El brasileño Dos Santos pierde el bronce en el Mundial 'indoor' por sus zapatillas ilegales

El brasileño Dos Santos pierde el bronce en el Mundial ‘indoor’ por sus zapatillas ilegales

Volaba el brasileño Almir Dos Santos en el Nanjing's Cube, la sede del Mundial 'indoor' que empezó este viernes, y lloraba emocionado con su bronce en triple salto al cuello. Después de varios años luchando contra las lesiones, por fin volvió a un podio; alegría, alegría. "Es difícil expresar con palabras lo que esto significa para mí", proclamaba en zona mixta y volvía a las lágrimas, un momento cumbre en su carrera. Pero cinco horas después era descalificado. En las pantallas del campeonato aparecía el aviso, DQ, y un motivo hasta ahora insólito: incumplimiento de la norma técnica 7.1 del reglamento de la Federación Internacional de Atletismo (World Athletics). "Conducta inapropiada o violación de las reglas sobre el calzado". ¿Qué había pasado? Se había equivocado de zapatillas. Y nadie le había avisado del error.

Desde hace cuatro años, la World Athletics restringe la ventaja que las zapatillas ‘mágicas’ ofrecen a los atletas actuales. En plena guerra tecnológica, la innovación se había ido de madre, cada día caían récords y hubo que actuar. Para la larga distancia se establecieron unos límites; para la velocidad, otras; y para los saltos, unos distintos. Tanto en longitud como en triple salto se estableció una altura máxima de 20 centímetros de mediasuela en las zapatillas, pero a los triplistas se les concedió una prórroga por la cual podían usar mediasuelas de hasta 25 centímetros. La concesión duraba dos años, hasta el pasado octubre, y provocó algún problema, como una marca no homologada a Yulimar Rojas en longitud por utilizar sus zapatillas de triple. Pero poco más.

PEDRO PARDOAFP

Hasta este viernes. Dos Santos se presentó en el Mundial indoor con sus Nike TJ Elite 2 del año pasado, con una mediasuela de 25 centímetros, y realizó todo el concurso con ellas. Este invierno ya había saltado en hasta cinco competiciones internacionales con ellas, así que muy posiblemente ni conocía el fin de la prórroga a los triplistas. Saltó, llegó a los 17,22 metros y finalizó tercero por detrás del italiano Andy Diaz (17,80 metros) y del chino Yaming Zhu (17,33), pero al acabar los jueces revisaron su calzado y decidieron descalificarlo. ¿Por qué esta vez sí y las anteriores no? Porque hubo una reclamación.

La nueva normativa de la World Athletics establece que la revisión de la altura de las zapatillas no se realizará previamente -como sí se hace con los tacos, por ejemplo-, si no que sólo tendrá lugar posteriormente si existe una denuncia. El organismo argumenta que el estudio del calzado exige horas y que es imposible aprobar todos los modelos en los minutos previos a que empiece una competición. Así que lo deja en manos del resto de atletas. Este viernes, algún rival de Dos Santos -el denunciante es secreto- tuvo que observar que utilizaba unas zapatillas obsoletas, presentó una reclamación y de ahí la expulsión de Dos Santos. La Federación Brasileña expuso sus alegaciones, pero la infracción de la norma por parte de su saltador era clara. Por primera vez, un atleta perdió una medalla por utilizar unas zapatillas que no tocaba.

Aitor Antxustegi, el ciclista español que se ha enamorado de los desafíos Everesting: "Me preguntan cuántas subidas llevo y no lo sé"

Aitor Antxustegi, el ciclista español que se ha enamorado de los desafíos Everesting: “Me preguntan cuántas subidas llevo y no lo sé”

En lo alto de un puerto del País Vasco cualquiera puede observar el espectáculo. Un hombre con su bicicleta sube una vez y otra y otra y cuando ya ha hecho unas cuantas subidas se para a comerse un bocadillo de jamón y vuelve a empezar. Así se puede pasar todo el fin de semana. Si el curioso está en el alto de Lekoitz, verá al ciclista llegar hasta 137 veces; en Urkiola, ascensión mítica vasca, 52 veces; y en Sollube, San Pedro o Karakate, nadie sabe, «es fácil perder la cuenta». El corredor en cuestión se llama Aitor Antxustegi 'Berritxu', tiene 53 años y es la mayor leyenda española de los desafíos Everesting.

En los últimos años, ex ciclistas e influencers como Alberto Contador o Valentí Sanjuan han probado el reto que consiste en completar los 8.848 metros que mide el Everest subiendo una y otra vez la misma montaña, pero nadie ha acabado en España tantísimos como Antxustegi. Hasta 54 acumula, con varios dobles Everesting, un triple Everesting y hasta un cuádruple Everesting, es decir, más de 35.392 metros de desnivel en una misma salida. Fueron 68 horas y 50 minutos dando pedales en Lekoitz. En total, 980 kilómetros.

¿Pero por qué?
Ando en bici de toda la vida y siempre me han gustado los retos personales. He hecho rutas muy largas y muy duras. Me pongo objetivos difíciles para ponerle emoción al asunto. Pero no soy competitivo, no valgo para eso.

"Llegué a competir en aficionados"

«De pequeño jugaba a todo, como se hace en los pueblos pequeños. A frontón, a fútbol, hacía carrera a pie, subía al monte... A los 16 años tuve un accidente, me hice daño en la rodilla y empecé a ir más en bicicleta de carretera. Me gustó y llegué a competir en aficionados, lo que ahora es sub'23. Pero aquí, en el País Vasco, había un nivel increíble. Salíamos 200 tíos y era muy difícil no llegar fuera de control. Yo soy de 1971 y en esa generación estaban Olano, Laiseka, Zarrabeitia, Cuesta, Sagasti... Muchos de los que formaron el primer equipo Euskadi. A mi me costaba mucho», recuerda Antxustegi en conversación con EL MUNDO entre retos.

El año pasado hizo un Everesting cada mes, es decir, 12 Everesting en todo el año. Este 2025 se lo plantea de otra manera. «Tengo ideas, pero no me gusta explicarlas porque yo hago deporte lo más relajado posible. Casi ni lo cuento a la familia. Un día cojo el coche, lo cargo de comida, tortilla de patatas, bocadillos de jamón y subo con él arriba de un puerto para tener avituallamiento. Y a partir de ahí, abajo y arriba, abajo y arriba», cuenta el ciclista aficionado que trabaja como policía local en Durango. Después de dejar la competición, mientras sacaba su plaza como agente, descubrió las Brevet, marchas ciclistas no competitivas de gran fondo y completó muchas de ellas, como la París-Brest-París, la más famosa, de 1.200 kilómetros. Pero necesitaba más. «Nunca he soltado la bici, ahora hago entre 22.000 y 25.000 kilómetros al año. Antes ya hacía retos, pero en 2018 encontré la web de Everesting, vi que se homologaban y empecé con esto. Muchos los he hecho en el País Vasco, pero también en Cantabria, en Navarra...»

Alguna vez, en mitad de un reto Everesting, ha dicho: 'Paro aquí, estoy hasta las narices'.
No, eso no. Sí que alguna vez es desagradable porque se pone a llover, pero intento elegir días de buen tiempo. Hubo una moda de hacer Everesting, con Contador y otros, que no paraban ni a mear y acabaron reventados. Pero yo lo hago sin estrés. Una vez bajé de las 10 horas, pero normalmente tardo entre 12 y 14 horas. Yo voy haciendo, voy haciendo, siempre en modo ahorro. Si me encuentro a alguien y me pregunta cuántas subidas llevo ni lo sé. Me suelo marcar una hora para acabar y ya está.

Desde hace unos años, los desafíos Everesting tienen una empresa detrás que los estandariza e incluso clasifica -hay un ranking mundial- y a partir de este curso habrá competición. Entre el 29 de mayo y el 1 de junio, en Andorra, en la estación de Ordino-Arcalís, varios corredores de trail running buscarán ser los más rápidos en completar esos 8.848 metros. Si en el futuro lo hacen sobre una bici, a Antxustegi, que renuncia a los geles y otras imposiciones de la competición, que no le esperen. «También hay que saber hacer deporte para uno mismo, sin tanta tensión», finaliza.

Quique Llopis hace valer su realeza y Mariano García se impone a todos en el 800

Quique Llopis hace valer su realeza y Mariano García se impone a todos en el 800

Actualizado Domingo, 23 febrero 2025 - 16:13

El Campeonato de España 'short track', la pista cubierta de toda la vida, acabó como un trueno con los 60 metros vallas. Estaban, en calles colindantes, máxima referencia para ellos y el espectador, Quique Llopis y Abel Jordán, el campeón en los 60 lisos. No, en cambio, Asier Martínez, que se 'comió' un obstáculo en la semifinal.

Llopis salió regular. Jordán, como un tiro. Pero Quique, de 24 años, hizo valer su realeza ante un delfín de 21. Lo alcanzó en la última valla y lo superó por un pelo en el breve tramo despejado hasta la meta. Marcó 7.50 por 7.53 de Jordán, de nuevo plusmarquista nacional sub-23. Ambos tienen por delante un ilusionante margen de progresión.

En las mejores finales anteriores, una recta llameante y agónica coronó en los 800 a Mariano García (1:46.05). 'La Moto', remontando por la cuerda, se impuso a un sorprendente y admirable Álvaro de Arriba (1:46.13) y al plusmarquista nacional, Elvin Josué Canales (1:46.31). Tres cuartos de hora antes, Mohamed Attaoui había ganado los 1.500 (3:48.61) dominando a Adrián Ben (3:49.00). Aunque ahorró todas las energías que pudo, acusó el esfuerzo y acabó último.

El fenómeno Maribel Pérez

Los 400 femeninos respondieron con creces a la expectación despertada. Nunca hubo un Campeonato de España "indoor" con tanto nivel general en esa prueba. Las seis mujeres hicieron marca personal y las cuatro primeras (Paula Sevilla, Blanca Hervás, Eva Santidrián, Daniela Fra) bajaron con holgura de los 52 segundos, con Paula, que ha subido de distancia desde la velocidad pura, en 51.20, sólo por detrás históricamente del enorme primado de Sandra Myers (50.99).

Los 400 masculinos, con Iñaki Canal bajando ampliamente de los 46 segundos (45.74) y Markel Fernández (46.24) bajando aún más claramente de los 47, no defraudaron (tampoco Bernat Erta tercero, pero descalificado por invadir calle). Tenemos unos grandes relevos, incluido el mixto, para los Europeos. Hubo un récord de España en los 200 masculinos a cargo de Adriá Alfonso (20.65). Pero no es una prueba que se dispute en Europeos y Mundiales. Vale, sin embargo, como referencia para el aire libre.

El homologable femenino de los 60, nos lo regaló el sábado Maribel Pérez. Una pequeña, compacta y madura centella sevillana de 1,60, 50 kilos, 32 años el 1 de marzo y entrenada por su tío Luis. Se refugió en el atletismo para escapar del acoso escolar. Era una niña que ganaba a los chicos y recibió a cambio, en otra de esas tan frecuentes muestras de crueldad infantil, acusaciones de 'machirulo'. "Quería volverme invisible, pasaba los recreos encerrada en el baño y los domingos lloraba porque tenía que volver a clase el lunes". Hoy es una atleta destacada y otro ejemplo de las propiedades curativas del deporte.

En el Campeonato ha habido mucha juventud y muchas pieles oscuras, especialmente, en ambos casos, entre las mujeres. Un espejo de la actual realidad sociológica española y una muestra de que muchas niñas no quieren ser princesas, o sea, futbolistas, sino atletas.

Edurne Pasaban y su aventura tras los pasos de la pionera Dorothy Pilley: "Tampoco hay mucha diferencia. Si me voy al Himalaya me llaman mala madre"

Edurne Pasaban y su aventura tras los pasos de la pionera Dorothy Pilley: “Tampoco hay mucha diferencia. Si me voy al Himalaya me llaman mala madre”

En su libro Climbing Days el escritor Dan Richards admite que se le quedó cara de tonto cuando visitó la Universidad de Cambridge y le explicaron que su tataratía, Dorothy Pilley, había donado toda su fortuna, dos millones de libras, al centro. «Me preguntaron si estaba bien y me ofrecieron una taza de té», reconoce Richards que pese a la herencia perdida siguió con su idea de explicar al mundo la vida de Pilley. De familia adinerada de Londres, fue una de las primeras montañeras de la historia, hace un siglo abrió vías en los Alpes y recorrió las cimas de media Europa -incluido el Monte Perdido-, pero apenas es conocida, incluso en el montañismo.

«Los ingleses fueron grandes exploradores, pero sólo tenían visibilidad los hombres. Pilley era de la época de Mallory e Irvine, que quizá fueron los primeros en subir el Everest, y no se hablaba de ella. Tenía dinero, sí, pero igualmente planteaba aventuras en contra de todos, estaba mal vista», proclama Edurne Pasaban, la primera mujer en ascender los 14 ochomiles, que hace unos meses hizo suya la misión: Pilley, fallecida en 1986, merecía mayor fama y qué mejor manera de dársela que escalando, trepando, caminando, es decir, ascendiendo una montaña.

A principios de este mes, Pasaban se unió durante 10 días a otras dos mujeres, la finlandesa Lotta Hintsa y la inglesa Elise Wortley para imitar una de las expediciones de Pilley: desde el puerto de Bastia, ciudad de Córcega, hasta la cima del Monte Cinto, el techo de la isla francesa, que roza los 3.000 metros. «Estuvimos estudiando las gestas de Pilley y por el clima escogimos Córcega. Es un sitio flipante. Nadie sabe que allí hay una cordillera muy chula y que para subir al Monte Cinto, aunque no tiene mucha altitud, necesitas crampones, cuerdas y demás», apunta Pasaban ya de vuelta, en su casa en Vielha, donde repasa los detalles de la aventura.

Una Miss Finlandia y una americana

La iniciativa partió de Wortley, una montañera inglesa que completa sus expediciones con la ropa que llevaban las pioneras a principios del siglo XX, y con el patrocinio de la marca de móviles OnePlus añadió a Hintsa, Miss Finlandia 2013 ahora centrada en el alpinismo, y a la española. «Lotta [Hintsa] le da caña, sabe ir para arriba. Elise [Wortley] tenía menos experiencia en alta montaña, pero tenía mérito el tema de la vestimenta. Iba con unas botas antiguas con unos clavitos, un pantalón bombacho de aquellos hasta las rodillas, una camisa y una americana. A menos seis grados, eh, ni una chaqueta de plumas ni nada», comenta Pasaban sobre un reto que el próximo 3 de marzo se convertirá en un documental en Youtube: «Será poco antes del 8 de marzo y servirá para reivindicar el papel de las mujeres en la montaña», añade.

ONEPLUS

¿Ha cambiado la percepción de la mujer allí arriba?
No sé qué decidirte, tampoco mucho. Leo la biografía de Pilley y tampoco veo mucha diferencia con mi experiencia. La primera vez que fui al Himalaya fue en 1998, tenía 24 años y muchos todavía me miraban como diciendo «¿Quién ha puesto a ésta aquí?». Ahora hay más mujeres en la montaña, eh, pero culturalmente no hemos cambiado tanto. Yo tengo un niño de 8 años, si me voy dos meses al Himalaya dirán que soy una mala madre.

La más conocida, Dora la Exploradora

Para la promoción del viaje a Córcega, OnePlus realizó una encuesta en España que acabó en desastre. La mitad de los entrevistados no fue capaz de nombrar a ninguna mujer aventurera y la otra mitad nombró a personajes de dibujos animados como Dora la Exploradora (61%) o a protagonistas de videojuegos como Lara Croft (58%). De hecho apenas apareció un nombre real, AmeliaEarhart, pionera de la aviación, quizá por el misterio que aún supone su desaparición en mitad del océano Pacífico en en 1937.

«En mi época sí tuve reconocimiento porque la carrera para ser la primera mujer con los 14 ochomiles le daba juego a la televisión, pero ahora es normal que los jóvenes no me conozcan. Hace tiempo que no salgo», apunta Pasaban que a sus 51 años sigue disfrutando de la montaña.

Después de pasar por problemas de salud mental al conquistar todos los techos del mundo, ahora en el Val d'Aran disfruta del mushing y del trail running -el año pasado hizo el Val d'Aran by UTMB- y planea su regreso al Himalaya. Ya no volverá a un ochomil, pero asegura querer conocer muchas montañas de 6.000 o 7.000 metros de altitud. Comparte espíritu aventurero con la pionera Dorothy Pilley, una figura a reivindicar.

Josué Canales, nuevo fenómeno del mediofondo español: “De niño no tenía un hogar, saltaba de una casa a la otra”

Actualizado Jueves, 20 febrero 2025 - 22:48

Josué Canales se planta ante el fotógrafo y hace con los dedos un gesto guapo como el que popularizó Lamine Yamal. En su caso, no es un 304, nada tiene que ver con el barrio de Rocafonda. El flexeo, como dice a sus 23 años, marca un 313, que es su número de habitación en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Sant Cugat. Nacido en Distrito Central, en Honduras, pero criado en Girona desde los tres años, hoy vive entre pistas de atletismo, pabellones, gimnasios y piscinas olímpicas y lo aprecia como nadie. Tiene un hogar; hace poco no lo tenía.

Antes del Campeonato de España indoor que se celebrará este fin de semana en el pabellón de Gallur, en Madrid, el nuevo plusmarquista español de los 800 metros en pista cubierta, el fenómeno de esta temporada, charla con EL MUNDO a unos metros de esa habitación 313.

¿De niño se imaginaba en un lugar como este?
No sabía ni que existía esto. Soy del barrio de Santa Eugenia, en Girona, al lado de Salt. De pequeño no hacía nada, jugaba al fútbol en la plaza. No sabía nada de atletismo. Un amigo mío empezó a correr, me dijo que le acompañara al cros escolar de Salt y, como no sabía ni que existían las categorías, salí con los mayores. Me reventaron. Fue un desastre. Pero como no tenía nada mejor que hacer por las tardes también empecé a correr junto a ese amigo en un grupo de runners. Luego, al año siguiente, entré en un club, el GEiEG, y ahí ya me enseñaron qué es el atletismo.
¿Nadie en su familia corría?
No que yo sepa. Mi familia no era el prototipo de familia. Mis padres me tuvieron cuando eran muy jóvenes, se separaron y la cosa se fue un poco de madre. Yo no tenía una habitación, no tenía un sitio que pudiera llamar hogar, saltaba de casa de mi madre a casa de mi padre, de mi tía... Era un adolescente sin control, nadie me guiaba; si no iba al instituto a nadie le importaba. Tampoco era un drama, en mi entorno era lo normal. Ahora lo veo así porque he conocido otras realidades. Si no fuera por el atletismo vete a saber dónde estaría.
¿Qué importancia tuvo su abuela Nana en ese cambio de vida?
Mucha. Ella tenía su vida tranquila en Honduras, pero vino a vivir a España para ayudarme. Cuando yo ya corría, mi abuela me dio una casa, un sitio seguro, un lugar en el que dormir más de un día. Ahora ha vuelto a Honduras y le agradezco que se sacrificase para sacarme adelante.

David Ramirez / Araba PressAraba

En Girona desde los tres años, ¿Por qué compitió por Honduras?
Porque no sabía nada. Podía haber conseguido la nacionalidad española mucho antes, pero mis padres se durmieron con los trámites y todo se retrasó. Cuando empecé a ganar carreras todavía no podía competir como español y me ofrecieron viajar con Honduras. Soy un chaval de barrio. Me dijeron: '¿Quieres ir al Mundial sub-18 de Kenia?' Y fui encantado.
El transfer de la Federación Internacional para competir como español le llegó in extremis antes de los Juegos Olímpicos de París 2024.
Fue de película. Hice la mínima olímpica, pero quedaba una semana para el Campeonato de España, que era donde se decidían las plazas, y todavía no tenía el transfer. Pasaban los días y nada. No salía. Ya había dado por hecho que no podía ir a los Juegos, pero lo recibí un día antes del Campeonato. Fue muy épico. Acabé segundo por detrás de Mohamed Attaoui y fui a los Juegos Olímpicos. Fue una pasada, aunque allí estuve perdido como un pez fuera del agua.
Con Attaoui forman la nueva generación del mediofondo español.
Somos muy amigos, tenemos mucha confianza. Sé que somos rivales en los Campeonatos de España, pero me puedo mostrar vulnerable con él, le puedo confesar que estoy entrenando fatal o que vengo como una meto. Lo conocí en una concentración en Sevilla y desde entonces siempre me ha ayudado.
En enero batió el récord de España indoor de los 800 metros, que era de Mariano García. ¿Ahora nota que tiene más ojos encima?
Hay más gente que me conoce, pero no me ha cambiado la vida. Me cambió mucho más conseguir la beca para el CAR, que entré pesando 56 kilos y en una temporada gané ocho porque empecé a comer bien, a ir al gimnasio... Ahora, ya aquí, con esta tranquilidad, sin limitaciones económicas, sólo pienso en dejármelo todo en la pista. Soy ambicioso. No doy por hecho que vaya a ganar, pero voy a entrenar como el que más.
Dalia Alonso, la promesa española que lucha contra el trauma: "Al cruzar los pasos de peatones aún lo paso fatal"

Dalia Alonso, la promesa española que lucha contra el trauma: “Al cruzar los pasos de peatones aún lo paso fatal”

Cuando se despertó sobre el asfalto de una calle de San Vicente del Raspeig, Dalia Alonso no entendía nada. «Has estado inconsciente mucho rato», le alertaron quienes le ayudaron justo antes de la llegada de la ambulancia. Pero le parecía imposible. Simplemente estaba cruzando un paso de peatones, uno como cualquier otro, y no había ningún peligro alrededor. Sólo cuando llegó al hospital de Alicante y revisó su reloj GPS descubrió que sí, que había perdido el conocimiento ocho minutos.

«Iba corriendo muy suave y me atropellaron. Al principio todos los que estaban por allí me decían que el conductor estaba bebido o se había drogado porque hizo algo muy raro. En lugar de frenar, aceleró. Pero luego resultó que no, explicó que el sol le había cegado», recuerda Alonso, una promesa de las carreras de montaña con un trauma a cuestas. A sus 20 años ya ha sido subcampeona del mundo juvenil y ha entrado a formar parte del equipo de Salomon, pero desde el pasado octubre debe luchar contra su propia memoria cada vez que sale a entrenar.

ORIOL GONZALVOSALOMON

¿Qué hace ahora al cruzar un paso de peatones?
Siempre que puedo evitar un paso de peatones lo evito, pero es imposible evitarlos todos. Todavía recuerdo a cámara lenta el momento en el que el coche aceleraba. Las semanas posteriores al accidente fueron muy duras porque tenía miedo de salir a la calle y hoy en día lo sigo pasando fatal. Mis rodajes en la ciudad son de pena, no tienen ningún sentido. Cada vez que tengo que cruzar un paso me quedo como una tonta esperando a que todos los coches paren para empezar a cruzar. Y a veces pasa un rato, eh. Lo único bueno fue que no me rompí nada. Me pusieron puntos en la cabeza y en la pierna derecha, me hice un esguince de tobillo, pero a los 10 días ya podía volver a correr.

«Hasta que no te pasa algo así no te das cuenta de que puede ocurrir. Ahora me siento super vulnerable, la verdad, pero también agradecida de estar sana», proclama Alonso en conversación con EL MUNDO en la presentación en Barcelona de las Ultra Glide 3, la última zapatilla de trail de la marca francesa.

La nota no llegaba en Madrid

Alonso creció en Soto del Real, al norte de Madrid, y después del confinamiento por la pandemia descubrió que al lado de su casa había una magnífica Sierra para correr. «Mi padre siempre ha corrido por el monte, pero en modo vividor. Yo todavía alucino. Sale a hacer 30 kilómetros y no se lleva ni agua. Después del confinamiento empecé a salir por donde él salía y no me dio la nota para estudiar Criminología en Madrid así que me tuve que mudar a Alicante», relata con un mensaje: «Supongo que nada pasa por nada. Como no conocía a mucha gente en Alicante y me aburría muchísimo, cogí el hábito de correr cada mañana y así empecé a entrenar de manera más regular».

ORIOL GONZALVOSALOMON

La madrileña ganó la primera carrera que corrió, la montañera San Silvestre de Manzanares El Real de 2022, la segunda, la Serra Grossa Trail de 2023, y así muchas. Al final un club la llamó, el Elda Egari Trail y poco después ya era subcampeona de España sub-23. Ahora anda compitiendo contra las mejores del mundo: esta temporada estará en las distancias cortas de pruebas míticas como el Ultra-Trail de Mont-Blanc (UTMB), la Zegama Aizkorri o la Salomon Ultra Pirineu.

¿Le gustaría vivir únicamente de correr por la montaña?
Ojalá. Me encantaría. Poder vivir de correr sería increíble. O por lo menos dedicarme un tiempo, unos años y luego tener mi trabajo. En mi clase de Criminología hay mucha gente que quiere ser agente de Policía Nacional, pero yo no me veo. Me encantaría ser policía local en un pueblo de montaña, echar la bronca a los cuatro que la merezcan, y salir a correr. Una vida más o menos tranquila. Nunca me ha gustado mucho la ciudad y ahora menos.

Ahora Alonso cada día coge el autobús que le lleva a alguna pequeña montaña próxima a Alicante, pero siempre que puede vuelve a Soto del Real para disfrutar de los senderos de la Sierra y, sobre todo, de la ausencia de pasos de peatones. «Ahí es cuando disfruto de verdad, cuando no tengo que pensar si viene o no viene un coche y puedo estar relajada», finaliza la corredora de montaña.

El deporte desconocido en el que España es una potencia y puede ganar su segundo oro en unos Juegos Olímpicos de invierno

El deporte desconocido en el que España es una potencia y puede ganar su segundo oro en unos Juegos Olímpicos de invierno

Por las montañas del mundo, unos adolescentes se calzaban sus esquís, se vestían de valientes y seguían a Kilian Jornet, uno de los mejores deportistas españoles de la historia, hasta que las fuerzas se acababan, incluso cuando ya se habían acabado. «Te ponías detrás de él hasta que reventabas. Le seguías, petabas a medio camino, te ibas a la cama y, al día siguiente, lo volvías a intentar», recuerda Oriol Cardona. «Nuestro entrenador nos decía que hiciéramos lo que él hacía. Fue una suerte coincidir con él», añade Ana Alonso. Hoy, aquellos chavales, Cardona, Alonso y otros como Ot Ferrer, Íñigo Martínez, Marta García o María Ordóñez forman la selección de esquí de montaña, uno de los equipos más potentes del mundo junto a Francia y Suiza.

En los próximas Juegos Olímpicos de invierno de Milán-Cortina d'Ampezzo 2026 el skimo se estrenará en el programa y, por primera vez en la historia, España llegará como favorita a las medallas en un deporte de nieve. En la competición individual Cardona es uno de los favoritos, pero en el relevo mixto a ver quién le roba el oro al dúo que forma junto a Alonso. Paquito Fernández Ochoa, único campeón español en invierno, puede tener compañía por fin, más de 50 años después. ¿De dónde sale este milagro?

De muchos lugares, pero uno de ellos es la estela de Jornet, claro. El mejor corredor de trail de la historia dominó durante una década el esquí de montaña hasta el punto de que en el Mundial de 2011 se llevó tres oros, todos los posibles. Entonces no era una disciplina olímpica, era parte de su preparación, pero sus éxitos impulsaron a los chavales que le perseguían en tantos entrenamientos. A sus 37 años y con cuatro Copas del Mundo o cuatro Pierra Menta, el Tour de Francia de la especialidad, aún se alimentan rumores sobre la participación de Jornet en los Juegos Olímpicos de invierno de los Alpes en 2030, pero parece improbable. Queda su herencia, que multiplica la riqueza de quienes le precedieron.

"Mi padre no pudo enseñarme"

«Antes de Kilian en España siempre hubo practicantes, especialmente en las modalidades más cortas, que son las que ahora han entrado en los Juegos Olímpicos de invierno. Yo todavía tengo trofeos de mi padre en casa», apunta la granadina Ana Alonso, de 30 años, con la historia de España en el skimo en su salón. Su padre, Gerardo Alonso, apodado Yeti, guarda del refugio Félix Méndez de Sierra Nevada, fue uno de los pioneros españoles, segundo en el Europeo oficioso de 1975, pero por desgracia no pudo disfrutar de los éxitos de su primogénita: en 2010 un desprendimiento de rocas acabó con su vida.

¿Su padre le llegó a ver ganar alguna carrera?
No me llegó a ver competir en esquí de montaña, no pudo enseñarme y eso que él había dado muchas clases. Es una pena, la verdad. De adolescente yo competía en esquí de fondo y luego me centré en los estudios de INEF. Fue después de su accidente cuando empecé con el esquí de fondo. Me consuela que sus amigos fueron quienes me enseñaron así que, de alguna manera, sí pude cerrar el círculo. Aquellos inicios, con mi padre en el recuerdo, fueron muy bonitos.

Creado en los Alpes hace un siglo, el skimo se basa en ver quien sube y baja más rápido una montaña. En su modalidad clásica, los esquiadores suelen tardar entre dos y tres horas en cubrir kilómetros y kilómetros, pero eso es demasiado tiempo para el Comité Olímpico Internacional (COI). Los jóvenes se aburren, el Tik Tok y bla, bla, bla. Así que la modalidad que ha entrado en los Juegos es el sprint. Dos minutos y medio de locura: suben una pared empinada esquiando o corriendo con los esquís a la espalda, se paran para arrancar las pieles de seguridad y bajan deslizándose a todo lo que da. Como pasó en la escalada, los esquiadores de siempre critican la simplificación de su deporte, pero es un regalo para España. Ni en los Pirineos ni en Sierra Nevada hay kilómetros suficientes de nieve para practicar el skimo clásico, pero sobran para entrenar sprints.

De modelo a dominador del skimo

«Son pruebas cortas, muy explosivas, que se pueden entrenar aquí. No somos un país de nieve, somos un país de sol y nos tenemos que apañar con lo que tenemos», comenta Oriol Cardona, que entrena entre La Molina y Font Romeu, donde ha alquilado un apartamento junto a varios compañeros de selección.

Con muchas similitudes con Ana Alonso, su pareja en el dúo mixto -también tiene 30 años, su padre Joan también competía-, Cardona en cambio llevaba toda la vida peleando en el skimo cuando los Juegos Olímpicos le cayeron del cielo. A finales del 2021, la incorporación de la disciplina al programa olímpico ya le pilló como subcampeón del mundo de distancia sprint y ganas, muchas ganas de hacer lo que hace ahora: entrenar, entrenar y entrenar. Antes, compaginaba el esquí de montaña con algunos trabajos como guarda forestal o modelo y, sobre todo, con el trail running, donde llegó a ganar una Olla de Núria. De hecho, su relación con Kilian Jornet es aún más estrecha que la del resto: hoy le ayuda a planificar sus entrenamientos.

¿Y ya no corre?
Muy poco. Desde que el skimo entró en los Juegos lo dejé todo. No hay nada más grande que ser campeón olímpico. Además, llegaron algunas becas, recursos para prepararnos bien, y decidí centrarme al completo en los Juegos. Echo de menos correr, pero es una oportunidad única. Cuando era niño parecía una locura que el skimo fuera un deporte olímpico.

El sprint del skimo se disputa en carreras de seis participantes, con cuartos de final, semifinales y final y por ello suele haber sorpresas, pero Cardona es el vigente campeón del mundo y de Europa. En los Juegos Olímpicos de invierno de Milán-Cortina d'Ampezzo será el rival a batir y, si falla, en el relevo mixto junto a Alonso raramente lo hará. Este año todavía no han bajado del podio en la Copa del Mundo. Paquito Fernández Ochoa por fin puede tener compañía.

Un test en el circuito olímpico

El próximo fin de semana la selección española tiene una cita importantísima en la Copa del Mundo en la estación de esquí italiana de Bormio, exactamente en el mismo circuito donde el año próximo se disputarán los Juegos Olímpicos. Será un 'Olympic Test' donde se podrá ver si las virtudes de Cardona, Alonso y compañía encajan en el trazado diseñado por el COI.

Ahora retransmitida por Eurosport, TDP y Esport3, la Copa del Mundo consta de nueve citas, de las que ya se han disputado tres esta temporada. En la última, en Boí Taúll, en el Pirineo catalán, Cardona ganó la prueba masculina, Alonso fue tercera en la femenina y ambos dominaron juntos el relevo mixto.

La cita más importante de esta temporada será el Mundial que se disputará en Morgins, en Suiza, del 2 al 9 de marzo. Allí se repartirán dos plazas olímpicas de las 18 que habrá en juego. El resto dependerán del ranking, aunque el límite de una plaza por país hace que España tenga ya casi asegurada su presencia.

Muere a los 24 años el jinete irlandés Michael O'Sullivan, que sufrió una caída durante una carrera

Muere a los 24 años el jinete irlandés Michael O’Sullivan, que sufrió una caída durante una carrera

Actualizado Domingo, 16 febrero 2025 - 12:47

El jinete irlandés Michael O'Sullivan murió este domingo a los 24 años tras caer a principios de febrero en una carrera en Thurles, en el sur de Irlanda.

"Michael falleció tristemente en las primeras horas de la mañana del domingo rodeado de su querida familia en el Hospital Universitario de Cork", dijo la directora médica de la Junta Reguladora de Carreras de Caballos de Irlanda (IHRB, en inglés), Jennifer Pugh, en un comunicado.

El jinete había permanecido ingresado en coma inducido y cuidados intensivos en el citado centro hospitalario irlandés, a donde fue trasladado tras el incidente ocurrido el 6 de febrero, cuando cayó en la última valla del hipódromo de Thurles mientras montaba al caballo 'Wee Charlie'.

O'Sullivan se convirtió en jinete profesional en 2022, acumulando un total de 90 victorias en Irlanda y cinco en Reino Unido.

El director general de la IHRB, Darragh OLoughlin, describió al joven como un "jinete excepcionalmente talentoso" y aseguró que "será extrañado profundamente por todos los que tuvieron el placer de conocerlo en el mundo de las carreras".

Madrid acogerá este año de nuevo la gala de los prestigiosos premios Laureus del deporte

Madrid acogerá este año de nuevo la gala de los prestigiosos premios Laureus del deporte

Actualizado Martes, 4 febrero 2025 - 10:35

Madrid acogerá por segundo año consecutivo la gala de los prestigiosos premios Laureus. El próximo 21 de abril, la capital española repetirá como sede en una cita que será especialmente importante para los galardones, que cumplen un aniversario redondo.

25 años después de la celebración de los primeros Laureus World Sports Awards en Mónaco en el año 2000, la cita festejará el desarrollo de Laureus como movimiento deportivo único, que engloba los mundialmente famosos Premios y la labor de la Fundación Laureus Sport for Good en más de 40 países. Y todo ello tendrá lugar nuevamente en Madrid, donde el año pasado en el Palacio de Cristal de Cibeles se retransmitió la gala de entrega de premios, en la que resultaron ganadores Simone Biles, Jude Bellingham o Novak Djokovic.

Los premios del 25 aniversario honrarán el pasado, celebrarán el presente e inspirarán el futuro. Se espera la presencia de los nombres más importantes del mundo del deporte, a los que se unirán celebridades aficionadas al deporte, en una mezcla única por la que los Premios Laureus son reconocidos.

Los premios del 25 aniversario honrarán el pasado, celebrarán el presente e inspirarán el futuro. Se espera la presencia de los nombres más importantes del mundo del deporte, a los que se unirán celebridades aficionadas al deporte, en una mezcla única por la que los Premios Laureus son reconocidos.

"La proyección de Madrid es imparable"

En este sentido, Raúl González Blanco, miembro de Laureus World Sports Academy y ex capitán del Real Madrid, aseguró que "este año nuestros Premios celebran no sólo un gran año deportivo, sino también los 25 años del nacimiento del movimiento Laureus Sport for Good". "Estos premios van a ser muy especiales, todos los miembros de la Academia Laureus están muy emocionados, y me siento honrado de que Madrid sea la ciudad anfitriona una vez más", añadió.

Isabel Díaz Ayuso, Presidenta de la Comunidad de Madrid, comentó: "La proyección internacional de Madrid es imparable, somos la región más de moda del mundo, el atractivo de Madrid es único y, por ello, todos los eventos prestigiosos como los Premios Laureus quieren estar con nosotros y lo celebramos. Somos un gobierno que apuesta por el deporte y los valores que representa. Y también hemos demostrado ser una garantía de éxito en la organización de grandes eventos deportivos. Por eso, además de los premios Laureus, que celebraremos por segundo año consecutivo en Madrid, tendremos pronto el mejor circuito de la Fórmula 1 del mundo, seremos por primera vez sede de la NFL, volveremos a tener un Mundial de fútbol y esperemos que pronto seamos, por fin, sede de unos JJOO".

José Luis Martínez-Almeida, Alcalde de Madrid, añadió: "Para nosotros es un orgullo que los Premios Laureus regresen a Madrid tras el éxito de nuestro debut como ciudad anfitriona en 2024. Repiten, además, en un escenario icónico: el Palacio de Cibeles, sede del Ayuntamiento. Hemos acreditado que somos capaces de albergar eventos de impacto mundial, poniendo todo nuestro talento para que la organización, la eficacia y la seguridad alcancen cotas de excelencia. Esta continuidad en la apuesta por Madrid afianza nuestro liderazgo internacional, reforzado también por el retorno de la Fórmula 1 o la llegada de la NFL."

Odermatt, Noël, Haugan, Shiffrin, Brignone... las estrellas de un Mundial de esquí sin españoles entre los candidatos

Odermatt, Noël, Haugan, Shiffrin, Brignone… las estrellas de un Mundial de esquí sin españoles entre los candidatos

A partir de este martes día 4 y hasta el domingo 16 se celebrarán en la estación austriaca de Saalbach los XLVIII Mundiales de esquí alpino. Desde 1931, cuando nació la competición, en su eterna pugna con Suiza por la supremacía en las nieves, Austria, muy floja esta campaña y en riesgo de fracasar en casa y causar una depresión nacional, es históricamente el país más laureado, con 311 medallas en total (103 de oro, 108 de plata y 100 de bronce), seguida de Suiza con 215 (72-73-70). En el eslalon de St. Moritz, en 1974, Paquito Fernández Ochoa conquistó el bronce, en lo que sería el segundo mayor éxito de su trayectoria.

No sucederá nada parecido en esta ocasión. Adur Etxezarreta, Ander Mintegui, Juan del Campo, Joaquim Salarich, Aingeru Garay, Albert Ortega, Aleix Ubert y Tomás Barata, nuestros ocho representantes, aseguran una actuación digna, pero lejos de cualquier posibilidad de alcanzar algún puesto de honor, superados por un lujoso elenco internacional.

Marco Odermatt

Suiza. 27 años. El mejor y más completo esquiador del circuito desde hace unos años. Siete victorias en la Copa del Mundo esta temporada, amén de tres podios. Oro olímpico en gigante y dos oros en Campeonatos del Mundo: uno en descenso y otro en gigante. Encabeza la general absoluta de la Copa del Mundo y las parciales de descenso, gigante y supergigante. Líder indiscutible de un "team" helvético de ganadores, entre ellos Alexis Monney y Franjo von Allmen.

Clement Noël

Francia. 27 años. Cuatro victorias en eslalon esta temporada. Oro olímpico en, también, eslalon. Un especialista puro en la prueba de máxima habilidad del programa. No encabeza, sin embargo, la general de la modalidad. Un honor que recae en el noruego HenrikKristoffersen merced a su intachable regularidad entre los 10 primeros de las clasificaciones: un primer puesto, dos segundos, un tercero, un cuarto, tres quintos, un octavo y un noveno. Eso son muchos puntos.

Timon Haugan

Noruega. 28 años. Un joven veterano, y viceversa, en la mejor forma de su vida. Dos triunfos, un segundo, un octavo y un noveno puestos en eslalon, su prueba favorita. Un quinto en gigante. Otro de esos especialistas en las pruebas de habilidad. Cabeza, junto a Kristofferson, del potente y ambicioso equipo noruego, que mantiene una brillante tradición apoyada en la pasión nacional por la nieve y cuenta también con Alexander Steen Olsen (dos triunfos), Fredrik Moeller (uno) y Attle Lie McGrath.

Lucas Pinheiro Braathen

Una exótica figura de importación de 24 años. Nacido noruego, una estrella precoz en las pruebas técnicas y un valor seguro entre los grandes a partir de los 20 años, dejó su país de nacimiento, a causa de disensiones con su Federación, para abrazar la bandera del de su madre. Como los toreros, ha vuelto tras dos años ausente del circuito. Dos podios y tres cuartos puestos esta temporada le devuelven a la condición de aspirante al oro. Metafóricamente, el Amazonas en los Alpes.

ANNA SZILAGYIEFE

Mikaela Shiffhrin

Estados Unidos. 29 años. La reina de las nieves. Al borde de las 100 victorias en la Copa del Mundo. Dos este curso, cortado por una caída y una lesión. Capaz de ganar en todas las modalidades del esquí. Dos oros olímpicos y siete en Mundiales. La acompaña, en su regreso a la competición, a los 40 años y con una rodilla con implante de titanio, la carismática y mediática Lindsey Vonn: 82 victorias en Copa del Mundo y un montón de medallas olímpicas y mundialistas en las pruebas de velocidad.

Federico Brignone

Italia. 34 años. Apodada "La tigresa de Milán". Agresiva y segura, con 32 victorias en la Copa del Mundo (cinco esta temporada). Encabeza la clasificación general de la Copa y la parcial de descenso. Una plata y dos bronces olímpicos. Un oro y dos platas en los Mundiales. Por edad y gobierno, mascarón de proa del formidable equipo femenino italiano, especialmente en velocidad: Sofia Goggia, Marta Bassino, Elena Curtoni, Laura Pirovano...

Zrinka Ljutic

Croacia, 21 años recién cumplidos el 26 de enero. La gran revelación del curso junto a la suiza Camille Rast. Tres triunfos esta campaña en eslalon en la Copa del Mundo. Depositaria de las ilusiones de Croacia de encontrar a la heredera de Janica Kostelic (cuatro oros y dos platas olímpicos, cinco oros mundialistas). Ljutic, como Kostelic, debutó en la Copa del Mundo a los 16 años. Kostelic, minada por las lesiones, se retiró a los 25. Croacia confía en que Ljutic sea más longeva.

Lara Gut-Behrami

Suiza. 33 años. También debutó en la Copa del Mundo a los 16. Una gran dama del esquí. Un oro y dos bronces olímpicos, dos oros, tres platas y dos bronces mundialistas. Quinta mujer con más triunfos (46) en la Copa del Mundo. Muy polivalente. Una "navaja suiza". Líder en la disciplina de supergigante. Coleccionando buenos puestos, tardó en ganar esta temporada, pero lo logró en el supergigante de Garmisch. Parece que ha alcanzado a tiempo la buena forma.