La Roche-sur-Yon/Francia), 2017 (Kolding/Dinamarca), 2018 (Huelva/España), 2021/(Kiev), 2022 (Madrid) y 2024 (Saarbrücken).

En agosto de ese año volvió a hacer historia al proclamarse campeona del mundo en Copenhague, final en la que venció a la china Li Xuerui, número uno mundial. Fue el primero de sus tres títulos mundiales: en 2015 venció en Yakarta (Indonesia) derrotando en la final a la india Saina Nehwal; y en 2018 en Shanghái (China) al vencer a la india Pusarla Sindhu.

El 11 de junio de 2015 se convirtió en la número uno del mundo, de nuevo la primera no asiática en conseguirlo y el 18 de agosto de 2016 completó su impresionante palmarés con el oro olímpico en los Juegos de Río tras derrotar en la final, con remontada, de nurvo a la india Pusarla Sindhu.

Tras sus lesiones de 2019 y 2021, regresó a la competición el 26 de abril de 2022 en el Europeo de Madrid, donde cuatro días después ganó su sexto oro continental.

En diciembre de 2023, pese a brillar con un gran juego, perdió la final del título de maestros disputada en Hangzhou (China) ante la taiwanesa Tai Tzu Ying, como ya la había ocurrido en 2020. Este es el único gran título que aún no ha logrado.

Hace menos de un mes, Marín renovó por séptima vez la corona continental, en la ciudad alemana de Saarbrücken, tras derrotar en la final a la escocesa Kirsty Gilmour por 21-11 y 21-18 y en su horizonte están los Juegos de París, donde optará a su segunda medalla olímpica.

Núria Castán, la snowboarder que estuvo 12 minutos enterrada por un alud: "Escarbé y escarbé, pero no conseguí nada"

Núria Castán, la snowboarder que estuvo 12 minutos enterrada por un alud: “Escarbé y escarbé, pero no conseguí nada”

"Al principio intenté escapar. Es algo instintivo, natural, es imposible no hacerlo. Escarbé y escarbé, pero no conseguí nada. Después de unos segundos, como conocía el protocolo de aludes, intenté calmarme, relajarme, ahorrar oxígeno. No podía moverme, la nieve me aplastaba y, al orinarme por el pánico, me di cuenta que me había quedado del revés, con los pies arriba y la cabeza abajo. Acepté que no iba a sobrevivir, que apenas me quedaban unos minutos de vida. Me despedí de todos y me desmayé".

El 4 de abril de 2023 la snowboarder Núria Castán fue víctima de un terrible alud en la montaña del Bec des Rosses, cerca de Verbier, en los Alpes suizos. Cuando se dirigía a la salida de una prueba de la Copa del Mundo de Freeride (FWT), la nieve la desplazó unos 400 metros ladera abajo, la enterró por completo y la dejó sepultada durante casi 12 minutos. Como la zona supuestamente no era peligrosa, no tenía activado el airbag de su mochila y la compañera con la que subía, la local Celina Weber, también quedó atrapada. El rescate fue un milagro. Castán volvió a nacer. Aunque luego empezó lo más difícil.

¿Cuánto le afectó el accidente?
Al principio no mucho. Estaba neutra, no sabía ni cómo me sentía. Recuerdo que la gente me decía eso, que había vuelto a nacer, que valorara la vida, pero yo estaba en shock. Sufría estrés postraumático, tenía miedo, estaba todo el día alerta. Lo que más me costó procesar es que estaba viva. Ya me había despedido, había aceptado la muerte. Ahora estoy sanada, he superado el trauma gracias al trabajo con una psicóloga, pero he cambiado. No sé explicarlo muy bien, pero soy otra.

E.M.

El proceso de recuperación de Castán no fue sencillo. La semana posterior al accidente intentó seguir con su vida, viajó a Noruega para participar en un evento de su patrocinador, Head, pero acabó presa de los ataques de pánico. Luego, en verano, se pasó tres meses sin hacer deporte, una auténtica rareza en su vida. Y cuando volvió el invierno, ya bajo terapia, optó por afrontar lo ocurrido de golpe. Con pocos entrenamientos, antes de empezar la temporada, volvió a Verbier, al punto exacto del Bec des Rosses donde la nieve se la comió.

Su regreso al lugar

"Sabía que, si quería seguir haciendo freeride, tenía que volver allí porque es la meca de mi deporte. Allí se disputan las finales de la Copa del Mundo, por ejemplo. Tengo una amiga que vive cerca, Tiphanie Perrotin, y le pedí que me acompañara a donde fue el alud. Necesitaba procesar todas las emociones, cerrar aquel episodio. La verdad es que me impactó porque lo recordaba todo. Lloré, grité, reí, lo dejé todo. Y ya está. Me sentó muy bien, superbien", rememora Castán y tan bien le sentó que ganó en su primera competición allí.

E.M.

Por culpa de la falta de nieve en los Pirineos, la Copa del Mundo de Freeride (FWT) tuvo que celebrar su primera prueba del curso en Verbier y la española, para sorpresa de todo el mundo, brilló. Volvía entre interrogantes y se marchó entre exclamaciones. De hecho, la temporada recién finalizada fue la mejor de su vida con el subcampeonato en la FWT y la elección como 'rider del año' por parte del público.

Una fiesta con colores y fuego

¿Hizo algo especial el pasado 4 de abril, primer aniversario de su accidente?
Esa semana estuve un poco nerviosa porque no sabía qué ánimo tendría el día 4, era una sensación rara. Pero al final me lo pasé muy bien. Organicé una fiesta para celebrar la vida. Fui con mis amigos a la montaña todos vestidos de colores chillones y luego por la tarde monté una barbacoa e hice un show de acrobacias con fuego. Me gustó que no fuera algo solo para mí, que fuera para todos.

Castán empezó a hacer snow a los ocho años y lo normal hubiera sido que, como mucho, hubiera sido un simple hobby para ella. De Almoster, al lado de Reus y Tarragona, para llegar a los Pirineos -a Cerler o a Andorra- necesitaba tres horas de coche. Pero se le metió entre ceja y ceja y no abandonó pese a que, cuando tenía 17 años, su gran ídolo, la suiza Estelle Balet, murió sepultada por una avalancha y le mostró el peligro de su especialidad. Ahora, después de lo superado, la española, también diseñadora gráfica, se imagina en el circuito de freeride "hasta los 40 años" con la misma filosofía. "Hay que disfrutar de la vida, vivir con intensidad", proclama.

O'Sullivan: "El snooker es insano, nos atiborramos a patatas fritas"

O’Sullivan: “El snooker es insano, nos atiborramos a patatas fritas”

El Mundial de Ronnie O'Sullivan, otro Mundial de Ronnie O'Sullivan. El snooker, la modalidad de billar que es religión en Reino Unido y moda en ciudades de España, vive estos días su campeonato más importante. Este miércoles es el turno del Dios, del mito. Debuta O'Sullivan (Wordsley, Reino Unido, 1975) en busca de su octavo título, lo nunca visto, y de completar la Triple Corona en un año, Campeonato de Reino Unido, The Masters y Mundial. Pese a su larga fama de excéntrico atiende a un grupo de medios internacionales invitados por Eurosport -la cadena que retransmite el torneo. con un discurso diáfano, sereno, lúcido. "Quiero acabar mi carrera en alto, mantener buenos duelos con mis rivales, que saquen lo mejor de mí. Quiero disputar buenas partidas y si no puedo ganar, mostrar un buen nivel. No dejaré la mesa con una mala racha, enfadado con mi juego", explica O'Sullivan que, a sus 48 años, sigue ganando como en 1993, cuando sólo tenía 17.

Lleva más de 30 años en la élite. ¿Qué le ayuda a seguir?
No hay secretos. Lo más importante es que te guste lo que haces, que lo ames. Reinventar el juego, hacerlo interesante. Te ayuda si cambias tus rutinas, si trabajas con diferentes entrenadores, con diferentes psicólogos, si experimentas con diferentes entrenamientos, en definitiva, si no haces siempre lo mismo. A mi estos últimos años me gusta monitorizar mucho mi preparación, saber qué me ayuda a jugar mejor, eso me mantiene motivado.
Le encanta el snooker, pero ha dicho varias veces que no quiere que sus hijos lo practiquen.
Sí, aunque no sé si eso importa mucho. Si tus padres son doctores y te empujan para que seas doctor es muy posible que acabes siendo abogado u otra cosa. Todo el mundo quiere elegir libremente. No quiero que mis hijos sigan mis pasos porque he conocido la peor parte de mi deporte. No quiero que mis hijos pasen por la soledad del snooker, preferiría que jugasen a fútbol para que tengan compañeros y para que estén en forma. La cultura del snooker es insana. Los jugadores no comemos bien, nos atiborramos a patatas fritas, no tenemos cuidado de nuestro cuerpo. Yo no hice ejercicio hasta que tuve 28 años. No, no quiero que mis hijos se dediquen al snooker.

Esta temporada O'Sullivan ha ganado más que nunca y sin embargo se confiesa "poco satisfecho" por su juego. Con una infancia complicada -su padre fue condenado a prisión por asesinato- y una juventud adictiva, su búsqueda de la perfección con el taco siempre le ha llevado a lugares poco agradables y por eso ahora, consciente de ello, trabaja con un reputado psiquiatra, Steve Peters. En una entrada con el 'Daily Mail' reconoció medio broma medio en serio que había "vuelto loco" a Peters y que ya no le cogía el teléfono. "Me sienta bien, si pudiera le pagaría para que estuviera conmigo todo el rato, todos los días. ¿Cuánto quiere? ¿Dos millones de libras? Hecho", aseguraba en su habitual tono bromista al rotativo inglés.

¿Por qué no está satisfecho con su juego?
He ganado torneos, pero ganar y jugar a un buen nivel no siempre es lo mismo. He jugado mucho mejor que este año. Sé que no tiene sentido, pero no lo he disfrutado mucho. Ha habido partidas en las que he sentido que simplemente estaba golpeando a la bola, sin más. Sé que no siempre puedo jugar muy bien, pero me cuesta aceptarlo. Para mí, estar contento con mi juego lo es todo y hay dos maneras de lograrlo, desde un punto de vista técnico o con la ayuda de Steve. Ahora mismo no estoy preparado para aceptarlo.
Hace unas semanas confesó que hubo partidas en las que no quería jugar.
He pasado momentos de obsesión con el juego, de profundizar demasiado, de llegar a pensar que no sabía nada del juego. Supongo que es algo normal en el deporte, en el billar, en el golf, en el tenis, pero yo necesité desintoxicarme, no era agradable. Tenía miedo de ir a jugar. Realmente cuesta mucho que el juego fluya, encontrar ese modo que te sirve para encadenar varias partidas seguidas de buen juego. Espero que ocurra en este Mundial.