De la cárcel al tee; Scottie Scheffler vive su día de golf más caótico: "Empecé mi rutina de calentamiento en la celda"

De la cárcel al tee; Scottie Scheffler vive su día de golf más caótico: “Empecé mi rutina de calentamiento en la celda”

Actualizado Viernes, 17 mayo 2024 - 23:06

Los últimas meses han sido intensos para Scottie Scheffler, el número uno del mundo; cuatro victorias, entre ellas el Masters de Augusta, padre por primera vez, y detenido esta mañana por la policía de Louisville. De la cárcel al tee del uno de Valhalla, donde lograba un birdie en el hoyo uno, para completar cinco horas más tarde su segundo recorrido con 66 golpes y colocarse provisionalmente tercero con en la clasificación con -9. "Empecé mi rutina de calentamiento previa a la ronda en la celda", comentó con sentido del humor el tejano tras un intenso día que tardará en olvidar.

Una dantesca segunda jornada del PGA Championship, segundo major del año que comenzaba de una forma trágica, uno de los autobuses de la organización encargado el traslado de voluntarios o prensa se veía envuelto en un atropello mortal donde, uno de los trabajadores del torneo, John Mills, perdía la vida. El accidente generó un caos importante y los accesos de Valhalla Country Club se convirtieron en una ratonera sin salida. En medio del descontrol de la situación, el número uno del mundo trataba de llegar a su hora de salida. En esos momentos de incertidumbre, al parecer Scheffler decidió circular por el arcén desoyendo las órdenes de un control policial, concretamente los cargos que la autoridad imputa al número uno del mundo son 'asalto en segundo grado a un oficial de policía, daño a la propiedad en tercer grado, conducción temeraria e ignorar las señales del oficial que dirige el tráfico'.

La versión de Scheffler es completamente opuesta y achaca el incidente a un malentendido y así lo reflejaba en sus redes sociales antes de comenzar su jornada de golf: "Esta mañana, estaba procediendo según las indicaciones de los agentes de policía. En una situación muy caótica, comprensible teniendo en cuenta el trágico accidente que se había producido antes, ha habido un gran malentendido sobre lo que yo creía que me estaban pidiendo que hiciera. Nunca fue mi intención hacer caso omiso a ninguna de las indicaciones. Espero dejar todo a un lado y centrarme hoy en el golf".

Lo cierto es que el resultado del incidente fueron las imágenes del número uno esposado y detenido y conducido a la comisaria donde fue fichado y estuvo retenido por espacio de unas dos horas. También se viralizó la foto de la ficha policial de Scheffler ataviado con el la típica camisola naranja que visten los presos en Estados Unidos. Tanto revuelo generó la imagen, que por el campo de Valhalla ya aparecieron algunos aficionados con camisetas con la foto del tejano.

Fans lucen camisetas con la imagen de la ficha policial de Scheffler.

Fans lucen camisetas con la imagen de la ficha policial de Scheffler.PATRICK SMITHGetty Images via AFP

Jon Rahm, en la cuerda floja

No fue tan dramático el día de Jon Rahm, pero el de Barrika no salió nada contento de Valhalla. El español firmó una ronda de 72 golpes (+1) para quedarse después de los primeros 36 hoyos con +1, fuera del corte al terminar su ronda y esperando una evolución del torneo que pueda beneficiarle para estar presente el fin de semana. Lo cierto es que 'Rahmbo' no estuvo fino en ninguna de las facetas de golf, y bastante tuvo con sobrevivir al campo y a su errático swing.

No seguirá en el torneo David Puig con con 73 golpes hoy y un +3 en la clasificación. Puig no tiene opciones de pasar el corte. Así, el catalán pone fin a una impecable racha de 17 torneos profesionales que había disputado antes de ese PGA Championship en toda su carrera profesional, habiendo pasado todos los cortes. De momento el golf español queda en manos de Adrián Otaegui que tras su -1 de ayer, parece la única baza de nuestro golf para pelear el torneo en el fin de semana.

Jon Rahm tira de carácter, remonta 4 bogeys y firma un -1 en su estreno

Jon Rahm tira de carácter, remonta 4 bogeys y firma un -1 en su estreno

Actualizado Viernes, 17 mayo 2024 - 02:54

Con una extraordinaria reacción, el español Jon Rahm se repuso este jueves tras un comienzo muy complicado, con cuatro bogeys en los primeros seis hoyos, y firmó un -1 en la primera ronda del Campeonato de la PGA.

En el Valhalla Golf Club de Louisville, Kentucky (EE.UU.), Rahm entregó una tarjeta de 72 golpes y está a ocho impactos del líder, el estadounidense Xander Schauffele (-9).

Rahm, que pelea por darle a España el primer Campeonato de la PGA de su historia, logró birdies en los hoyos siete, diez, 13, 14, 17 y 18.

El de Barrika, campeón del Abierto de Estados Unidos en 2021 y del Masters de Augusta en 2023, necesitará remontar en las tres próximas rondas de un torneo que termina el domingo.

Cristiano Ronaldo, el deportista mejor pagado del mundo, seguido de Jon Rahm

Cristiano Ronaldo, el deportista mejor pagado del mundo, seguido de Jon Rahm

Actualizado Jueves, 16 mayo 2024 - 21:34

El astro del fútbol Cristiano Ronaldo se mantuvo en la cima de la lista anual de los deportistas mejor pagados del mundo de la revista Forbes, en la que el golfista español Jon Rahm dio el salto al segundo lugar y Lionel Messi fue tercero.

El ránking, publicado el jueves, lo encabeza el portugués Ronaldo por cuarta ocasión en su carrera.

El delantero, de 39 años, tiene unos ingresos estimados de 260 millones de dólares (algo más de 239 millones de euros), una cantidad récord para un futbolista, apuntó Forbes.

Un total de 200 millones de dólares provienen de su monumental contrato con el equipo saudita Al-Nassr y el resto de sus acuerdos comerciales fuera del campo

El gran despegue en la lista lo protagoniza el golfista Jon Rahm gracias a su sonado fichaje en diciembre por LIV Golf, el circuito saudita que le ha arrebatado grandes estrellas a la PGA con multimillonarios premios y contratos garantizados.

El español, ganador del Masters de Augusta en 2023, tiene unas ganancias estimadas en 218 millones de dólares (unos 200 millones de euros), de las cuales 198 millones provienen de su actividad deportiva.

Su controvertido aterrizaje en LIV Golf eleva así a Rahm al segundo lugar del podio desde el puesto 28 que ocupó el año pasado.

El argentino Lionel Messi, por su parte, bajó del segundo al tercer lugar con ingresos por 135 millones de dólares (124 millones de euros). Un total de 65 millones provienen de sus ganancias como jugador del Inter Miami de la MLS y otros 70 millones de otras fuentes comerciales como sus patrocinios con Adidas o Apple.

Las estrellas de la NBA LeBron James (Lakers) y Giannis Antetokounmpo (Bucks) ocupan el cuarto y quinto lugar de la lista con ingresos por 128,2 y 111 millones de dólares respectivamente.

El top-10 lo completan los futbolistas Kylian Mbappé (110 millones), Neymar (108) y Karim Benzema (106), el jugador de baloncesto Stephen Curry (102) y la figura del fútbol americano Lamar Jackson (100,5).

Por primera vez en la historia los diez deportistas mejor remunerados del mundo tienen ingresos superiores a los 100 millones de dólares cada uno, señaló Forbes.

Rahm y el PGA Championship o cómo romper el único maleficio del golf español

Rahm y el PGA Championship o cómo romper el único maleficio del golf español

Actualizado Miércoles, 15 mayo 2024 - 17:58

Valhalla evoca a historias épicas, a batallas mitológicas con vikingos y dioses. Esta semana, un campo de golf en el corazón de la América profunda que presume del mismo nombre acoge el segundo major del año: el PGA Championship. Los mejores del mundo, compitan donde compitan, vuelven a juntarse.

Hablamos del mejor plantel de jugadores: 156 golfistas, donde solo faltan tres top 100 del ránking mundial, incluidos 16 pertenecientes al LIV Golf. Del circuito saudí, de hecho, saldrán dos de los tres españoles, Jon Rahm y David Puig, a los que une Adrián Otaegui, brillantemente clasificado tras su victoria en China.

Rahm quiere dejar atrás polémicas, centrarse en competir y quitarse el mal sabor de boca de su defensa del Masters de Augusta, donde terminó en el puesto 45º. El año de su fichaje por el LIV Golf está siendo extraño: ni una sola victoria, aunque en el Top 10 de los siete eventos de la gira saudí. Ahora quiere romper el maleficio del golf español, que nunca en la historia ha ganado un PGA Championship, el único Grand Slam que el país no tiene en sus vitrinas.

"El PGA me ha dado muchísimo"

"Ojalá podamos cambiar esa dinámica, no hay un razón especial que explique porque los españoles no hemos jugado bien en este torneo", comenta el propio Rahmbo antes de la cita. Pese a su compromiso con el LIV Golf, quiso aclarar de una vez por todas su postura y su agradecimiento al PGA Tour. "Sigo siendo miembro del PGA Tour, independientemente de que esté suspendido o no. El PGA me ha dado muchísimo y la oportunidad de ser quien soy", enfatizó en al portal Ten Golf, donde dejó claras sus intenciones de mantener la membresía del DP World Tour.

Para ello tendrá que pagar las multas de cada torneo del LIV que coincida con uno del antiguo circuito europeo y comprometerse a jugar un mínimo de cuatro torneos en su gira. En su órbita siempre ha estado el Open de España, aunque el nacimiento de su tercer hijo, previsto para esas fechas podría hacerle cambiar de planes.

En la década de los años 80 un soñador multimillonario apasionado de la mitología contrató a Jack Nicklaus para construir un campo diferente y capaz de albergar grandes eventos. En total, siete grandes citas han visitado Valhalla a lo largo de estos años, destacando tres ediciones del PGA Championship (esta semana se disputará la cuarta), con ganadores tan emblemáticos como Tiger Woods en 2000 o Rory McIIroy en 2014. Además la Ryder Cup de 2008 que conquistó Estados Unidos también se disputó en esta sede.

Un dato contra Scheffler

En la nómina de favoritos precisamente destaca McIIroy, cuyo destino ofrece una curiosa cábala. El norirlandés ganó hace sólo unos días el Wells Fargo, un torneo del PGA Tour que supone haber logrado dos victorias consecutivas en la antelasa del PGA Championship. El último en lograrlo fue precisamente él en 2014, precisamente en Valhalla, cuando conquistó The Open y el Campeonato del Mundo Bridgestone Invitational antes de triunfar en el PGA. Aquél fue su cuarto y último major hasta la fecha, por lo que ahora espera romper esa sequía de 10 años.

El otro gran aspirante es Scottie Scheffler, que espera llegar al PGA con ese pan debajo del brazo que la sabiduría popular siempre atribuye al nacimiento de un hijo. Hace pocos días el indiscutible número uno del mundo fue padre por primera vez. Cuatro victorias este año, entre ellas The Players Championship y The Masters, acreditan que la versión actual de Scheffler es la más parecida a la del mejor Tiger Woods. En contra de él, un dato tan real como absurdo: todas la victorias de Scheffler se han producido entre febrero y abril. Jamás ha ganado un torneo más allá de mayo.

Woods ha desaparecido de la lista de favoritos para entrar en la lista de alicientes. Su llegada al torneo es otra gigantesca incógnita, pasar el corte ya sería un éxito, aunque el estadounidense, con 15 majors a sus espaldas, no se resigna y sigue pregonando aquello de que está en el PGA para ganar.

Los móviles en Augusta y una filosofía única: "Ojalá hubieran más torneos así"

Los móviles en Augusta y una filosofía única: “Ojalá hubieran más torneos así”

Actualizado Lunes, 15 abril 2024 - 09:44

Eso que se suele decir de que el tiempo se detiene, es algo literal en el Masters de Augusta. Ya son 88 ediciones y todos los rectores del campo de golf más exclusivo siguen teniendo una máxima: En su torneo no entra un teléfono móvil.

Ya sea Tiger Woods, el presidente de la cadena CBS o un jardinero, ningún móvil es bienvenido en Augusta National en pleno siglo XXI. Época en la que no existe un solo espectáculo deportivo de masas en el mundo que siga este modelo de austeridad tecnológica.

Para muchos esto es un sinsentido y más, si se tiene en cuenta que la empresa de telefonía AT&T, líder en Estados Unidos, es uno de los patrocinadores del torneo. Las cabinas de teléfono, esas que están en extinción en todo el mundo civilizado, se prodigan en Augusta entre azaleas y magnolios. Alrededor de una treintena se pueden encontrar repartidas en diferentes puntos estratégicos del campo de golf.

WYDHAM CLARK Y JON RAHM

En el Masters se puede pasar la tarde enganchado a una conferencia con Tegucigalpa desde el mismísimo Amen Corner y todo, con cortesía de los socios de chaqueta verde.

El ganador del US Open, Wydham Clark respeta las reglas del Masters pero no entiende muy bien la medida en los tiempos actuales: "A mí me parece muy positivo el uso del teléfono, sobre todo cuando la gente los utiliza como cámaras. De esta forma pueden captar la esencia del torneo y llevarse el recuerdo para siempre. No es lo mismo tener una imagen recogida por tu propia mano que verlo por televisión. Hoy en día estos apartados son más que un teléfono, son un recurso muy bueno para que la gente disfrute de nuestro deporte".

Para otros, como Jon Rahm, es justo lo contrario: "Creo que debería haber más torneos que deberían hacer lo mismo", ha afirmado el vigente campeón sobre esta restricción. "Creo que si el ambiente aquí es tan especial es precisamente por eso. No tienes distracciones, es puro amor al deporte. Ojalá hubiera más torneos así".

Rahm también reconoce que, en los últimos años, se ha flexibilizado un poco la norma con los jugadores y que Augusta hace 'la vista gorda' en días de prácticas y sobre todo en los pares tres: "Saben que los jugadores llevamos el teléfono, pero ni lo sacamos. Quizás con alguna foto o un vídeo corto, pero apenas nada y solo hoy", ha señalado el de Barrika tras el concurso de pares tres.

Un asistente se fotografía con Jon Rahm

Un asistente se fotografía con Jon RahmHugo Costa

LA CLAVE ES SER DISCRETO

Todos coinciden que la política del campo con los participantes es mucho más laxa. No hay nada oficial, pero se consienten determinados usos siempre fuera de la rondas oficiales del torneo. La clave para el norteamericano, Billy Horchel es "ser discreto y no hace alarde de su uso".

Estas restricciones pueden ocasionar algún contratiempo para algunos jugadores que han adaptado la nueva tecnología como parte de su trabajo diario. Un ejemplo es grabarse el swing en el campo de prácticas: "Con el tiempo aprendí que no puedo esconder el teléfono en algunos sitios. Estoy acostumbrado a golpear algunas bolas y luego mirarlo", ha apuntado Colin Morikawa.

Para el ganador del Open Championship, Brian Harman el teléfono no tiene tanta importancia en la semana: "No te sirve de nada tener uno porque cualquiera con quien necesite hablar, como mi entrenador, mi manager o mi esposa, ya está en el campo y no tienen sus móviles".

"Tratamos de ser fieles a nuestra misión, a quienes somos y a lo que Bobby Jones y Clifford Roberts tenían mente cuando crearon el club", ha comentado Fred Riley, CEO del Augusta National, quien también ha recordado que, en sus planes, no está la idea de cambiar sus políticas con la telefonía.

CUALQUIERA SE EXPONE A NO VOLVER

Al Master le da absolutamente igual las redes sociales y el espectador, periodista o jugador que desafíe sus normas, se expone a no volver nunca.

Para el público o los patronos, así se denominan, tener un teléfono es materialmente imposible ya que los férreos controles de acceso se aseguran que no haya elemento tecnológico alguno. Muchos que lo saben, lo dejan en casa, otros pícaros y despistados, lo intentan, pero sus terminales quedan requisados en consigna.

Los periodistas, que pueden acceder al club con ellos, sólo pueden usarlos en el espectacular centro de prensa, que ya quisiera para sí unos Juegos Olímpicos o un Mundial de Fútbol. Al principio, no disponer de un teléfono a mano y tener que coordinar cierres, envío de material o mil gestiones varias que requiere la vida de un enviado especial, parece un disparate, pero se terminan adaptando.

Eso sí, la acreditación que permanentemente tienen que llevar, y que incluye un microchip, permite a Augusta controlar donde están en cada momento de la semana. A pesar de ello, pueden escribir reportajes desde el ordenador portátil, aunque Augusta bien podría obligarles a teclear una Olivetti, tal y como a Bobby Jones le hubiera gustado.

Las cabinas telefónicas de Augusta

Las cabinas telefónicas de AugustaHugo Costa

Scottie Scheffler impone su ley para vestir su segunda chaqueta verde

Scottie Scheffler impone su ley para vestir su segunda chaqueta verde

Actualizado Lunes, 15 abril 2024 - 01:44

Scottie Scheffler podrá dormir hoy tranquilo, al lado de su chaqueta verde y su mujer Meredith, en los últimos días de su embarazo. Lo único que podría haber cambiado el curso del segundo Masters en las vitrinas del americano, hubiera sido una venida adelantada del primer hijo de la pareja, cuyo nacimiento estaba previsto para finales de mes. Scheffler ya advirtió que fuera como fuera en el torneo, si está circunstancia sucedía, abandonaría de inmediato el Masters.

Afortunadamente no fue así y el tejano ganó con apabullante facilidad en una jornada final que controló de principio a fin, sin encontrarse ni un solo momento de zozobra. Cuatro golpes bajo el par (68) fueron suficientes para cerrar con -11, y disfrutar de todo el reconocimiento de camino a la bandera del último hoyo. Desde el PGA Tour respiran tranquilos, el máximo exponente actual del Circuito Americano, defendió el honor frente a la amenaza de los 13 jugadores del LIV golf. Su triunfo supone el tercero de la temporada tras Bay Hill y The Players para el indiscutible número uno del mundo.

Scheffler arrancó con birdie en el hoyo 3, marcó dos tropiezos en el cuatro y hoyo siete, que no tardó en recuperar con tres hoyos de aciertos consecutivos del ocho al 10. A estas alturas el único que parecía con suficiente empuje como para pelear la victoria, era el sueco Ludving Aberg, un inexplicable caso de un jugador novato que esta semana competía en el primer torneo del grand slam de su vida, aunque su templanza parecía a la de todo un veterano con miles de tiros pegados en Augusta National. Aberg cerró los primeros nueve hoyos con -3, pero en el hoyo 11 sufrió los rigores del Amen Corner, con una bola al agua y un caro doble bogey. Game over. Fue el momento que Scheffler necesitaba para despegarse y sentenciar el Masters con birdies en el 13, 14 y 16. A Aberg (-7) le queda el consuelo de convertirse en el mejor debutante en la historia del Masters, ninguno había terminado entre los cinco mejores del torneo.

Jon Rahm, con +9 cuajó su peor Masters de Augusta de los siete que lleva disputados, tuvo que esperar en el club un par de horas antes de colocar a Scheffler la chaqueta verde, que hace un año le impuso el norteamericano al español. Rahm extiende su racha de sequía precisamente al Masters de 2023, aunque el de Barika quita hierro al asunto: "a ver, no nos volvamos locos, que tampoco era yo Tiger en el 2000. En este deporte, algo pequeño puede hacer que ganes o que no, no estoy preocupado... ya llegará", comentaba.

A quién deberían sacar a hombros si los rectores de Augusta National lo permitieran es a José María Olazábal, el jugador de 58 años no solo pasó el corte, una ronda de par hoy le dejó empatado con Jon Rahm en el puesto 45º de la clasificación y con unas sensaciones de juego olvidadas ya en la carrera del dos veces ganador del Masters. "Esta semana de drive ha sido de las mejores en mucho tiempo... en años y no te estoy diciendo uno y dos. Yo tenía mis sospechas de lo que estaba haciendo mal y me las han confirmado el trabajo con Butch Harmon, así que he salido de dudas. Ahora, lo que me está costando es la bajada del swing, pero después de tantos años es normal".

En este Masters extraño, atípico, Tiger Woods terminó en última posición de los que habían pasado el corte, y la peor actuación de su carrera en el torneo que ha logrado ganar hasta en cinco ocasiones. Scheffler pareció el único en imponer cordura en el primer major del año, todavía sin noticias de una posible unificación y paz en el golf mundial.

Jon Rahm cierra su peor y más incómodo Masters "algunos no me han mirado ni a la cara"

Jon Rahm cierra su peor y más incómodo Masters “algunos no me han mirado ni a la cara”

Actualizado Lunes, 15 abril 2024 - 01:34

Hace aproximadamente un año, Jon Rahm vivía su momento culminante como profesional. Ganar el Masters de Augusta te mete en un selecto club de por vida. Rahm, fuera del campo, también era un modelo de coherencia, un líder al que todos respetaban. Su marcha al LIV cambió las cosas y el reencuentro esta semana con sus ex compañeros del PGA Tour no ha sido todo lo cordial que como le hubiera gustado al jugador de Barrika. "Sí, he notado actitudes hostiles, pero me lo esperaba, mis amigos han seguido siendo mis amigos, pero alguno con los que tenía una relación muy cordial, no me han mirado ni a la cara, son cosas que pasan, si alguien cambia su opinión de mi es un tema suyo, no mío, sabía que iba a pasar pero no sabía quién..".

Jon Rahm terminó la última jornada con 76 golpes, un resultado de +9 que le deja empatado en el puesto 45º, entre otros con su compatriota José María Olazábal. La peor participación en su historia en este torneo desde que lleva jugando el Masters desde 2017 de forma ininterrumpida.

Aunque Rahm apostilla que esta circunstancia no ha afectado a su rendimiento, lo cierto es que no deja de ser una situación incómoda, que en su momento Sergio García incluso llegó a denunciar públicamente: "Yo quiero jugar donde me quieren", dijo un García contrariado en el Open Championship de hace un par de años, tras trascender una bronca con Thomas Bjron.

Jugadores importantes con los que Jon Rahm tenía una buena relación como Patrick Cantlay o Max Homa, podrían haber tenido gestos de desprecio hacia el español en este Masters.

Independientemente del juego, este Masters de 2024 ha arrojado un cúmulo de circunstancias emocionales que no es fácil manejar durante toda la semana, donde además Rahm ha tenido diferentes compromisos que atender al ser campeón defensor.

En lo estrictamente deportivo, Rahm ha naufragado especialmente en los pares cinco, donde arrojó un paupérrimo bagaje del par del campo con su resultado de los cuatro días. En sus siete Masters anteriores había acumulado 59 golpes bajo solo en estos pares cinco.

El viento revoluciona el Masters de Augusta; engrandece a Tiger y hunde a los españoles

El viento revoluciona el Masters de Augusta; engrandece a Tiger y hunde a los españoles

Actualizado Sábado, 13 abril 2024 - 02:48

Hay pocas cosas que no puede controlar Augusta National y una de ellas es el viento; racheado, molesto, a ratos insoportable, así amaneció desde bien temprano la segunda jornada del Masters de Augusta. Las consecuencias del temporal: solo ocho rondas por debajo del par del campo y vueltas de más de seis horas. Una tortura disfrazada de verde.

"Llevo viniendo aquí más de 30 años y no recuerdo haber jugado en estas condiciones", explicaba José María Olazábal tras finalizar con +6 un par de horas antes de la finalización de la jornada, pensando que estaba claramente fuera del corte. "Es de largo la jornada más dura del Masters que he jugado", apuntillaba Jon Rahm.

Quizás no se ha dado la importancia que merece la ronda de par de Tiger Woods. Quien piense que la gesta del cinco veces ganador del Masters es pasar su 24º corte consecutivo y establecer un nuevo récord en la historia del torneo, se equivoca. Woods ve más allá, una vuelta de par, un resultado global de +1, siete golpes de desventaja y 36 hoyos por jugar. Cuando un periodista americano le preguntaba por el significado de establecer un nuevo registro de racha de cortes pasados, la respuesta de Woods sonrojó a la zona mixta. "Significa que tengo una oportunidad de ganar el fin de semana". Así de claro lo tiene Woods. Hoy fue una prueba de fuego, 23 hoyos en este campo exigente y con condiciones duras, y el resultado lo dice todo. Woods es consciente de que hace mucho que se acabó esa era de victorias apabullantes, y a sus 48 años y un cuerpo con más costuras que un torero, tiene claro que sus armas son otras. De momento lleva (literal) media vida pasando cortes en este torneo. "La capacidad que tiene Tiger de no competir en meses y luego venir aquí y pasar el corte... lo dice todo", admiraba Rahm.

A Jon Rahm (+5) su juego errático, con 76 golpes hoy, le ha castigado a prácticamente ser un convidado de piedra del fin de semana. Rahm está a 9 golpes de los líderes y en ningún momento ha tenido una opción de engancharse al torneo, bastante ha tenido el de Barrika con salir vivo de la ventolera. "Había momentos que pensé que podría suspenderse", decía. No hay ninguna explicación de que la defensa no esté a la altura de lo esperado, simplemente Rahm no está jugando bien y Augusta National no da respiros ni siquiera a los que cada año se visten de verde. Cuando vienen mal dadas 'Rahmbo' siempre tira de coraje. Saltaron las alarmas cuando el doblebogey del hoyo 14 le dejaba en la cuerda floja del corte, pero la reacción con birdie en los hoyos 15 y 16, serenaron el mal momento.

"¿Las sensaciones con el swing? Peores que las de ayer. Ahora solo queda pensar en una buena cena, en pasar bien la noche y mañana quién sabe lo que puede pasar... no tengo nada que perder", Rahm siempre ve el vaso medio lleno.

En el caso de Sergio García, el problema es que no ve ni el vaso, el batacazo fue sideral con una secuencia final de tres bogeis y un doble para firmar 79 golpes y fallar el corte. En 24 ediciones del torneo disputadas, es el décimo corte que falla Sergio. Tanto desquicia este campo el de Borriol, que volvió a dejar a la prensa plantada sin pasar por la zona mixta.

No fue el único chaqueta verde que ha tenido que abandonar el torneo, Dustin Johnson hizo 79 golpes, Bubba Watson 80, los mismos que Carl Schwartzel. Gary Woodland o Brian Harman también descarrilaron, solo son ejemplos de algunos ganadores de grandes con el fin de semana libre.

Entre tanto batacazo brilla la gesta de José María Olazábal, que a última hora entró en el corte del torneo junto a todos los +6. A sus 58 años dejó una gran ronda de +1, solo emborronada por el triple-bogey del hoyo 12.

"Hoy he disfrutado en el campo; hacía mucho que no pegaba a la bola así de bien... he pegado muchos golpes como quería, en general he pateado bien y, quitando esos veinte minutos del hoyo 12, lo demás ha sido bonito". Rahm se enteraba en zona mixta del +1 de Olazábal. "Aquí se demuestra que es un maestro y la experiencia que tiene José Mari, hacer un +1 con un triple bogey es propio de un artista. Qué pena que no me hubieran puesto con él para haberlo visto en directo".

El tridente de líderes en -6, queda repartido con el jugador del LIV Golf Bryson DeChambeau con 73 golpes hoy, para cerrar con -6. El número uno del mundo Scottie Scheffler (72 golpes, -6), que parece estar regulando esfuerzos para lograr su segunda chaqueta verde y Max Homa, uno de los ochos magníficos que ganaron al campo (-1), lo que le permite ser uno de los colíderes.

El danés Nicolai Hojgaard es la sorpresa y se sitúa cuarto en solitario con -4 en su primera participación en el Masters. Malos tiempos se avecinan para los norteamericanos en futuras Ryders Cup, porque la vuelta más baja del día fue para el sueco Ludving Aberg, el jugador capaz de hacer las gestas más sobresalientes sin darse importancia. Aberg fue el único en bajar de 70 golpes hoy, es séptimo a seis golpes de la cabeza, pero lo más alucinante de todo no es solo que está jugando en su primer Masters, es que el sueco debuta esta semana en torneos majors. Solo existen dos referentes en la historia del golf moderno que ganaron un major en su primera participación, Ben Curtis (Open Championship 2003) y Kegan Bradley (PGA Championship 2011).

Bernhard Langer, la leyenda que aún no dice adiós al Masters: "No culpo a quienes se van al LIV por los millones"

Bernhard Langer, la leyenda que aún no dice adiós al Masters: “No culpo a quienes se van al LIV por los millones”

Actualizado Viernes, 12 abril 2024 - 22:11

El pasado martes, Severiano Ballesteros hubiera cumplido 67 años, los mismos que cumplirá Bernhard Langer. Un extraordinario caso de longevidad competitiva sin una razón explicable. Es el 'Benjamin Button' del golf, uno de esos cromos cotizados que tendría que haber dicho adiós al Masters de Augusta en este 2024.

Así lo había decidido el ganador de dos chaquetas verdes, pero un chasquido en el mes de febrero le ha puesto una prueba final e inesperada: el tendón de Aquiles roto. Atrás quedan 123 victorias, 46 de ellas después de los 50. Hablar con Langer es un poquito como hablar con Seve y EL MUNDO lo ha hecho en exclusiva desde Augusta National. Una lesión así retiraría a cualquiera, pero no al alemán, que aunque no juegue, no ha querido perderse este Masters. Nunca se rinde.

¿Cómo se encuentra ahora mismo?
Después de que me lesioné, comencé con la rehabilitación sólo tres días después de la cirugía. En dos meses ya podía soportar peso y caminar y desde los últimos 10 días estoy practicando golf. Debería regresar al nivel más competitivo en las próximas cuatro u ocho semanas.
¿No se ha podido despedir de este torneo tan especial, pero aquí está?
Sí, simplemente no puedo jugar. Estuve en la cena de campeones y estaré toda la semana dentro y fuera del campo de golf, pero no participaré como jugador.
Son más de 40 años compitiendo en El Masters, ¿le pongo en un aprieto si le pido que se quede con el mejor momento?
Es una pregunta difícil, pero probablemente tendría que decir las dos victorias que he tenido. En la primera recuerdo a mi esposa preguntándome en el hoyo 18 y diciéndome que ya podíamos tener hijos. De hecho, la primera fue en 1985 y tuvimos al primer hijo en 1986. La segunda para mí también fue muy especial por varias razones: Fue el domingo de Pascua y yo soy creyente. Es la resurrección de Jesús lo que celebramos. Así que fue muy personal para mí y tuvo un gran significado ganar el torneo ese día. También fue especial por tener una ventaja de cuatro golpes en el 17 y 18 y saber que había ganado el torneo. Pude disfrutar caminando hasta el 18, con la gran ovación y todo el ambiente sin tener que concentrarme todavía.
¿Entonces al final pospondrá su retirada para 2025?
Sí, ese es mi objetivo. Estaba planeando que este fuera mi último año, pero con mi lesión eso no va a suceder. Espero que el año que viene sea aquí mi torneo de despedida como jugador y que sea muy emotivo. Probablemente será difícil, pero tendré mucho apoyo y muchos buenos recuerdos: Mi primer torneo fue en 1981, creo que 1982 fue mi primer Masters, así que en 2025 serán 43 años.

El gesto de Seve en el Masters de 1985

Compitió mucho con Seve, ¿con qué recuerdo se queda?
Por supuesto, hemos tenido muchos recuerdos fantásticos juntos. Estábamos compitiendo unos contra otros, pero también jugamos muchas veces en los equipos de la Ryder Cup. Teníamos la misma edad y antecedentes similares. Él era caddie igual que yo. Ambos vinimos de una familia pobre y trabajamos duro para llegar aquí, no nos regalaron nada, tuvimos que ganárnoslo. Tengo un recuerdo muy bonito de 1985 (Master de Augusta que él ganó). Estábamos en el penúltimo partido jugando juntos y en el último, los norteamericanos Curtis Strange y Raymond Floyd. El torneo se decidía entre los cuatro. Hice birdie en el 17 y mientras caminábamos desde la pizarra hasta la salida del 18, Seve me pasó el brazo por el hombro y me dijo: "Está bien, el torneo es tuyo, mereces ganar esto. Ve a por ello". Fue un gesto muy bonito, él había perdido el torneo. Creo que se dio cuenta de que no iba a ganar y prefería que yo ganara antes que los estadounidenses. Eso fue algo que también hizo en el primer tee. Nos dimos la mano, nos deseamos buena suerte y me dijo: "Asegurémonos de que el ganador salga de este partido", es decir, él o yo.
Bernhard Langer

Bernhard LangerAugusta Nacional

¿Cómo valora la decisión de grandes jugadores como Jon Rahm de irse LIV Golf y abandonar el PGA Tour?
Es una situación difícil para el golf y el PGA Tour. Creo que realmente no puedo culpar a nadie por irse cuando les ofrecen tanto dinero. Somos atletas profesionales, hacemos esto para ganarnos la vida. No lo hacemos sólo por diversión. No culpo a los jugadores que se van porque les ofrezcan cientos de millones de dólares. No estoy seguro de que todo esto sea bueno para el juego. Pero descubriremos que pasará en el futuro. Sólo espero que el PGA Tour, el circuito europeo y el LIV Golf, de alguna manera, lleguen a un acuerdo y trabajen juntos para tener más torneos en los que los mejores jugadores compitan entre sí. En última instancia, creo que es eso lo que a la gente le gustaría ver.
En el mejor momento de su carrera, ¿se hubiera ido al LIV si le hubieran puesto el dinero encima de la mesa?
Es una pregunta hipotética. Recuerdo que que hace 25-30 años se hablaba de un circuito mundial. Yo estaba en la cima de mi carrera y era uno de aquellos en los que estaban muy interesados. Hubo muchas discusiones sobre cómo hacerlo y fue parecido a lo que vivimos hoy. La idea era que los 50 o 70 mejores jugadores del mundo se reunieran y jugaran 15 o 20 torneos alrededor del mundo. Sonaba muy atractivo, pero el dinero no era ni de lejos tan grande como lo que ofrece actualmente el LIV. El PGA Tour estaba en contra del circuito europeo y entonces se les ocurrió hacer eventos del campeonato mundial. Eso terminó por hundir la idea.
Volviendo al Masters, sólo una curiosidad: Tiene su taquilla en el vestuario de campeones, ¿pero la comparte con alguien?
Bueno, había otro, tiene otro nombre, pero falleció. Así que ahora es sólo mi taquilla. Está bien, pero con los nuevos ganadores que habrá en los próximos años, tendré que compartirla.
Es usted una leyenda y nadie ha seguido ganando con 66 años, ¿cuál es el secreto?
No es sólo una cosa, son muchas. Es como un rompecabezas donde tienen que encajar todas las piezas. Creo que antes que nada hay que estar sano. Si no estás sano, no podrás hacer swing con el palo ni rendir como deseas. Por eso, mi objetivo es mantenerme saludable y hacer ejercicio para mantenerme flexible y fuerte. Tienes que estar dispuesto a trabajar a diario para ser lo mejor que puedas ser. No vas a llegar ahí tumbándote en casa, sin practicar durante dos o tres semanas, yendo a pescar o cualquier otra cosa que suele hacer la gente. Necesitas un buen sistema de apoyo. Y por último, saber que el golf no lo es todo. Si pierdo o gano, hay cosas más importantes en la vida. Así que trato de vivir con una perspectiva eterna. Porque la vida es muy larga, aquí solo hay 80 o tal vez 100 años, si tienes suerte, pero la eternidad es para siempre. Por eso trato de concentrarme en eso y en las relaciones. Cuanto mayor me hago, más me doy cuenta de lo importantes que son las relaciones entre las personas y trato de hacer de eso una prioridad.
¿Y qué tal su relación con Miguel Ángel Jiménez?
Miguel es fantástico. Tiene 60 años y habiendo jugado a un nivel muy alto durante muchos años, todavía es muy competitivo. Puede jugar en el Circuito Europeo y seguir siéndolo. Ama el juego y le encanta competir. Es un gran personaje y elige vivir: coches rápidos, un buen puro, vino tinto. Lo que sea lo disfruta a lo grande. Y sí, hemos sido buenos amigos durante muchos años.
Y para terminar, hábleme de sus mejores recuerdos en España
Tengo muchos recuerdos maravillosos de España. Todo empezó cuando yo era muy joven, porque los inviernos en Alemania son muy fríos y hay nieve y hielo. Así que a veces fui a España cuando tenía 17, 18 o 19 años para pasar el invierno, practicar y jugar. Siempre me gustaron los españoles, el idioma y cómo son. Así que hice muchos amigos: Gallardo, Seve, Rivero, Cañizares, Piñero y muchos otros. Además, tuve varias victorias en España: Gané en El Saler, mi última victoria en el Circuito Europeo fue en Valderrama y luego tuvimos la Ryder Cup que ganamos con Seve de capitán.
Jon Rahm sufre más de la cuenta en su defensa del Masters de Augusta

Jon Rahm sufre más de la cuenta en su defensa del Masters de Augusta

Actualizado Viernes, 12 abril 2024 - 01:27

Pasaban ya unos minutos de la siete y media de la tarde del martes cuando las legiones de patronos abandonaban Augusta National, cargados con las bolsas de la tienda. Cada segundo se gastan 277 dólares en la carpa de Mechandaising del Masters, cada jornada la cifra asciende a 10 millones de dólares en recuerdos del evento más especial del golf.

De fondo, en la escena del peregrinaje de salida de los espectadores, se encienden las luces del campo de prácticas, parecía que nadie quedaba ya en Augusta National, excepto los 33 campeones que en ese mismo momento están comenzado con la cena cortesía de Jon Rahm. Mientras tanto, bajo las sombras ya de la noche, la silueta de Bryson DeChambeau se distingue en la cancha de prácticas.

El trabajo renta, y Bryson ha preparado a conciencia esta cita, así se justifican los 65 golpes (-7) con los que Bryson DeChambeau lidera el Masters de Augusta tras los primeros 18 hoyos. Un día precioso de Masters pese a las dos horas y media de retraso por la lluvia acumulada durante la noche, "se ha notado mucho en los greenes, no estaban tan rápidos y duros como en los días previos", se desahoga José María Olazábal tras terminar con 77 golpes +5, perdido en la tabla clasificatoria. No fue un buen día para el golf español que tan buena medida tiene de la chaqueta verde, ninguno de nuestros representantes pudo acercarse a la punta del torneo, incluido el campeón defensor, que cerró el día a ocho golpes de DeChambeau.

No basta con jugar bien para hacerle a este campo ocho birdies, cinco de ellos en los últimos siete hoyos y en las condiciones más ventosas de toda la semana. Bryson DeChambeau es uno de los 13 jugadores del LIV Golf, y mezclado con el público, transitaba Greg Norman, con sus entradas compradas en la reventa sacando pecho. "Sí es verdad, mi padre ha tenido que pagar por una entrada en el mercado secundario, al denegarle la solicitud que hizo por los cauces habituales profesionales", afirmaba el hijo de la cabeza visible del LIV Golf en redes sociales.

A un golpe de Bryson, posiblemente son más estratosféricos los 66 golpes del número uno Scottie Scheffler, los fraguó en medio de un auténtico vendaval, de esos en los que la arena se escapa de los bunkers y las gorras y sombreros sobrevolaban descontroladas Augusta National. Completa el podio el inglés Danny Willet ganador también aquí, en su primer torneo siete meses después de su último evento y tras una operación delicada.

No pierde detalle de la vuelta de Rahm una socia muy especial de Augusta National, Ana Patricia Botín, la única española y una de las pocas mujeres con ese privilegio, aunque conlleve los sudores de tener que llevar la chaqueta verde en una tarde calurosa como la de hoy.

Rahm estrena esta semana además logotipo de uno de los bancos del Grupo Santander, después de la paralización del contrato que estaba en vigor con su marcha al LIV, las dos partes han vuelto a entenderse y el banco español no solo patrocinará a Rahm sino a todo su equipo Legion XIII. La primera empresa española que entra en el LIV Golf .

Rahm, sin embargo, no pudo celebrarlo como hubiera deseado y tuvo que conformarse con 73 golpes (+1) que marca su cuarto peor comienzo de Masters de los ocho que lleva disputados. El campeón defensor jugó más o menos ordenado en los primeros nueve hoyos, donde pasó con -2 empatado en la quinta posición, pero comenzarían entonces las sensaciones más incómodas del día, bogey en el 10, par salvado en el 11 con mucha suerte, no aprovechó ni 13 ni 15 para hacer el birdie y tropezó en el 14, 17 y 18. Su único birdie llegaría en el hoyo 16.

"Lo que más he tenido que mejorar ha sido no hacer los tripateos. Ha sido mala suerte y jugar mal", decía en referencia a los hoyo 4 y 17 donde hizo bogey con tres putts. "Estoy lejos pero queda mucho", concluía el español, con una oda siempre a la esperanza, aunque las sensaciones son muy diferentes a otras gestas.

Antes Sergio García y su outfit verde y amarillo intenso (un homenaje fallido al Masters) reconocible desde casi cualquier parte del campo, había sido capaz de levantar un +3, para terminar al par, dejándose incluso opciones de birdie en los hoyos 17 y 18. "Estoy como si hubiera estado 12 rondas con Mike Tyson en un cuadrilátero. He tenido fortuna de meter el putt del 13 (desde 18 metros), pero he acabado los últimos siete hoyos como un zombie. Mi cuerpo estaba aquí pero mi mente estaba en otro sitio, no sé ni cómo lo he conseguido. No es una cuestión física ni mental, es un sentimiento de aquí, cosa de Augusta", vuelven los fantasmas en una semana de amores y odios para el golfista de Borriol.

Tiger Woods seguía enfrascado en una lucha interesante con el viento y Augusta, de momento victorioso con un parcial de -1 en los primeros diez hoyos.