Alemania no se toma en serio la Eurocopa: atascos, obras, espontáneos y (casi) todo cerrado

Actualizado Jueves, 27 junio 2024 - 22:27

Cuando la UEFA anunció en septiembre de 2018 que Alemania sería la sede de la Eurocopa 2024 nadie dudó que la organización rozaría la excelencia. La mirada crítica se situaba entonces en cómo sería el Mundial de Qatar. El siguiente campeonato de Europa, previsto para 2020 pero retrasado por la pandemia a 2021, iba a ser itinerante y después habría una exótica prueba de fuego para toda la maquinaria del fútbol internacional. Se agradecería que apenas dos años después la Eurocopa fuera el corazón del continente, con sedes en grandes ciudades de fútbol y con estadios renovados y preparados para un gran evento desde 2006.

No había que sufrir con los plazos de finalización de obras ni con los accesos y desplazamientos, algunos en un radio de menos de 100 kilómetros, ni tampoco por la organización interna de los partidos. O al menos eso se esperaba. La sensación vivida desde dentro es que Alemania no se ha tomado en serio este campeonato.

En esta primera fase se han sucedido caos inimaginables. Las ciudades, engalanadas, eso sí, han vivido algo de espaldas a la competición, sin que ni comercio ni hostelería fueran sensibles al aluvión de visitantes. Tampoco se ha visto alterado el ritmo cotidiano en la previsión de accesos y traslados. Los atascos en las carreteras han sido constantes y han complicado la movilidad de los aficionados que, especialmente en la cuenca del Ruhr, han viajado de Dortmund a Gelsenkirchen, Colonia o Düsseldorf. Un enviado especial tardó tres horas en recorrer 100 kilómetros que separaban la concentración de Turquía de Essen. La mejor opción ha sido el transporte público, muy extendido y con buen funcionamiento, pero a veces no ha resultado suficiente para llegar a estadios alejados del centro de las ciudades.

De la grada al césped

Pero donde especialmente ha flaqueado esta primera fase es en la seguridad. El Gobierno alemán puso especial énfasis en controlar cualquier amenaza -y sólo hubo una en Hamburgo, un hombre que portaba un cóctel molotov cerca de una fan zone y que fue abatido- y lo ha conseguido, como también que los altercados quedaran en alguna reyerta entre aficiones, un balance aceptable si se tiene en cuenta que se concentraban algunas de las más violentas de Europa con rivalidades ancestrales.

Lo llamativo es lo que ha ocurrido dentro de los estadios, en el propio césped, que también ha sido objeto de crítica por algunas selecciones. Especialmente el Deutsche Bank Park de Frankfurt, que la UEFA ha reconocido que debe cuidar una vez acabada esta fase de grupos porque no está a la altura de una competición internacional de primer nivel.

El césped no lo han pisado todos los jugadores en esta Eurocopa. Más de una decena de espontáneos han saltado en diferentes estadios sin que el centenar de miembros de la seguridad, contratados de la UEFA, con poca ayuda de las autoridades locales, hayan podido o sabido evitarlo. Especialmente significativo fue lo ocurrido durante el Turquía-Portugal en Dortmund, con una aplastante mayoría de seguidores turcos que no renunciaron a intentar fotografiarse con Cristiano Ronaldo... durante el partido.

Botes de humo y bengalas

Comenzó un niño, que logró su objetivo y provocó la sonrisa del portugués, pero le siguieron cuatro adultos y otro menor, lo que acabó desesperando al astro. «Porque tenían buenas intenciones, pero es increíble que esto ocurra», lamentó su entrenador, Roberto Martínez. Este hecho ha provocado que Cristiano recorra el interior de los estadios siempre acompañado por seguridad.

A la pasión en las gradas, que especialmente han puesto las aficiones balcánicas, también ha generado problemas. En estadios donde se revisan exhaustivamente hasta los bolígrafos de los profesionales, se han colado botes de humo y bengalas prohibidísimas por la UEFA. No una ni dos, sino muchas de la primera a la última jornada de esta primera fase.

Tampoco han faltado los lanzamientos de objetos, en concreto de vasos con cerveza. Han volado hacia las tribunas de prensa desde las gradas superiores, a veces fruto de la euforia y otras de la frustración, pero también hacia los banquillos. Gareth Southgate fue víctima en el Inglaterra-Eslovenia de la última jornada, con su equipo incapaz de ganar y los hooligans enfadados. La suerte es que no lograron hacer blanco.

Botes de humo en la grada de Portugal.

Botes de humo en la grada de Portugal.C. NEUNFOREFE

Si la organización correspondiera a un club, la multa sería extraordinaria. Pero no parece que la UEFA se auto sancione, a pesar de que va revisando sus protocolos sobre la marcha ante las quejas. Zonas mixtas, horas de acceso a los estadios o condiciones de trabajo de los medios se han ido modificando a lo largo de estas dos semanas ante la evidente inoperancia.

No todo ha sido revisado. En esta Eurocopa se ha visto mucho tiempo efectivo de juego y poca visita del colegiado a la pantalla VAR. Se han findo del auxilio desde la sala VOR aunque, pese a la explicación en los videomarcadores de la decisión, algunas han sido polémicas.

Lo que también ha funcionado es la tecnología de gol. Vibró el reloj del colegiado del Turquía-Portugal tras el autogol más tonto del campeonato que elaboraron entre el defensa turco Samet Akaydin y su guardameta Altay Bayindir. De todo parece haber tomado nota la UEFA para aumentar el espectáculo de una competición que se acelera a partir del próximo sábado.

En el corazón de Georgia, el rival de España: la tierra Sakartvelo, la patria Samshoblo y un patrocinio de Armani

Actualizado Jueves, 27 junio 2024 - 22:26

Nada de lo que ocurrió en las entrañas del Arena AufSchalke desde que Georgia puso un pie en los octavos de la Eurocopa es casual. Todo tiene, buscado o no, un simbolismo que va más allá del balón. Estos futbolistas son un emblema para las nuevas generaciones de un país orgulloso que quiere, como en el campo, conquistar a Europa. El aldabonazo en Alemania, venciendo a Portugal y enfrentándose a España, es una metáfora de que quieren colocarse en todos los mapas.

Cuando Saba Lobjanidze enfiló, altavoz en mano, el largo pasillo de la zona mixta, lo seguían Mekvabishvili, Kvekveskiri y se fueron sumando jugadores al grito 'Sakartvelo'. No era un cántico de jugadores eufóricos que, hasta hace apenas un año, casi eran desconocidos si los encontraban por las calles de Tiflis. Era un grito patriota. Para los georgianos no existe Georgia sino Sakartvelo, «la tierra de los kartvelianos», los habitantes del Reino de Kartli que ocupó parte del actual territorio hasta el siglo XV. Allí hunden sus raíces estos jugadores que ni siquiera superan la treintena y que, por eso, han establecido un vínculo directo con la juventud del país.

Comparten inquietudes, sueño europeísta y orgullo nacional, porque como quienes salen a las calles a manifestarse, ellos tampoco se esconden. «El camino de Georgia pertenece a Europa. ¡El camino europeo nos une! ¡Hacia Europa!», afirmaba Kvaratskhelia en febrero cuando la UE abrió las puertas a la adhesión de Georgia. «¡El camino y el futuro de Georgia pasan únicamente por Europa!» decía Giorgi Mamardashvili, el nuevo ídolo, que ya es imagen de marcas como Emporio Armani o Pepsi.

«Como tres Champions»

«No he conocido un jugador con más sentimiento patriótico que él, lo lleva muy dentro», cuenta José Manuel Ochotorena, entrenador de porteros del Valencia y formador del mejor guardameta del torneo. «Cada cosa buena que hace piensa en lo importante que es para su país. Con la clasificación era el hombre más feliz del mundo. Como si hubiera ganado tres Champions. Cuando volvió a Valencia me contó que la noche del partido ante Grecia que les llevó a la Eurocopa casi no puede entrar en su casa de la gente que le esperaba», relata a EL MUNDO.

Y es que este grupo que dirige Willy Sagnol es mucho más que una suma de deportistas. Son ídolos por lo que hacen en el campo, donde sólo el luchador Ilia Topuria en el ring les gana en popularidad, y fuera. Pocos tienen un recuerdo de la invasión rusa que les arrebató dos provincias, Abjasia y Osetia, pero todos saben que no quieren vivir bajo la suela de esa bota de la que se libraron tras la caída de la URSS. «Cuando yo llegué en 2011 había aún ambiente de guerra y estos chicos conocen las dificultades que ha vivido su gente, la pobreza y las condiciones de vida que aún están muy por debajo de las de Europa occidental. Para todo el mundo era impensable que consiguieran esto», cuenta Carles Coto, que fue jugador del Dinamo de Tiflis durante tres temporadas. Fue junto a Xisco Muñoz, Alex García o Andrés Carrasco uno de los pioneros en «españolizar» el fútbol en Georgia. Ellos pusieron una semilla que luego germinó. «Jugadores como Kvaratskhelia, Mamardashvili o Mikautadze son un ejemplo de que tener lazos con Europa hace crecer», apunta el ex futbolista.

Eso es precisamente lo que piensa buena parte de la población y de los jugadores, a los que les gusta mostrarlo. En el vestuario entonaron 'Samshoblo' (Patria), una canción folk publicada después de la guerra con Rusia y hoy himno proeuropeo.

«dejadnos mostrar nuestra fuerza»

Después, en esa especie de conga por los pasillos del estadio de Gelsenkirchen a la que se unió Mikautadze -pero no el tímido Kvaratskhelia ni Mamardashvili, en el control antidopaje-, siguieron lanzando mensajes en el mismo sentido: «Estamos aquí, dejadnos mostrar nuestra fuerza, estamos juntos».

Los futbolistas georgianos festejan su pase a octavos.

Los futbolistas georgianos festejan su pase a octavos.AFP

Mientras, las banderas de Georgia seguían ondeando en manos de los aficionados que, desde las escaleras de acceso a la grada, esperaban a ver salir a su héroes. Ellos les responden. Algunos se posicionaron contra la Ley de Transparencia sobre la Influencia Extranjera, la llamada 'Ley rusa' que pretende controlar la actividad de «agentes extranjeros» en el país, lo que supone de hecho una restricción de libertades, entre ellas las de expresión y todas las que posee en colectivo LGTBI.

Esa propuesta viene avalada por el partido Sueño Georgiano, liderado por el oligarca Bidzina Ivanichvili, considerado el dirigente en la sombra del país, que ayer anunció que donará más de 10 millones de dólares al equipo nacional de fútbol por la proeza de la clasificación para octavos. Se trata de una prima mayor que la que recibiría España si termina campeona. Falta saber si estos jugadores la aceptan o queda en los fondos de la Federación, menos beligerante.

Ahora espera España, pero ellos disfrutan y hasta unen a su fiesta en su base de Velbert, cerca de Dortmund, a otro conocido luchador, Merab Dvalishvili. Eso sí, con el corazón a 4.000 kilómetros. «Me han enviado vídeos de cómo está celebrando la gente y es increíble», contaba Giorgi Kochorasvili tras el partido. Antes de la Eurocopa, el anhelo del jugador del Levante era darle una alegría su pueblo, «que lo está pasando mal». Ya lo han conseguido.

Los seis 'hijos de' en la Eurocopa: "Mi familia ha sufrido mucho"

Los seis ‘hijos de’ en la Eurocopa: “Mi familia ha sufrido mucho”

Peter Schmeichel se toma un café en la zona de prensa del Franfkurt Arena un rato antes del Dinamarca - Inglaterra, suspira y se ríe: "Esto es lo más grande, eh. Qué orgullo", contesta al periodista. El portero que ganara la Eurocopa del 92 con Dinamarca es ahora comentarista en Fox Sports. No quiere hablar mucho más porque es de esos padres que respeta la carrera de su hijo, que desea que Kasper sea también 'Schmeichel' y no 'el hijo de'. Y puede estar tranquilo. Las paradas de Kasper ayudaron a su país a empatar contra las estrellas inglesas para caminar hacia los octavos de final del torneo, donde se enfrentará a Alemania. Los Schmeichel son uno de los seis padre-hijo de esta Eurocopa.

Superado el duelo de Frankfurt, Peter fue a encontrarse con Kasper en la zona mixta del estadio. Uno con un micrófono, el otro con los guantes. "He hecho cientos de entrevistas en mi vida pero nunca he hecho esto", dijo el padre, abrazando a su hijo al terminar. Kasper le entregó la camiseta del partido como recuerdo: "Te veo luego".

En 14 años en la selección, Peter jugó cuatro Eurocopas, un Mundial y 129 partidos, y se retiró a las 37 primaveras. En 11 años en la selección, Kasper ha estado en tres Eurocopas y dos Mundiales y ha disputado 103 partidos. Tiene, como su padre cuando se retiró, 37 años. Es una espiral extraordinaria.

"Nunca me presionaron"

Dos días antes de ese Dinamarca - Inglaterra, Francisco Conceiçao se convirtió en el héroe de Portugal al marcar el gol de la victoria en el minuto 92 del partido ante República Checa. 'Chico' tiene 21 años y no había nacido cuando su padre, Sergio, anotó tres goles para arrollar a Alemania en la Eurocopa del 2000.

'Chico' ha sufrido mucho más que Schmeichel eso de ser 'el hijo de' porque juega en el Oporto y le ha entrenado su padre durante varias temporadas. "Nunca me presionaron para meter a este u otro jugador. Al final soy yo quien paga los 'platos rotos'. Francisco es un chaval que está empezando, que tiene un largo camino por recorrer", dijo Sergio en el debut de su hijo con el Oporto.

Esta semana, el pequeño de los Conceiçao se acordó de su familia en la celebración de la victoria contra los checos, donde se convirtió en el tercer jugador portugués más joven en marcar en una Eurocopa: "Es un orgullo tener aquí a mi padre, a mi madre, a mi novia, a mis hermanos... a mucha gente. Tenía ganas de dar una alegría a los portugueses, pero, sobre todo, a mi familia, que ha sufrido mucho. Esta victoria es para ellos". En la rueda de prensa, Roberto Martínez le bautizó como 'espalha-brasas' (agitabrasas), por "su habilidad para cambiar los partidos".

25 años después

Los Conceiçao son una de las dos familias cuyos padre e hijo han marcado en una Eurocopa. Para la segunda hay que viajar a Italia: Enrico Chiesa, en 1996, y Federico, en 2021, fueron los primeros. El hijo sigue formando parte de la selección transalpina, con la que ha disputado dos Eurocopas y un Mundial, y juega en la Juventus, pero no ha explotado como parecía que iba a hacerlo tras la última edición. Fue titular en los dos primeros partidos pero en el tercero, vital contra Croacia, Spalletti le sacó del once. Su padre Enrico vistió las camisetas de Parma y Fiorentina, entre otros, y jugó con la selección la Eurocopa del 96 y el Mundial del 98.

Los otros tres padre-hijo de este torneo están en Francia, Rumanía y Países Bajos. Marcus Thuram, delantero del combinado galo y del Inter de Milán, es el hijo de Lilian Thuram, que fuera defensa de la selección francesa campeona en 1998 y 2000. Les une el sentimiento nacional, aunque a nivel de clubes están enfrentados. El padre jugó para el Parma y la Juventus y el hijo brilla en San Siro tras lanzar su carrera en la Bundesliga.

En Países Bajos, Daley Blind exprime sus últimos partidos con la selección tras haber disputado 107 partidos, dos Mundiales y dos Eurocopas. Su padre Danny defendió 42 veces la camiseta de la selección en dos Mundiales y dos Eurocopas. En Rumanía, Ianis Hagi lleva a su espalda el apellido del futbolista más importante de la historia del país, el de su padre Gica. El eterno '10' disputó tres Mundiales y tres Eurocopas durante la época más exitosa de su selección, aunque ahora Ianis tiene la oportunidad de superar sus logros.

Rumanía jugará en octavos contra Países Bajos y si gana igualará los cuartos de final conseguidos en la Eurocopa de 2000, el último gran torneo de Hagi como futbolista. Un éxito de padres a hijos.

España - Georgia, final anticipada

España – Georgia, final anticipada

He aquí que este domingo, a las 21 horas, en Colonia, y todavía en octavos, tenemos una final prematura. Anticipada, que es como el fútbol ha denominado siempre a esos partidos en los que los teóricamente mejores equipos de la competición se enfrentan antes de tiempo.

Y es que este domingo, a las 21 horas, en Colonia, etc., se miden España y Georgia. Pero... ¿cómo incluye usted a Georgia en las alturas del escalafón?, objetarán algunos. ¿Cómo elevar a tal categoría a un equipo que ha terminado tercero en su grupo luego de ganar al Portugal de los suplentes, empatar con la eliminada República Ch

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El hombre más rico de Georgia recompensa a su selección de fútbol con 10 millones

El hombre más rico de Georgia recompensa a su selección de fútbol con 10 millones

Actualizado Jueves, 27 junio 2024 - 18:07

El oligarca Bidzina Ivanichvili, considerado el dirigente en la sombra de Georgia, donará más de 10 millones de dólares al equipo nacional de fútbol, clasificado el miércoles para octavos de final de la Eurocopa-2024, anunció el jueves su partido político.

Los jugadores de ese pequeño país del Cáucaso derrotaron el miércoles a Portugal por 2-0, un triunfo histórico en su primera gran competición internacional.

La selección que dirige el francés Willy Sagnol se enfrentará el domingo a uno de los favoritos del torneo, España, tres veces campeona de Europa.

Sea cual sea el resultado en ese partido, el partido gobernante en Georgia anunció que su presidente de honor concedería al equipo una recompensa de 10,7 millones de dólares.

La cantidad se doblaría si Georgia elimina el domingo a España y se clasifica a los cuartos de final.

Bidzina Ivanichvili, el hombre más rico de esta ex república soviética, preside discretamente el destino de Georgia desde hace una década aunque no desempeña funciones gubernamentales.

Su fortuna está estimada en 4.900 millones de dólares, lo que supone casi un cuarto del PIB del país.

Este hombre de 68 años fue primer ministro de 2012 a 2013, después de haber fundado un partido político que opera en los últimos años un giro conservador y antioccidental.

Sus críticos le acusan de querer desviar a Georgia, candidata a ingresar a la Unión Europea, de su camino hacia Occidente para aproximarla a la órbita de Rusia.

Nacho y su adiós al Real Madrid: “Se me va a poner la vida patas arriba, pero es lo que necesito”

Actualizado Jueves, 27 junio 2024 - 13:25

Nacho hizo una cosa que no hace nadie. "Lo primero, buenos días y muchas gracias por la paciencia que habéis tenido conmigo", le dijo a los periodistas, pues el central de la selección española ha sido uno de los más solicitados estos días y no ha sido hasta este jueves, tras 20 días de concentración, cuando los aficionados han podido escuchar su voz. "Es la decisión más difícil que he tomado en mi vida", fue lo tercero que dijo, pues era obvio que la selección era algo secundario. Nacho, seis Copas de Europa, 23 años en el Real Madrid, se va del club blanco y quería explicarlo.

"Te mentiría si te dijera que no he tenido dudas en estos meses, pero es una decisión muy meditada", anunció. Contó que ya en la temporada 22/23 tuvo dudas sobre si seguir o no en el Real Madrid, pero que no fue hasta este curso cuando tomó la decisión. "Yo le transmito al club mi deseo de salir hace unos meses, y luego, como ha sido todo tan bonito, cuando haces una temporada donde sólo pierdes dos partidos, pues mira, ni soñando me hubiera salido un final tan bonito".

Ha explicado que estos días ha estado inquieto, que le hubiera gustado llegar a la Eurocopa con su futuro resuelto, algo que no pudo ser y que le llevó a firmar su contrato el mismo día del partido contra Italia, algo, como mínimo, cuestionable. "Los jugadores estamos expuestos a estas situaciones, y no me ha afectado en nada, ni a mi ni al grupo. Quiero agradecer a Luis [De la Fuente] el trato que ha tenido conmigo", dijo, al tiempo que hizo otra cosa que no suelen hacer los futbolistas, que es elogiarse a sí mismo.

¿Qué nota te pones en estos años en el Real Madrid? "Me pongo un 10, sinceramente. Sé en el club donde estoy. Lo de 'Nacho siempre cumple' estaba bien al principio, pero luego he demostrado ante los mejores delanteros del mundo lo que valgo. Me considero uno de los mejores, y no es por echarme flores"

Cambio total

Nacho, el otro día, le dijo a su mujer: 'Mira, el cariño que he sentido estos días es el mayor título que he ganado', y dijo que no hay un por qué, un motivo concreto, nada tangible para decir adiós al Madrid. "Podría haber aguantado un año más, pero no. No hay un por qué, pero es lo que yo siento", dijo. No escatimó elogios para el Real Madrid y para Florentino Pérez, que le mantuvieron las puertas abiertas hasta el final por si decidía echarse atrás. "Muy agradecido al presidente del Real Madrid, que para mí es como un padre".

"Cuando Toni [Kroos] se estaba despidiendo, yo ya sabía que me iba, pero el fútbol y la vida no me dejaron en ese momento tener mi futuro resuelto. Me hubiera encantado despedirme como Kroos, pero no necesito una despedida así para saber lo que me quiere el club y la gente", ha explicado, insistiendo en que necesita algo diferente, una experiencia nueva. "Se me va a poner la vida patas arriba, pero es lo que necesito", dijo quien va a firmar por el Al-Qadsiah, el equipo de Arabia Saudí que entrena Míchel.

Turquía vence al poderío checo y se medirá en octavos a la Austria de Rangnick

Turquía vence al poderío checo y se medirá en octavos a la Austria de Rangnick

Actualizado Miércoles, 26 junio 2024 - 23:19

La derrota de los turcos ante la Portugal de Cristiano y Bernardo Silva en el último partido fue muy dura. Contundente. Quizá no esperada por la gran diferencia que se vio entre ambas selecciones y por los tres puntos logrados en el primer partido ante Georgia. Ayer a Turquía le valía con un empate para clasificarse, pero su técnico Montella no quiso especular y apostó por dar la titularidad a Arda Güler para intentar vencer a una República Checa que, con un único punto, necesitaba la victoria para pasar de ronda. [Narración y estadísticas (1-2)]

El poderío físico de los checos fue evidente desde el primer minuto de partido. Solo fue necesario un saque de banda de Coufal para hacerse una idea de que no iba a ser un partido plácido. Más bien todo lo contrario. Provod fue el primero en probar a Günok con un disparo desde media distancia, pero una imprudencia de Barak dejó a la República Checa con uno menos en el minuto 20. Y Turquía, que vivía cada balón parado con un nudo insoportable en la garganta, pudo tomar algo de aire y soltarse un poco más. Sobre todo en ataque, donde Yildiz y el extremo del Real Madrid atraían todas las miradas.

Todo pudo cambiar

Justo antes del descanso el arquero turco tuvo que esmerarse para tapar un veloz contragolpe que quiso finalizar Jurasek. Una ocasión que con el resultado de Georgia, pudo cambiarlo todo.

En la segunda parte, Turquía salió decidido y un centro de Yilmaz por la izquierda, lo finalizó Calhanoglu con un disparo cruzado. Todo parecía sentenciado, pero un balón aéreo mal blocado por Günok, lo envió Soucek a la red para empatar el partido en el 66 y poner todo el grupo pendiente de un gol. Con el partido roto, los turcos resistieron y en el 94, Tosun lo sentenciaba con un contragolpe letal.

Kvaratskhelia agiganta a Georgia para descoser a Portugal, estrellada en Mamardashvili

Actualizado Miércoles, 26 junio 2024 - 23:07

Georgia es orgullo, descaro y pegada. Necesitaron eliminar a Grecia, campeón de Europa, en una repesca y, siendo una cenicienta debutante, derrotó a otro campeón, Portugal, para seguir viva en los octavos de final. Tuvieron las ideas claras y el fútbol suficiente para ganarse la clasificación cuando nadie lo esperaba, generando dudas en una de las favoritas, invicta desde la llegada de Roberto Martínez al duelo del Gelsenkirchen.

Los grandes jugadores aparecen cuando se les necesita. Estaba recostada Georgia en el acierto de Mikautadze y del gigante Mamardashvili, pero Kvaratskhelia afloró también en el momento justo, como si tener enfrente a su ídolo, Cristiano, le hubiera espoleado. Podía escribir la historia, lo tenía en sus manos y no estaba dispuesto a desaprovecharlo. Les había avisado Sagnol de que enfrente tendría una Portugal diferente, la unidad B a la que su seleccionador quería premiar pero en la que mantuvo a su astro en busca del gol que le lleve a los anales de la Eurocopa, una vez más.

El plan se torció en dos minutos, los que tardó Antonio Silva en cometer el primer error. Con la parsimonia que caracteriza a la selección lusa, quiso jugar el balón atrás y Mikautadze, listo, se lo robó para lanzárselo al espacio a Kvaratskhelia, un movimiento letal que desnudó a toda la defensa. A máximas revoluciones, encaró a Diogo Costa para batirlo con un disparo cruzado que pasó entre sus piernas. Nadie en el AufSchalke dudó de que esa carrera iba a acabar en otro gol para la historia de Georgia.

Portugal tiene los deberes hechos hasta octavos, pero le tocaba reaccionar. No valía sólo con pedir perdón, había que demostrar. Poco a poco fue encerrando a los cruzados georgianos en su campo y, a unos metros de la medialuna de la frontal, nació su primera ocasión en forma de falta que Cristiano quiso lanzar. Con su clásica estampa de piernas separadas y profunda respiración, lanzó un obús que desvió Mamardashvili. Sabía el guardameta valencianista que seguir en la Eurocopa está en sus guantes.

Se volcaba Portugal, pero la disciplina y la solidaridad parecía multiplicar a los georgianos, que no daban un segundo para pensar, un ritmo ante el que los hombres de Martínez se atascan. Palinha no estaba dando el equilibrio necesario ni Joao Neves podía coger el mando para hacer volar a Neto y Conceiçao. Sólo Joao Félix, por primera vez titular, inventó algo, como el mejor tiro desde dentro del área. Desde lejos lo intentó el propio Palinha y forzó algún córner que volvió a obligar al portero georgiano a despejar, con el peligro de que, como ocurrió, el rechazo lo pudiera cazar el ala del Oporto para mandarlo, esta vez, al lateral de la red.

Andaba Portugal enredada y, en apariencia, Georgia cómoda y siendo capaz de acelerarse a la carrera. Aún así, Gvelesiani evitó el gol de Cristiano evitando que rematara a bocajarro en el pico del área pequeña por el palo corto de Mamardashvili.

Pese al acoso, los georgianos buscando cómo estirarse contras que dañaban, y mucho, a Portugal. Empezaba a desesperarse Cristiano sin contacto con la pelota y reclamó a voz en grito un penalti que el colegiado suizo no vio. Al vestuario se fue con esa jugada en la cabeza, protestando a todos, y con el resquemor de la derrota.

Volvieron los portugueses al campo con más ímpetu y a punto estuvieron de empatar en un mal despeje de un córner que caramboleó entre defensas y que no pudo embocar Ronaldo. Se iba arriba Portugal y Georgia respondía igual, corriendo hacia el área. Eso hizo Kakabadze, al que trabó Antonio Silva, pero el VAR no avisó al árbitro hasta que, en un correcalles, Mamardashvili voló para salvar un remate de Dalot. No hubiera valido porque, el suizo Schärer fue al monitor para señalar el punto de penalti. No falló Mikautadze para apuntar el sueño y colocar su nombre entre los a seguir de cerca en el torneo.

Podía insistir Portugal y lo hizo de manera continua desde todos los puntos del área que se puedan imaginar. Pero Georgia tenía anocha a Mamardashvili y defendía con tres millones de jugadores, todo el país.

Georgia, rival de España en los octavos de final de la Eurocopa: estos son todos los cruces

Actualizado Miércoles, 26 junio 2024 - 23:01

España se medirá a Georgia en los octavos de final de la Eurocopa. La sorprendente victoria de los georgianos sobre una Portugal llena de suplentes (2-0) les ha dado el pase a la ronda de eliminatorias como uno de los mejores terceros. Turquía, que ganó con República Checa (2-1), finaliza segunda y se enfrentará a Austria.

Los octavos de final quedan así:

Alemania - Dinamarca

España - Georgia

Portugal - Eslovenia

Francia - Bélgica

Rumanía - Holanda

Austria - Turquía

Inglaterra - Eslovaquia

Suiza - Italia

La segunda fase comenzará este sábado 29 con el Suiza - Italia y el Alemania - Dinamarca y la primera ronda terminará el 2 de julio, con España jugando el domingo 30 a las 21:00 en Colonia ante Georgia. Después, si gana, jugaría contra el ganador del Alemania - Dinamarca el día 5 a las 18 horas en Stuttgart.

Georgia puede parecer un rival débil, pero los datos son los que son: tienen al Pichichi del torneo, el delantero del Metz Georges Mikautadze, que ha anotado tres goles, y una estrella como Kvaratskhelia, que hoy marcó el primer gol contra Portugal.

Eso sí, España, sobre el papel, es máxima favorita. Más allá de los goles de Mikautadze y Kvaratskhelia, Georgia es la selección con peor ránking FIFA de la Eurocopa y sus enfrentamientos oficiales con España resultaron en seis derrotas. Dos de ellas, precisamente, en la fase de clasificación para esta Eurocopa.

España ganó 1-7 en Tbilisi en septiembre del año pasado, con hat-trick de Morata, y repitió triunfo en noviembre, en Valladolid, cuando volvió a pasar por encima de los georgianos: 3-1.

Después de una contundente derrota contra Turquía en el primer partido de la fase de grupos (1-3), Georgia ha conseguido reaccionar en estos últimos días y tras empatar contra la República Checa, ha conseguido los tres puntos ante los suplentes de Portugal y se ha metido en octavos de la Eurocopa por primera vez en su historia. Un rival inferior pero con hambre.

Problemas judiciales, una camiseta fea, un Zamora... ¿en qué recuerda esta Eurocopa a la de 2008?

Problemas judiciales, una camiseta fea, un Zamora… ¿en qué recuerda esta Eurocopa a la de 2008?

Serán tonterías, pero... Estos días en Donaueschingen, donde de repente hace un calor de mil demonios y donde de repente se pone a llover como si se fuera a acabar el mundo, estos días, pues, en Donaueschingen se buscan, aunque con la boca pequeña, los parecidos que hay entre esta Eurocopa y la de 2008. Y se baja al detalle. Por ejemplo. El portero de aquella selección inolvidable era Iker Casillas, al que le metieron 32 goles en 36 partidos (0,89) en el curso 2007/2008 para ganar el Trofeo Zamora. España no había acudido a ninguna fase final más con un portero en posesión de ese título hasta hoy. Unai Simón es el Zamora de la Liga con 33 goles en 36 partidos (0,91). Números casi idénticos. Otro detalle: la marca que viste a la selección desde hace ni se sabe, Adidas, ideó para 2008 una segunda equipación dorada que dejó atónito al personal, reacción muy similar, casi idéntica, a quienes pusieron la televisión el pasado lunes para ver el traje amarillo que España luce en 2024. ¿Casualidades? Quién sabe...

Más allá de las anécdotas, sí existen situaciones equiparables entre aquella Eurocopa de Austria y Suiza y esta de Alemania. Son 16 años de diferencia, pero los problemas en la cúpula (Villar entonces y Rocha ahora), la falta de sostén popular al seleccionador (Luis entonces y De la Fuente ahora), o la poca conexión, en el inicio del torneo, de los jugadores con el gran público recuerdan a 2008. Fernando Torres y David Villa, dos de las estrellas de aquel campeonato que terminó con 44 años de penurias, recuerdan para EL MUNDO esta parte, la deportiva, que fue la que ellos vivieron en primera persona. Pero antes, los despachos.

Para saber más

En 2008, Ángel María Villar, que ya llevaba 20 años presidiendo la Federación, mantuvo un litigio con el Gobierno de Zapatero a cuenta de poder celebrar o no las elecciones antes de los Juegos Olímpicos. En 2024, Pedro Rocha impulsa una pugna soterrada, vehiculada entre acuerdos que no se cumplen y movimientos extraños, con el Gobierno de Sánchez a cuenta de poder presentarse o no a las elecciones. En ambos casos, la Federación amenaza al Ejecutivo con llamar a papá UEFA y FIFA y que ellos castiguen a España sin jugar Eurocopas y Mundiales y, por si fuera poco, dejarle sin el Mundial 2030.

En 2008, Luis Aragonés llegó al torneo con medio país (futbolístico) en contra y con el otro medio ajeno directamente a lo que se avecinaba. En 2024, Luis de la Fuente tenía al país entero en esta segunda situación, como si la cosa no fuera con la mayor parte de la afición. En 2008, los jugadores que luego mudaron en estrellas eternas eran proyectos o realidades en sus primeras fases. Por ejemplo, si las Champions sirven para cuantificar el nivel, a la Euro de 2008 España acudió con cinco jugadores que habían ganado seis títulos: Iker (2) y luego Xavi, Puyol, Iniesta y Xabi Alonso. En este torneo de 2024, hay menos jugadores campeones (Carvajal, Nacho, Joselu y Rodrigo), aunque claro, sólo los madridistas suman 13 títulos. Pero, en resumen, Villa no era lo que luego fue, Xavi e Iniesta no dominaban el mundo como luego lo hicieron, y hoy se intuye ese mismo germen, con otro tipo de fútbol, en jugadores como Nico, Lamine, Pedri, Gavi (que no está aquí pero volverá), Fabián, algo más maduro a sus 28 años, igual que podía ser en 2008 Xavi...

La alineación titular de España en el partido ante Italia, en esta Eurocopa.

La alineación titular de España en el partido ante Italia, en esta Eurocopa.EFE

«Son equipos diferentes, cada uno con sus peculiaridades, pero sí que se pueden comparar en el hambre de los dos grupos. Nosotros teníamos ganas de demostrar que éramos un buen equipo, y creo que ellos también», explica David Villa, el máximo goleador de la historia de la selección, a este periódico. El suyo es un buen ejemplo. Cuando llegó al torneo de Austria y Suiza, sumaba 14 goles en 31 partidos, lejos de los 59 tantos que hoy le mantienen en el altar goleador de España. «Yo sí que veo algunos parecidos. Nosotros llegamos a aquel torneo y la gente no creía. No teníamos crédito, ni el entrenador ni los jugadores, un poco lo que ocurre hoy. Después, según fuimos avanzando, es verdad que el país se ilusionó, como está ocurriendo», cuenta Fernando Torres, que aquel año, 2007/2008, había firmado con 24 goles su mejor temporada goleadora en su primer año en el Liverpool de Benítez.

Hay hasta dos figuras equiparables. En 2008, a Marchena le llamaban el padre por su ascendencia sobre el grupo, del mismo modo que hoy todos miran a Navas como una referencia casi espiritual. Y dos arranques similares. España goleó (4-1) a Rusia en su estreno en aquella Eurocopa e hizo lo mismo con Croacia en esta. Sufrió, pero ofreciendo una muy buena imagen, para ganar a Suecia e Italia en los segundos partidos y pudo hacer descansar a los titulares en el intrascendente tercer choque, ante Grecia en 2008 y ante Albania el otro día. «Las buenas dinámicas se parecen siempre. Esta selección está en una de esas dinámicas, como lo estábamos nosotros en su momento, y eso es muy importante en un torneo corto como una Eurocopa. Yo soy optimista», prosigue El Guaje.

Intercede de nuevo El Niño Torres, hoy un tipo de 40 años que será entrenador del filial del Atlético tras conducirse con éxito en el Juvenil A. «Los jugadores que llegamos a aquella Eurocopa, igual que los que están ahora, estábamos en proceso de crecimiento, y el hecho de ir ganando nos lo permitió, así que a ellos estas victorias también les va a dar ese punto de equilibrio que te acerca a ganar». Coinciden también Villa y Torres, Torres y Villa, en que el ambiente es fundamental. "Nosotros teníamos un grupo humano muy fuerte, todos íbamos en la misma dirección y detrás del míster. Parece que ahora es igual, y eso es bueno», cierra Villa.