Semifinal sangrienta

Semifinal sangrienta

Actualizado Domingo, 15 junio 2025 - 20:16

Las zonas pintadas en la serie entre Real Madrid y Unicaja son callejones peligrosos. Hasta tres jugadores hemos visto con cortes en cejas y frente. Garuba, Sima y Perry se han llevado golpes que han teñido los televisivos planos de rojo.

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La hemorragia ya había empezado cuando la renta de los locales se acercaba a los 20 puntos, pero el Madrid recuperó y llegó con el palmeo de un Garubayabuseleizado, con esa bandana medio sanitaria, medio comercial.

Y eso que Unicaja empezó a jugar el tercer partido en la zona mixta del segundo. Con Ibon Navarro clamando "sólo pido un poco respeto" tras forzar su descalificación con el partido ya decidido para el Madrid. Es uno de los entrenadores españoles más triunfadores del siglo XXI, objetivamente es así. Y los títulos dan voz. Él la usó.

Los equipos europeos que optan a triunfar manejan plantillas de 14-16 jugadores. Eso implica un ejercicio que no enseñan en los cursos de entrenadores: graduarse en recursos humanos, lo que ahora llaman el departamento de personas. El MVP desconvocado en el segundo fue Dylan Osetkowski, que parece que fichará por el Partizan porque ya no pesa la sanción por dopaje que revoloteó la Costa del Sol durante muchísimos meses. El californiano anotó 21 el domingo puntos y supuso una sutura táctica para el rival. Pasar de no estar convocado a ser el mejor cambia destinos, ya le pasó a Spanoulis contra el Barça en el quinto partido de cuartos de Euroliga con Papagiannis. En la derrota, la herida inciso contusa siempre se la lleva el técnico.

¿Tanto se puede equivocar un entrenador? No, pero se puede equivocar. Por eso cuando veo plantillas que por lesiones se reducen a 8-9 jugadores, sé que van a jugar a su máximo nivel porque el que está en el banquillo tiene menos decisiones que tomar y los jugadores menos dudas de confianza. Ahora, gestionar plantillas largas en un baloncesto físico es clave en esta época de contacto total de playoff y de temporadas largas. Ya no puedes optar a casi nada con 10 jugadores. Por mucho que acierte tu director deportivo.

Este junio algunos abonados del equipo profesional de Unicaja han mostrado billetes de curso legal y han lanzado carteras ¿vacías? a la cancha. Es irónico pues Unicaja (el Banco y la Fundación) han hecho una labor de décadas sobre la educación financiera de sus clientes. Parece que quieren referirse al trabajo de los árbitros o los comentaristas. Cuanta más musculatura, velocidad, potencia y centímetros e iguales dimensiones de la cancha se requiere una mayor necesidad de definición televisiva, telemetría, capacidad de juicio y algo de suerte. ¿Cuántos centímetros puede abrir un jugador ofensivo el brazo que no lleva la bola pero protege? Musa fue condenado por acto de violencia. ¿Si no hubiera habido sangre recurrente se hubiera señalado antideportiva?

Sangre, sudor, polémica y orgullo: Unicaja sigue con vida tras derrotar al Madrid en un desenlace agónico

Sangre, sudor, polémica y orgullo: Unicaja sigue con vida tras derrotar al Madrid en un desenlace agónico

Del Palacio salió Unicaja lastimado en su baloncesto y también en su orgullo. El Real Madrid, lanzado y obligado a estas alturas de temporada sin títulos, le había zarandeado hasta volverle irreconocible y le había dejado con un imposible por delante, un 2-0 en contra, una "montaña" para el campeón de Supercopa, Copa y Champions. Pidió respeto Ibon Navarro a los árbitros y se lo ganó en el Carpena, un triunfo, una reacción, de puro coraje, de sangre, corazón y hasta polémica final para evitar su adiós y el paso blanco por la vía rápida a la final, donde desde el sábado aguarda el Valencia Basket. [86-84: Narración y estadísticas]

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Sumaba el Madrid 24 victorias de carrerilla en ACB y fue en Málaga donde le pararon los pies. Un Unicaja fiero, enrabietado, intratable casi de principio a fin. Porque ahí, en el fin, llegó lo insospechado. Tras una serie de fallos por ambos bandos, una contra con la que Musa se disponía a igualar por primera vez en muchos minutos el duelo y que acabó con palmeo de Garuba, el bosnio impactó con su codo en el rostro de Kendrick Perry. Tras la revisión, que no pudo por norma anular la canasta posterior, llegó la antideportiva y los dos tiros libres con los que Alberto Díaz cerró la angustia.

Una victoria de sangre (en los rostros de Perry y antes en el de Sima, tras codazo de Tavares, e incluso en el brazo de Campazzo), de polémicas con el arbitraje, de lesiones (la de Tyson Pérez en su tobillo) y de una tensión que engrandece una semifinal de la que se esperaba semejante temperatura. Alzó la voz Unicaja, que fraguó su resistencia en una primera mitad de puro rock and roll y en su aguante después a los intentos blancos de remontada, jugueteando con el abismo que se extendía ante los verdes.

Unicaja no iba a firmar la rendición así como así, sin al menos un ramalazo de rabia, una versión real de lo que ha sido y es. Con la losa del 2-0 pero con el orgullo intacto, los de Ibon Navarro afrontaron la tercera batalla, con el Carpena a reventar, como si no hubiera más allá. Con el baloncesto frenético que es su bandera, tiros rápidos, defensa agresiva, transiciones, rebote y descaro. Un ritmo inaguantable al que unieron la habilidad de no perder balones (sólo uno en toda la primera mitad), un cóctel explosivo que ni el Real Madrid supo contrarrestar entonces.

Tavares, en acción en el Carpena.

Tavares, en acción en el Carpena.Jorge ZapataEFE

Apenas los blancos aguantaron la salida en tromba. Cuando Alberto Díaz piso cancha el nivel de energía se elevó todavía más. Y Unicaja empezó a sobrevolar el Carpena, como si en vez de pies tuviera motores. Era un ataque con todo, una labor coral en la que sobresalían Kravish, Sima y Osetkowski, sin miedo a Tavares. Al descanso habían anotado todos los malagueños menos Kameron Taylor, precisamente su máximo anotador. Y ni los percances les apartaban de la misión.

Porque mediado el segundo cuarto, tras un espectacular mate, Tyson Pérez se torció de mala manera su tobillo izquierdo. Al poco, Perry cometió una falta antideportiva sobre Campazzo. Igual daba, la diferencia siguió elevándose, hasta el +19 tras una canasta a aro pasado de Barreiro. Ni siquiera los triples les eran necesarios. El Madrid, con sus pérdidas y su incapacidad para igualar la agresividad, achicaba agua como podía.

El rostro de Perry, tras el codazo de Musa.

El rostro de Perry, tras el codazo de Musa.ACB Photo

Pero no estaba muerto. Un parcial tan suyo, de esos de entreactos, un 5-22 apoyado en una zona defensiva, fue el primer aviso blanco. Se recompuso Unicaja a lomos de Tyson Carter, volvió a tomar algo de aire con los triples de Osetkowski, pero no la suficiente distancia como para evitar una recta de meta de esas en las que el Madrid parece no conocer imposibles.

A falta de 1:23, tras otra canasta de Perry, caía por cinco (84-79). Llegó un triple fugaz de Hezonja tras tiempo muerto y la concatenación de errores, entre ellos una falta de ataque de Tavares que evitó la primera igualada. Y todo se iba a resolver en una revisión, valiente Perry en su defensa tras el fallo anterior, en jugarse el físico ante un Musa que sacó el codo a pasear.

El Valencia Basket sentencia en Tenerife y jugará la tercera final de su historia

El Valencia Basket sentencia en Tenerife y jugará la tercera final de su historia

Actualizado Domingo, 15 junio 2025 - 00:14

El Valencia Basket se convirtió en el primer finalista de la Liga Endesa tras sumar su tercer triunfo ante La Laguna Tenerife en una gran actuación de Brancou Badio, autor de 28 puntos, bien secundado por Jaime Pradilla (19 y cinco rebotes) y Josep Puerto (13+8). [Narración y estadísticas (87-94)]

El equipo valenciano, que jugará la tercera final de su historia, supo esperar su momento y dar la vuelta al marcador en los instantes más importantes. Un parcial de 15-33 en el tercer cuarto acabó con las posibilidades del equipo de Txus Vidorreta, que había controlado la situación hasta el descanso.

Hubo muchas rotaciones por parte de ambas escuadras, pero la segunda unidad del Tenerife fue más efectiva. En los dos primeros cuartos el partido tenía un tono diferente al de los dos disputados en Valencia. Vidorreta, a base de cambios, no permitía ningún tipo de relajación defensiva, aunque en ataque el nivel de aciertos no era el mismo.

Malas decisiones

Lo cierto es que el Tenerife supo mantener su ventaja ante un rival que con un 1 de 9 en triples, no encontraba la fórmula de poder darle la vuelta al partido.

Tras el descanso, todo cambió todo en unas malas decisiones en ataque que permitieron al Valencia Basket ganar confianza. Los triples de Pradilla y Badio apretaron el choque (52-51) y el conjunto taronja empezó a acorralar a los locales, que ya no encontraban con facilidad el camino hacia canasta.

Poco a poco las diferencias fueron a más hasta y aunque en el último cuarto los tinerfeños tuvieron rachas buenas y opciones de volver a dominar el choque, el Valencia estaba mejor posicionado en la cancha y se lanzó a por la victoria. Un triple de Badio (78-87) y otro de Josep Puerto (84-92) pusieron punto final a la temporada del Tenerife y dispararon al Valencia a la tercera final de su historia.

Campazzo lidera otro triunfo ante Unicaja y deja al Real Madrid a un paso de la final

Campazzo lidera otro triunfo ante Unicaja y deja al Real Madrid a un paso de la final

Actualizado Viernes, 13 junio 2025 - 23:48

Después de una temporada muy discreta, donde incluso tuvo que ceder protagonismo en la rotación, Facundo Campazzo ha recuperado su mejor nivel al frente del Real Madrid. El argentino, autor de 18 puntos, lideró ayer el segundo triunfo frente a Unicaja en una noche decidida por la puntería de los blancos desde el perímetro (13 triples, con un 48% de acierto) y las 22 pérdidas del equipo de Ibon Navarro. [Narración y estadísticas (90-75)]

La 29ª victoria consecutiva en el Movistar Arena deja al Madrid a un paso de la final. Sus buenas sensaciones colectivas cuentan además con un refrendo estadístico, ya que jamás ningún equipo logró remontar un 0-2 adverso en semifinales. Con el mejor Campazzo a los mandos, el vigente campeón vuelve a parecer máximo favorito para reeditar título. Los bases de Unicaja, que dominaron a su antojo durante la final de Copa, no encuentran ahora un antídoto contra el Facu.

Dejando aparte el sangrante caso de Tyson Carter (-32 de su equipo con él ayer en pista), ni la intensidad defensiva de Alberto Díaz, ni la amenaza de Kendrick Perry en la otra canasta mermaron a Campazzo. Su contribución más decisiva llegó al inicio del tercer cuarto, con un gran triple seguido de una fulminante bandeja que abrían la primera ventaja por encima de la decena (53-41). En esos minutos de inspiración, el equipo Chus Mateo aún estiró el colchón hasta un 63-44 que parecía definitivo.

Hezonja y Garuba

Entonces apareció el espíritu de Unicaja, que ya mostró en el cruce de cuartos ante el Barça su capacidad para salir airoso de las situaciones más extremas. Los visitantes reaccionaron con un parcial de 4-20. A falta de siete minutos, con 67-64, Melvin Ejim desperdició un triple para restablecer la igualdad. Entonces llegó el momento de Mario Hezonja, autor de cinco puntos en minuto y medio y Usman Garuba, que acertó con el triple antes de negar la bandeja de Kerry con un formidable tapón.

Los tiros libres errados por Yankuba Sima, Nihad Djedovic y Tyson Pérez terminaron por desquiciar a Unicaja, que acabaría sufriendo los últimos coletazos de Campazzo, con un par de triples para el delirio de su afición. El domingo, el Martín Carpena acogerá el tercer capítulo de la serie (17:00 horas). Mientras, el Madrid ya puede presumir de sus 14 meses sin perder como local. Desde aquel 31 de marzo de 2024 suma ya la segunda mejor racha de la historia, sólo por detrás de los 33 triunfos encadenados por el Barcelona entre 2009 y 2010.

De las calles de Senegal a impresionar en la ACB, los saltos de 'Papi' Badio: "El camino fue duro, pero no voy a olvidar nada"

De las calles de Senegal a impresionar en la ACB, los saltos de ‘Papi’ Badio: “El camino fue duro, pero no voy a olvidar nada”

El Hadji Omar Brancou Badio (Rufisque, Senegal, 1999) es simplemente Papi. Así le llamaba su madre, pues al menor de sus ocho hijos le nombró como a su abuelo, como a su papi. Y así le llama todo el mundo ahora. Papi vuela en el Valencia Basket que busca, ante el La Laguna Tenerife, regresar a una final de la Liga Endesa, otro peldaño más en una ascensión casi de película. Este jueves puso el 2-0 tras volver a ganar en La Fonteta. De las calles de Rufisque, de aprender baloncesto siguiendo los pasos de su hermana Marietou, de que un amigo enviara un vídeo con sus jugadas, a viajar a España para iniciar una aventura que le llevó desde Primera Autonómica a la cantera del Barça y ahora a ser clave en los planes de este frenético colectivo que dirige Pedro Martínez.

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«Yo nunca me hubiera imaginado algo así. Yo soy un chico que voy día a día, así que para nada pensaba en el futuro. Estaba metido en lo mío, mejorando. Y cada vez que llegaba una oportunidad me decía: 'A por ello. A ver qué vamos encontrando'», cuenta el escolta senegalés, que conversa con EL MUNDO tras finalizar el entrenamiento en La Fonteta y repasar un vídeo del rival. ¿Marcelinho? «Es muy bueno. Para defenderle hay que intentar bajarle los porcentajes. Y hacerle las cosas lo más difíciles posible. Pararlo como tal, diría que es imposible. Tiene mucha experiencia», admite Papi sobre el emparejamiento con el brasileño.

Eso, la defensa, le ha distinguido. No son tantos los africanos exteriores que consiguen hacer carrera a primer nivel en Europa. En Senegal se buscan centímetros. Badio es una flecha, un físico único que se maneja en porcentajes desde el perímetro peligrosísimos para el rival. 37% este curso con el Valencia Basket, con el que la próxima temporada jugará la Euroliga en el flamante Roig Arena. Un horizonte más conquistado por el chico que aterrizó en Tenerife con 17 años.

«Fue a través de Rob Orellana, a la Canarias Basketball Academy (CBA). Él me vio en Senegal y se interesó mucho. Me trajo a España con una beca, para estudiar y seguir jugando al baloncesto en la Academia. Así fue», recuerda de esos primeros pasos jugando con La Matanza, su «primera vez en España». «Fue una época dura. Pero es parte del camino y no voy a olvidar nada de él. Fue bonito y duro, con muchos retos. Adaptarme al país, al juego, a los entrenamientos. Pero por todo ello estamos hoy aquí», asegura.

Badio, en el primer partido contra el Tenerife.

Badio, en el primer partido contra el Tenerife.ACB PhotoMUNDO

De jugar en Autonómica al salto a LEB Plata con el filial del Barça en un año. De azulgrana debutó con el primer equipo a las órdenes de Sarunas Jasikevicius, tomando nota en los entrenamientos de quien reconoce idolatraba, antes y durante, Corey Higgins. Después unos meses en Alemania -en el Skyliners de Frankfurt, con Diego Ocampo, quien fue su técnico en Barcelona- y la llegada al Baxi Manresa. Donde Pedro Martínez pulió la perla, hasta donde prometía y más allá. «Esta relación con él va a ser para siempre. Me ha ayudado muchísimo, dándome confianza. Y todavía lo hace, día a día. Yo estoy muy agradecido por todo lo que ha hecho y hará por mí», cuenta sobre su técnico actual. Papi, que llegó a jugar una Liga de Verano con los Suns, fue incluido en el segundo mejor quinteto de la ACB la temporada pasada (promedió 14 puntos, 12,1 de valoración).

Todo desde Rufisque, ciudad portuaria a la entrada de Dakar, donde hay «canchas de baloncesto, de fútbol, playas y mucho calor». «No voy a decir que mi infancia allí fuera dura [su padre murió cuando él tenía ocho años], pero era diferente. Era divertido también, como un joven ilusionado por el baloncesto. Ahí, en la calle, yendo a jugar con mi hermana (ella jugaba en el Saltigué, el club de la ciudad). Siempre estábamos juntos, es mi hermana favorita. Fue una época muy bonita de mi vida que no voy a olvidar», rememora ahora.

Cuando el Valencia le fichó el pasado verano muchos dudaban. Era un salto al primer nivel y Badio no ocupa plaza de jugador de formación. Pero su rendimiento ha silenciado críticas. Es un fijo para Pedro Martínez (más de 20 minutos de promedio), con exhibiciones como la de hace unas semanas ante el Gran Canaria (27 puntos, siete rebotes...), un punto diferencial en los taronjas cuando forma parte del juego exterior junto a su compinche Jean Montero, con el que juega al Call of Duty en sus ratos libres. «Jean es muy divertido. Jugamos pasándonoslo bien», reconoce.

Indiana vence a Oklahoma y lidera las Finales de la NBA

Indiana vence a Oklahoma y lidera las Finales de la NBA

Actualizado Jueves, 12 junio 2025 - 07:52

Los Indiana Pacers han vencidos por ‘116-107’ a los Oklahoma City Thunder, protegiendo el factor cancha que robaron en el primer partido y colocaron el 2-1 en las Finales de la NBA. El Gainbrigde Fieldhouse de Indianápolis acogerá también el cuarto encuentro que se jugará este viernes, antes de que la serie regrese a Oklahoma para el quinto duelo. Indiana, que ha firmado un "enorme 32-18 en el último cuarto", nunca ha ganado el anillo de la NBA, y no jugaba unas Finales desde hacía 25 años.

Fue un partido apasionante, con "alternativas para Pacers y Thunder y en el que Indiana acabó triunfando gracias a una excelente aportación colectiva con muchos nombres a resaltar", destaca David Villafranca a Efe. En sus palabras, afirma que Tyrese Halliburton ha firmado su mejor actuación desde las finales, "al borde del triple-doble con 22 puntos, 9 rebotes y 11 asistencias". Desde el banquillo, Benedict Mathurin dio un "recital alucinante" con "27 puntos con 9 de 12 en tiros y 10 puntos en el cuarto periodo". T.J. McConnell también "revolucionó el encuentro como reserva" con "10 puntos, cinco asistencias y cinco robos". Pascal Siakan fue "su anotador más consistente" con "21 puntos y seis rebotes". La defensa de los Pacers "se creció limitando a Shai-Gilgeous Alexander a 24 puntos (9 de 20) y ocho rebotes". El MVP de esta temporada perdió "seis balones, su mayor cifra en su carrera en 'playoff'".

Los Thunder, por su parte, "se atascaron con 19 pérdidas que dieron pie a 21 puntos de los Pacers". Si bien "llegaron al último cuarto por delante en gran medida por el desacierto en el triple de Indiana (9 de 27)", los locales "golpearon en la recta final con un 61,9 % en tiros (35,3 % de Oklahoma) y un 3 de 5 desde el perímetro (0 de 4 de los visitantes)". Por Oklahoma, destacaron Jalen Williams ("26 puntos y 6 rebotes"), Chet Holmgren ("20 puntos y 10 rebotes") y Lu Dort ("12 puntos con 4 de 5 en triples"). El banquillo de Oklahoma "naufragó con solo 18 puntos frente a los 49 de Indiana".

Oklahoma, el mejor conjunto de la temporada regular (68-14), "deberá reaccionar en el cuarto partido para no volver a casa con la pesada losa del 3-1", un resultado que en las Finales "sólo ha remontado un conjunto: los Cleveland Cavaliers de LeBron James en 2016 ante los Golden State Warriors de Stephen Curry".

Indiana, en las finales

"Un cuarto de siglo tuvo que esperar Indiana, un estado en el que el baloncesto es casi una religión, para volver a acoger unas Finales de la NBA", destacó. Esta expectación era palpable en Indianápolis y el "Gainbrigde Fieldhouse no decepcionó en absoluto, ofreciendo un ambiente vibrante durante toda la velada". A pesar del ambiente de gran tensión, "nada de esto intimidó a los Thunder".

En el cuarto inicial, Holmgren "se lució" con "13 puntos" y Dort le escoltó con "un 3 de 3 triples". Shai, sin embargo, "no estuvo nada cómodo y se quedó en 6 puntos", mientras la defensa de Oklahoma "forzando 7 pérdidas de Indiana".

Con un marcador de "24-32", el turno de los suplentes de los Pacers cambió el guion del partido. Liderados por un "incendiario McConnell", los Pacers remontaron con un parcial de "15-4 (39-36 con 8.18 para el descanso)".. Este tramo fue "sensacional" para los de Rick Carlisle, que "recordaron al conjunto que abrasó el Este con su intensidad extrema, su ritmo agobiante y sus transiciones letales". Los Pacers cerraron la primera mitad mandando "64-60".

La reanudación de los visitantes fue la soñada por Mark Daigneault: "un 0-8 de salida con Williams abriéndose camino como un tanque en campo de batalla". El tercer cuarto fue "un combate furioso, de pesos pesados", y un "triplazo de Williams en el último segundo" situó el "84-89" camino del desenlace.

Cuando parecía que los Pacers "habían perdido la chispa", Mathurin y McConnell los resucitaron. "Con una energía impresionante, los dos reservas impulsaron un parcial mayúsculo de 23-11" coronado por un triple de Obi Toppin que colocó el marcador "107-100 a falta de 4.23". A Oklahoma "le pasó en ese cuarto un huracán por encima: colapsó en ataque (solo 3 puntos de Shai) y fue incapaz de crecer desde la defensa". Todo le salió de maravilla a los Pacers, "encadenando triples de Haliburton y Aaron Nesmith y con un taponazo de Myles Turner a un tiro de Holmgren que a falta de dos minutos prácticamente sentenció la victoria".

Tercer encuentro de las Finales de la NBA 2025

Este partido es el tercer encuentro de las Finales de la NBA de 2025, que enfrenta a los Indiana Pacers y los Oklahoma City Thunder. Su importancia radica en que, al ganar, los Pacers han tomado una ventaja de 2-1 en la serie, lo que les da una posición favorable de cara a los siguientes partidos. Históricamente, el ganador del tercer partido en unas Finales empatadas a uno se lleva el título en la mayoría de las ocasiones, lo que subraya la trascendencia de esta victoria para las aspiraciones de campeonato de Indiana. Además, marca el regreso de las Finales de la NBA a Indianápolis después de 25 años, generando una gran expectación y un ambiente vibrante en la ciudad.

El Real Madrid golpea primero (y fuerte) a Unicaja

El Real Madrid golpea primero (y fuerte) a Unicaja

Una semifinal casi como una final, porque nadie parece más poderoso en ACB que Real Madrid y Unicaja, los finalistas de Copa en febrero, el mejor equipo (de largo) de la temporada regular ante el campeón de tantas cosas (Intercontinental, Supercopa, Copa, Champions), el que asombra por su juego y su osadía, el que acudía tras expulsar al Barça en cuartos. Exhausto en el primer round de semifinales, donde los de Chus Mateo golpearon primero y bien fuerte. [99-81: Narración y estadísticas]

Para saber más

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Son conscientes los blancos de que sólo les resta ya la Liga para esquivar el fantasma del año en blanco. Que no tienen excusas (más allá de la lesión de Deck), tras el parón sin Final Four, y una racha que impone: 24 victorias seguidas en Liga (25 ya) y 14 meses sin perder en casa. Esa frescura, unida al acierto, les sirvió para tumbar por k.o. a Unicaja, una noche en la que los de Ibon Navarro pasaron bien pronto página. No fueron ellos, pero que nadie les de por muertos, claro.

El Madrid corría y el Unicaja perseguía sombras. Los primeros 20 minutos fueron definitivos. Hubo en ese rato de ciclón algo de aroma a cuentas pendientes, a dejar las cosas claras. Pero bien es cierto que Unicaja llegaba con el susto en el cuerpo desde el domingo, cuando se vio eliminado por el Barça. También con la adrenalina de la remontada, de la victoria en la prórroga. Cansancio, físico y mental, al fin y al cabo. Que no perdonó un Madrid listo para el zafarrancho.

Al que acompañó la puntería desde el amanecer, cuando el duelo parecía un intercambio de golpes. Duró poco. A los dos triples iniciales de Tillie el Madrid contestó con una rotundidad que asustaba. A pares Ndiaye, Hezonja... Más difícil todavía Musa, que acertó sus cuatro primeros, 14 puntos en siete minutos del bosnio. La distancia se disparó hasta los 20 puntos, casi quebrado el encuentro desde tan temprano.

Defensa

Porque a la defensa blanca era como si le debieran dinero. Mordía Campazzo (siete asistencias, cinco robos), Abalde bordaba cada movimiento táctico, Tavares y Bruno Fernando mantenían a raya la pintura. Cero puntos al descanso entre Kendrick Perry y Tyson Carter resumían bien la situación.

La segunda parte no cambió demasiado el panorama. Campazzo seguía apretando y Musa golpeando. Unicaja no veía ni un rastro de luz en el horizonte. Y pronto se vio pensando en el viernes. Todo tan sentenciado que pasaron cosas. Hubo minutos hasta para Rathan-Mayes. Garuba sufrió una brecha en la cabeza tras un choque con Tillie. Y Tavares y Ejim tuvieron sus más y sus menos.

El Valencia agota al Tenerife y golpea primero en la semifinal

El Valencia agota al Tenerife y golpea primero en la semifinal

Actualizado Martes, 10 junio 2025 - 23:33

El juego de perímetro de Chris Jones, Brancou Badio y Jean Montero y el despliegue interior de Jaime Pradilla condujeron al Valencia Basket a la victoria en el primer partido de las semifinales ante La Laguna Tenerife. El equipo de Pedro Martínez controló siempre la situación en una noche donde llegó a dominar por 16 puntos, aunque los canarios aún confían en sus opciones de recuperar el factor cancha el próximo jueves, cuando se dispute, otra vez en La Fonteta, el segundo encuentro de la serie. [Narración y estadísticas (83-65)]

Los locales manejaban un plan muy claro: correr para desgastar al veterano equipo tinerfeño. Lo hicieron de inicio, pese a que no le entraron los primeros tiros, y lo hizo también después, cuando Pradilla, intenso y maduro, había abierto ya la tapa del aro aurinegro.

Para poder correr, los locales tuvieron antes que agobiar a Marcelinho Huertas. Badio y Sergio de Larrea se turnaron para defenderle. En la otra zona, el Tenerife no se tuvo que preocupar tanto de Montero, lastrado por un golpe en la mano derecha. El arrojo de Thomas Scrubb y de Yannis Morin permitió al Tenerife no venirse abajo tras el primer arreón.

El duelo se paró con un rifirrafe entre Pedro Martínez y Giorgi Shermadini que descentró al Tenerife. Lo leyó bien Jones que, inspirado, disparó la ventaja del Valencia hasta ponerle en disposición de romper el partido antes del descanso (45-29, m.18). Solo un despliegue de calidad y de garra de Aaron Doornekamp permitió al Tenerife evitarlo (47-37, m.20).

Triple para empatar

En el regreso a la pista, el canadiense siguió sumando aciertos exteriores para mantener a su equipo cerca. Ademas, la defensa de Jones sobre Marcelinho permitió al brasileño estar más suelto. La ventaja local, que se había asomado a los 20 puntos, estaba ahora sólo en tres tras un nuevo triple del ala-pívot (53-50, m.25).

Tuvo Jaime Fernández triple para empatar pero lo erró y el Valencia reaccionó. Lo hizo de la mano del siempre valiente Badio, que anotó y generó para que sus compañeros recuperaran confianza, incluido Montero. Pero esta vez el Canarias no esperó para responder y Marcelinho y Bruno Fitipaldo no sólo mantuvieron cerca a los suyos, sino con buenas sensaciones (67-59, m.30).

Con el inicio del último cuarto llegó el momento del dominicano. Sin acordarse ya de su mano derecha, abrió con sus penetraciones la defensa visitante y minó la moral de los visitantes, que volvieron a verse 10 abajo. Había dado Txus Vidorreta algo de descanso a Doornekamp y lo tuvo que recuperar, pero ya era tarde (77-62, m.33).

Gio Shermadini: "En mis inicios en Georgia entrenaba ocho horas cada día. Nadie lo cree"

Gio Shermadini: “En mis inicios en Georgia entrenaba ocho horas cada día. Nadie lo cree”

Gio Shermadini (Mtskheta, Georgia, 1989) es un jugador contracultural, un gigante aparentemente lento y sin amenaza exterior, pero contra el que nadie parece poder hacer nada en las pinturas de la ACB desde que aterrizara en Tenerife hace seis años (MVP en las temporadas 2021 y 2023). El pívot repasa sus atribulados inicios en el baloncesto, su deambular por media Europa después, su conexión con Marcelinho Huertas y su vida en la isla con sus cinco hijos mientras afronta la semifinal contra el Valencia.

Para saber más

Buscan la primera final de ACB en la historia del Tenerife. Parece un broche perfecto a este ciclo.
Es una oportunidad histórica. Llevo aquí seis años y esta es la segunda vez que disputo una semifinal. Acabamos de derrotar al Joventut, que es un muy buen equipo. Esta temporada estamos jugando increíblemente bien, aunque los dos últimos partidos de la temporada regular tuvimos un error, perdimos en casa contra el Valencia y en Manresa. Hubiera sido clave ser segundos, que era el objetivo. Estas cosas pasan. Ahora tenemos dos partidos en Valencia y si ganamos uno...
Dos equipos ofensivos, pero con estilos muy diferentes.
A ellos les gusta correr. Son un equipo muy, muy bueno ofensivamente. Tenemos que detener su contraataque, esto será la primera clave. Y después imponer nuestro juego, que como todo el mundo conoce es más de pick and roll, con Marcelinho y Fitipaldo amenazando desde el triple...
¿Cuál es el secreto del Tenerife?
Que sabemos quiénes somos. Muchos de los jugadores en la plantilla tenemos 36, 37 años... Marcelinho 42. Aaron [Doornekamp] 39. Somos el equipo más veterano. Pero la clave es que el entrenador Vidorreta sabe cómo manejarlo. Sabe cuánto tenemos que entrenar. Y creo que esto es lo más importante. No estamos cuatro horas por la mañana. Entrenamos una hora y media, pero de mucha calidad, haciendo todo correctamente, en ataque, en defensa. No entrenamos tanto y estamos descansados. Esto son detalles que son importantes para los jugadores. Llevo aquí seis años y nunca hemos entrenado dos veces. Nunca. El entrenador lo sabe, me lo ha dicho: para él no es solo entrenamiento, entrenamiento, entrenamiento. No, no, no. Tenemos que entrenar menos, pero tenemos que entrenar mejor. Buena calidad, buena intensidad.
¿Sienten que son un equipo incómodo para los rivales?
Esa es la sensación, sí. Estos días nos hemos preparado para el Valencia, hemos visto muchos vídeos. Ya sabemos cómo juegan. Pero ellos también piensan en nosotros. Tienen que saber cómo defendernos, ya sea a mí, a Marce o a Bruno. Para ellos tampoco es fácil. No es fácil jugar contra nosotros, pero... Bueno, ellos tienen grandes jugadores, especialmente... He olvidado su nombre. ¿Cómo se llama? El tirador. ¡Jean Montero! Montero [ríe]. Está muy bien, toda la temporada, nuestro objetivo es pararle. Aunque cualquiera puede anotar.
Explíqueme esa conexión con Marcelinho
Marce es lo mejor que me ha pasado en mi carrera. Es una gran persona, un gran jugador, y está haciendo un gran trabajo, no solo para mí, sino para todos. En cada partido, reparte más de 10 asistencias... Es increíble. Da buenos pases y también anota. El otro día 39 puntos con 42 años. Si tienes un buen base a tu lado, todo es diferente. Marce es como si fuera la mitad de nuestro equipo, lo sabe todo. Puede leer el juego, jugar el pick and roll. Si yo no estoy sólo, sabe que en la esquina habrá alguien liberado. Es genial. Ojalá juegue muchos años, pero yo sé que cuando se retire va a ser un gran entrenador. Estoy seguro, porque él tiene ese talento.
Shermadini, junto a Huertas, durante un partido de ACB.

Shermadini, junto a Huertas, durante un partido de ACB.Aitor Bouzo / ACB Photo

¿Recuerda sus inicios?
Empecé a jugar tarde. En mi familia todos son muy altos. Mi padre mide 2.06, mi madre 1,85, mi hermano 2,08, mi hermana casi 1,90... En un verano yo crecí de repente y me hice más grande que mi hermano mayor. Todavía iba al colegio y siempre había sido más bajito que él. Me puse en 2,15. Jugaba en el colegio, pero nada especial, nada profesional. Yo no vivía en la capital. Mi pueblo está a unos 30 minutos en coche y esos desplazamientos eran un problema. Cuando fiché por el Maccabi de Tbilisi en 2005 todo era muy difícil. Mi padre tenía que conducir todo el tiempo, del entrenamiento a casa. Y fueron tres años duros, cada día entrenábamos unas siete y ocho horas, con mi hermano. Imagina. Entrenábamos muchísimo, cada día. Primero físico, luego cancha, individual, más entrenamientos con el segundo equipo y por la tarde con el primero... Fue muy duro, tres años así. Pero gracias a Dios, ahora estoy aquí. Tengo una familia increíble y he conseguido muchas cosas. Pero a la gente se lo seguiré contando, que entrenaba todos los días siete y ocho horas. Probablemente nadie me creerá.
Se fue al Panathinaikos con Obradovic y en 10 años, 10 equipos.
En el Maccabi de Tbilisi el dueño, judío, quiso que se llamara como el de Tel Aviv. En uno de mis primeros partidos anoté 89 puntos y quedé máximo anotador. Anotaba como 50 y 60 puntos cada partido. En 2008 me fichó el Panathinaikos de Zeljko Obradovic. Y empezó mi viaje por Europa, demasiados equipos, entrenadores, compañeros... Por eso pienso que La Laguna Tenerife es mi destino final.
Un georgiano que ha encontrado en Canarias su casa.
Así es. Tengo cinco hijos. Somos muy felices, desde la primera temporada. Y si la familia está feliz, todo está ok. Mi hija mayor tiene 14 años y juega al voleibol aquí. Ya mide dos metros. Mi hijo juega al baloncesto, en el club. Luego tengo dos gemelos de siete años y una pequeña de año y medio, Ioanna. Una familia enorme. El club es genial, el presidente... Me pagan bien, nos dan una buena casa. Y tengo un entrenador increíble, que me lo ha dado todo, que confía en mí, se nota que nos entendemos. Gracias a él he conseguido muchos trofeos, He sido dos veces MVP, tengo el récord de la liga de MVP del mes, 24 ó 25 [superó el récord de Tanoka Beard]. Ya se me olvidó. Todos estos récords son gracias a Txus, cambió algo en mí. Como te dije, esta es mi última parada. No sé cuánto más jugaré, tal vez dos o tres temporadas. No creo que tanto como Marce, pero lo intentaré (ríe).
Imagina cómo hubiera sido su carrera en los 80, cuando los pívots como usted dominaban.
Sí, lo he pensando muchas veces. No lo sé. Quizás hubiera ido bien o quizás no. Ahora ha cambiado el modelo de baloncesto, a muchos entrenadores no les gustan los pívots grandes. Los prefieren más fuertes, más bajitos, que puedan lanzar de tres... Pero yo tengo suerte, a Txus le gustan los tipos grandes como yo. Sigo haciendo mi trabajo bien. Si alguien quiere venir a ganarme en algún partido, estoy preparado. Aunque me lancen de tres.
Shai dirige la orquesta de Oklahoma para doblegar a Indiana y empatar la final de la NBA

Shai dirige la orquesta de Oklahoma para doblegar a Indiana y empatar la final de la NBA

Los Oklahoma City Thunder reaccionaron este domingo con autoridad y poderío a su debacle del pasado jueves, se impusieron a los Indiana Pacers por 123-107 y empataron por 1-1 la final de la NBA.

Tres días después de la puñalada en el corazón de Tyrese Haliburton en el último segundo, los Thunder supieron esta vez cerrar un encuentro que ya ganaban de 23 puntos en el segundo cuarto y contaron con una sólida versión de su trío estelar: Shai-Gilgeous Alexander, Chet Holmgren y Jalen Williams.

La serie por el anillo viaja ahora a Indianápolis, donde los Pacers intentarán defender el factor cancha en el tercer y cuarto partido, que se disputarán el 11 y el 13 de junio, respectivamente.

Con la presión de no conceder un 0-2 que habría sido una verdadera losa, los Thunder recuperaron su mejor imagen: la del fabuloso conjunto que arrasó en la campaña regular con un impresionante 68-14.

Shai fue el director de orquesta perfecto con 34 puntos (11 de 21 en tiros), 5 rebotes, 8 asistencias y 4 robos. Pero además el MVP de esta temporada obtuvo, a diferencia del primer encuentro, el respaldo de dos decisivos Holmgren (15 puntos y 6 rebotes) y Williams (19 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias).

Saliendo desde el banquillo con furia, también resultaron fundamentales Alex Caruso (20 puntos con 4 de 8 en triples) y Aaron Wiggins (18 puntos con 5 de 8 desde el perímetro). Oklahoma ganó la batalla por el rebote (43 por 35) y toda su defensa rindió a un excelente nivel.

Por el contrario, Haliburton, capaz de lo mejor y lo peor, estuvo desaparecido durante los tres primeros cuartos (5 puntos) y solo se dejó notar en el último cuando la remontada era una quimera. Demasiado irregular, el base acabó con 17 puntos (7 de 13), 3 rebotes y 6 asistencias con 5 pérdidas de balón.

Tampoco estuvo fino Pascal Siakam con 15 puntos y 7 rebotes pero 3 de 11 en tiros.

Myles Turner (16 puntos) y Aaron Nesmith (14 puntos con 4 de 8 en triples) pusieron de su parte en Indiana, que tuvo a siete jugadores en dobles dígitos de anotación pero a ninguno por encima de los 20 puntos.

Holmgren despierta y Shai remata

Uno de los señalados en la catástrofe del primer partido de Oklahoma fue Holmgren, que solo aportó 6 puntos con un penoso 2 de 9 en tiros.

Con mucho que corregir, el pívot se puso las pilas esta domingo desde el salto inicial, sumó 9 puntos (4 de 5) solamente en el primer cuarto y también presumió de intimidación en defensa.

Por su parte, Indiana lo fio todo al triple ya que 14 de sus 21 tiros en el primer capítulo fueron desde el perímetro, pero los Pacers no afinaron su puntería (5 de 14) y los de Mark Daigneault se anotaron el cuarto (26-20).

La defensa de Oklahoma, una apisonadora que ha machacado ataques a lo largo de la NBA durante toda la temporada, empezó a marcar el ritmo: el primer +10 llegó con 10.24 para el descanso (33-23) y el primer +15 (que fue la máxima ventaja el jueves) lo alcanzó con 7.06 para el intermedio (42-27).

El colapso en ataque de Indiana coincidió con los minutos de Haliburton en el banquillo y los Pacers, que habían limitado sus pérdidas de balón en el primer cuarto a solo 3, se enredaron en el segundo con 6.

El Paycom Center, habitualmente una muy ruidosa olla a presión, explotó con un triple de Wiggins y una canasta de Shai que ampliaron el margen por encima de los 20 puntos tras un monumental parcial de 19-2 (52-29 con 4.48 en el reloj).

Tres tiempos muertos tuvo que pedir Rick Carlisle en ese periodo y los Pacers, fieles a su condición de equipo totalmente irreductible, cortaron la hemorragia con un parcial de 0-10.

Pero finalmente los Thunder cerraron ese gran cuarto por 33-21 y, con un 51,1 % en tiros de campo, se marcharon al vestuario con un prometedor 59-41 de la mano de Shai (15 puntos), Holmgren (11) y Williams (9).

Siakam y Andrew Nembhard (9 puntos cada uno) fueron de lo poco rescatable en un espeso ataque de los Pacers, atascados con un 34,9 % en tiros (31,8 % en triples, 7 de 22) y con un Haliburton ausente (3 puntos con 1 de 5).

La pregunta que ha dominado este 'playoff' volvió a asomarse en la mente de todos: "¿Existe una ventaja lo suficientemente grande y segura ante estos impredecibles, incansables y heroicos Pacers?".

Desde luego, Indiana no bajó los brazos. En el tercer periodo llegó a ponerse a 13 puntos con Turner liderando la carga (10), pero entonces se topó con un exquisito Shai.

El base canadiense manejó el ritmo con maestría, metió 12 puntos para abortar cualquier rebelión de los Pacers y condujo a los Thunder al desenlace con todo a su favor (93-74).

Esta vez la épica milagrosa no apareció del lado de Indiana y Oklahoma, sin más sobresaltos, colocó el 1-1 en las Finales.

Shai sigue batiendo récords

Shai-Gilgeous Alexander se convirtió este domingo en el decimosegundo jugador en la historia de la NBA que supera los 3.000 puntos en una sola temporada sumando fase regular y 'playoff'.

Solo otros once jugadores en la historia de la NBA alcanzaron los 3.000 puntos entre temporada y postemporada, una lista encabezada por un Michael Jordan que lo consiguió en diez ocasiones y un Wilt Chamberlain que lo logró cinco veces.

El resto solo superaron los 3.000 puntos en una ocasión: Luka Doncic, James Harden, Kevin Durant, Kobe Bryant, Shaquille O'Neal, Bob McAdoo, Kareem Abdul-Jabbar, Rick Barry y Elgin Baylor.

Además, el MVP de esta temporada en la NBA también selló otro registro histórico ya que nadie había anotado 72 puntos en sus dos primeros partidos en unas Finales de su carrera.

Con 38 puntos el jueves y 34 este domingo, Shai superó el anterior registro, que pertenecía a Allen Iverson con 71 puntos en total en los Philadelphia 76ers de 2001.