El Panathinaikos arrebata el trono al Real Madrid y es campeón de Europa 13 años después

Actualizado Domingo, 26 mayo 2024 - 23:13

Se le escapó la gloria al Real Madrid en Berlín, esquiva esta vez, arrebatada por un histórico de vuelta. Tuvo que ser el Panathinaikos, 13 años después de su última Euroliga, ante quien cediera el trono el equipo de Chus Mateo. Ante ese Ergin Ataman que empieza a ser el ogro particular. Se derritió inexplicablemente el Madrid, sin referentes ni ideas ni pulmones, en una segunda mitad que le costó carísima. Los griegos, con un imperial Kostas Sloukas y apoyados en la fervorosa marea verde, son campeones de Europa por séptima vez. [80-95: Narración y estadísticas]

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Las Final Four guardan misterios difíciles de resolver. Como que un equipo que amanece con 36 puntos en un cuarto se queda en 26 en toda la segunda mitad, nueve canastas en juego. Un suicidio explicado en la defensa del rival, en su agresividad que no fue capaz de igualar el Madrid, falto esta vez de héroes, horrible y señalado Hezonja, superados sus dos gigantes por el francés Lessort y Campazzo y compañía por los dos americanos eléctricos de Ataman, Jerian Grant y, sobre todo, Kendrick Nunn.

Fue una muerte paulatina la del Madrid, pero igual de dolorosa. Pretendía, al fin, acabar con ese maleficio que indica que desde hace 56 años no es capaz de enlazar dos Euroligas seguidas. Y ahí seguirá, con el honor eso sí de haber disputado las tres últimas finales, de seguir siendo temible pese a todo. Ahora el rey es verde, como en los tiempos de Obradovic.

Pero nada fue así en el comienzo, que se asemejó al de la semifinal contra Olympiacos del viernes. Como si en estas batallas en las que la mayoría duda, el Madrid encontrara el patio de su recreo. Y eso que el ambiente en el Uber Arena, teñido de verde, era feroz en contra. Pero cómo explicar que un chico tímido y sin apenas protagonismo, un canterano llegado de niño desde Senegal y al que su entrenador ha decidido colocar como titular en los cuatro partidos de las dos últimas Final Four anote ocho puntos de carrerilla, incluidos dos triples. O que en el primer acto, pura adrenalina y rock and roll, los blancos se dispararan a 36 puntos de récord, la perfección ofensiva, pese a que Tavares pronto se tuviera que ir al banco con dos faltas con fuerte cabreo (y técnica) de Chus Mateo.

Sloukas y Ataman levantan el trofeo en Berlín.

Sloukas y Ataman levantan el trofeo en Berlín.ODD ANDERSENAFP

El Panathinaikos, como Olympiacos, volvió a encontrarse con un rival lanzado ya desde el amanecer. Eso no es casualidad. De nuevo el plan Mateo, al que sostenía un estupendo acierto, inspiradísimo Dzanan Musa. La máxima llegó tras un par de buenas canastas de la segunda unidad -el Chacho y Causer para el 41-27-, pero el soufflé blanco fue bajando a la vez que Lessort se adueñaba de la pintura. Coincidieron cuatro triples fallados, un robo en primera lídea de Jerian Grant (con antideportiva de Musa) y el subidón de las tribunas. Un parcial de 2-12 y la irrupción de un factor inesperado, pues Lucas Vildoza apenas cuenta para Ataman. Pero el argentino bien conoce a Campazzo. Fue su némesis, acercó a los helenos (46-45), aunque el propio Facu y Musa, con dos triples, volvieron a estirar la cuerda antes del descanso de una noche apasionante, la primera parte con más puntos de una final.

Si Sloukas (nombrado MVP) había cerrado el segundo cuarto, también abrió el tercero. Era el héroe. El veterano llegado este verano desde el eterno rival para devolver al equipo a estas cumbres. El PAO, con Juancho Hernangómez insertadísimo en su pujanza, importante en la intendencia griega (anulando a Yabusele), se estaba subiendo a las barbas de un Madrid cada vez más sufriente. Tavares y Campazzo cometieron la tercera bien rápido y un triple de Nunn al fin dio la vuelta al marcador (56-58).

El Madrid se encontraba de repente totalmente incómodo, sin recordar los resortes que le habían hecho poderoso, sin soluciones con los tres veteranos juntos en cancha, ni canastas (¡siete puntos en todo el tercer cuarto! su peor registro en toda la temporada), con un Hezonja desesperadamente errático, los pívots colapsados (cuarta de Poirier tras una técnica) y Ataman cada vez más seguro.

Las penetraciones valientes del Chacho eran oxígeno momentáneo en una selva de intensidad, pero cuando Lessort hizo la cuarta y Ataman optó por Mitoglou al cinco, fue el griego el que puso la máxima con un triple, extendida por Grant para encender todas las alarmas (65-73). El Madrid optó por la zona para cambiar la tendencia y Llull contestó los dos triples de Sloukas, en un duelo 'old fashion'. Una de las pocas canastas que el PAO concedió en transición, un mate de Tavares, arrimó al Madrid cuando ya visualizaba la orilla (76-79).

Pero ya no hubo más Madrid. Ya no hubo arrebato final, como tantas otras veces. Faltó frescura y talento. Dos hachazos de Nunn, un tipo que fue estrella en la NBA, y el temple del mágico Sloukas hicieron claudicar al rey en Berlín.

¿Otra ruptura histórica en un envejecido Real Madrid?

¿Otra ruptura histórica en un envejecido Real Madrid?

Actualizado Domingo, 26 mayo 2024 - 23:10

Hace justo 60 años que el Real Madrid ganó su primer título europeo, una larga historia con muchos triunfos y también largos períodos de sequía, el último de los cuales terminó hace ya un decenio con la llegada de Pablo Laso y el regreso del éxito, prolongado en 2023 con otra Euroliga tras aquel extraño cambio de entrenador.

La lamentable derrota de Berlín, con un equipo que empezó durante 10 minutos como si fuese heredero de los mejores Boston C

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El Real Madrid júnior de Hugo González se vuelve a proclamar campeón de Europa

El Real Madrid júnior de Hugo González se vuelve a proclamar campeón de Europa

Actualizado Domingo, 26 mayo 2024 - 17:06

El Real Madrid repitió título este domingo en la Euroliga júnior tras un emocionante partido en el que derrotó en la prórroga, forzada con un triple de Hugo González, al Pole France París (85-84). Los blancos defendían título en el ANGT (Adidas Next Generation Tournament) y sumaron su quinta corona (2015, 2019, 2021, 2023 y 2024), dos más que el CSKA en el palmarés.

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Fue el madrileño Hugo González el héroe de la mañana en Berlín. El máximo anotador blanco, en un partido tremendamente físico, fue Egor Demin (26 puntos), quien además sumó 11 rebotes, seis asistencias, tres robos y dos. Hugo, que ya ha debutado a las órdenes de Chus Mateo, aportó 23 puntos, tres rebotes y seis asistencias. Otros destacados fueron Mitar Bosnjakovic -18 puntos, 16 de ellos en la segunda mitad- y la defensa de Asier Miguel sobre la estrella gala, el combo Nolan Traore, que el sábado le había hecho 45 puntos al Barça, récord de la historia.

En el equipo francés, conocidos siempre como INSEP, Jonas Boulefaa anotó 23 puntos y Traore se quedó en 18 puntos. El Madrid perdía al descanso (39-44) y al final del tercer acto (56-60). Siempre a remolque, se llegó a la agonía final, donde Hugo anotó un triple clave. En el tiempo extra fue otro pívot que ya conoce el primer equipo, Ismaila Diagne, quien anotó dos tiros libres a falta de 11 segundos. Falló Traoré y los de Javi Juárez alzaron el trofeo horas antes de la final entre los blancos y el Panathinaikos.

Peleas y aficionados colándose: el caos se apodera del Final Four minutos antes de la primera semifinal

Actualizado Viernes, 24 mayo 2024 - 22:58

Dos clásicos, dos herederos de la grandeza de Zeljko Obradovic, regresaban a una Final Four. Una semifinal con aroma de tiempo recobrado, con tanto sello también de sus entrenadores, pues las verdaderas estrellas de Panathinaikos y Fenerbahçe, como lo fue en su día el genio de Cacak, son ahora Ataman y Jasikevicius. Se fundió a verde la tarde en Berlín, un histórico de vuelta a la lucha por el cetro, por aquello que fue suyo hace no tanto. En una semifinal marcada por el caos, los atenienses, reyes de la defensa, del rebote con el poderoso Lessort y de la genialidad con Nunn y Grant, se impusieron de principio a fin.

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La Final Four amaneció con una tensión que hacía años que no se vivía, con tres de las aficiones más calientes de Europa presentes en Berlín. Caos en los alrededores del Uber Arena, conatos de pelea, aficionados que se colaban y detenciones. La primera semifinal se tuvo que retrasar media hora, con los jugadores del Panathinaikos y Fenerbahçe sin saber muy bien qué hacer ese extraño rato, unos prolegómenos que lo enfriaron todo. Y que a los turcos no les sentaron nada bien, para desesperación de Jasikevicius. Cinco años de espera para esto.

Un 12-0 de salida, más de cinco minutos para la primera canasta del Fenerbahçe, al que la entrada de Sanli dio algo de oxígeno. Aunque el verdadero tipo al que agarrarse era otro ex del Barça, Nigel Hayes-Davis, que se marchó al descanso con 12 puntos y su equipo más cerca que nunca (38-36). Fue una remontada paulatina pero que no se iba a consumar, con los fuegos artificiales de Ataman apagándose poco a poco (16 puntos en el segundo acto).

Sloukas, defendido por Dorsey, en el Uber Arena de Berlín.

Sloukas, defendido por Dorsey, en el Uber Arena de Berlín.Andreas GoraAP

Pero el lastre era pesado y el PAO, con su rotación escasa -Juancho apareció en el segundo cuarto con un triple, pero tras un par de fallos y una bronca de Ataman no volvió más-, respondía a los acercamientos turcos, cada vez más peligrosos (51-50). Fue en ese impás cuando los griegos apretaron el acelerador para encaminarse a aquel lugar que ocuparon tanto tiempo, cuando eran los reyes (seis Euroligas de 1996 a 2011). Precisamente aquel título del Sant Jordi fue su última final.

Un parcial de 9-0, con el poderío de Lessort apareciendo en Berlín y Giannis Antetokounmpo observando a su hermano Kostas en primera fila -también Bill Murray estaba entre los vips-, hundió definitivamente a los de Jasikevicius. Cuando Kendrick Nunn asestó un dos más uno y puso la máxima por entonces (65-52), el Fenerbahçe estaba ahogado en su propia frustración ya y restaban cinco minutos. Saras, el único de los cuatro técnicos presentes en la Final Four que sabe lo que es ganarla como jugador, seguirá siendo el único de los cuatro que la sigue sin haber ganado como entrenador y eso que ha estado presente en cuatro de las últimas cinco.

Un letal Jaylen Brown destroza con 40 puntos a los Pacers para poner 2-0 a los Celtics en la final del Este

Un letal Jaylen Brown destroza con 40 puntos a los Pacers para poner 2-0 a los Celtics en la final del Este

Actualizado Viernes, 24 mayo 2024 - 08:26

Tras el tremendo susto del primer partido, en el que evitaron la derrota sobre la bocina y triunfaron en la prórroga, los Celtics no jugaron con fuego este jueves en el TD Garden de Boston y ganaron a los Indiana Pacers por 126-110 para tomar una ventaja de 2-0 en las finales del Este, que se desplazan ahora a Indianápolis.

Dejaron pasar una enorme oportunidad a los Indiana Pacers hace dos días en Boston y este jueves los hombres de Joe Mazzulla no les dieron opción, liderados por un espectacular Jaylen Brown de 40 puntos y cinco rebotes.

Mazzulla cree que el partidazo de Brwon fue motivado por el hecho de quedar fuera de los equipos All-NBA de esta temporada. Brown, un jugador que el año pasado firmó un contrato de cinco años y casi 305 millones de dólares, no fue incluido en los tres equipos All-NBA anunciados el miércoles y decididos por las votaciones de un grupo de 99 medios. "Jaylen es de mis jugadores favoritos. Creo que le interesa (el All-NBA) en el sentido de que es algo que le motiva. Luego ganar es lo más importante", dijo Mazzulla en la rueda de prensa posterior al partido del TD Garden.

Los Pacers, además de la derrota, se fueron de Boston con el susto de su estrella Tyrese Haliburton, quien se retiró del partido tras sufrir un problema muscular en un muslo.

Jayson Tatum tuvo un comienzo lento, con apenas cuatro puntos en la primera mitad, pero reaccionó en la segunda y acabó con 23 puntos, seis rebotes y cinco asistencias pese a su uno de siete en triples. Derrick White aportó 23 puntos y cuatro triples y Jrue Holiday, un doble doble de 15 puntos y diez asistencias.

El dominicano Al Horford contribuyó con seis puntos, diez rebotes y dos robos en 25 minutos en pista.

Los Pacers no consiguieron tutear a Boston pese a la gran noche de Pascal Siakam, protagonista con 28 puntos, siete rebotes y trece de 28 en tiros de campo.

Haliburton acabó con diez puntos, cuatro rebotes y ocho asistencias, pero disparó las alarmas cuando notó un problema muscular en el mismo muslo que le obligó a estar diez partidos de baja en enero.

Necesitará someterse a pruebas e intentará recuperarse para los dos próximos partidos, fijados en Indiana, contra unos Celtics que ganaron cuatro duelos de cuatro lejos del Garden en esta postemporada.

Los Pacers tuvieron un buen comienzo de partido, tomaron una ventaja de seis puntos en el primer cuarto antes de que los Celtics respondieran con un demoledor parcial de 20-0 que les permitió colocarse arriba 42-27.

En ese 20-0 Brown contribuyó con diez puntos, y pese a que los Pacers redujeran la desventaja a seis puntos para ir al descanso, en el tercer período, los de Boston volvieron a dejar las cosas claras.

Fue Pascal Siakam en intentar mantener con vida a los Pacers en ese periodo, al anotar 10 puntos en menos de cinco minutos, con un asombroso 12 de 14 de acierto en tiros de campo. Su magnífico ritmo anotador permitió a los Pacers colocarse a tan solo dos puntos de los Celtics en el 66-68.

Pero Tatum encontró ritmo anotador y sus diez puntos permitieron a los Celtics escaparse hacia el 93-78.

Los de Boston incrementaron el margen hasta los 19 puntos en el 113-94 del cuarto período y pudieron vivir con tranquilidad los últimos minutos en el TD Garden.

La serie se desplaza ahora a Indianápolis para el tercer y cuarto partido, fijados, respectivamente, este sábado y lunes.

El ganador de esta serie se enfrentará en las Finales de la NBA a uno entre los Dallas Mavericks y los Minnesota Timberwolves, que ve a los texanos por delante 1-0 tras la victoria de este miércoles a domicilio. Las Finales de la NBA comenzarán el próximo 6 de junio.

La Final Four de Juancho Hernangómez: los “buenos recuerdos” de Berlín y una extraña temporada en el Panathinaikos

Actualizado Jueves, 23 mayo 2024 - 18:39

La carrera de Juancho Hernangómez ha tenido mucho de tobogán, como él reconoce, de «montaña rusa». De expectativas, ilusión, apuestas, éxitos y también desengaños. Al madrileño Berlín le trae recuerdos inmejorables. Aquí se produjo el punto cumbre de su carrera hace dos años. En el ahora llamado Uber Arena asestó siete triples (27 puntos) a Francia por el oro de un Eurobasket mágico para los Hernangómez, -"aún se me pone la piel de gallina", reconocía este jueves en la misma pista-MVP del torneo Willy, MVP de la final Juancho. Este viernes (18.00 h., Movistar) disputará la primera Final Four de su carrera en el año que regresó a Europa tras tantos zigzagueos en la NBA.

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El atribulado y millonario proyecto del Panathinaikos AKTOR ha conseguido el objetivo de mínimos, volver, 12 años después, a la lucha por esa Euroliga que no hace tanto dominaron con Zeljko Obradovic (seis títulos entre 1996 y 2011) y en semifinales se las verá con el Fenerbahçe BEKO de Sarunas Jasikevicius. Juancho fue uno de los fichajes estrella junto a Kostas Sloukas, Mathias Lessort o Kendrick Nunn para reflotar a un equipo que el curso pasado acabó penúltimo, pero su impacto a las órdenes del histriónico Ergin Ataman no ha sido el esperado. «Había grandes expectativas, nadie tiene quejas sobre su esfuerzo. Pero la impresión es que que el dinero que recibe es demasiado», cuentan desde Atenas del español, que ha ocupado un puesto en la segunda unidad verde.

Sus números en Euroliga son pobres. Hay siete compañeros con mejor valoración. En poco más de 16 minutos de juego, 4,3 puntos, 3,6 rebotes y apenas un 27% en triples. Mucho trabajo en la sombra que Juancho acepta de buen grado. En la Liga griega, algo mejor (8,8 puntos). Y eso que arrancó con fuerza: su noche más plena en Europa fue la primera, 13 puntos y 10 rebotes en el derbi ante el Olympiacos en la jornada inicial. "Es un año de aprendizaje, tras siete en la NBA. Estoy adaptándome. Pero estoy feliz y contento", valoraba este jueves.

Segunda unidad

«Ha tenido algunos problemas después de tanto tiempo en la NBA. Juegan menos allí, no asumen mucha responsabilidad. Juancho tiene muy buen carácter, trabaja duro. Pero a veces comete errores clave durante el partido», se quejó su entrenador durante la temporada.

Juancho, durante un partido en Belgrado con el Panathinaikos.

Juancho, durante un partido en Belgrado con el Panathinaikos.ANDREJ CUKICMUNDO

Y, para colmo, en el momento clave le visitó la mala fortuna. Durante la ajustadísima serie de cuartos de final contra el Maccabi, Juancho sorprendió a todos con una extraña imagen en el primer partido. El rostro visiblemente hinchado. Aún así, atrapó nueve rebotes y batalló. Después viajó de urgencia a España y se confirmó que sufría una fuerte sinusitis. «Estuve muy enfermo durante toda la semana. Jugué ese partido como con siete kilos de más. Pero jugué a pesar de todo», ha comentado estos días ya en Berlín. Estuvo 10 días ingresado en el hospital y regresó para el quinto y definitivo. En la fiesta del OAKA aportó 11 puntos. "El equipo ha vuelto con mucha ilusión. Es un histórico y llevamos muchos años sin estar en una Final Four. Toda la ciudad está volcada", cuenta el ex colegial.

Así que Juancho, al que también visitan los rumores de un posible cambio de aires a pesar de tener un año más de contrato, regresa a la ciudad que ha visto su versión más decisiva a las órdenes de Sergio Scariolo. «Juego todo el año para estos momentos. Tengo grandes recuerdos. Ojalá acabemos igual que entonces». Después le aguarda un ajetreado verano con la selección, con el importantísimo Preolímpico de Valencia a comienzos de julio.

Unos Doncic e Irving estelares golpean primero a los Timberwolves en la final del Oeste

Unos Doncic e Irving estelares golpean primero a los Timberwolves en la final del Oeste

Actualizado Jueves, 23 mayo 2024 - 07:22

Luka Doncic, con 33 puntos, y Kyrie Irving, con 30, lideraron este miércoles la victoria por 105-108 de los Dallas Mavericks en el campo de los Minnesota Timberwolves para que los texanos golpearan primero en el choque inaugural de las finales del Oeste en la NBA.

Por quinta vez en esta postemporada los Mavericks ganaron a domicilio. La del Target Center tiene un peso enorme considerando que a los texanos se les atragantó por completo el triple, con un seis de 25 que, comparado con los 18 conectados por los Wolves, pudo pasarles factura.

Doncic anotó quince de sus 33 puntos en el cuarto período y contó con el apoyo de un Kyrie Irving de 30 puntos, protagonista con 24 de ellos en una primera mitad en la que estuvo incontenible para la defensa de los Wolves.

En una noche poco brillante de PJ Washington (13 puntos y 2 de 8 en triples), Daniel Gafford aportó 10 puntos y nueve asistencias y Dereck Lively firmó nueve puntos y once rebotes saliendo del banquillo texano.

Los Wolves, que regresaban al escenario de unas finales de conferencia por primera vez desde 2004, estuvieron arriba en la mayoría del partido, pero les faltó continuidad y experiencia en la gestión de los momentos clave.

Jaden McDaniels fue el líder anotador con 24 puntos y seis triples, cinco de ellos anotados en una espectacular primera mitad, mientras que Anthony Edwards firmó 19 puntos, once rebotes y ocho asistencias, con 6 de 16 en tiros de campo y cinco triples.

El dominicano Karl Anthony Towns metió 16 puntos (dos triples de siete intentos) y capturó seis rebotes.

Tan solo dos triples de 18 conectaron los Mavericks en la primera mitad, pero a los apuros desde el arco Irving respondió con unas espectaculares aceleraciones y entradas que abrieron brecha en la defensa local.

Irving, que había promediado seis puntos en las primeras mitades de estos 'playoffs', llegó al descanso con 24 y recortó desde la línea de libre la desventaja a tres unidades, después de que los Wolves estuvieran en el +9.

Ese -3 era una victoria para los Mavericks considerada la actuación espectacular de los Wolves, con Jaden McDaniels de 19 puntos y cinco de seis en triples.

Los apuros de los Mavericks desde el arco siguieron en la segunda mitad, pero los porcentajes de los Wolves bajaron y, con Doncic levantando la voz, los texanos forjaron su remontada.

Doncic pisó el acelerador y firmó él solo un parcial de 7-0 que dio ventaja 89-91 a los Mavericks y ese parcial se extendió hasta el 13-0 para dar a los texanos una ventaja de ocho unidades.

Respondió con carácter Minnesota, con Towns al frente con cinco puntos valiosos para impulsar la remontada de su equipo.

Los Wolves se colocaron cuatro puntos arriba con tres minutos para el final, pero Doncic, con trece puntos en el cuarto período, castigó a los de casa.

Una interferencia pitada contra Towns, que había logrado un enorme 'tap-in' para el posible empate 104-104, frenó a unos Wolves que acabaron atragantándose en los segundos final y sucumbiendo ante su público.

Fue un golpe en la mesa de los Mavericks, en una noche en la que tuvieron además grandes apuros desde la línea de tres puntos.

Los Celtics apagan un incendio contra los Pacers y se adjudican el primer choque de la final del Este

Los Celtics apagan un incendio contra los Pacers y se adjudican el primer choque de la final del Este

Actualizado Miércoles, 22 mayo 2024 - 07:41

Los Celtics apagaron un incendio este martes en el TD Garden de Boston en el primer partido de las finales de la Conferencia Este contra los Indiana Pacers y un triple salvador de Jaylen Brown les permitió forzar la prórroga y abrirse el camino hacia un sufrido y apretado 133-128 que les da ventaja en la serie.

Lo tuvieron ganado los Pacers con diez segundos en el cronómetro del cuarto período y posesión. Pero una magistral jugada defensiva de Brown ante Pascal Siakam le devolvió el balón a los Celtics. El propio 'JB' convirtió el triple que envió el partido a la prórroga, en la que Jayson Tatum se reivindicó con diez puntos decisivos.

Tatum acabó el duelo con 36 puntos, doce rebotes, cuatro asistencias y tres robos en una noche magistral, en ambos lados de la pista de Brown y Jrue Holiday.

Brown firmó 26 puntos, siete rebotes, cinco asistencias, tres robos y un tapón, mientras que Holiday aportó 28 puntos, siete rebotes, ocho asistencias y tres robos.

Todavía sin el letón Kristaps Porzingis, de baja por un problema de pantorrilla y que podría regresar para el cuarto encuentro, el dominicano Al Horford contribuyó con quince puntos y seis rebotes en 39 minutos en pista y como titular.

Derrick White firmó quince puntos y Mazzula apenas tiró del banquillo. Solo dio minutos a Payton Pritchard (8 puntos), Luke Kornet (5) y a Sam Hauser (0).

Los Pacers acabaron tocados en el TD Garden. Dejaron escapar una oportunidad de oro para dar un golpe en la mesa y necesitarán olvidar rápido este choque ya que en 48 horas volverán a este escenario para el segundo partido.

Tyrese Haliburton les lideró con 25 puntos, diez asistencias y seis triples; Pascal Siakam aportó un doble doble de 24 puntos y doce rebotes y Myles Turner contribuyó con 23 puntos y diez rebotes.

Los 21 balones perdidos, con el de Siakam ante Brown en el cuarto período como clave, acabaron pasándoles factura y costándoles una dura derrota pese a un tremendo esfuerzo.

Porque pese a un arranque sólido, con un 12-0 inicial y Horford como protagonista desde el triple y con un gran tapón defensivo a Siakam, los Pacers se aferraron al partido y respondieron a cada empuje de los Celtics.

Acabaron el segundo cuarto al alza e igualaron el choque a 64 con un espectacular triple de Haliburton. El All-Star de los Pacers les dio ventaja al principio del tercer período y acabó ese segmento con otro tiro de tres puntos acrobático que colocó a los de Indiana a un punto en el 93-94.

Los Pacers cerraron el tercer cuarto con un parcial de 14-2 y llegaron a tener prácticamente ganado el partido cuando, con diez segundos en el cronómetro, estaban arriba 117-114.

Fue entonces cuando Jaylen Brown cambió la historia del partido. La feroz defensa de los Celtics dificultó el trabajo de los Pacers y Brown forzó la pérdida de Siakam que devolvió el balón a Boston.

Y los Celtics no perdonaron. Por primera vez en su carrera, Brown convirtió un triple salvador en los últimos diez segundos de un partido e igualó el choque a 117. La defensa de los Celtics anuló la última posesión de los Pacers, con 5.7 segundos por jugar y envió el partido a la prórroga.

A los Celtics les faltó la aportación de Tatum en el cuarto período. Solo anotó cuatro puntos y comenzó la prórroga con apuros, con un balón perdido que impulsó el contragolpe de los Pacers y que dio dos puntos de margen a los Pacers.

Pero Tatum se repuso a tiempo. Anotó seis puntos seguidos para los Celtics y les dio ventaja 127-123 con un triple que, con 42.8 segundos, derrumbó el muro de los Pacers.

Fue una victoria trascendental para los Celtics en una noche de grandes altibajos que dejó tocado a los Pacers, pero a la vez la idea de que los hombres de Joe Mazzulla tendrán que aumentar el nivel para contener a los de Rick Carlisle.

Los Wolves dejan a Jokic sin la opción de repetir anillo y retan a los Mavericks de Doncic en la final del Oeste

Los Wolves dejan a Jokic sin la opción de repetir anillo y retan a los Mavericks de Doncic en la final del Oeste

Los Minnesota Timberwolves remontaron una desventaja de 20 puntos este domingo, ganaron en Denver por 98-90 a los Nuggets, campeones de la NBA, y avanzaron a las finales de la Conferencia Oeste. Los Wolves alcanzaron sus primeras finales de conferencia en 20 años y las segundas en su historia.

En 2004 era el equipo de Kevin Garnett. Ahora es el de Anthony Edwards y del dominicano Karl Anthony Towns, que se enfrentará a partir de este miércoles a los Dallas Mavericks del esloveno Luka Doncic, que eliminaron a los Oklahoma City Thunder, primeros cabezas de serie.

Los Nuggets, que el año pasado conquistaron el primer anillo de su historia, se despiden de los 'playoffs' tras desperdiciar una ventaja de 58-38 al comienzo del tercer cuarto, pese a 34 puntos, 19 rebotes y siete asistencias del serbio Nikola Jokic.

Abajo 15 puntos al descanso, los Wolves obraron la mejor remontada de siempre en un séptimo partido de una serie de 'playoffs'. Mejoraron la marca lograda por última vez por los Golden State Warriors, cuando se repusieron tras un -11 al descanso.

El dominicano Karl Anthony Towns marcó la diferencia en Denver con un doble doble de veintitrés puntos y doce rebotes, a los que añadió dos asistencias, dos robos y un tapón.

Le apoyaron Jaden McDaniels con veintitrés puntos en una noche en la que Anthony Edwards sufrió para encontrar ritmo, pero acabó al alza con 16 puntos, ocho rebotes y siete asistencias.

"No encontraba mi ritmo, tuve que confiar en mis compañeros y ellos convirtieron. Hay que felicitarlos", dijo Edwards al acabar el partido de Denver.

El francés Rudy Gobert aportó tres puntos y nueve rebotes con siete de nueve desde la línea de libre. Su efectividad fue importante para los Wolves para frenar el intento de reacciónn de los Nuggets.

Demostraron carácter los Wolves, que sufrieron mucho ante un Jokic que ya lucía un doble doble al descanso con los Nuggets arriba quince puntos. Jamal Murray metió 24 en dos cuartos y parecía dejar encarrilado el triunfo de los campeones.

La ventaja alcanzó el 58-38 al principio del tercer período, pero los Wolves reaccionaron con una demoledora segunda mitad de 60-37 que les entregó el billete para las finales del Oeste.

Los Wolves sellaron un parcial de 19-3 ante unos Nuggets que metieron un solo tiro de campo en trece intentos. Ese parcial se incrementó a un 28-9 con un triple de Edwards que redujo el margen a un punto en el 76-66 para entrar en el último cuarto.

No dejaron de acelerar los Wolves ante unos Nuggets en los que Jokic jugó todos los minutos de la segunda mitad. El serbio, muy cansado, conectó su primer triple tras siete intentos fallidos.

Y los Wolves, con un Towns decisivo en los dos lados de la pista, con una gran defensa ante Jokic, pudieron blindar su pase a las segundas finales de conferencia de su historia.

Los Pacers acaban con el sueño de los Knicks

Con una incuestionable prueba de fuerza en el Madison Square Garden, los Indiana Pacers fundieron este domingo el motor de unos New York Knicks, lastrados por los problemas físicos, y los arrollaron 109-130 en el séptimo partido de las semifinales de conferencia para citarse con los Boston Celtics en las finales del Este de la NBA.

Se repitió la historia en Nueva York. Veintinueve años después, Knicks y Pacers volvieron a jugarse la vida en el cara o cruz de un séptimo partido de 'playoffs' en el Madison Square Garden y de nuevo Indiana avanzó.

El equipo local siempre había defendido su campo en esta serie. Hasta este domingo, cuando Tyrese Haliburton dirigió con 26 puntos y seis triples la gran actuación grupal de los Pacers.

Todo el quinteto titular de Rick Carlisle acabó con dobles dígitos. Pascal Siakam y Andrew Nembhard metieron 20 puntos cada uno, Aaron Nesmith firmó 19 y el pívot Myles Turner, 17. TJ McConnell aportó doce y siete asistencias saliendo del banquillo para unos Pacers que tuvieron un brillante 67% de acierto en tiros de campo y un 54% en triples.

Los Knicks acabaron fundidos tras una temporada de enorme intensidad física y mental, en la que saborearon la idea de regresar a las finales del Este por primera vez desde 2000. Su líder, Jalen Brunson, el hombre que los llevó de la mano hasta este domingo, terminó retirándose por una fractura en una mano en el tercer cuarto.

Acabó su encuentro con 17 puntos y nueve asistencias, números por debajo del nivel estelar exhibido esta temporada. Josh Hart, recuperado a última hora tras un problema abdominal, lo dejó todo en el campo con diez puntos, ocho rebotes y cinco asistencias. OG Anunoby, que también jugó este partido arrastrando problemas físicos, solo pudo estar cuatro minutos en pista y metió cinco puntos.

En el banquillo, viendo a sus compañeros, estuvo Julius Randle, otro líder de los Knicks que acabó su temporada por un problema de hombro, al igual que Mitchell Robinson.

El líder anotador de los Knicks fue Donte DiVincenzo, con 39 puntos y nueve triples. Fue el último en rendirse y el Madison Square Garden le dedicó una sentida ovación. Alec Burks aportó 26 saliendo del banquillo.

Los Pacers sacudieron a los Knicks desde el primer momento con porcentajes estelares en tiros de campo que pusieron tierra de por medio de forma inmediata. Arrancaron con un 76.2% de acierto y siete triples de nueve intentos que les abrieron el camino hacia una ventaja de quince puntos en el primer período, luego recortada a doce por los neoyorquinos.

Tyrese Haliburton, protagonista de ese empuje con catorce puntos y cuatro triples, no dejó de pisar el acelerador y los de Indiana no solo mantuvieron ese ritmo anotador, sino lo incrementaron en el segundo cuarto. Alcanzaron un extraordinario 80% de acierto en tiros de campo y su margen alcanzó los 22 puntos en el 54-32.

Con Pascal Siakam inscrito en el festival, con quince puntos, los Pacers conectaron ocho de sus doce tiros de tres puntos. El Madison Square Garden buscaba razones de optimismo y Donte DiVincenzo llevó de la mano a unos Knicks aferrados al partido, que regresaron a los vestuarios reduciendo la desventaja a quince unidades.

El Madison Square Garden se reactivó en el tercer cuarto, cuando los Knicks sellaron un parcial de 12-0 que les permitió colocarse a tan solo siete puntos de los Pacers.

Los Knicks creyeron por momentos poder firmar una hazaña épica, pero tras un descomunal esfuerzo para remontar, llegó el cortocircuito.

Unos errores de concentración, como el saque de Hartenstein para Brunson que llevó al robo y al dos más uno de los Pacers, acabaron pasando factura a los Knicks.

Los Pacers sellaron un 8-0 que volvió a disparar su ventaja hasta los 18 puntos, un golpe del que los Knicks no pudieron levantarse.

Por si fuera poco, con 3.02 minutos por jugar en el tercer cuarto, Brunson se retiró con molestias en una mano y los exámenes a los que se sometió en los vestuarios detectaron una fractura.

Con el líder de su temporada KO, los Knicks vieron desvanecer el sueño de clasificarse a las finales del Este, que comenzarán este martes en el TD Garden de Boston entre Celtics y Pacers.

La asombrosa canasta de espaldas sobre la bocina que ha clasificado a España para los Juegos en 3x3

La asombrosa canasta de espaldas sobre la bocina que ha clasificado a España para los Juegos en 3×3

Por primera vez en la historia, España estará en los Juegos Olímpicos en la modalidad de baloncesto 3x3, que se estrenó hace tres años en Tokio. Será en París y será gracias a la selección femenina, que ha logrado su billete este fin de semana en el Preolímpico de Debrecen (Hungría). Lo consiguieron de la forma más increíble posible. Ganando la semifinal a Canadá (19-18) con una 'imposible' canasta sobre la bocina y de espaldas de Gracia Alonso de Armiño.

La jugadora bilbaína, ex del Canoe, del Estudiantes, del Araski y del Zaragoza, entre otros, no perdió la fe a pesar de su propio fallo y de que el reloj apremiaba. Se lanzó a por el rebote ofensivo y, consciente de que la bocina iba a sonar con el final del partido, lanzó de forma acrobática como último recurso. Para sorpresa de las canadienses -que luego lograron su pase ganando a Hungría por el tercer puesto- y alegría total de las españolas, el balón entró.

España, equipo que forman Vega Gimeno, Sandra Ygueravide, Gracia Alonso y Juana Camilión, ha firmado un Preolímpico perfecto, con cinco victorias (Mongolia, Japón, Egipto, Polonia y Canadá) hasta meterse en la final, ya con el billete a París conseguido.

La que no pudo lograr su objetivo fue la selección masculina. En el partido clave de cuartos, el equipo integrado por Javier Beirán, Carlos Martínez, Unai Mendikote y Fallou Niang, fue arrasado por Lituania (21-9).