Andrés Feliz acaba en la prórroga con el resucitado Valencia

Andrés Feliz acaba en la prórroga con el resucitado Valencia

Acarició el Valencia Basket un triunfo con el que elevar la temperatura de la final ACB, con el que buscar repetir el guion de 2017. Lo tuvo tan cerca que escoció el doble, pues sólo la habitual capacidad de obrar milagros, de llevar a la prórroga (y ahí, un desatado Andrés Feliz) un partido en el que se vio siete abajo a falta de menos de cuatro minutos, rescató a un Real Madrid que ya paladea la Liga de camino a La Fonteta. [102-96: Narración y estadísticas]

Nadie fue capaz nunca de levantar un 2-0. Bien lo sabían todos, bien lo sufrieron en la agonía de un desenlace en el que todo tuvo cabida. La genialidad (Montero, Llull, Feliz, Campazzo...), los errores clamorosos y también la polémica. Más allá de las quejas por el doble rasero que llevaron a Pedro Martínez a perseguir a gritos a los árbitros hasta el túnel de vestuarios, hubo una acción que no pasó el filtro de la tecnología. Un barrido ilegal de Tavares a Montero que los árbitros ni vieron ni revisaron con poco más de un minuto por jugar.

Hubiera sido la única canasta taronja en los últimos cuatro minutos, pues tras el triple de Costello con el que se sintieron poderosos, todo se apagó para ellos cuando Llull llevó la tarde a la prórroga. Peor todavía ahí, a remolque y arruinados por la capacidad blanca de ir a por el rebote ofensivo, ya sea con el omnipresente Andrés Feliz o con el gigante Tavares, que sentenció con un palmeo.

El choque resultó vibrante. El temido Valencia, el equipo que practica el baloncesto más frenético de Europa, el que juega cada posesión como si en vez de 24 segundos tuviera 10, al fin apareció en la final. Lo hizo de la única forma que podía despertar, con una sucesión asombrosa de triples, su seña de identidad. Lo hizo cuando el segundo round parecía una extensión del primero en el amanecer, pura frustración por una defensa del Madrid tan bien ajustada que apenas dejaba resquicio.

Lo hizo cuando marchaba ya 11 abajo (16-5), en un rompecabezas. Un despegue como cuando un boxeador acorralado sale de las cuerdas a base de golpes. Sestina, Costello, Jovic y... un desatado López-Aróstegui, que enhebró tres triples seguidos, 11 puntos de carrerilla cual Larry Bird. Acumulaba ya el Valencia ocho por apenas una de canastas de dos. Había asestado un parcial de 6-23 a todo correr. Y en ese preciso momento Pedro Martínez decidió que el alero vasco necesitaba un descanso.

Hezonja celebra una de sus canastas, en el segundo partido contra el Valencia.

Hezonja celebra una de sus canastas, en el segundo partido contra el Valencia.MariscalEFE

Coincidencia o no, después de otro par de triples más para la máxima visitante (29-38), el Madrid se sacudió la paliza. Lo hizo con Campazzo abusando de un De Larrea superado por la final, por un Garuba eléctrico y por los puntos de Musa y Hezonja. Lo hizo volviendo a su normalidad para marcharse al descanso de nuevo con ventaja (48-45), la misma que en el primer duelo.

El tercer acto resultó un estupendo toma y daca, con la diferencia de que esta vez el Valencia no se arredraba. Respondía con su descaro habitual, con canastas de muchísimo mérito y con la suficiente confianza en sí mismo para al menos plantar cara en toda un final. Con Reuvers golpeando a un Bruno Fernando mejor en ataque que en defensa, al fin Jean Montero y otro triple de Costello, los de Pedro Martínez se comprobaron incluso lanzados en el acto final (73-82). Más cerquita cuando el propio Costello atinó con su cuarto sin fallo y ya quedaban menos de cuatro minutos (81-88).

Sin embargo, ya sólo iba a anotar un punto más hasta el final, un tiro libre de Aróstegui. Hubo un barrido ilegal de Tavares que los árbitros no vieron y tres acciones maravillosas de Campazzo. Fue Llull, quién si no, el que llevó el partido a la prórroga en la que era su primera canasta del partido. Montero, sacando de fondo por elección del entrenador a falta de ocho segundos, no acertó con el forzadísimo tiro final.

En el tiempo extra pesó la experiencia y la facilidad del Madrid en esos abismos. También su acierto, tres triples seguidos, dos de Feliz (asumió la responsabilidad por encima de Campazzo, Hezonja...) y uno de Garuba, los tipos que desequilibran desde la segunda unidad. La diferencia.

España supera a Suecia en la prórroga, acaba primera de grupo y espera rival en cuartos del Eurobasket

España supera a Suecia en la prórroga, acaba primera de grupo y espera rival en cuartos del Eurobasket

Actualizado Domingo, 22 junio 2025 - 18:37

España acabó invicta la primera fase y accedió a los cuartos de final como líder del grupo D del Euobasket, tras vencer a Suecia (75-78) en la prórroga, gracias a una formidable penetración de Mariona Ortiz a falta de 20 segundos para el final. El primer cruce en las eliminatorias, a partir de ahora se disputarán íntegramente en El Pireo (Grecia), del 24 al 29 de junio, se dilucidará ante el perdedor del partido que esta tarde disputan Bélgica y República Checa.

Las chicas dirigidas por Miguel Méndez supieron reponerse a los errores de los árbitros en el Inselpark Arena de Hamburgo. A falta de 56 segundos para el final, con 60-62 favorable para España, Dariusz Zapolski, Alexandre Deman y Cisil Güngör invalidaron una canasta de Iyana Martín por falta en ataque ante Klara Lundquist.

En cualquier caso, La Familia supo imponer la profundidad de su plantilla (34-12 en aportaciones desde el banquillo) y el acierto de Alba Torrens, (20 puntos y cinco rebotes en 28 minutos) elegida MVP del partido. Dominó durante 34 de los 45 minutos disputados y disfrutó de una máxima diferencia de 10 puntos.

Tirar a fallar para jugar la prórroga

Suecia llegó a ponerse a solo un punto a menos de tres minutos. España se mostró incómoda en ambos aros, cargándose de faltas y desangrándose en el tiro exterior (20% en el lanzamiento de tres).

Con la pareja interior formada por Raquel Carrera y Awa Fam y con la veteranía de Torrens, la selección consiguió más solidez. Dos tiros libres de la veterana situaban dos puntos arriba a España. Sin embargo, una falta de la propia Torrens al final de una posesión otorgó tres tiros libres y la posibilidad de ponerse por delante a Ellen Nystrom, que anotó los dos primeros y lanzó a fallar el último.

Suecia atrapó el rebote y dejó pasar el tiempo con la igualdad (64-64) para tratar de ganar en la prórroga por una diferencia de ocho o más puntos, obligatoria para su presencia en cuartos. Ya en el tiempo extra, España ganó en un desesperado intercambio de golpes, a pesar de su poca estabilidad desde la línea de personal -8 de 12-, y confirmó su presencia en la siguiente ronda como líder del grupo D.

Andrés Feliz es el líder: una exhibición defensiva del Real Madrid anula al Valencia en el primer round

Andrés Feliz es el líder: una exhibición defensiva del Real Madrid anula al Valencia en el primer round

El dominicano determinante en el primer round de la final ACB fue Andrés Feliz y no Jean Montero. El base del Real Madrid, tan de menos a más en su primera temporada en el Madrid, de pie anoche las mismas tribunas que hace no tanto sospechaban de él y de su fichaje, lideró a un equipo determinado y sin fisuras, capaz de anular al ataque más asombroso que comprobó la liga en los últimos años y de poner el 1-0 que es el mejor de los augurios. [89-75: Narración y estadísticas]

No lo fue para el Madrid hace ocho años, cuando los taronjas, también de Pedro Martínez, se recompusieron para ganar su primera ACB con tres triunfos de carrerilla en cinco días. Radicalmente tendrá que cambiar el Valencia Basket esta vez, tan irreconocible como su líder, un Jean Montero que fue paradigma del desacierto y la espesura. Se quedó en tres puntos, un acierto de nueve intentos, tan seco como sus compañeros, que acabaron arrojando la toalla tras el demarraje local al comienzo del último acto.

En ese acelerón brutal del Madrid, con Feliz tocando a rebato, sin respuesta alguna de los visitantes, se zanjó el primer asalto de una final que prometía más igualdad y espectáculo. El Valencia se encontró enfrente a un Madrid sin fuegos artificiales, pero serio y seguro de sí mismo. Tanto tiene que ver en estos inicios la experiencia, quien tantas veces estuvo en semejante escenario y quien no lo hizo jamás: ningún jugador de Pedro Martínez había disputado nunca una final.

La primera parte fue por momentos un desvarío. Se sucedían los tiros absurdos y precipitados, tan rápidos como desviados; a veces el baloncesto ofensivo, mal concebido, puede resultar aterrador. El Madrid, aplicado en defensa como en sus mejores tardes, había conseguido desarbolar a un Valencia que amaneció con dos triples en un minuto, pero luego lanzó y lanzó sin sentido. Pero los blancos tampoco andaban como para florituras. Tras el inicio asestaron un parcial de 11-0, luego Llull hizo seis puntos seguidos pero tampoco consiguió abrir demasiada brecha.

Fue Tavares el que pronto hizo mella, demasiado en la pintura para los pívots taronjas. Y eso que una de sus primeras acciones fue un fallo tonto seguido de una falta igual de tonta. Pero el gigante es capaz de rehacerse, de olvidar el error y continuar con su labor de zapa. Se fue con 10 puntos y sin ningún rebote al descanso, ahí donde el Valencia al que le viene costando bien poco pasar de 100 se había quedado en 32 puntos sólo tres de ellos de Montero.

Algo tenía que cambiar Pedro Martínez, el último entrenador que ganó en el Palacio al Madrid en ACB (hace 29 partidos, aún dirigía al Manresa). Y su Valencia pareció otro a la vuelta, más veloz todavía, para no dejar a la defensa del Madrid aplicarse. Apareció rotundo Brancou Badio (15 puntos en ese tercer acto), el senegalés que ya destrozó al Tenerife en el tercer partido de semifinales. Un parcial de 4-16 para ponerse por delante.

Y para encender también los motores del rival. Porque, ahora sí, el duelo devino en la batalla ofensiva que prometía. Tavares seguía a lo suyo y a Badio le contestó un gran Andrés Feliz, quien con dos triples seguidos devolvió la ventaja al Madrid (62-55).

Iba a ser el principio del fin del Valencia, el acelerón que le iba a dejar grogui. Más de Feliz, Bruno Fernando, Musa... Y un Llull tan breve como certero. Cuando se quiso dar cuenta, el Valencia estaba 18 abajo. El domingo, segundo episodio, otra vez en el Palacio.

Paliza de los Pacers a unos desconocidos Thunder para forzar el séptimo partido

Paliza de los Pacers a unos desconocidos Thunder para forzar el séptimo partido

Actualizado Viernes, 20 junio 2025 - 07:13

Los Indiana Pacers aplastaron este jueves por 108-91 a los Oklahoma City Thunder y empataron 3-3 las Finales de la NBA, que se resolverán este domingo en el séptimo y definitivo encuentro.

Será la primera ocasión desde 2016 en que las Finales de la NBA llegan a un séptimo duelo. Aquella vez los Cleveland Cavaliers de LeBron James sorprendieron a domicilio a los Golden State Warriors de Stephen Curry, que desperdiciaron un 3-1 por el título.

Los Thunder ofrecieron este jueves una imagen terrible pero partirán con ventaja para el séptimo encuentro puesto que se jugará en el Paycom Center de Oklahoma City.

Por su parte, los Pacers de los milagros imposibles firmaron un partido prácticamente perfecto cuando se encontraban entre la espada y la pared y parecían tener todo perdido, especialmente por los problemas en el gemelo derecho de Tyrese Haliburton.

Duda hasta última hora, el líder de Indiana jugó finalmente y fue clave con 14 puntos (5 de 12 en tiros), un rebote, 5 asistencias y 2 robos.

Conocidos por no darse por vencidos jamás, los de Rick Carlisle ya iban ganando de 22 puntos en el intermedio (su máxima ventaja fue +31 en el último cuarto) y dieron un recital en defensa provocando 21 pérdidas de los Thunder (por solo 11 propias) y limitando a Oklahoma a un pésimo 26,7 % en triples (8 de 30).

En ataque todo el mundo puso de su parte con seis jugadores en dobles dígitos de anotación: el mencionado Haliburton, Pascal Siakam (16 puntos y 13 rebotes), Obi Toppin (20 puntos y 6 rebotes con 4 de 7 en triples), T.J. McConnell (12 puntos, 9 rebotes, 6 asistencias y 4 robos), Andrew Nembhard (17 puntos) y Aaron Nesmith (10 puntos).

En cambio, nada le salió bien a unos Thunder irreconocibles e incapaces de asentar su famosa defensa.

Shai-Gilgeous Alexander sumó 21 puntos (7 de 15), 4 rebotes y 2 asistencias pero se estrelló con 8 pérdidas. Jalen Williams aportó 16 puntos (6 de 13), 3 rebotes y una asistencia con 3 pérdidas.

Pero quitando los 10 puntos de Isaiah Hartenstein nadie más dio un paso al frente en Oklahoma, con mención especial para un desaparecido Chet Holmgren (4 puntos con 2 de 9).

Haliburton juega y los Pacers vuelan

Todas las miradas en el Gainbridge Fieldhouse de Indianápolis estaban puestas sobre Haliburton y su gemelo.

Al final Indiana dio su aprobación tras hacerle pruebas de esfuerzo en el calentamiento, pero parecía lejos de su mejor condición y falló sus cuatro primeros tiros en un flojo inicio de los locales (2-10).

Sin embargo, estos Pacers son capaces de prender fuego a la cancha en un momento y su despertar fue formidable con un parcial de 22-7 gracias a Siakam, Toppin, Nembhard y un triple de Haliburton que coronó un tramo avasallador (24-17 con 4.15 por jugarse).

Shai arrancó destemplado (7 puntos con 3 de 7) y los Thunder perdieron 5 balones (3 de Shai) pero no cedieron demasiado terreno camino del segundo periodo (28-25).

Un seguro de vida para Carlisle como base suplente, McConnell volvió a revolucionar el partido con 8 puntos en cuatro minutos y los Pacers alcanzaron un +12 que hasta entonces era su mayor ventaja en todas las Finales.

Fue solo el principio del tornado. Indiana arrolló a Oklahoma en ese cuarto con un monumental 36-17 culminado por una canastón sobre la bocina de Siakam para el 64-42.

Previamente, el camerunés se alió con Haliburton en una jugada maravillosa: el base robó el balón, corrió a toda la velocidad y asistió girando sobre sí mismo a Siakam, quien machacó el aro llevándose por delante a Williams.

La superioridad de los Pacers fue incontestable mientras los Thunder, totalmente sometidos por una enorme defensa de Indiana, naufragaban en todas las parcelas.

Oklahoma cometió en la primera parte 12 pérdidas de balón que dieron pie a 16 puntos mientras Indiana solo perdió 2 balones. Además, los visitantes sufrieron con un ridículo 1 de 11 en triples (9,1%) frente al 9 de 24 de los locales (37,5%).

Para rematar una primera mitad impresionante de Indiana, Haliburton mejoró mucho en el segundo cuarto y se le vio más ágil, suelto y peligroso. Llegó al descanso con 12 puntos (4 de 9), 4 asistencias y 2 robos.

Siakam (13 puntos), Nembhard (10), Nesmith (9), McConnell (8) y Toppin (8) redondearon el recital de los Pacers mientras que Shai (15 puntos con 5 pérdidas) y Williams (16 puntos y 3 pérdidas) se quedaron solos en los Thunder.

La remontada de Oklahoma pasaba por una reacción volcánica pero sucedió todo lo contrario: hasta el 6.57 del tercer cuarto no anotaron su primera canasta de la reanudación.

Salvo un espejismo de Oklahoma colocándose a 18, el partido quedó resuelto con un +30 de Indiana para empezar el cuarto periodo, por lo que ambos equipos reservaron a sus figuras -incluido un Haliburton que felizmente para los Pacers solo jugó 23 minutos- para la batalla definitiva del séptimo partido.

Pedro Martínez y el espíritu de 2017, la amenaza a un Real Madrid que busca esquivar el drama de un año en blanco

Pedro Martínez y el espíritu de 2017, la amenaza a un Real Madrid que busca esquivar el drama de un año en blanco

El martes, a la vez que el Real Madrid apagaba el ímpetu del Unicaja en el Martín Carpena y celebraba su pase a la final de la Liga Endesa por quinta vez consecutiva (exceptuando la edición de la burbuja, ha estado presente en 12 de las últimas 13, ganando siete de ellas), se cumplían ocho años exactos de uno de sus descalabros más sonados de los últimos tiempos, uno de los grandes borrones del 'lasismo', el título perdido en La Fonteta, el histórico triunfo del Valencia Basket de... Pedro Martínez. El mismo rival y el mismo entrenador, de vuelta tras sus años en Manresa, que a partir de hoy (21.15 h., primer partido en el Palacio) desafía a los blancos.

Para saber más

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Como si el tiempo hubiera retrocedido, se desatan los paralelismos para un desenlace entre los dos mejores equipos de la temporada regular (primero contra segundo), dos de los principales protagonistas de récords y rachas, pero también dos sin rúbrica: no saben todavía lo que es levantar un título. Al Madrid el Unicaja le dejó sin Supercopa y Copa y el Olympiacos sin Final Four. El Valencia cayó en cuartos coperos ante el local Gran Canaria y el Hapoel Tel Aviv (campeón después) le apeó en semifinales de la Eurocup.

Entonces, junio del 2017, el Valencia se plantaba en la segunda final de su historia con un colectivo que hoy es recordado por la química que desató, de Dubjlevic a San Emeterio. Entonces, a unos metros de La Fonteta estaba a punto de inaugurarse L'Alqueria, 15.000 metros cuadrados dedicados al baloncesto de formación. Hoy, a otros pocos metros de La Fonteta, está a punto de inaugurarse el Roig Arena, un pabellón sin igual en España, lugar de tantos próximos eventos, entre ellos la Copa del Rey 2026. Entonces, el Valencia regresaba a la Euroliga. La próxima temporada, el Valencia disputará la Euroliga.

Hace ocho años el Madrid era de Pablo Laso (con Chus Mateo como asistente), Luka Doncic despuntaba con 18 y Facundo Campazzo iba a regresar después del verano tras su cesión en Murcia. Había ganado la Copa en el Buesa Arena, precisamente en la final al Valencia y buscaba el doblete. Pero después se había quebrado tras la Final Four en el Sinan Erdem de Estambul. Los taronjas le ganaron tres partidos seguidos en cinco días en el desenlace, tras perder el primero en el Palacio.

Ese es el aviso, tan lejos y tan cerca. Pedro Martínez volvió al Turia y el Valencia pulverizó el récord de la ACB de valoración (114,4), de rebotes (41,4), de asistencias (22,1) y de triples (13,5) en liga regular. También firmó la mayor anotación desde el curso 1988-89 (96,7). Un equipo que es frenético: acumula 14 partidos de 100 o más puntos en esta Liga Endesa. Nadie conseguía tantos desde la 1989-90 (Barça, 14 también). Y fue el primero en llegar a los 500 triples anotados en la misma temporada.

"Es algo parecido (al Unicaja). Te hacen jugar a muchas posesiones. Hay que tener buena selección de tiro y bajar a defender. Hacer un juego generoso. Te pueden romper, te pueden penetrar, te pueden tocar pintura... Hay que tener paciencia, como en esta serie", valoraba Campazzo sobre el Valencia. Precisamente el argentino llega en el mejor momento de su temporada, promediando 13,3 puntos, 4,5 asistencias y 18,5 de valoración en los partidos del playoff tras "dos meses raros", en los que no pareció él. Facu será protagonista, como Tavares y Hezonja. Enfrente, el eléctrico Jean Montero, toda una sensación, que promedia 19,4 puntos, cuatro rebotes, tres asistencias y 20,2 créditos de valoración en los playoffs. También en buena onda Pradilla, Badio...

Ante eso y ante la amenaza del año en blanco, algo que no le ocurre desde el curso 2010-2011 (26 trofeos en 13 temporadas desde entonces) impone el Madrid sus argumentos, que el Unicaja obligó a maximizar, lección aprendida. Antes de caer en el tercero contra los malagueños en semifinales, los blancos encadenaron 26 triunfos de carrerilla (tercera mejor racha histórica de la ACB), precisamente desde su derrota en La Fonteta.

Mark Walter, un magnate de perfil discreto: así es el nuevo dueño de Los Angeles Lakers

Mark Walter, un magnate de perfil discreto: así es el nuevo dueño de Los Angeles Lakers

Actualizado Jueves, 19 junio 2025 - 20:15

Mark Walter empieza a consolidarse como el magnate del deporte por antonomasia en Estados Unidos. La firma de la operación más importante en la historia de las franquicias americanas por un monto que rondará los 10.000 millones de dólares le aúpa a ese podio. Con el anuncio de su adquisición de Los Angeles Lakers a la familia Buss, el CEO de TSW Global y Guggenheim Partners, un multimillonario de 65 años de Cedars Rapids, Iowa, pasa a controlar los dos equipos más emblemáticos de la segunda ciudad en importancia del país, junto con Los Angeles Dodgers. Es un hombre respetado y admirado en el sur de California por su gestión y su larga trayectoria con equipos de diversa índole.

Por eso no es extrañar que uno de sus socios en el equipo de béisbol, además de leyenda de los Lakers que se hicieron con cinco anillos de la NBA en los 80, el eterno Magic Johnson, aplaudiera sin ambages el traspaso de poderes. "Su motivación es ganar, la excelencia y hacer todo correctamente. ¡Y pondrá los recursos necesarios para ganar!", escribía el ex jugador en su cuenta de X. "Entiendo por qué Jeanie [Buss] le vendió el equipo a Mark Walter porque son iguales: son competitivos, tienen un gran corazón, les encanta contribuir y ambos prefieren estar entre bastidores. Esto tiene todo el sentido del mundo. ¡Estoy muy, muy, MUY feliz y emocionado por los fans de los Lakers de todo el mundo!".

No es, sin embargo, un hombre especialmente conocido. Pese a la enorme exposición que tienen sus equipos, le gusta volar bajo el radar y mimar su privacidad. Se deja ver poco e interfiere lo justo en las operaciones diarias de sus equipos. Y bien podría haber sacado pecho. Su gestión al frente de los Dodgers le precede, con dos títulos de la MLB en 2020 y 2024. Con su masiva inyección de capital, Walter ha logrado sacar al equipo de la mediocridad y convertirlo en una máquina perfectamente engrasada de ganar títulos y generar millones de dólares.

Por eso las expectativas con los Lakers son mayúsculas. El jueves por la mañana la especulación en Los Angeles era rampante sobre lo que puede significar este viraje para Luka Doncic, Lebron James y compañía. Por dinero no será. Walter ya demostró el poderío de sus arcas al cerrar el fichaje en 2023 de la superestrella japonesa, Shohei Ohtani, por el que pagó 700 millones de dólares por 10 temporadas.

La firma de inversión de la que es presidente ejecutivo, Guggenheim Partners, cuenta con más de 345.000 millones de dólares en activos. Con Walter a la cabeza, controlan una parte minoritaria del Chelsea de la liga inglesa, el equipo Cadillac de la Fórmula 1, el equipo femenino de baloncesto de Los Angeles, las Sparks, la liga profesional de hockey femenino y hasta un torneo de tenis, la Billie Jean King Cup.

Antes de la operación con los Lakers, Walter ya había tratado de hacerse con el control de los Clippers, el otro equipo NBA de la ciudad californiana, aunque la operación no cuajó. El empresario de Iowa unió fuerzas con un club selecto de multimillonarios formado por Oprah Winfrey, David Geffen y Larry Ellison, el dueño de Oracle, pero el equipo se lo acabó quedando Steve Ballmer, presidente ejecutivo de Microsoft de 2000 a 2014.

Más que deporte

El deporte no es su único dominio. Walter, con una fortuna que Bloomberg sitúa alrededor de los 12.000 millones de dólares, tiene un 19% de un conglomerado de compañías del seguros, Group 1001, además de una sociedad con Palantir, la empresa de datos con múltiples contratos con el gobierno de Estados Unidos.

Walter hereda una franquicia que el difunto Jerry Buss fue capaz de dotar de prestigio y glamour. La adquirió en 1979 por 67 millones de dólares y la llevó al siguiente nivel, incorporando a talentos como Magic, Kobe Bryant o Shaquille O'Neal. Esa camada irrepetible se apuntó 11 títulos desde 1980 que ahora espera tener continuidad bajo la tutela de este magnate discreto.

España aplasta a Reino Unido para debutar con victoria en el Eurobasket

España aplasta a Reino Unido para debutar con victoria en el Eurobasket

Actualizado Jueves, 19 junio 2025 - 19:38

España consiguió su victoria número 100 en un campeonato europeo tras aplastar a la selección de Reino Unido (70-85), a la que llegó a ganar hasta por 34 puntos en el tercer cuarto, en su encuentro perteneciente al grupo D del Eurobasket 2025, que se disputa en Grecia, Italia, Alemania y República Checa hasta el 29 de junio.

Las de Miguel Méndez no mostraron piedad ante las británicas, que llegaban al duelo sin haber ganado ni un solo encuentro de preparación, para iniciar con un triunfo su andadura en este campeonato mostrándose como un bloque sólido y alejado de individualidades.

El acierto de España

España comenzó de mejor manera el encuentro, con un juego muy abierto para aprovechar las penetraciones de sus jugadoras exteriores y de situaciones dentro para Awa Fam, que, desde el principio, tuvo que fajarse en la pintura ante la británica Temi Fagbenle.

Los rápidos ataques de Reino Unido fueron contestados por la presión en línea de pase de las españolas, que forzaron seis pérdidas y obtuvieron ocho puntos gracias a la recuperación de balón. Sólo el rebote ofensivo parecía dar rédito a las británicas, que conseguían no despegarse del marcador en los primeros diez minutos (13-18).

En el siguiente cuarto, España continuó en la misma línea y provocó dos pérdidas en la reanudación gracias a Iyana Martín, autora de 11 puntos en la primera parte con 3/4 desde el perímetro, que generaron la primera gran ventaja a favor de 'La Familia' en el partido (15-25) y obligaron al primer tiempo muerto de Anna Montañana.

Reino Unido no dio síntomas de mejora, mientras que la segunda unidad española cimentaba su defensa mediante actividad, ayudas y cambios tras cada bloqueo directo, lo que, sumado al buen porcentaje en el lanzamiento -76,5 en tiros de campo y un 80 en el triple- y el pobre balance en cancha propia de las británicas, dejaba al descanso la máxima diferencia del choque (25-48).

La nula reacción de Reino Unido

Las excelentes sensaciones del segundo cuarto continuaron tras el paso por vestuarios. Reino Unido era incapaz de conectar a sus piezas interiores y caía una y otra vez en la red defensiva de las de Miguel Méndez, que volaban sobre el parqué.

Sólo las británicas Catriona Henderson y Sam Ashby insistían en no capitular tan temprano. Gracias a su empeño y al dominio del rebote, redujeron la sangría en el marcador, que llegó hasta los 34 puntos de diferencia en este periodo, y maquillaron el resultado para llegar el último cuarto con un desfavorable pero menos catastrófico 49-68.

Con Fagbenle en el banquillo, la pívot Cheridene Green asumió galones y surgió como la solución interior en el juego de Reino Unido, que terminó ganando los dos últimos cuartos y reduciendo la desventaja hasta el 70-85 final, ante una coral España que acabó con Helena Pueyo, con 18 tantos, como jugadora mejor valorada del partido, y con el regreso de Raquel Carrera, que sumó minutos con el equipo tras su lesión de tobillo.

Los Buss venden los Lakers al dueño de los Dodgers por una cifra récord

Los Buss venden los Lakers al dueño de los Dodgers por una cifra récord

Actualizado Jueves, 19 junio 2025 - 01:30

Terremoto en el mundo del deporte. Los Angeles Lakers, la segunda franquicia más laureada de la NBA tras los Boston Celtics, cambiará de manos tras décadas de control por parte de la familia Buss. El acuerdo con el empresario Mark Walter, CEO de la firma de inversión Guggenheim Partners y de TWG Global, rondará los 10.000 millones de dólares por un 66% del equipo, lo que supone una operación récord en la historia del deporte estadounidense. La adquisición, que aún no se ha cerrado, podría elevar la cifra hasta los 12.000 millones de dólares, según fuentes que cita The New York Times.

Sus antiguos dueños retendrán un 15% del equipo durante un periodo de tiempo, de acuerdo a una fuente que cita ESPN. Además, Jeanie Buss seguirá ejerciendo como presidenta de la franquicia, la mujer que asumió el rol tras la muerte de su padre, el legendario Jerry Buss. Fue el patriarca del clan el que adquirió el conjunto por 67,5 millones de dólares en 1979.

Walter, que ya controlaba un 20% de los Lakers desde 2021, es también el dueño de Los Angeles Dodgers de béisbol y de Los Angeles Sparks, en una propiedad que comparte con Stan Kasten, Todo Beohly, Bobby Patton, Eric Holoman y Magic Johnson, con quien comparte el control de los Dodgers.

Para la leyenda de los Lakers, ganador de cinco anillos de campeón con la franquicia de oro y púrpura, la noticia no puede ser mejor. "Algunas cosas que puedo contarte sobre Mark: su motivación es ganar, la excelencia y hacer todo correctamente. ¡Y pondrá los recursos necesarios para ganar!", escribió Johnson su cuenta de X. "Entiendo por qué Jeanie le vendió el equipo a Mark Walter porque son iguales: son competitivos, tienen un gran corazón, les encanta contribuir y ambos prefieren estar entre bastidores. Esto tiene todo el sentido del mundo. ¡Estoy muy, muy, MUY feliz y emocionado por los fans de los @Lakers de todo el mundo!".

Walter ya había tratado de hacerse con el control de los Clippers, el otro equipo NBA de la ciudad californiana, aunque la operación no cuajó. El empresario de Iowa unió fuerzas con un club selecto de multimillonarios formado por Oprah Winfrey, David Geffen y Larry Ellison, el dueño de Oracle, pero el equipo se lo acabó quedando Steve Ballmer, presidente ejecutivo de Microsoft de 2000 a 2014.

Es, sin duda, un espaldarazo a las opciones de un equipo que ha ganado más títulos que nadie desde que los Buss se hicieron con el control de equipo —11, para ser exactos, desde 1980— y que en febrero se hizo con los servicios de Luca Doncic a cambio de Anthony Davis, Mark Christie y un pick de primera ronda en 2029. Con los amplios bolsillos de Walter detrás, las expectativas son máximas para la afición angelina, además de su brillante gestión deportiva. Tras adquirir los Dodgers por 2.000 millones de dólares en 2012, ha logrado ganar dos series mundiales con el conjunto de Los Angeles.

De momento, la combinación Doncic-Lebron James no ha dado todos los frutos que esperaba la grada. Los Lakers cayeron en primera ronda del playoffs frente a Minnesota Timberwolves. Los rumores apuntan a que buscarán reforzar su plantilla y la lista de nombres que suenan es extensa: Nic Claxton, Daniel Gafford, Robert Williams o Brook Lopez.

Awa Fam, la nueva perla del baloncesto español: "Para mis padres fue difícil dejar ir a su hija con 12 años"

Awa Fam, la nueva perla del baloncesto español: “Para mis padres fue difícil dejar ir a su hija con 12 años”

Actualizado Miércoles, 18 junio 2025 - 22:03

Awa Fam Thiam (Elche, 2006) va a toda velocidad. Así ha sido toda su carrera, marcada por la precocidad. Este jueves (17:15 h., contra Gran Bretaña) debutará en un Eurobasket con la selección española, con los 19 cumplidos esta misma semana. Hace un año ya fue llamada por Miguel Méndez y vistió esa camiseta, en la preparación para los Juegos Olímpicos. Es la más joven un equipo marcado por la regeneración, un cambio generacional que abandera la pívot nacida en Santa Pola junto a Iyana Martín o Elena Buenavida.

Para saber más

«Para mí es bastante especial, porque el año pasado estaba aquí como invitada y decía que vestir esta camiseta en una competición sería un sueño", cuenta a EL MUNDO en los días previos al viaje a Hamburgo, donde España defiende la plata lograda hace dos años en Ljubljana, en un equipo en el que sólo permanecen la capitana Alba Torrens, Raquel Carrera (a la que se ha esperado hasta última hora por su lesión) y Paula Ginzo. Y en el que son baja por lesión algunas jugadores clave: María Conde, Laura Quevedo y Megan Gustafson. Y otras, por retirada como Silvia Domínguez o por su adiós a la selección, como Queralt Casas y Laura Gil.

En Awa están puestas muchas esperanzas de futuro. La etiqueta de perla del baloncesto nacional no se le ha despegado nunca. No sólo en la selección, también en su club, el Valencia Basket, en el que se convirtió en la jugadora más joven en debutar en el primer equipo, con 15 años. A la cantera taronja había llegado con apenas 12, un primer paso vital inolvidable, pues tuvo que abandonar a tan temprana edad el domicilio familiar. "Siempre es difícil dejar a tu hija tan joven, porque no sabes qué puede pasar, pero me apoyaron en todo momento. Me decían que fuese y disfrutase y a ver qué pasaba. También que, si realmente me gustaba, me pusiera una meta y que, si quería llegar a eso, lo conseguiría", recuerda.

Fam se tuvo que separar de sus hermanos Karim y Tala y de sus padres Madoumbe y Arame, que regentaban una tienda de productos africanos en la ciudad alicantina y vendían en mercadillos. Desde Guediawaye (Senegal) habían llegado a España hace 30 años en busca de una vida mejor. Ellos siempre le han trasladado un mensaje: "Que nunca me rinda, que sea valiente y humilde, que con los pies en el suelo pero que siga poco a poco, porque puedo llegar a conseguir lo que me proponga".

Awa Fam, durante un partido reciente de la selección.

Awa Fam, durante un partido reciente de la selección.FEB

Awa, que siempre fue muy alta (mide oficialmente 1,94 metros), ya nació en España, pero siente una gran vinculación con el país de origen de sus padres: "Siempre nos ha gustado tener esa cultura de Senegal, hemos ido mil veces, conozco a toda mi familia y estoy orgullosa de ser también de allí. Creo que conocer distintas culturas, saber el idioma y cómo viven, mola", pronuncia con orgullo.

El año pasado fue MVP del Europeo sub-20 (y eso que no lograron el oro) y esta temporada ha brillado cedida en el Lointek Gernika (10,1 puntos y 6,4 rebotes). Volverá a Valencia para el curso que viene, desoyendo de momento los cantos de la NCAA, aunque en la WNBA están sus sueños. Allá donde jugó Astou Ndour, su referente. "Primero porque es de Senegal. Siempre me ha gustado esa humildad que tenía ayudando a pueblos y escuelas de ahí, ojalá hacerlo yo. Y después porque a nivel baloncesto creo que no hace falta decir lo buena que ha sido y lo buena que es", explica.

"Va a ser una de los pívots importantes en los próximos años", reconocía Méndez hace unos meses, cuando Fam debutó oficialmente en las ventanas clasificatorias de febrero. "Lo tiene todo. Tiene el físico, tiene el talento y es una mujer que va a estar en el equipo nacional durante muchos años y será importante en el baloncesto europeo", concedió sobre la joya.

El Real Madrid saca las garras, apaga el fuego del Unicaja y avanza a la final de la ACB

El Real Madrid saca las garras, apaga el fuego del Unicaja y avanza a la final de la ACB

Apagó el infierno el Real Madrid, sofocó las llamas del Unicaja, el empuje de un equipo que es todo amor propio, que murió de pie, puro orgullo, forzando la versión más competitiva de lo de Chus Mateo, que disputarán, contra el Valencia Basket, su quinta final de ACB consecutiva, la reválida del título conseguido hace un año contra UCAM Murcia. [79-86: Narración y estadísticas]

Para saber más

Fue el Madrid cinco nombres propios, un quinteto de máxima garantía en el que se tuvo que refugiar su entrenador para contrarrestar el ímpetu malagueño, el del equipo de los cuatro títulos en un año, despedido con honores en el Carpena. Una segunda mitad de un nivel altísimo, con Campazzo rey de la pista, Tavares (16 puntos, 12 rebotes) absolutamente dominante pese a sus problemas de faltas, Hezonja (20, ocho) imparable y Musa y Llull ofensivamente hirientes.

A todo eso tuvo que recurrir el Madrid para que la serie no regresara al Palacio, para desprenderse de la batalla continua del Unicaja, que dominó al inicio pero se fue quedando sin chispa y sin triples a la hora de la verdad.

Sin Tyson

Con la semifinal ya completamente en llamas, con la polémica y la tensión que exige una cita entre dos equipos de semejante tamaño y pujanza, el Madrid era consciente de que el infierno del Carpena no iba a descender ni un sólo grado. Y que el Unicaja, que no pudo contar con Tyson Pérez tras el esguince sufrido el domingo, iba a seguir con su energía desbordada, cabalgando con sus señas de identidad por el abismo de la eliminación. Así que los blancos, a los que les sobra experiencia en estos terrenos, tiraron de paciencia en el amanecer, en ese comienzo frenético de los locales, impulsado esta vez por el perímetro.

Porque eso, los triples, fue la diferencia con lo anterior. Osetkowski, que ni convocado fue en los dos primeros envites, se fue al descanso con sus cuatro intentos convertidos. Chus Mateo tuvo que recular pronto con sus amagos de ampliar la rotación (ahí apareció hasta Rathan-Mayes) cuando se vio 12 abajo (33-21). Fueron Llull, Hezonja y Musa (apoyados en el dominio blanco del rebote, importante Garuba) los que echaron agua al incendio, los que avisaron a Unicaja que el Madrid no estaba dispuesto a dejarse arrollar.

Tavares, defendido por Balcerowski.

Tavares, defendido por Balcerowski.Mariano Pozo

Y tanto. Pues los visitantes se asentaron en el Carpena. A los nueve segundos Tavares se había cargado absurdamente con la tercera, pero acertó Mateo en mantenerlo en pista un poco más. Siete puntos seguidos del gigante propiciaron la igualada y una canasta, al fin, de su suplente Bruno Fernando, la primera ventaja blanca (51-53).

Así que a Unicaja le tocó volver a empezar, a pulsar F5 a su frenesí. Lo hizo apoyado en un enorme Balcerowski, en más triples (Díaz, Kalinoski), pero la diferencia en rebote era abismal y los mejores hombres del Madrid estaban todos entonados. En el momento de la verdad, mientras avanzaba el acto definitivo, Campazzo agarró las riendas, Tavares oscureció todo y Llull, Musa y Hezonja anotaron como de ellos se espera. Coincidió con los nervios locales, con fallos y más fallos mientras Ibon Navarro mantenía en el banquillo a Carter, Perry y Taylor.

El Facu estiró la ventaja (72-79), Tavares se fue con cinco faltas, Perry y Carter acercaron a los locales, pero una genialidad de Campazzo, un dos más uno de pura fuerza y habilidad, fue la puntilla, el remate a una semifinal de alto voltaje. El Madrid buscará contra el Valencia su primer y único título de la temporada.