Ilia Topuria asombra al mundo, le comparan con Muhammad Ali y se pide el Bernabéu para 2026: "No me siento invencible"

Ilia Topuria asombra al mundo, le comparan con Muhammad Ali y se pide el Bernabéu para 2026: “No me siento invencible”

Alexander Volkanovski repetía la combinación al aire mientras Israel Adesanya se llevaba las manos a la cabeza y Tom Aspinall asentía con convicción. Todos campeones del mundo en sus pesos, todos asombrados en primera fila del T- Mobile Arena de Las Vegas con la hazaña que acababa de perpetrar Ilia Topuria ante Charles Oliveira con una combinación demoledora. Una hazaña que nunca se había escrito antes.

Topuria labraba su nombre con letras de oro en la historia de la UFC. Conseguía, como habían hecho antes otros nueve luchadores, los cinturones en dos categorías. Nombres ilustres como su hoy denostado Connor McGregor, Jon Jones, Georges St-Pierre o Amanda Nunes lo habían logrado antes, pero ninguno con una hoja inmaculada. El Matador lo ha hecho sin perder, 17-0.

Dijo que lo conseguiría en el primer asalto y en el 2'27 ya estaba Marc Goddard decretando el final del combate. Un talismán el árbitro británico con Topuria, cinco combates, cinco victorias, cuatro finalizaciones. Sería difícil lo contrario puesto que el hispanogeorgiano no conoce la derrota, aunque en uno de sus combates, en el de su debut en el peso ligero ante Jay Herbert también arbitrado por Goddard, a punto estuvo de caer noqueado en el primer round. Aguantó y lo finalizó en el segundo de un gancho de derecha.

Once golpes conectados, no necesitó más El Matador para finalizar a Do Bronx, frente a los ocho que recibió. Una oda a la efectividad y a la confianza en la potencia de golpeo. El T-Mobile Arena, al principio más inclinado hacia la esquina del brasileño, se dio la vuelta tras el gancho de derecha de Topuria. Ese que ya dejó grogui a Oliveira, aunque luego rematara con otro de izquierdas previo a la finalización.

El árbitro da ganador al hispanogeorgiano.

El árbitro da ganador al hispanogeorgiano.IAN MAULEGetty Images via AFP

"Reviéntalo", escribía Marc Cucurella en las redes sociales pendiente como estaba del combate del español. "Let's go bro", animaba por su parte Sergio Ramos, amigo del hispanogeorgiano, en otro video de Instagram. Ambos futbolistas, metidos de lleno en el Mundial de Clubes. Sin embargo, los amarillos Raúl Albiol, Álex Baena y Gerard Moreno lo hacían in situ aprovechando sus vacaciones. También Pablo Motos, uno de los primeros a los que fue Topuria a agradecer el apoyo.

Entre el público también estaba el luchador Paddy Pimblett, "la rubia esa" como le llamó el propio Topuria al que podría ser su próximo rival. El británico, finalizada la pelea, subió al octógono con permiso del presentador, pero las cosas se calentaron hasta el punto de que por poco no se llega a las manos entre el reciente campeón y el luchador de Reino Unido. "Saca tu culo de aquí", le espetó Topuria tras empujarle fuera del octógono. Aunque en la rueda de prensa posterior se pedía al británico para pelear por primera vez en España en 2026 en el Santiago Bernabéu. "Sería como una final de Champions", expresó.

El Matador habla con Dana White.

El Matador habla con Dana White.IAN MAULEGetty Images via AFP

"No sé quién demonios dejó entrar a Paddy. Eso nunca debió pasar", expresó en la rueda de prensa posterior Dana White. El mandamás de la UFC lamentó esas imágenes y dijo que él jamás lo habría permitido y más teniendo en cuenta que la mujer de Topuria, Giorgina Uzcategui, y su hijo Hugo estaban aún celebrándolo con el luchador en el octógono.

White se deshizo en elogios con Topuria del que ya admite, sin tapujos, que es "una estrella" de la promotora. Y El Matador confía en que España le reconozca como tal y le iguale a ídolos como Rafa Nadal o Fernando Alonso. "No podías hacerlo mejor... era como una de esas mierdas de Muhammad Ali. Dijo: "Lo voy a noquear en el primer asalto', y lo noqueó", comparó por su parte el CEO de la UFC al hispanogeorgiano con uno de los mejores boxeadores de todos los tiempos.

Gran bolsa

Como una estrella se espera que se pague ya a Topuria, tercer mejor luchador libra por libra en la promotora tras esta victoria sobre Oliveira. Aunque los contratos y las bolsas de la UFC no son públicas, los rumores dicen que podría recibir en torno a los 4 millones de dólares incluyendo el salario base, los bonuses por victoria y rendimientos y su parte del pay per view. Oliveira, por su parte, habría ganado unos 2,5 millones.

Quien ocupa precisamente el número 2 de ese ranking es su amigo Merab Dvalishvili, con quien, para Topuria, deberían compartir el primero. Aunque sorprendió a todos El Matador admitiendo sus vulnerabilidades "Invencible no me siento, por eso me esfuerzo y entreno todos los días" aunque, continuó, "cuando termino el campamento y doy el peso, ya me siento ganador". El hispanogeorgiano se despidió de los periodistas en las Vegas parafraseando su camino hacia los títulos con una canción de Daddy Yankee: "Lo que pasó, pasó".

Ilia Topuria sigue haciendo historia tras vencer a Oliveira y reina también en el ligero: "Hice lo que planeamos"

Ilia Topuria sigue haciendo historia tras vencer a Oliveira y reina también en el ligero: “Hice lo que planeamos”

¿Cómo es vivir los sueños con los ojos abiertos? Sería entrar en el octógono del T-Mobile Arena de Las Vegas y conseguir el cinturón del peso ligero con un récord inmaculado, 17-0. Sería hacerlo en el primer round del mejor combate del UFC 317. Sería vencer a Charles Oliveira (35-11), el luchador con más finalizaciones de la historia de la promotora con 20. Y sería conseguir el cinturón de campeón en dos categorías diferentes ¿Cómo es vivir con los ojos abiertos? Ilia Topuria ha vuelto a enseñar cómo hacerlo, 17 rosas después.

El reloj marcaba las 6.52 de la mañana del 29 de junio en España cuando Ilia Topuria colocó una derecha que tumbó al brasileño. Apenas pasaban 2 minutos 47 segundos del primer round, asalto donde dijo que lo tumbaría. Primero le abrió la guardia con la izquierda y después el gancho demoledor. Cuando caía aún le dio tiempo de colocarle otra izquierda, pero Oliveira estaba ya noqueado. Un nuevo trago de café para el hispanogeorgiano.

En una anécdota quedó la primera derecha del brasileño. Sus intentos de tirarlo al suelo y de controlarlo desde la lona del T-Mobile arena. Porque incluso en la lona, se veía la superioridad de El Matador. De hecho, tras conseguir levantarse el español, aún se quedó Oliveira unos segundos en el suelo como ganando aliento, preparado para lo que venía.

Poco más pasó porque Topuria no quiso. Cuando le tuvo cerca, cuando Do Bronx le confrontó en el centro del octógono y perdió la distancia de seguridad, terminó la contienda. "El estilo de Oliveira nos favorece", decía el equipo de Topuria en la previa a EL MUNDO. Menos de 200 segundos después del inicio del gong, se pudo comprobar.

Poco antes había salido Oliveira con su look de empollón de clase, con sus características enormes gafas por los problemas de visión que ha tenido desde siempre, pero el brasileño "es un león" como le calificó el propio Topuria en la previa. 35 años de resiliencia y de dominio tras un periodo inicial de zozobra en la promotora. Lo hacía con el favor del público, como underdog y uno de los luchadores más queridos de la promotora.

Topuria lo hacía sonriendo, como siempre tras los acordes del Mariachi, escoltado por su hermano Aleksandre al que brindó su medalla tras santiguarse tres veces. Una más antes de entrar al octógono y mudar esa sonrisa inicial por concentración, por esa capacidad innata que tiene para enfocarse confiando siempre en sus posibilidades, que parecen infinitas.

El hispano georgiano aprovechó la oportunidad que dejó Islam Makhachev tras subir al wélter y dejar el cinturón del peso ligero libre. Algo que él tuvo que hacer con el de pluma y que pudo recuperar el rival al que venció, Alexander Volkanovski, quien estaba entre el público de Las Vegas para ver al hispanogeorgiano hacer historia y convertirse en uno de los pocos dobles campeones de la promotora. Apenas nueve luchadores lo habían conseguido antes, entre ellos, el que fuera al principio ejemplo y luego enemigo de El Matador, el irlandés Connor McGregor.

En la pelea previa, Alexandre Pantoja retenía con éxito el cinturón de peso mosca tras vencer por sumisión al aspirante Kai Kara-France. Lo hizo en el tercero tras dominar la pelea desde el primer round. Demasiado fuerte el brasileño, con récord de victorias en el mosca (14), en el suelo y poco pudo inquietarle el neozelandés. Se quedaba el retador boca abajo decepcionado, pero no hubo color en la contienda previa al evento principal.

Fiesta familiar

Un evento que parecía una fiesta familiar y no una velada en la que hacer historia. Ambos contendientes llegando con sus hijos y mujeres al T-Mobile Arena de las Vegas como si fueran a un cumpleaños infantil. Pero a nadie se le escapó el detalle de que Hugo, el pequeño Topuria, ponía sus pies en el venue de la ciudad americana con una réplica del cinturón que horas después conseguiría su padre.

La victoria ya la había celebrado el hispanogeorgiano antes. Tan confiado como es en sus posibilidades. Sin dudas en sí mismo y en su camino. "Lo siento mucho, lo siento mucho, no quería que fuera contra tí", le susurraba El Matador a Oliveira en el cara a cara previo. "Hablas mucho", le respondía el brasileño, el underdog de esta pelea por el título del peso ligero. Quizás hable mucho, pero Topuria siempre cumple. 17 victorias, dos cinturones y contando. La historia continúa.

La adaptación de Topuria al peso ligero con máquinas de 100.000 euros, 'hornos' a 40ºC y 'sparrings' de peso wélter: "Ilia es como un mando de la Play"

La adaptación de Topuria al peso ligero con máquinas de 100.000 euros, ‘hornos’ a 40ºC y ‘sparrings’ de peso wélter: “Ilia es como un mando de la Play”

Si se cierran los ojos y se enfoca únicamente en el sonido del vídeo de uno de los últimos entrenamientos de Ilia Topuria, parecería que se está escuchando flamenco en las combinaciones y golpeos que el luchador realiza en el cuerpo de su entrenador de boxeo, Javi Climent. "Hemos querido mantener la velocidad que él tiene además de la potencia en la pegada", cuenta Climent a EL MUNDO.

El equipo de El Matador, fugazmente La Leyenda, ya tiene listo al hispanogeorgiano para el salto a la categoría de peso ligero (70,3 kg) tras tres intensos meses de training camp, los 17 últimos días en Las Vegas para facilitar su adaptación. "En el rendimiento deportivo hay que tener en cuenta el desfase horario. Se dice que se necesita un día por hora de desfase, pero yo puedo decir que son más. Y por eso lo hacemos. Nos ayuda a adaptar el ciclo circadiano. Cada pequeña modificación es un plus", explica a este periódico Aldo Martínez, preparador físico de Topuria.

La madrugada del sábado al domingo, en torno a las 6 de la mañana, Ilia Topuria entrará al octógono como cabeza de cartel de este UFC 317 ante el brasileño Charles Oliveira (35-10), el luchador con más finalizaciones de la historia de la promotora con 20 (16 sumisiones y cuatro kos) por el título de peso ligero. "Cuándo supimos quién era el rival, nos pusimos a trabajar en base a él", explica Climent a quien le gustó la elección de Oliveira porque "tiene mucho nombre" y porque su estilo "es perfecto para que Topuria salga ganador". "Es un tipo que va para delante, no corre ni hay que ir a buscarle así que se va a encontrar la potencia de Ilia", apunta.

"Entrenar mejor y con buen humor"

Una potencia que no ha tenido que adaptar a esa subida a las 155 libras puesto que, según su equipo, "no tiene que someterse al estrés físico de otras categorías". "Su peso habitual está en torno a los 79 kilogramos, 78,5 es el ideal para estar ágil y fuerte", cuenta el Doctor Aldo. "Está hecho un animal", añade Climent. Es precisamente ese peso el objetivo del rebote que tiene que dar El Matador en las próximas 24 horas tras cumplir este viernes con las obligaciones de la báscula.

Porque, en la última semana, Topuria ha eliminado por completo los carbohidratos almidonados y la fibra para, a través de la orina o de ejercicios cardiovasculares en un horno a 40ºC entre otras cosas, perder siete kilos y poder dar el peso de la categoría. "Ya son muchos training camps y se ha mejorado el método", comenta Aldo y revela que en esta ocasión se ha hecho "más llevadero porque es una dieta menos exigente con las kilocalorías". "Eso le permite entrenar mejor y con buen humor", apunta el preparador y confirma el luchador exhibiendo sonrisa en un video de sus redes sociales montado en una bici en esa cúpula/sauna que permite subir la humedad y la temperatura mientras escucha música de su amigo Omar Montes.

Además del entrenamiento, Ilia recurre a la tecnología, como su cámara hiperbárica de alta presión que acelera la recuperación gracias a una hiperoxigenación, para perfeccionar su cuerpo al límite o un dispositivo de luz infrarroja para mejorar los reflejos. "Ilia pone toda la carne en el asador porque cree en lo que hace y porque es el campeón", razona su preparador físico sobre la cantidad de máquinas que usa El Matador y que renueva cada seis meses para incorporar las mejoras del mercado. Sólo la cámara hiperbárica puede costar en torno a 100.000 euros.

Topuria, durante la sesión de pesaje en el T-Mobile Arena de Las Vegas.

Topuria, durante la sesión de pesaje en el T-Mobile Arena de Las Vegas.EFE

Pero los pequeños detalles son los que permiten seguir haciendo historia en la UFC con su invicto de 16 victorias y con la posibilidad, tras la subida de Islam Makhachev al peso wélter, de hacerse con el cinturón del peso ligero y entrar en un selecto club en el que sólo hay 10 luchadores. "No sé lo que llevará este camino, pero seguro será bueno. Si tiene que ser el wélter estoy seguro de que lo afrontará con muchas ganas", augura Climent sobre la ambición de Ilia de no quedarse únicamente en el ligero y, si es posible, ser el primero en conseguir el cinturón en tres categorías diferentes. "Yo ya he visto a pesos wélter hacer sparring con Ilia y caer noqueados", revela el entrenador de boxeo.

Confianza plena

Cuando estamos a horas de la pelea, con un equipo que no duda del resultado de la misma, hay que recordar que la principal virtud de un luchador, que domina las tres disciplinas de las artes marciales mixtas, según su entrenador, como son: el striking (golpeo), el wrestling (suelo) y el jiujitsu, no está sólo en la posibilidad de "aplicar el 100% de su fuerza durante más tiempo en sus golpeos" sino en su capacidad mental.

"Ilia no duda", comienza Aldo y destaca cómo es capaz de abstraerse de todo y enfocarse al máximo en lo que esté haciendo sea una pelea o un entrenamiento. "Es una persona muy fría, controla muy bien las emociones, siempre digo que es como un mando de la play, escucha a la esquina y desarrolla en todo lo que se le dice", completa Javi Climent. El 29 de julio El Matador y su equipo quieren que España se levante celebrando, de nuevo, otra victoria en la UFC.

¿Cómo un niño al que dijeron que quedaría paralítico se convirtió en campeón de la UFC? La historia de superación de Charles Oliveira, rival de Ilia Topuria

¿Cómo un niño al que dijeron que quedaría paralítico se convirtió en campeón de la UFC? La historia de superación de Charles Oliveira, rival de Ilia Topuria

Hay personas que nacen con el viento a favor y otras con el viento en contra. Charles Oliveira (Sao Paulo, 1989), el próximo rival de Ilia Topuria en el UFC 317 de Las Vegas, se encontró con un huracán desde la cuna. Do Bronx ha tenido que pelear cada oportunidad en su vida desde la favela Vicente Carvalho de Guarujá en la que nació en una casa de una sola habitación que compartía con seis personas.

"No teníamos nada, pero nunca pasé hambre, ni nos faltó un plato en la mesa", ha contado el luchador sobre unos padres que tenían dos trabajos para sacar la familia adelante y que a duras penas sabían leer y escribir. Entonces, con siete años, llega el palo para la familia: el pequeño Charles sufre fiebre reumática y un soplo en el corazón que le debía impedir hacer deporte a nivel intenso y quizás le terminara dejando parapléjico.

"Si no tengo una juventud normal, prefiero morir", le llegó a decir a su padre tras el varapalo del diagnóstico. Pero la fe la ayudó a salir del hoyo, le ayudó a creer y le ayudó quizás no a destacar en el fútbol, su deporte preferido de pequeño, pero sí para comenzar en otras disciplinas como el jiujiutsu, en la que se inició con 11 años dejando atrás sus problemas de salud. "Dios es el número uno del todo", comenta el brasileño que abrazó esa disciplina desde que la probó especialmente para salir de la peligrosidad que vivía día a día en la favela.

Al principio las cosas fueron despacio para Oliveira que tenía que hacer múltiples trabajos para sobrevivir y aportar a su familia. "Vendía ajos, cebollas. Trabajé en un mercadillo. Trabajé en un matadero. Sacaba latas y cartones de la calle. Lavé camiones. Y, luego, peleé", revela el luchador sobre sus actividades para intentar que sus padres "trabajaran menos".

Luego llegaron los campeonatos de Brasil con 15 y el mundial con 17. Parecía que Oliveira, un niño que pudo quedarse parapléjico por su enfermedad, iba a tener futuro en el deporte después de todo. El joven viró su interés hacia las MMA, una disciplina en crecimiento y mejor pagada que el jiujiutsu y fue ganando combates hasta que firmó en 2010 por la UFC. El sueño se iba cumpliendo.

Pero, pese a debutar con dos victorias ante Darren Elkins y Efrain Escudero, su rendimiento fue muy irregular en las peleas posteriores ganando algunas y perdiendo otras. Hasta el punto de que llegó a peligrar su contrato en la promotora. Quizás influyó un gran problema de visión que le impedía ver con claridad a sus rivales. "Nnca me ha molestado durante la pelea, creo que Dios me ayuda, si me quito los lentes en la calle creo soy prácticamente ciego", ha contado en alguna ocasión. También pudo ser que su cuerpo no respondía a las llamadas de urgencia para pelear sin estar bien preparado o los cambios de división.

Entonces, en 2017 nació su hija Tayla y aquello cambió su mentalidad para siempre. El brasileño encadenó una serie de victorias, nueve, hasta convertirse en el primer contendiente para el cinturón del peso ligero. Lo conseguiría en 2021 en una épica pelea ante Michael Chandler al que derrotó por nocaut en el segundo asalto. Su finalización menos habitual ya que su pasado como peleador de jiujitsu, hace que su especialidad sea la sumisión.

Récord en UFC

De hecho, el brasileño es el luchador con el récord de finalizaciones de la UFC con 20, 16 por sumisión y cuatro por nocaut, de los 46 combates que ha disputado con 35 victorias, 10 derrotas y un no contest. Este número le ha brindado más de un millón de dólares en bonus hasta convertirle en uno de los luchadores mejor pagados de la promotora con un patrimonio aproximado de 2 millones de dólares. "El dinero te ayuda a tener una mejor casa a ayudar a tu familia, pero no cambia quien eres", dice Oliveira.

El brasileño es uno de los luchadores más respetados de la UFC y por eso era una de las opciones predilectas de Ilia Topuria para aterrizar en la división del ligero tras el no de Islam Makhachev, precisamente el rival con el que perdió Oliveira para retomar el cinturón después de que la promotora se lo retirara por no dar el peso en la báscula ante Justin Gaethe, en su segunda defensa del título conseguido ante Chandler. "Golpeo más fuerte que él con seguridad", amenazaba hace unas semanas al hispanogeorgiano. Se verá el domingo alrededor de las 6.00 am españolas.

Ilia Topuria 'noquea' a 'El Matador' y espera rival para su "nueva era" en el peso ligero

Ilia Topuria ‘noquea’ a ‘El Matador’ y espera rival para su “nueva era” en el peso ligero

Eran 16 'muertes' para 'El Matador'. 16 rosas que había dejado en el ring. Las dos últimas, de las más espectaculares en su carrera. La quince fue la que llegó con el título de peso pluma bajo el brazo ante Volkanovski. La decimosexta, el combate para noquear al hombre innoqueable.

Vencido Max Holloway, quedaba un púgil sin noquear en el ring para Ilia Topuria, y lo hizo este jueves. El campeón del peso pluma acabó con 'El Matador'. Dice el luchador hispanogerogiano que "había sido su aliado en cada pelea" pero que la próxima vez entrará al octógono con una "nueva identidad".

Lo hizo con un post en redes sociales en el que anuncia una "nueva era". Es un rebranding personal para encarar el cambio de categoría que anunció hace unos meses. Se terminó pelear en las 145 libras (65,8 kilogramos) para afrontar otros retos en las 155 (70,3). Más fácil a nivel físico para alguien que suele pesar en torno a los 80 kilos y debía bajar casi 15 para poder dar la báscula.

Lo difícil está siendo encontrar rival. La UFC parece un episodio de Falcon Crest entre giros y plot twist acerca de quién va a subirse al octógono con Topuria en su asalto al peso ligero. El hispanogeorgiano quiere el segundo cinturón de la mayor liga mundial de artes marciales mixtas. Entraría en el club de los 20 que lo han logrado y el tercero que lo consigue en pluma y ligero tras B.J. Penn y Conor McGregor.

El problema es que la ambición y el nivel de Topuria, a día de hoy en el tercer puesto del ránking libra por libra, le enfocaban a una pelea con el líder de esa clasificación y actual campeón del peso ligero: Islam Makhachev.

El ruso ha rechazado pelear con Topuria por activa y por pasiva. Desde su equipo le han lanzado indirectas de que la opción se la tiene que ganar derrotando a algún nombre importante de la división. Y él, por lo pronto, pretende realizar una defensa de su cinturón ante otros grandes rivales de la categoría como Charles Oliveira o Justin Gaethe.

De hecho, dos de sus cuatro anteriores defensas del título fueron ante Aleksander Volkanovski, el rival al que Topuria arrebató el cinturón de peso pluma. Y el ruso no quiere que se le recuerde por "vencer a rivales pequeños".

Próximo rival

No obstante, el púgil australiano, que optará de nuevo al campeonato de peso pluma ante Diego Lopes tras haberlo dejado vacante el hispanogeorgiano, dice que si hay alguien que puede vencer a Makhachev es Topuria. "Tiene manos peligrosas. Es lógico que la gente que lo descarte: saben que tiene poder en sus manos, saben que lo buscará. Saben que tiene serenidad e incluso, si las cosas no salen como él quiere, seguirá buscándolo, intentando encontrarlo hasta que lo consiga o hasta que pierda. Así que sabes que es peligroso".

De momento, quien no vencerá ni tendrá la opción de vencer a Makhachev es El Matador. Ya no existe. Hay que esperar para saber cuál será la nueva piel de Topuria en el octógono. La que lleve la decimoséptima rosa al próximo rival. Aunque aún no se haya decidido. De momento, el hispanogeorgiano, con su premio de la Asociación Española de la Prensa Deportiva como uno de los mejores deportistas de 2024, se mantiene a la espera de la decisión de la UFC.

Sandor Martín, 'Guerrero número 13', azote de 'avispas' y púgil desde la cuna: "El boxeo es mi ADN, mi gran amor"

Sandor Martín, ‘Guerrero número 13’, azote de ‘avispas’ y púgil desde la cuna: “El boxeo es mi ADN, mi gran amor”

Sandor Martín (Barcelona, 1993) dio su primera hostia oficial cuando apenas tenía seis años. Lo tuvo que hacer en Francia, donde el reglamento para los deportes de contacto en categoría infantil estaba más desarrollado. Desde entonces, son 25 años ininterrumpidos (o casi) zurrando contrincantes con mayor o menor suerte, más lo primero que lo segundo, en el cuadrilátero. "El boxeo es mi ADN, me entra por las venas 24/7 y lo voy a llevar hasta el día que me muera, es mi gran amor", apunta el púgil a EL MUNDO.

Un amor interrumpido durante más de un año por circunstancias y cancelaciones extrañas. "Hay gente que se podría haber venido abajo con la espera, pero yo me lo he tomado con filosofía, paciencia y resiliencia y ahora a por el objetivo", revela. En diciembre de 2023, Sandor mandaba a la lona a Marcouchi en el cuarto asalto en su último combate oficial. Era la victoria 42 de su carrera, pero sería una de sus tres derrotas, la que sufriría contra Teofimo López en Nueva York un año antes, la que le colocaría como aspirante al campeonato mundial de superligero en junio de 2023. "Ahora ya sé cómo respira Nueva York y puedo hacerla bailar a mi son", cuenta el boxeador sobre aquel combate en el que el mundo del boxeo coincidió en que le robaron.

Así, más de dos años después de esa derrota por decisión dividida y casi uno y medio desde su último duelo en el ring, el púgil catalán aspira esta madrugada del sábado al cinturón del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) en categoría superligero. "A veces da vértigo soñar tan alto porque los sueños se cumplen y estoy muy cerca de hacerlo", apunta sobre su duelo contra el imbatido Alberto la Avispa Puello (23-0-0) en el que vivirá los "45 minutos más importantes de su existencia". "A día de hoy vivo por y para esa pelea", añade.

El cinturón de la CMB en disputa.

El cinturón de la CMB en disputa.David RamirezAraba

Quizás se podría decir que Sandor nació para ese combate o al menos, para momentos como este. Hijo de un entrenador de boxeo y de una propietaria de una tienda deportiva, el camino hacia los guantes parecía estar marcado desde niño. "Jamás lo hice obligado, pero sí condicionado por ser el negocio familiar y luego, a base de trabajo y constancia, sin ningún secreto, se me dio bien", afirma el actual campeón de Europa desde 2019 tras vencer a Andrea Scarpa en Barcelona y haber defendido su título con éxito en dos ocasiones.

Fue bajo la estricta batuta de su padre, Rafa, propietario del gimnasio KO Verdún y actual entrenador, el que le mantuvo enfocado en el colegio, en una vida ordenada, alejado de malas compañías y centrado en una filosofía de trabajo y disciplina aplicada al deporte y a la persona que es a día de hoy. "Si lo miramos con perspectiva, pues creo que la inversión ha sido positiva", admite el boxeador.

Martín guantea con su padre.

Martín guantea con su padre.David RamirezAraba

Sandor es y siempre ha sido un tío tranquilo, pese a que su rápida zurda en el cuadrilátero dé la impresión de ser la mordedura de una víbora. El boxeador catalán dice haber siempre evitado los problemas y hace poco reveló cómo, en un intento de atraco en Barcelona, prefirió correr a enfrentarse a su agresor. «Tijera contra puño, gana tijera», bromea sobre una situación que, por desgracia, se está volviendo más habitual en su ciudad. De hecho, el púgil critica las políticas que permiten que haya más delincuencia en la capital catalana y le preocupa por el futuro que vaya a vivir su hija de 18 meses.

Un bebé que llegó casi cuando fue nombrado aspirante al título mundial y que ha visto a su padre más veces en el gimnasio que en casa. Es su mujer y su familia quienes se ocupan de ella para que Sandor pueda estar centrado. "Yo, muy agradecido y ahora toca devolvérselo con una victoria", apunta sobre la dureza del largo campamento que ha tenido que afrontar para esta cita, casi siete meses, y de la importancia del descanso como pilar para una buena preparación física. "No es lo mismo dormir ocho horas que cuatro y cuatro y levantarte tres veces", y añade con media sonrisa: "Si por no haber dormido te llevas cuatro hostias, la cosa se complica". Como reafirma el púgil, perder un partido para un futbolista es un daño menor a perder un combate, ya que en el boxeo no suele haber segundas oportunidades.

El púgil catalán practica con el saco.

El púgil catalán practica con el saco.David RamirezAraba

A él le va a llegar la suya algo tarde, 31 años, la misma edad con la que se hizo con su primer título mundial Javier Castillejo, el Lince de Parla. Fue en 1999, una época en la que el boxeo no tenía que competir contra la pujanza mediática de las MMA y la figura de un Ilia Topuria que es un fenómeno planetario. "El boxeo es un gigante dormido", explica Sandor sobre un deporte que dice que sólo en Cataluña realiza más veladas que las Artes Marciales Mixtas en toda España. Pide más transparencia y un cambio en su estructura para devolverle el brillo de antaño.

Y eso él lo conoce bien porque además de deportista de élite también es promotor de combates de boxeo con su empresa Barcelona Boxing Nights y colabora con Ibai Llanos en la organización de La Velada del Año. Asegura que mucha gente se apunta a gimnasios enganchados por los eventos del streamer y que hoy se dedican al boxeo. Además, afirma que este tipo de eventos ayuda a eliminar la "estigmatización" que, dice, vive hoy el deporte que se lo ha dado todo.

El bucal que llevará el boxeador en la pelea con Puello.

El bucal que llevará el boxeador en la pelea con Puello.David RamirezAraba

Le queda subir un escalón más, el que le convertiría en el Guerrero numero 13, es decir, el decimotercer campeón mundial español masculino. Hay 15 entre los dos sexos. Será en Brooklyn, un lugar que estará más con Puello, pero en el que no espera ninguna encerrona. "Siempre me ha motivado pelear fuera, el ambiente hostil y la gente en contra es como más a gusto me siento", apostilla un boxeador que esta madrugada no duda que volverá a España con el título de la CMB de superligero en su cintura.

Aleksandre Topuria, hermano de Ilia, cambia el combate con Thicknesse con un gancho y se lleva la pelea

Aleksandre Topuria, hermano de Ilia, cambia el combate con Thicknesse con un gancho y se lleva la pelea

A veces cuesta volver a sufrir. Cuesta volver a ponerse las guantillas y estar preparado para dar y recibir. Pero Aleksandre Topuria había cumplido el papel con su hermano, le había permitido volar, le había ayudado a despegar y ahora era su turno de reactivar su propio camino casi dos años después. Y no iba a desaprovecharlo. El contrato en la UFC esperaba.

Fue un gancho en el primer round el que allanó el camino de la victoria ante Colby Thicknesse. Porque, como dijo el propio Topuria al terminar la pelea: "La estrategia está bien, pero a veces un golpe lo cambia todo". Y eso fue lo que ocurrió y lo que terminó borrando el clean sheet del australiano (7-1) cuando, al finalizar los tres rounds, el brazo que se alzó al aire fue el de Topuria (6-1) por decisión unánime de los tres jueces (30-27)

Y es que el combate de peso gallo (135 libras) comenzó con Thincknesse controlando bien la distancia con varias patadas más efectistas que efectivas y Aleksandre sin saber muy bien cómo meterle mano. Pegaba jabs y manos al cuerpo, pero no conseguía hacer daño con el poder que, dice Ilia, tiene en sus manos.

Entonces, tras un amago al cuerpo, consiguió golpear con un gancho de derecha a Thicknesse, que lo acusó, y la pelea viró hacia la esquina del hispanogeorgiano. Los primeros cinco minutos terminaron con un suplex magistral (una llave) que tumbó pero no noqueó al australiano.

El segundo asalto se vio a un Thicknesse más activo, pero incapaz de conectar con un rápido Topuria que entraba, pegaba y salía. Las tarjetas no mentían, 20 y 21 golpes conectados para el mayor de los Topuria en los dos primeros asaltos por 9 y 14 para Thicknesse. El combate estaba en la mano.

Así, en el tercero, El Conquistador ya supo que tenía el territorio en sus manos y lo que hizo fue "ocuparlo". Se mantuvo casi los cinco minutos agarrado a Thicknesse sin dejarle realizar ninguna maniobra. Inteligencia frente a fuerza bruta. Quizás Ilia hubiese buscado el knockout, pero Aleksandre prefirió no arriesgar. "Estaba preparado para cualquier escenario", admitió el hispanogeorgiano.

A domicilio

El mayor de los Topuria se presentaba en la UFC 312 en casa de su rival y también de Volkanovski, su mentor. Debía soportar la presión de debutar en el Olimpic Park de Sidney bajo la atenta mirada no sólo de Volk, sino de su propio hermano y campeón del mundo de la UFC de peso pluma. Y ante un rival inesperado tras la baja por lesión de Cody Haddon.

De hecho, Ilia se mantenía siempre a la espalda de Aleksandre como evidenciando que los focos debían ser sólo para su hermano. Fue el menor el que le puso el protector bucal al Conquistador, con una bandera de España de un lado y la de Georgia al otro. Igual que la enseña con la que se cubrió el vencedor tras la victoria. "No siempre es como te imaginas. Este rival me ha mostrado una gran pelea, y eso me ha valido un contrato en la UFC", explicó el luchador tras terminar la pelea.

Ilia Topuria: Dos puñetazos históricos y a por el peso ligero en 2025

Ilia Topuria: Dos puñetazos históricos y a por el peso ligero en 2025

Con dos puñetazos asombró al mundo. El primero le hizo campeón del peso pluma de la UFC y el segundo le convirtió en leyenda. Ilia Topuria (Halle, 1997) ya mira en el retrovisor a luchadores míticos de las artes marciales mixtas como Alexander Volkanovski y Max Holloway. Derrotó a ambos en 2024, al primero en febrero y al segundo en octubre. Más que derrotarlos, les noqueó, algo que nunca le había ocurrido al luchador hawaiano, y su nombre empezó a sonar entre los mejores luchadores libra por libra de la empresa presidida por Dana White.

Ahora ocupa el cuarto puesto de la Ultimate Fighting Championship (UFC) y tiene delante a Álex Pereira, Jon Jones e Islam Makhachev, en ese orden. A los dos primeros no tiene opciones de enfrentarse, ambos en categorías de peso muy superiores al hispanogeorgiano y, además, Jones es uno de los peleadores favoritos del Matador. Pero al número uno no sólo puede sino que su gran objetivo este 2025 es enfrentarse a él en su propia categoría y una de las más competidas y atractivas de la UFC, donde por cierto pelea otro español, Joel Álvarez.

Topuria anunció que subiría al peso ligero este 2025. Se acabaron los dolorosos recortes para estar en los 65,8 y se le facilita esa última parte del training camp ya que puede dar 70,3 kilos en la báscula y no rebotando peso en 24 horas, un proceso muy exigente para el organismo. "Estoy cansado de dar oportunidades a los chicos pequeños", fue el recibimiento que le quiso brindar el dagestaní a su categoría. Pero con el crecimiento de popularidad del hispanogeorgiano, Makhachev abrió una puerta por la que Topuria quiere pasar. "Al 100% tendremos algún tipo de conversación. Habla todo el tiempo de mí. Probablemente, quiere algo de mí y me gustaría saber el qué. Lo veremos y hablaremos", concedió el ruso.

"Si alguien lo merece, es él"

El gran reto del Matador era enfrentar y ganar al mejor peleador actual de la UFC, pero debía colocarse en posición de poder aspirar a esa pelea con varias opciones abiertas. La primera y más obvia es conceder la revancha a Alexander Volkanovski, algo que aseguró que ocurriría segundos después de vencer a Max Holloway. "Lo volveremos a hacer, te lo mereces. Ha hecho siete defensas o más. Si alguien lo merece, es él. Vamos a hacerlo, hermano", dijo desde el octógono de Abu Dhabi a un Volkanovski presente en el enfretamaniento con el hawaiano.

Ilia Topuria golpea a Volkanovski.

Ilia Topuria golpea a Volkanovski.Getty

La segunda es esperar al daguestaní peleando desde las 155 libras y cortarle los posibles rivales para ponerse el primero en la lista de espera para el título del peso ligero. Así, las opciones principales y que más atraen al Matador pasarían por pelear con Charles Oliveira, algo que ya expresó públicamente, y si no también existiría la posibilidad de enfrentarse a Dustin Poirier. Y entonces llegó la invitación del entrenador de Makhachev, el mítico Khabid Nurmagomedov, "Si sube de peso y gana a alguien como Oliveira o Poirier, es el siguiente en la cola", admitía el preparador del team Khabib.

Con un pie en la puerta, el siguiente paso es elegir el salón y Topuria lo ha dicho en multitud de ocasiones que su objetivo es el Santiago Bernabéu en 2025. Las opciones del coliseo blanco eran limitadas, toda vez que Dana White no es muy propenso a grandes estadios por los problemas de visibilidad. Además, las veladas numeradas de la UFC, las más prestigiosas, estaban casi comprometidas para el próximo año y White, con el crecimiento de Topuria y la consolidación de Joel Álvarez sólo considera una de ellas para aterrizar en nuestro país.

El año de España en la UFC

Así, 2025 se presenta apasionante e incierto para el futuro de El Matador. Lo más lógico es que pelee entre abril y mayo, pero falta conocer el rival definitivo para sumar una nueva rosa a su cartilla de 16-0-0. El que seguro que no será es Connor McGregor, o McChicken, como le ha rebautizado el propio Topuria. "Los rumores de una pelea con McChicken son falsos. No peleo ni me interesa pelear con un violador", espetó el hispanogeorgiano haciendo referencia a la condena que recibió el irlandés por agredir sexualmente a una mujer en 2018.

Topuria celebra su título mundial.

Topuria celebra su título mundial.AP

2024 fue el año de Topuria, pero también lo fue el de España en la UFC. En las artes marciales mixtas hay que destacar las victorias de Joel Álvarez en el peso ligero. El asturiano sumó dos más a su cartilla y también por ko, como las 20 restantes. Y Dani Bárez se reencontró con la victoria en su pelea contra Victor Altamirano y para el año que viene habrá otro Topuria en el circuito. Aleksandre, hermano y asistente de Ilia, se estrenará en el peso gallo a principios del año que viene.Tantos años a la sombra del Matador, el pequeño de los Topuria reclamará los focos para él el año próximo.

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Era el día previo al pesaje de la pelea ante Max Holloway e Ilia Topuria no podía dormir. No porque el campeón del peso pluma estuviera preocupado por la pelea o por dar los 65,8 kilos pertinentes en la báscula. "Las peleas se ganan en los entrenamientos", le dice siempre a su equipo y los suyos, esos seis meses intensos de training camp, habían sido espectaculares. Estaba preparado tanto física como mentalmente.

Así que, para volver a conciliar e

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