Alcaraz - Djokovic: horarios y dónde ver hoy por TV la final de los Juegos Olímpicos

Alcaraz – Djokovic: horarios y dónde ver hoy por TV la final de los Juegos Olímpicos

Actualizado Domingo, 4 agosto 2024 - 09:19

La resolución del cuadro masculino en los Juegos Olímpicos de París ha vuelto a deparar un duelo entre dos de los mejores tenistas del momento. Un enfrentamiento generacional que se ha convertido en un clásico moderno: Carlos Alcaraz - Novak Djokovic.

El serbio, más veterano (37 años), buscará redondear su palmarés antes de la retirada con el oro, logro que no ha alcanzado en sus cuatro participaciones anteriores. Alcaraz, por su parte, busca convertirse el campeón olímpico más joven de la historia en esta modalidad a sus 21 años.

Este será el séptimo enfrentamiento entre ambos tenistas y la igualdad en el cara a cara es máxima: tres victorias para cada uno. Eso sí, de las tres finales que han disputado, dos han caído del lado del español, ambas en Wimbledon. En la de Cincinnati, en 2022, cayó derrotado por dos sets a cero. En tierra batida solo hay dos precedentes. Alcaraz venció en 2022 en Madrid, mientras que Djokovic se llevó la victoria poco después el mismo año en las semifinales de Roland Garros.

DÓNDE VER EL PARTIDO DE ALCARAZ EN TELEVISIÓN

La final entre Alcaraz y Djokovic será uno de los platos fuertes de este domingo. Pero no será el único partido de tenis importante del día. Justo antes, Sara Sorribes y Carolina Bucsa pelearán por el bronce ante la pareja checa formada por Noskova y Muchova. Este partido, al igual que la final masculina, se jugará en la Philippe Chartier y comenzará a las 12:00. Por lo tanto, el serbio y el español deberán esperar al segundo turno de juego.

Ambos partidos se podrán seguir por televisión en La 1 de RTVE. Además, se emitirán en la plataforma web RTVE Play, donde se programan en directo todos los eventos.

Del mismo modo, Eurosport, que retransmite los Juegos Olímpicos al completo, ofrecerá estos partidos. Sus canales están disponibles en su propia aplicación y en las plataformas de DAZN o Max (antes HBO).

El mejor Carlos Alcaraz hace desaparecer a Aliassime y asegura otra medalla para España

Actualizado Viernes, 2 agosto 2024 - 15:23

Este Carlos Alcaraz ya había aparecido este año. En el último Roland Garros este Carlos Alcaraz sometió a toda su generación, con Jannik Sinner como principal víctima. En el último Wimbledon este Carlos Alcaraz acabó con la historia, derrotado Novak Djokovic, decretado el final del Big Three. Este Carlos Alcaraz ya había aparecido este año. Pero los Juegos de París todavía no lo había visto. El español apareció este viernes con su mejor traje en la Philippe Chatrier para abrumar a su rival, el canadiense Felix Auger-Aliassime, convertir unas semifinales olímpicas en una primera ronda de un torneo humilde y asegurar otra medalla para España.

Su victoria por 6-1 y 6-1 en sólo una hora y 15 minutos fue otra demostración de la preeminencia de Alcaraz sobre el resto, un juego inmejorable, un dominio para muchos años. Diga lo que diga el ranking ATP, el español no tiene adversario hoy en día, ni nadie que le amenace. Viene el tenis de una época prodigiosa, con el talento de Djokovic, Nadal y Federer, pero discutían entre ellos: cuesta recordar un jugador tan superior.

Sus semifinales fueron un truco de magia: ahora está, ahora no. Aliassime de repente desapareció. Un tenista evaporado, no hubo partido ni mucho menos. Alcaraz, violentísimo con su saque, como en el último Grand Slam, desplegó más golpes que nunca esta semana, lo hizo con más acierto y, lo más extraordinario, estuvo rápido, muy rápido. Después de su eliminación del dobles junto a Rafa Nadal y de la acumulación de partidos, el descanso del jueves por la tarde fue suficiente para volver a galopar.

"He jugado a un nivel muy alto, con una concentración bastante alta. Ayer tuve más tiempo, horas de recuperación, pude hacerlo todo con más calma. Y se ha notado", comentaba Alcaraz, que también partió con dos ventajas sobre su adversario.

En primer lugar que Aliassime venía de jugar dos partidos el día anterior, los cuartos individuales contra Casper Ruud y el dobles mixto junto a su compatriota Gabriel Dabrowski. Y segundo que ya le tiene la moral ganada al canadiense. Es el efecto Alcaraz, el mismo con el Big Three sometió al resto de sus rivales. Antes de saltar siquiera a la pista, Aliassime ya sabía que no ganaría, pues en los cuatro últimos enfrentamientos ante el español no sólo había perdido, si no que lo había hecho con estrépito.

"En la final voy a intentar hacer las cosas bien, ni más ni menos. Sé que es una final olímpico, uno de los momentos más importantes de mi vida, pero voy a intentar no pensar en ello. Tengo que disfrutar de la final", aseguró Alcaraz que puede discutir por el oro con Djokovic, tocado nuevamente de su rodilla, o con Lorenzo Musetti. El partido entre ambos se decidirá de noche, aunque el oro está en manos de Alcaraz. Con su juego, su velocidad, su mentalidad, sólo lo puede perder. Cuesta recordar un jugador tan superior.

Alcaraz vence a Paul y al cansancio y ya roza la medalla en los Juegos Olímpicos

Actualizado Jueves, 1 agosto 2024 - 16:54

Desde hace unos días, en los Juegos de París, Carlos Alcaraz es un poco menos Carlos Alcaraz. Normalmente alegre, disfrutón, parlanchín, en Roland Garros ahora se le nota cansado. Es un cansancio físico, claro está, por la acumulación de partidos que arrastra después de ganar Roland Garros y Wimbledon e intentar llevarse el oro olímpico en individuales y dobles, pero también es un cansancio mental. En la pista se le ve algo más tenso, quejándose del estado de la tierra batida de la Philippe Chatrier, por ejemplo, y fuera de la pista, sonríe menos y habla menos. Sigue siendo el joven amable que es, pero se le ve agotado. Cuando acabe la semana, seguro, necesitará más de tres o cuatro días de descanso en Ibiza para recuperarse.

Pero mientras tanto sabe que ya no le queda nada para alcanzar un sueño, ganar unos Juegos con 21 años. Este jueves, en cuartos de final, superó al estadounidense Tommy Paul por 6-3 y 7-6(7) y ya está en semifinales del torneo, donde este mismo viernes se medirá al canadiense Felix Auger-Aliassime, que venció al noruego Casper Ruud (6-4, 6-7 (8), 6-3).

Será una lucha que le otorgaría dos premios a cada cual más importante: en primer lugar, la opción de luchar por la victoria en los Juegos y en segundo lugar, la posibilidad de pasar un día entero sin jugar al tenis. Como la final de los Juegos sería el domingo, Alcaraz podría por fin aparcar la raqueta, pasear un rato, incluso echar una siesta. No lo hace desde hace una semana. Lo necesita, vaya si lo necesita.

En el primer set ante Paul, a Alcaraz todavía le quedaban piernas y su juego fue el de siempre. Con el saque como escudo, castigó la derecha del estadounidense, menos efectiva que su revés, y apenas sufrió para llevarse el periodo. Pero en el segundo set pudo complicarse todo. Hasta ese momento Paul había intentado imponer la estrategia que le funcionó en el primer set de los cuartos de final del último Wimbledon que enfrentaron a ambos: golpes durísimos desde el fondo, Alcaraz empotrado contra el muro, toda la pista vacía. Pero de repente el yankee comprendió que en tierra batida necesitaba otra cosa y variar, a acercarse a la red, incluso a buscar las dejadas. Y a Alcaraz se le hizo bola.

Con un 3-0 en contra de inicio y la posibilidad de un extenuante tercer set, las piernas le empezaron a pesar y sólo le quedó un camino: luchar. Ya no era juego, era pelea, era resistencia, era defensa. Con 5-3 en contra y saque para Paul, supo conseguir el break y en el tie-break, entonces sí, un momento Alcaraz. En la muerte súbita llegó a desperdiciar una bola de partido y a sufrir una bola de set en contra, pero al final, con una contradejada deliciosa, fantástica, genial, deshizo el embrollo y se llevó la victoria. Desde hace unos días, en los Juegos de París, Carlos Alcaraz es un poco menos Carlos Alcaraz, pero ya sólo le quedan dos partidos para colgarse el oro olímpico.

Las lágrimas de Nadal en la Philippe Chatrier, la mano al hombro de Alcaraz y una reflexión por hacer: “Se ha acabado una etapa”

Actualizado Jueves, 1 agosto 2024 - 00:08

Una mano al hombro. Estoy aquí para lo que necesites. Un consuelo. En ese escenario, la Philippe Chatrier, la pista central de Roland Garros, Rafa Nadal y Carlos Alcaraz están acostumbrados a ganar, pero ayer sufrieron juntos una derrota e igualmente juntos se marcharon. Si celebraron como un equipo, por qué no llorar como un equipo. Después de caer ante los estadounidenses Austin Krajicek y Rajeev Ram en cuartos de los Juegos, los dos se abrazar

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Los expertos Krajicek y Ram derrotan a Nadal y Alcaraz y su pareja queda como recuerdo y ejemplo

Actualizado Miércoles, 31 julio 2024 - 20:59

Quedarán los recuerdos, a ellos y a los aficionados, de los tres partidos que jugaron juntos en los Juegos Olímpicos de París y de su complicidad fuera de la pista, pero sobre todo quedará el ejemplo: así se da un relevo. Rafa Nadal, con sus 22 Grand Slam y todo lo demás, vio cómo Carlos Alcaraz empezaba a dominar el tenis, el US Open, Wimbledon, incluso Roland Garros como hacía él, y no dudó ni un segundo: "¿Jugamos juntos?". Mil ejemplos hay en el tenis, ¡en la vida!, de reemplazos traumáticos, por una competitividad mal entendida o simplemente por envidia, y esto fue lo contrario.

Nadal le tendió la mano a Alcaraz y durante unos días, menos de los esperados pero suficientes, ambos aprendieron juntos. Cuánto le servirá en el futuro a Alcaraz en su ascenso del tenis lo visto y oído de Nadal en la Villa, en los entrenamientos, en los encuentros. Perdieron, perdieron ante una pareja de dobles de verdad, dos ex números uno de la especialidad, Rajeev Ram y Austin Krajicek, por 6-2 y 6-4 en cuartos de final del torneo olímpico, pero quizá lo aprendido valga más que un oro, que ya es decir.

Antes de la derrota de los españoles, el ruso Daniil Medvedev perdió contra el canadiense Félix Auger-Aliassime y a su pasó por la zona mixta de Roland Garros dejó una frase para el recuerdo: "Podría jugar también los dobles, pero me molesta que haya tanta gente en la pista". Eso mismo les pasó a Nadal y Alcaraz ante Ram y Krajicek. Con muy pocos entrenamientos juntos y escasísima experiencia en la disciplina del más joven, los estadounidenses se abalanzaron sobre la red y los españoles no supieron cómo empujarlos hacia atrás. En cada juego el esquema era el mismo: Nadal y Alcaraz en el fondo de la pista y Krajicek y Ram delante, esperando para volear, para machacar, para ganar. No servía tirarles fuerte, costaba horrores colarles un sólo globo... no había manera.

Un intento de proeza

Hubo instantes de desesperación, especialmente de un Alcaraz acostumbrado a inventarse decenas de 'winners' en sus partidos de individuales. El reciente campeón de Wimbledon y Roland Garros lo intentaba, lo intentaba y lo intentaba y pocas veces acertaba. Además desde el primer juego Krajicek y Ram fueron a buscarle cuando estaba en la red y eso todavía le puso más nervioso. Los estadounidenses no le tenían miedo, querían que fallara golpes a los que no está acostumbrado y lo hizo.

Sólo hubo unos minutos en los que todo fue posible porque Nadal y Alcaraz son Nadal y Alcaraz. En el segundo set, después de ser avasallados por sus rivales, con 6-2 y 5-4 en el marcador, les robaron tres bolas de break y les pusieron a todo el público de la Philippe Chatrier encima. Ahí el brazo de los expertos doblistas se encogió: sólo en la Copa Davis hubo alguna manera un ambiente tan eléctrico. Pero su veteranía primó y el encuentro se acabó.

Para la historia, un oro que se pierde, pero para el medallero español otro oro que cobra fuerza. La derrota del dobles aligera la semana de Alcaraz que si hubiera seguido adelante en los dos cuadros habría tenido que enfrentar 12 partidos en ocho días. Con molestias en el muslo y el peso de los últimos 'grandes', podría derrotarle el cansancio o incluso una lesión. Ahora, más con la mencionada derrota de Medvedev, el camino está libre. Hasta la final individual no encontrará a un adversario capaz de amenazarle y si puede descansar el único objetivo ya debe ser su triunfo.

Alcaraz vence a Safiullin en octavos y continúa su ascenso directo hacia el oro en los Juegos

Actualizado Miércoles, 31 julio 2024 - 16:27

En cada uno de sus partidos surge una pregunta, ¿Quién puede ganar a Carlos Alcaraz ahora?, y no hay respuesta, nunca hay respuesta. Como en el último Roland Garros y el último Wimbledon, Alcaraz viste en estos Juegos de París un traje de imbatibilidad y su horizonte carece de un rival capaz de desnudarlo. Pese a sus 21 años, el español está en su mejor momento, su 'prime', capaz de golpear cómo quiere y cuándo quiere en cada momento e inalterable, ni rastro de sus despistes, mucho menos de bajones.

Ante el ruso no ruso Roman Safiullin ofreció otra exhibición y venció por 6-4 y 6-2 en apenas una hora y media, pero además lo que queda de su torneo olímpico se advierte así.

Este jueves, en cuartos, le espera el estadounidense Tommy Paul, un bombardeo que ya le complicó la vida hace un mes en Wimbledon, aunque ante él finalmente encontró soluciones. Tal y como avanza el torneo olímpico, en semifinales se encontraría a Daniil Medvedev o Casper Ruud, dos rivales a los que ya ha sometido y luego... La única amenaza es el cansancio que se acumula jugando también el dobles e incluso su estado físico, esas molestias en la parte alta del muslo derecho que le incordian. Por eso Alcaraz vuela.

Una victoria a toda velocidad

Si en otras citas, incluso en los últimos Grand Slam que ganó, se permitió más fallos, más dudas, más tiempo en pista, en los Juegos va a toda velocidad. Pese a que la tierra batida no es propicia, su esquema de juego es más agresivo que de costumbre, buscando imponer su servicio y acortar los intercambios. Ante Safiullin su derecha pegó como en los mejores días, arma infalible y avasalló el revés del rival, su debilidad. Sólo concedió una bola de break, aunque el ruso supo transformarla y alargar así el primer set.

Por lo demás, el plan funcionó a Alcaraz, pese al riesgo. Con el partido de cuartos de final de dobles junto a Rafa Nadal y contra Austin Krajicek y Rajeev Ram en sólo tres horas, las prisas también traicionaron en algunos momentos. En algunos puntos el actual número tres del mundo se precipitó al ir a buscar la red -de hecho allí Safiullin ganó más puntos que él, cosa rara- y sumó algún que otro error de más. Nada excesivamente grave, pero sí un aspecto a mejorar ante Paul y en la lucha por las medallas, aunque nadie parece capaz de despojarle de su traje de imbatibilidad. En cada uno de sus partidos surge una pregunta, ¿Quién puede ganar a Alcaraz ahora?, y no hay respuesta, nunca hay respuesta.

Un parchís a muerte entre Nadal y Alcaraz, charlas entre sus familiares y la lotería del super tie break: “Me parece innecesario”

Actualizado Martes, 30 julio 2024 - 22:41

Apenas llevan una semana juntos en los Juegos de París, pero alrededor de Carlos Alcaraz y Rafa Nadal hay un ambiente familiar cercanísimo, agradable, feliz. Antes de los partidos, en las instalaciones de Roland Garros, Nadal juguetea con su hijo Rafa mientras Alcaraz lo hace con su hermano pequeño Jaime. Les rodean los padres de uno y del otro, que charlan entre ellos y los entrenadores se entrecruzan; son un equipo. Carlos Moyà, técnico de Nada

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Alcaraz y Nadal vuelan en su primer super tie-break y se clasifican para los cuartos de los Juegos Olímpicos

Actualizado Martes, 30 julio 2024 - 20:00

Alcaraz mira a Nadal: "¡Vamos!". Nadal mira a Alcaraz: "¡Vamos!". Alcaraz mira a su equipo: "¡Vamos!". Nadal mira a su equipo: "¡Vamos!". Los equipos de ambos les miran: "¡Vamos!". Y así una y otra vez, una y otra vez, "¡Vamos!", "¡Vamos!", "¡Vamos!". En su camino en estos Juegos Olímpicos, Carlos Alcaraz y Rafa Nadal pueden encontrarse parejas más habituadas al dobles, duplas de auténticos especialistas, pero es imposible que se topen con dos tan firmes, tan animados, tan lanzados.

Pese a su inexperiencia en el juego de dos, Alcaraz y Nadal son favoritos al oro en estos Juegos Olímpicos de París por esa actitud tan propia que les ha llevado a, cada uno por su lado, reunir 26 títulos de Grand Slam en sus vitrinas. En su próxima ronda, los cuartos de final, se encontrarán con los estadounidenses Austin Krajicek y Rajeev Ram, dos veteranazos que han ganado cinco 'grandes' en dobles -por separado-, pero a ver cómo les hunden. Después de cada error, un aliento y después de cada acierto, un grito. "¡Vamos!", "¡Vamos!", "¡Vamos!" y luego "¡Vamos!", "¡Vamos!", "¡Vamos!".

Luego está el tenis. Si en la primera ronda de estos Juegos, Alcaraz estuvo nervioso, muy nervioso, en la segunda ronda de este lunes contra los neerlandeses Tallon Griekspoor y Wesley Koolhof le encontró al punto a eso de jugar junto a su ídolo, con todo lo que implica. Tranquilo como en sus partidos de individuales y sin ninguna muestra de dolor en el muslo derecho, el más joven de la pareja tomó el control para cerrar la victoria por 6-4, 6-7(2) y 10-2 en el super tie-break en dos hora y 21 minutos.

El control de Nadal y los golpes de Alcaraz

En el día más caluroso de lo que va de año -o de siglo- en París, Alcaraz y Nadal lograron sufrir poco con su saque -tres bolas de break concedidas- y esperar pacientes a su mano para quebrar el servicio de los rivales una vez por periodo y llevarse el triunfo. Como ya demostró en el torneo individual ante Alcaraz, Griekspoor es buen pegador, bueno en el saque, bueno desde el fondo, y Koolhof es un experto en dobles así que el éxito no era sencillo. El encuentro se decidió en dos momentos y en éstos brilló Alcaraz. En el primer set, una derecha cruzadíma le entregó el periodo a la pareja española. Y en el super tiebreak, dos saques y dos remates que lo decidieron todo

Nadal, dispuesto, incluso veloz, recuperado de sus esfuerzos recientes, ponía control y experiencia en la red, pero Alcaraz era el que resolvía en la mayoría de casos. El vencedor de 22 Grand Slam, de hecho, es consciente de esa máxima y de ahí sus acciones: pese a la diferencia de edad, en los intercambios tácticas, el veterano suele escuchar al joven y no al revés. Cuando Nadal tomaba el mando era en los momentos delicados, como cuando Griekspoor y Koolhof forzaron el super tie-break, para impedir que el ánimo de Alcaraz decayera. "No pasa nada, va", y todos arriba. De entrada, en esa muerta súbita, un 5-0, el dominio de la situación, y luego "¡Vamos!", "¡Vamos!", "¡Vamos!" y "¡Vamos!", "¡Vamos!", "¡Vamos!".

Alcaraz sufre molestias, deshace un entuerto y supera a Griekspoor en segunda ronda

Actualizado Lunes, 29 julio 2024 - 21:28

Una mano al muslo derecho, mal asunto. Carlos Alcaraz señalaba a la juez de silla que sentía un dolor, una molestia, un algo y en el descanso el fisioterapeuta de los Juegos de París entraba a asistirle. Con la boca tapada le explicó su problema y el sanitario le emplazó a pasar cinco minutos por los vestuarios para recibir tratamiento. Al volver, el español mostraba cierta amargura, pero podía moverse como siempre, correr como siempre, volar como siempre. ¿Qué pasó? Un gesto tonto, una incomodidad, en principio nada grave. "Siempre hay problemas, es el día a día del tenista. Es un dolor que ya vengo arrastrando y que sé cómo llevarlo. Mañana (por este martes) voy a estar a tope para el dobles con Rafa", aseguró críptico.

El problema fue que esa ligera dolencia le amargó una victoria que iba a ser dulce. En la segunda ronda del torneo olímpico superó al neerlandés Tallon Griekspoor por 6-1 y 7-6(3) en una hora y 48 minutos y ese triunfo nunca estuvo en duda, ni mucho menos, pero podía haber sido más sencillo, más rápido, más agradable.

En el primer set, con su adversario encogido y perdido en errores, Alcaraz desplegó la inmensidad de su artillería: hacía lo que quería y cómo quería. En sólo media hora resolvió el periodo, un calentamiento para él, un paseo por el campo. Pero al comenzar el segundo set, Griekspoor decidió que no se iba a marchar a casa con tan malísimas sensaciones. Tenista capaz de llevar a Alexander Zverev al quinto set en el último Roland Garros, soltó el brazo, empezó a encontrar las líneas y puso al español en aprietos. Alcaraz seguía firme con su saque, en los últimos meses su mejor golpe, pero no podía quebrar el servicio de su oponente. Ni de una manera, ni de la otra. Con Griekspoor mucho más atinado, tenía que entregarle la pista y no podía alcanzar la red.

La resolución de Alcaraz

Entonces llegó la molestia. Si a Alcaraz ya le estaba costando hallar la solución, con esa contrariedad más. Durante algunos juegos parecía más preocupado por probar su pierna que por resolver el intercambio. Y así se llegó al tie-break. Como tantas otras veces, ante la posibilidad de un partido demasiado largo e incluso una victoria, el número tres del mundo cambió el chip, se concentró, optó por su versión más agresiva y se llevó el triunfo.

Ahora el camino vuelve a estar despejado. Si sigue sano, con Novak Djokovic y Alexander Zverev como posibles rivales en la final, el horizonte está despejado. En su próximo partido de octavos, el miércoles, se medirá al ruso Roman Safiullin, el 66 del mundo, clasificado por sorpresa, que a sus 26 años sólo ha conseguido dos veces entrar al cuadro final de Roland Garros, y después en cuartos el mejor rival hipotético es el estadounidense Tommy Paul, tenista al que desarmó en el último Wimbledon. Si realmente no sufre ningún percance, el oro sigue siendo el único objetivo posible.

Un Nadal en paz: “Quiero disfrutar de este partido ante Djokovic”

Actualizado Lunes, 29 julio 2024 - 00:08

"Gracias a París, gracias a Francia. Todos saben lo que amo a esta ciudad". Lo repitió Rafa Nadal poco después de abandonar la Philippe Chatrier, donde ganó en su debut individual al húngaro Marton Fucsovics, como si abandonara su casa en Manacor. Nadie quiso perderse el debut del tenista más querido en estos Juegos. Hasta Javier Sotomayor, todavía plusmarquista mundial de salto de altura, abandonó por un día a la delegación cubana para ver al es

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