Leanna García, la canadiense que hace historia en el bobsleigh español: "Sabía que en España no había instalaciones"

Leanna García, la canadiense que hace historia en el bobsleigh español: “Sabía que en España no había instalaciones”

«Mis abuelos se mudaron de Colmenar Viejo a Ottawa hace décadas. Mi abuelo era constructor y participó en la construcción de algunos edificios históricos de la ciudad. Mi padre, que se llama Alejandro, pero le llaman Sandy, ya creció aquí en Canadá, aquí conoció a mi madre y aquí nacimos sus hijos. He visitado España muchas veces porque buena parte de mi familia sigue allí, tíos y primos, y me encanta, aunque el castellano todavía me cuesta», cuenta en inglés Leanna García y así se explica que de repente, de la nada, España tenga una representante en bobsleigh, una posible olímpica en los Juegos de invierno de Milán-Cortina d'Ampezzo 2026 en una disciplina absolutamente desconocida para el país.

Bueno, así y a través de una tradición que nació en el skeleton del atrevimiento de Ander Mirambell y que no para de crecer: «Yo conocía a Ander y su historia. Sabía que en España no había instalaciones, pero que él había conseguido competir en varios Juegos Olímpicos e incluso estaba creando una cantera en el skeleton. Por eso hace justo un año busqué su correo electrónico y le escribí. Yo no estaba contenta con la selección de Canadá y pensé que competir por España podía ser un nuevo inicio. Y aquí estoy».

«Aquí» es disputando la Copa América de monobob, el bobsleigh de sólo una plaza, donde ya ha conseguido un quinto puesto. «Aquí» es rumbo al Mundial de Lake Placid del próximo marzo, para el que tiene «bastantes opciones». «Aquí» es haciendo historia en el deporte español; una historia humilde, sí, pero historia al fin y al cabo. Entre 2012 y 2016, una pionera, Bárbara Iglesias, impulsó la creación de un equipo de bobsleigh de dos, y llegó a competir en la Copa de Europa con varias parejas, pero el proyecto se deshizo entre el descontento con la Federación Española de Deportes de Hielo (FEDHielo) y ya hace años que no hay practicantes en el país. Ahora García, de 29 años, lo intenta en solitario.

¿Qué le ofrece España en un deporte tan desconocido?
Bueno, todavía estoy empezando, es mi primer año con la selección. Lo importante es ver cómo crece el proyecto. Recibí una pequeña ayuda del Comité Olímpico para las competiciones y de momento ya está.

Del lanzamiento de martillo al hielo

García, hoy entregada al hielo, se formó y compitió en atletismo hasta los 24 años, especialmente en lanzamiento de martillo y de peso. Sus marcas -50 metros en martillo y 13 metros en peso- no le alcanzaban para dar el salto internacional, pero sí para representar a la Universidad de Windsor en los campeonatos universitarios de Canadá mientras estudiaba Fisiología del deporte. Luego descubrió del bobsleigh.

«Soy bajita, mido 1,60 metros, así que me costaba mejorar mis marcas en lanzamiento, pero podía ser rápida corriendo. Un entrenador me sugirió que probara el bobsleigh, que podía ser buena como break women, es decir, la que empuja el trineo, la que va atrás. De hecho ahora en el monobob estoy aprendiendo a conducir porque hasta ahora yo no lo hacía, sólo ponía la fuerza», apunta García que con Canadá, en parejas, llegó a subirse al podio en la Copa América y a vivir una larga temporada en Alemania, la meca de la disciplina.

Ahora se ha abierto un GoFundMe para su proyecto en España y que, quizá como parte de su integración, le ha puesto guasa: en TikTok se hace llamar The Spanish Cool Runnings en referencia a la mítica película sobre el equipo jamaicano en Calgary 1988 rebautizada aquí Elegidos para el triunfo. El pasado verano estuvo entrenando en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid, donde probó la pista de empuje creada por Mirambell para el skeleton, aunque el circuito de bobsleigh más cercano queda en La Plagne, en los Alpes franceses. «Me encantaría que surgiera un camino en España como el que ha creado Ander con el skeleton», finaliza García.

Meri Puig, la aventura de la primera española en el Everest: "Sufrí una parálisis facial y tuve que darme la vuelta"

Meri Puig, la aventura de la primera española en el Everest: “Sufrí una parálisis facial y tuve que darme la vuelta”

«Comencé a escalar a los 15 años. Nací en Barcelona, en el barrio de Gracia, y allí conocí a unos chicos que escalaban, que iban todos los fines de semana a Montserrat, que encontraban así la libertad que tanto se anhelaba en esa época. Me gustó mucho y fui conociendo a más gente, viajando más...», relata Meri Puig (Barcelona, 1962) como inicio de una de esas biografías perdidas en el deporte español.

Fue la primera española que pisó el Everest o la jefa de la primera expedición femenina europea en el Himalaya, pero sus logros han quedado sepultados por las gestas posteriores de alpinistas como Araceli Segarra o Edurne Pasaban. Nunca alcanzó la cima de la montaña más alta, no conquistó ningún ochomil, pero en los años 80 Puig fue la primera mujer en completar varias vías en los Pirineos, los Alpes o los Picos de Europa, como la Rabadá Navarro del Picu Urriellu con Anna Masip o la arista sur del Aiguille Noire de Peuterey con Mònica Verge.

¿Sintió que le faltaba reconocimiento en su momento?
No, porque en aquella época tampoco le daba importancia. No iba a una vía para ser la primera mujer, ni pensaba en ello, iba porque me gustaba. Estoy muy contenta de haber llegado donde llegué, aunque me quedé con la espinita de no poder subir al Everest.

Aquel ascenso al Everest fue un chasco, pero antes hubo muchos éxitos. En 1984, por ejemplo, se juntó con otras amigas que escalaban, como la propia Verge o Mari Carmen Magdalena, y formaron el primer grupo de mujeres europeas -y segundas en el mundo- que atacaba una montaña en el Nepal. Fue el Kangtega, de 6782 metros.

La primera expedición europea femenina

«Estábamos en el vestuario del gimnasio y dijimos: '¿Por qué no?'. Buscábamos una aventura, piensa que yo tenía 22 años. Conocíamos a Lluis Belvis, cónsul del Nepal en Barcelona, y nos propuso el Kangtega como objetivo. Era una montaña muy poco conocida y con pocas ascensiones desde que subiera un grupo liderado por Edmund Hillary en 1963. Se suponía que era asequible, pero luego fue más complicado de lo que parecía», recuerda Puig que en el primer tramo, un glaciar, se encontró junto a sus compañeras unas enormes grietas y tuvieron que abrir una variante. Alcanzaron la cima, todo un hito en su momento, que mantuvo en vilo a miles de lectores... en la revista Lecturas.

¿Por qué publicaron sus crónicas en Lecturas, una revista del corazón?
Nos financiaron el viaje junto a Freixenet y Perlas Majorica. No fue nada fácil encontrar el dinero para viajar, lo tuvimos difícil por ser mujeres. La mayoría de empresas interesados en el montañismo no confiaban en nosotras y nos cerraban las puertas. Lecturas nos ayudó y a cambio montamos todo un sistema para enviar las crónicas. No había radios ni teléfonos así que hacíamos fotos y escribíamos textos y un guía sherpa bajaba de la montaña a Lukla, cogía la avioneta a Katmandú y desde allí enviaba todo a la revista.

Un documental llamado Obrint camí. Kangtega 84 de Miquel Pérez recuerda ahora ese grupo y su éxito fugaz. Porque después del Kangtega no se volvió a reunir. Accidentes como el que sufrió en 1985 Verge en los Pirineos, en la Torre de Marboré, fueron obstáculos y finalmente cada alpinista hizo su propio camino. En 1988 a Puig le llegó una llamada especial: el Everest.

«Nos invitaron a mí y a Coco [Mari Carmen Magdalena], pero ella se quedó embarazada», rememora Puig que formó parte del equipo Everest'88 Epson. Junto a ella estaban Nil Bohigas, Lluis Giner y Jerónimo López, que hollaron la cima y colocaron allí la primera bandera española -las dos expediciones anteriores no lo habían hecho-, pero Puig se quedó abajo, viviéndolo desde la distancia.

¿Qué ocurrió?
Sufrí una parálisis facial por la altitud. En la misma expedición ya había habido un compañero que había padecido un edema cerebral y conmigo el médico se curó en salud: no me dejó subir. No íbamos por la vía normal, íbamos por la arista oeste y llegué a los 7.500 metros, al último tramo de la vía de los yugoslavos. Pero di media vuelta.

JAUME ALTADILL

Al año siguiente su compañera, Mònica Verge, se convirtió en el Cho Oyu en la primera española en lo más alto de un ochomil, pero Puig ya no volvió a intentarlo. Hija de unos tenderos del barcelonés mercado de la Abaceria Central, secretaria de formación, reorientó su vida hacia la psicología y se fue a vivir a los Pirineos, a la Seu d'Urgell. Ahora desde allí, a sus 62 años, ayuda a deportistas como los piragüistas que entrenan en el Parque Olímpico del Segre.

«Volví dos veces al Himalaya a hacer trekkings y ahora hace tiempo que no escalo, llevo un grupo de marcha nórdica. Ahora veo a muchas más mujeres en la montaña, pero no me atrevo a decir que lo tienen más fácil que yo. Todo evoluciona y la evolución está bien. Quizá hay más oportunidades, pero también más exigencia», finaliza Puig, parte de la historia del alpinismo español.

Mingma G, el mejor guía sherpa del mundo: "La primera vez que subí al Everest me emocioné; el resto fueron trabajo"

Mingma G, el mejor guía sherpa del mundo: “La primera vez que subí al Everest me emocioné; el resto fueron trabajo”

El pasado viernes una estrella del deporte mundial pasó por el Aeropuerto de Madrid, pero casi nadie se enteró. Era difícil reconocerle: no vestía su habitual ropa supertécnica -llevaba tejanos-, estaba lejos del lugar de sus gestas y suele esquivar el protagonismo. Pero el historial de Mingma G merecía que alguien le pidiera una foto en una de sus escalas entre Katmandú y el Aconcagua, su objetivo de este diciembre. «Es la primera vez que piso España, aunque sólo sea el aeropuerto. Estuve en Francia y Suiza esquiando», comenta a EL MUNDO quien seguramente sea el mejor guía de montaña del mundo.

La ascensión al K2 en invierno de 2021 junto a Chhang Dawa o Nirmal Purja le lanzó al estrellato, pero Mingma G acumula una larga listas de gestas, como sus 35 ascensos a ochomiles -seis al Everest, cinco al K2...-. En la comunidad sherpa del Nepal es un héroe, también por su trabajo al frente de Imagine Nepal, una de las compañías que copan el mercado del turismo en los techos del mundo.

Seis veces en la cima del Everest. ¿En todas sintió la misma emoción?
La primera fue especial, el resto fueron trabajo. En 2007, la primera vez que llegué a la cima, sentí una gran emoción. Siempre había querido llegar allí porque había escuchado hablar del Everest desde que nací. Mi padre, mi tío, muchos de mis familiares habían trabajado como guías y me habían explicado mil historias de la montaña. Después ya no sentí tanta excitación, sólo la responsabilidad de ayudar a quienes guiaba.

Estudios en Katmandú y proyectos propios

Como relata Bernadette McDonald en su libro Los verdaderos héroes del Himalaya (Desnivel 2024), Mingma G nació en 1987 en Na, una aldea a 4.100 metros de altitud, en el nepalí valle de Rolwaling. La zona es remota y de escasos recursos, pero el trabajo como guía de su padre, Dorjee Sherpa, uno de los más cotizados en la región en los años 80 y 90, le permitió estudiar en Katmandú, aprender inglés y licenciarse en Dirección y Administración de Empresas. «No tenía claro que quería ser alpinista, me gustaban las ciencias y los negocios, pero en mis primeras expediciones sentí una gran pasión. Muy pronto, en 2007, llegó mi primer ascenso al Everest», recuerda a este diario y tan pronto fue que apenas había cumplido 20 años.

Luego vendrían los cursos para convertirse en guía de la Unión Internacional de Asociaciones de Guías de Montaña (UIAGM), muchos encargos de clientes para subir a todos los ochomiles -ha completado los 14 sin oxígeno artificial- y también, raro para un sherpa, algunos proyectos propios. Su ascensión en solitario al Chobutse -en Nepal, de 6.686 metros- fue, según Himalayan Database, «la primera ascensión técnica en solitario realizada por un sherpa nepalí».

¿Qué opina de los atascos en la ruta de subida al Everest?
Creo que hay que poner límites. Tenemos que controlar el número de montañistas en las cuerdas para que no haya problemas. En Nepal hay una gran competencia entre empresas, algunas ofrecen precios muy bajos y aceptan escaladores sin experiencia. Nosotros no entramos en eso. Exigimos conocimientos y limitamos los grupos a 10 personas.

El reconocimiento a los sherpas

Mingma G vive en la ambivalencia que comparte gran parte de la comunidad sherpa. Sus montañas están siendo sobreexplotadas, pero eso ha permitido el crecimiento de la región del Khumbu, donde se alza gran parte del Himalaya. Él mismo participó en 2019 en el asombroso y polémico Project Possible en el que Nirmal Purja completó los 14 ochomiles en apenas seis meses. Luego llegaría la gloria, la verdadera gloria, con el K2 invernal de 2021 que aún hoy es el mayor orgullo del Nepal.

«En el pasado el trabajo de los sherpas no era reconocido porque no hablaban inglés y no tenían medios para explicar sus gestas al mundo. Ahora cada vez se nos tiene más en cuenta y contamos con las redes sociales como herramienta. En el K2 demostramos que somos capaces de cualquier cosa en la montaña, que los sherpas somos los más duros allí arriba. Es el mayor éxito de mi vida, mi legado para las próximas generaciones», proclama Mingma G, que la próxima primavera intentará subir nuevamente al Annapurna con varios clientes y que se ve con fuerza para seguir trabajando en las montañas «tres o cuatro años más».

Paulina Pérez, jugadora y sindicalista en la selección española: "He estado en muchas conversaciones incómodas, pero lucho por mis compañeras"

Paulina Pérez, jugadora y sindicalista en la selección española: “He estado en muchas conversaciones incómodas, pero lucho por mis compañeras”

«¿Cuál es el sentido de nuestra existencia?», se pregunta Paulina Pérez Buforn, lateral y extremo de España en el hotel de concentración de Basilea, antes del debut de la selección este jueves en el Europeo ante Portugal (18.00 horas, TDP). Está leyendo 'Criaturas efímeras', un libro de Mauro Bonazzi sobre cómo los pensadores griegos abordaron la certeza de la propia muerte y lo explica a sus compañeras.

«A la gente le sorprendería, mantenemos conversaciones muy interesantes. Quizá no hablamos del Ethos como tal, pero sí reflexionamos sobre quienes somos, cómo nos sentimos, por qué nos sentimos así, qué significado tiene la vida que llevamos... A mí me encanta hablar y creo que doy vidilla. En algunos equipos me han llamado empollona y lo acepto, pero de vez en cuando lo que explico puede ser interesante», asegura Pérez Buforn, lectora voraz, licenciada en Derecho, estudiante de Políticas y de un máster de Abogacía, representante sindical de todas las jugadoras de balonmano en España y parte del cambio en la selección.

Una plantilla diferente

Los Juegos Olímpicos de París fueron un desastre absoluto, cinco derrotas en cinco partidos, el equipo necesitaba una revolución y ya ha llegado. Sólo cuatro meses después, en este Europeo hay 11 caras nuevas -más de la mitad de la plantilla- y Pérez Buforn es una de ellas. «Hablamos de lo que pasó en los Juegos con naturalidad, intentando sacar las cosas positivas que hubo. Como ha habido muchos cambios, no lo sentimos como un manto pesado, no notamos esa carga», reconoce Pérez que estuvo a un paso de ser olímpica, pero fue el último descarte del seleccionador, Ambrós Martín.

¿Cómo lo vivió?
Fue complicado, no puedo negarlo. Tengo un gran recuerdo de la preparación, estuve muy concentrada, y luego me costó porque puedo ser muy competitiva. Pero entendí que era la decisión del cuerpo técnico y que quizá era lo mejor para el grupo. Me fui a casa con mi familia y eso me ayudó. Con mi psicóloga trabajo mucho aquello de no intentar controlar lo que no depende de ti.

Pérez Buforn nació en Ibiza, en Puig d'en Valls, un pueblo en la periferia de la ciudad, y a los 18 años parecía que tenía que abandonar el balonmano: llevaba toda la vida en el mismo club y se mudaba a Barcelona para estudiar Derecho. «Nunca pensé que podía dedicarme a esto. Pero me llamó el Granollers para jugar allí y pensé que era posible, que podía compaginarlo con los estudios. Luego fui a Baracaldo, a A Guarda, lo intenté en Francia y ahora estoy en Porriño, que ya es como mi casa. Estoy encantada, llegué a un club que luchaba por la permanencia y ahora estamos en Europa», cuenta la jugadora, que en Francia vivió la desilusión de su carrera.

Lucha por los derechos

Llegaba a la mejor liga del mundo, al Fleury Loiret, un club que fue campeón en 2015, y en pocos meses padeció su disolución por las deudas. Reconoce que lo pasó «fatal», pero que también le sirvió de aprendizaje como jugadora y como jurista.

Porque pese a que tiene 27 años ya lleva tiempo como responsable jurídica de la Asociación de Mujeres de Balonmano (AMBM). Si una jugadora tiene un problema con su club, acude a ella en busca de consejo.

«En la pandemia justo había acabado el Grado y me lo propusieron algunas jugadoras de la selección, como Nerea Pena. Enseguida dije que sí, entendí que hacía falta que nos uniésemos», recuerda quien después ha asumido luchas como la reclamación de impagos a un club de la Liga Guerreras, el Salud Tenerife, o la implantación de un contrato profesional, con sus retenciones y sus coberturas. «Quizá es rara esta figura de jugadora y jurista, pero nunca me ha perjudicado. He estado en muchas conversaciones incómodas, pero al final lucho por todas mis compañeras, no por mí sola. Además, puede sonar Mr. Wonderful, pero cuando las jugadoras están cómodas, rinden mejor», finaliza Pérez Buforn, cuya carrera avanza mientras ayuda a que avancen las de sus compañeras.

La Italia de Sinner levanta su segunda Copa Davis consecutiva: ¿Por qué el país transalpino domina el tenis mundial?

La Italia de Sinner levanta su segunda Copa Davis consecutiva: ¿Por qué el país transalpino domina el tenis mundial?

Aseguran en Italia que las puertas del cielo se abrieron cuando Fabio Fognini se impuso en el Masters 1000 de Montecarlo de 2019 después de eliminar a Rafa Nadal en semifinales y el país celebró su primer título importante en casi medio siglo. Hay algo de cierto: fue un hito histórico. Pero también mucho de mito. Si Italia domina hoy el tenis mundial no es tanto por la herencia de Fognini, un tenista peculiar, de estilo incomparable, como por el trabajo que desde hace años se hace en las academias del país y en la Federazione Italiana Tennis e Padel.

Con las victorias del resucitado Matteo Berretini y de Jannik Sinner, el equipo transalpino derrotó este domingo a Países Bajos en la final de la Copa Davis por 2-0, revalidó su éxito del año pasado y confirmó que manda en el deporte. Nadie lograba dos Davis seguidas desde República Checa en 2012 y 2013; es el quinto país que lo consigue. Italia es lo que hace poco fue España. Tiene nueve jugadores en el Top 100 de la ATP, seis de ellos entre los 22 y 23 años, Sinner, Lorenzo Musetti, Flavio Cobolli, Matteo Arnaldi, Luciano Darderi y Mattia Bellucci, y cuenta con tres más cerca de la cima, Luca Nardi, Francesco Passaro y Matteo Gigante. ¿Por qué?

Hasta 19 torneos Challenger

Como pasó en España, el éxito del tenis masculino italiano nació bajo el éxito del tenis femenino, de Francesca Schiavone, Flavia Pennetta, Roberta Vinci y Sara Errani, pero creció en una estructura amplia. Sólo un país, Estados Unidos, organiza más torneos Challenger que Italia, la categoría donde se forman los jugadores y se empiezan a acumular puntos. De 'wildcard' en 'wildcard', un joven italiano puede completar toda una temporada sin sacarse el pasaporte: Nápoles en marzo, Barletta, Roma y Cagliari en abril, Francavilla al Mare, Turín y Vicenza en mayo y así hasta 19 competiciones. De hecho en su corto ascenso a la élite, Carlos Alcaraz pasó el verano de 2020 en Italia para disputar los Challenger de Todi, Trieste, Cordenons y Biella.

Sumando el Masters 1000 de Roma, los breves ATP 250 de Cerdeña o de Florencia y sus 35 torneos Futures, las ventajas de contar con tantos campeonatos en casa es innegable -invitaciones para jugar, sin gastos en el viaje, apoyo del público...-, pero hay más razones del crecimiento 'azurri'. Aunque su escuela no está tan reconocida como la española, cuenta con alguna de las mejores academias del mundo, como el Piatti Tennis Center donde se formó Sinner, y su base de jugadores es amplia.

Dominio también en los despachos

Fognini situó el tenis entre los intereses de los italianos, pero el boom llegó con la final de Wimbledon de Berrettini en 2021 y con Sinner la atención ya es máxima. Algunos de sus partidos han superado en audiencia a los mejores encuentros de la Serie A también gracias a su emisión en la Rai, la televisión pública. En abierto también se pueden ver muchos torneos Masters 1000 gracias a Super Tennis, el canal de televisión de la Federazione, y por si fuera poco la fiesta que clausura el año, las ATP Finals, se organiza en Turín desde 2021 y así seguirá siendo desde 2030. Sólo desde la apuesta gubernamental se entiende que Italia, un país de poca tradición, domine hoy el deporte incluso en los despachos. Si años atrás el poder era anglosajón, ahora es italiano con Andrea Gaudenzi como presidente de la ATP y Massimo Calvelli como director ejecutivo.

Su gestión este año del positivo de Jannik Sinner en un control antidopaje fue polémica y la Agencia Mundial Antidopaje sigue detrás del caso, pero ahora todo es fiesta. En la final de este domingo, Berretini se olvidó de todo un año de lesiones con una victoria ante Botic van de Zandschulp por 6-4 y 6-2 y Sinner simplemente fue Sinner. Ante Tallon Griekspoor tuvo algún apuro en el primer set, donde llegó al tie break, pero finalmente cerró la Davis por 7-6(2) y 6-2.

El homenaje que no fue a Nadal, un bajón para la Davis: invitados que ya no viajan, cancelaciones en los hoteles...

El homenaje que no fue a Nadal, un bajón para la Davis: invitados que ya no viajan, cancelaciones en los hoteles…

El martes había colas por toda Málaga, para salir del metro, para entrar al pabellón Martín Carpena, para sentarse en las gradas, para mear en el baño, para pedir una hamburguesa o para pedir un taxi de vuelta, y en los últimos días ya no hay ni una. La misma Copa Davis, pero otra Copa Davis. La eliminación de España ante los Países Bajos fue un duro golpe para la competición, que había previsto una semana de un lleno absoluto y ahora debe trabajar para llamar el interés.

Si la retirada de Rafa Nadal fue capaz de atraer las miradas de todo el mundo y disparar las audiencias televisivas en España pese a que fuera en la televisión de pago -214,000 espectadores lo vieron en Movistar Plus+-, en su desenlace el atractivo será mucho menor. De hecho el resto de eliminatorias de cuartos de final no llegaron a los 20.000 espectadores, el mínimo para aparecer en el cómputo de audiencia.

THOMAS COEXAFP

Los aficionados, especialmente extranjeros, que pagaron miles de euros en la reventa para ver despedirse al ganador de 22 Grand Slam finalmente asistieron este viernes a una semifinal entre Países Bajos y Alemania con protagonistas fuera del Top 50 de la ATP como Botic van de Zandschulp o Daniel Altmaier. En el pabellón andaluz estaba prevista la presencia de leyendas del deporte como Roger Federer, Pau Gasol o Tiger Woods e incluso de personalidades como Bill Gates, pero finalmente ninguno apareció. Con esas bajas, en la gran carpa alquilada por la organización para hospitality sobraba espacio.

Sinner, la salvación

Desde el cambio de formato firmado por la Federación Internacional de Tenis (ITF) y la empresa de Gerard Piqué, Kosmos, la competición parece arrastrar un mal fario, que sólo disipó momentáneamente la victoria de España en Madrid en 2019 y las semifinales entre la Serbia de Novak Djokovic y la Italia de Jannik Sinner del año pasado. Ahora es precisamente el mismo protagonista, Sinner, quien está llamado a levantar los ánimos, la afluencia a las gradas y las audiencias televisivas; si él cae, el desastre. Su Italia se enfrenta este sábado en semifinales a Australia y se ven muchos seguidores suyos por Málaga, eufóricos desde la victoria de Italia el miércoles en la Billie Jean King Cup.

Manu FernandezAP

Un segundo triunfo consecutivo de Sinner vestiría la Copa Davis y elevaría su repercusión mundial, cualquier otro escenario sería menor. En la parte baja del cuadro, la suerte ha sido la presencia de Países Bajos y su capacidad para arrastrar afición. El millar de 'oranjes' que llenaron el Martín Carpena ante España y superaron en ruido al público local se multiplicó este viernes en las semifinales para regocijo de la economía local.

Fue un pequeño alivio para los hoteleros de Málaga, que el miércoles registraron numerosas cancelaciones, para los restaurantes del centro y especialmente para todos los servicios ofrecidos alrededor del Martín Carpena. Con el tirón de España y de Nadal, se habían montado numerosos stands -uno de ellos de la academia del propio Nadal-, y en los días posteriores el bajón había sido evidente.

Paolini gana su primera Billie Jean King Cup, la quinta de la historia de Italia

Paolini gana su primera Billie Jean King Cup, la quinta de la historia de Italia

Nadie en el tenis femenino se merecía tanto una alegría este 2024 como Jasmine Paolini. La italiana, una jugadora contracultural, absoluta lucha desde sus 1,63 metros, había perdido en sus últimas finales de Roland Garros y Wimbledon y para más inri en el Grand Slam parisino también cayó en la lucha por el título en dobles. Su oro en el dobles de los Juegos Olímpicos de París 2024 ya fue consuelo, pero si había herida quedó cerrada este miércoles con su primera Billie Jean King Cup.

Como referente de Italia, Paolini venció a Rebecca Sramkova por un incontestable 6-2 y 6-1 y aseguró la victoria en la final de su país sobre Eslovaquia por un también incontestable 2-0. En el encuentro previo su compatriota Lucia Bronzetti superó a Viktoria Hruncakova por 6-2 y 6-4 y dejó a Paolini a un paso de la cima. En semifinales, ante Polonia habían superado el principal escollo al título: este miércoles todo parecía más sencillo.

La afición italiana presente en el Martín Carpena de Málaga se lanzó a una celebración que puede ser muy larga. Si entre 2006 y 2013 la generación que encabezaba Flavia Pennetta ya sumó cuatro títulos, ahora con Paolini habrá indudablemente más alegrías. A sus 28 años, después de mucho trabajo para alcanzar la cima, tiene varias temporadas de éxitos por delante. Como la tienen sus compatriotas.

En la Copa Davis, después de la victoria de este miércoles de Alemania sobre Canadá por 2-0, este jueves le toca el turno a las mejores eliminatorias de cuartos de final, con el duelo entre Estados Unidos y Australia -con Taylor Fritz y Alex de Miñaur sobre la pista- y especialmente con la ronda entre Italia y Argentina. El número uno del mundo, Jannik Sinner, entrará en acción bien acompañado por Lorenzo Musetti, pero enfrente tendrá la pelea de Sebastián Baez o Francisco Cerúndolo.

Las secuelas de Antonio Maeso, el español que más veces ha corrido en la peligrosa Isla de Man: "Cavaba mi propia tumba, estaba cegado por un objetivo"

Las secuelas de Antonio Maeso, el español que más veces ha corrido en la peligrosa Isla de Man: “Cavaba mi propia tumba, estaba cegado por un objetivo”

El TT Isla de Man es una competición bárbara de las que ya no quedan en el deporte mundial. Una pequeña isla situada entre Gran Bretaña e Irlanda se cierra al tráfico con sus casas, sus aceras, sus señales y sus alcantarillas y decenas de motoristas dan vueltas a más de 200 km/h de media y con máximas de 330 km/h. Hasta superar los 260 fallecidos, cada año hay muertes, el último, el español Raül Torras, pero eso no impide su celebración. En las décadas de los 60 y 70 fue parte del Mundial de motociclismo -Mike Hailwood o Giacomo Agostini ganaron allí- y ahora sobrevive gracias a la valentía o la inconsciencia de decenas de pilotos.

Con tanto riesgo, ¿Por qué fue a competir a la Isla de Man?
Porque aquello es otro mundo. Nadie quiere ir, nadie quiere verlo porque puede ser trágico, pero hubo un momento en el que me sentí muy atraído. Toda la vida quise competir en MotoGP, pero a los 30 años, atascado en el Campeonato de España, sin sponsors ni ayudas, ir allí me pareció una buena salida. Era una forma de empezar de cero, de conocer algo nuevo. Daba cursos de conducción en el circuito de Jerez, vinieron unos aficionados ingleses y me ofrecieron ir allí. Así debuté en 2007.

IOMTT

Antonio Maeso es el español que más veces ha conseguido acabar el TT Isla de Man, un total de siete, y entre otras cosas el que lo ha hecho con una moto de mayor cilindrada, la KTM de 1.200cc que utilizó en 2012. Después de terminar una vez en el Top 20 de la categoría senior, en 2013 buscaba mejorar su posición cuando descubrió la crudeza de la prueba. En una de las últimas vueltas, ya cansado, se lanzó sobre una curva a carretera abierta a 250 km/h y su rodilla izquierda impactó contra un murete escondido en la hierba. Salvó la vida de milagro porque salió disparado hacia un prado y no chocó contra nada, pero se destrozó la pierna.

"Estaba hundido por no poder acabar"

«Fracturas múltiples de tibia, peroné, fémur y rótula», informó el Hospital de la Isla de Man antes de trasladarlo a Liverpool para que le hicieran una reconstrucción. «En los primeros segundos estaba hundido por no poder acabar la carrera. No te diré que prefería la muerte, pero fue una decepción enorme. En aquella curva no estaba haciendo nada mal, no podía imaginar que había un trozo de cemento entre la hierba», recuerda quien luego empezó una rehabilitación que aún hoy dura hoy, 10 años después.

¿Ahora puede andar?
Si me ves por la calle ahora quizá no te das cuenta. Puedo caminar, pero cualquier rampa me cuesta y me caigo escaleras abajo. Estoy bastante tocado, pero lo veo por la parte positiva. Estuve seis meses sin poder mover la pierna, inmovilizada, y luego más de un año en sillas de ruedas. La rehabilitación fue muy complicada porque me era imposible doblar la rodilla. Lloraba de dolor en todas las sesiones, horroroso. Desde el accidente tardé unos cuatro años en volver a caminar.

Vecino de Gádor, un pueblecito de Almería, a sus 45 años ahora trabaja dando clases de inglés en el instituto y ha cambiado de hobby: ya no compite en moto, ahora hace soldaduras. «Pruebo motos para mi canal de Youtube, eso sí, pero competir es otra cosa. Como no doblo bien la pierna, no llego a la postura, no me da», admite, pero no esconde que después de asomarse a la muerte quiso volver allí para sacarse la espina. En 2017 adaptó una moto y regresó a la isla de Man para completar su séptima participación y ser él quien decidiera su retirada.

Carlos BarbaAraba

El próximo 26 de diciembre estrenará en su canal de Youtube el documental Condenado a muerte, con el que espera mostrar la realidad de esta competición a los más jóvenes. Nadie cómo él entiende el atractivo de una prueba como el TT Isla de Man, pero el peligro es demasiado grande. «Allí te enfrentas a la muerte. No sólo consiste en ir rápido, sino en jugártela cada vez un poco más. Para hacerlo bien tienes que aceptar que quizá no vuelvas. En realidad, ahora veo que estaba cavando mi propia tumba, que estaba cegado por un objetivo», finaliza Maeso con un moraleja después de todo lo vivido.

La falta de jóvenes o el vacío que deja Nadal en el tenis español: "Era una oportunidad única"

La falta de jóvenes o el vacío que deja Nadal en el tenis español: “Era una oportunidad única”

"Copa Davis hay muchas y Rafa sólo hay uno", concluía Carlos Alcaraz a la una de la madrugada, en la sala de prensa del Martín Carpena, después de la derrota de España ante Países Bajos en los cuartos de final y tenía razón. A sus 21 años le queda por delante más de una década de oportunidades para levantar la Ensaladera, pero también acertaba en su análisis días antes, a su llegada a Málaga: "Es una oportunidad única". Y realmente lo era.

La Copa Davis no depende de uno mismo y el actual número tres del mundo lo tendrá muy difícil para ganar. Rafa Nadal se retiró este martes con cinco en su palmarés porque es Rafa Nadal, pero también porque coincidió primero con Carlos Moyà y Juan Carlos Ferrero, más tarde con David Ferrer, Feliciano López y Fernando Verdasco y finalmente con Roberto Bautista y Marcel Granollers. Hay margen de tiempo, pero de momento Alcaraz no empieza con tanta suerte.

Para saber más

Porque después del adiós de Nadal, coetáneo de Granollers (38 años) y casi también de Bautista (36), el equipo español se queda vacío; el tenis español se queda vacío. Si hubo un tiempo en el que del Top 100 del ranking ATP asomaban 12 o 14 jugadores del país, ahora sólo hay seis y sólo Alcaraz está en los 40 primeros. Junto a él y Bautista, están Pedro Martínez, Alejandro Davidovich o Jaume Munar, los tres entre los 25 y 27 años, pero con pasos por hacer para afianzarse en la élite. ¿Y por detrás?

Los 'colleges' y la presión

Como le ocurre a otros deportes como el baloncesto, la buena fama de la cantera española ha atraído a un altísimo número de extranjeros y en las academias cada vez aflora menos talento nacional, aunque hay excepciones. Ahí está el palmarés, por ejemplo, del US Open junior, con tres campeones españoles en los últimos cuatro años: Daniel Rincón, Martín Landaluce y Rafa Jódar. "Viene una generación muy, muy buena, claro que el tenis español tiene relevo. Martín, por ejemplo, ya está el 156 del ranking ATP, va a llegar arriba pronto", anuncia Andrés Santamarta, otro miembro de ese grupo, que a sus 17 años esta semana ha ejercido de sparring del equipo español.

"El listón está muy alto y ahora hay caminos distintos. Hay muchos tenistas de mi generación que se van a jugar a las universidades americanas y no entran tan rápido al circuito de futures y challengers", analiza Santamarta que asume que habrá que esperar unos años para valorar el alcance de los jóvenes españoles de su edad. Del éxito en júnior al éxito en la ATP hay un abismo y mucha, mucha presión. Durante los 20 años de carrera de Nadal, los tenistas crecían fuera de los focos, sin atención mediática porque había muchos otros por delante.

Ahora hay cierta ansiedad por saber quién saldrá para acompañar a Alcaraz y eso se nota. Rincón, por ejemplo, 246 del mundo a sus 21 años, reconocía recientemente que no supo manejar el interés generado después de ganar el US Open júnior. "A muchos jugadores les afecta un montón. Me han contado cosas y las entiendo, porque puede ser agobiante. En mi caso, de momento, no me ha afectado. He escuchado opiniones sobre si voy a llegar o no, pero simplemente quiero ser yo mismo", finaliza Santamarta que, en el futuro, si realmente llega, tendrá otro punto en contra para ganar la Copa Davis.

Cuando la Davis no se juegue en España

Porque desde 2019, es decir, desde el pacto de la Federación Internacional de Tenis (ITF) con la empresa de Gerard Piqué, Kosmos, las finales de la competición se celebran en España -Madrid y Málaga-, pero eso va a cambiar. A partir de 2026 seguramente se disputarán en Asia, lo que multiplicaría su dificultad. Además la fase previa también cambiará de formato y España podría tener que irse a Argentina o a Australia para clasificarse, por lo que podría incluso no llegar.

"Es una competición preciosa, pero entiendo la ventaja que supone jugar siempre en casa. Si no fuera así lo vería todo distinto", reconocía el capitán, David Ferrer, al que le queda mucho trabajo por delante. Sin Nadal y con Granollers o Bautista observando el ocaso, Alcaraz se advierte muy solo y a los talentos que vienen por detrás todavía les falta recorrer un duro camino.

De corto desde el mediodía, sus palabras en el banquillo... así fue el último día de Nadal como tenista profesional

De corto desde el mediodía, sus palabras en el banquillo… así fue el último día de Nadal como tenista profesional

En los descansos, detrás de Carlos Alcaraz y Marcel Granollers, se colocaba Rafa Nadal, un capitán en la sombra -literalmente-, el animador del banquillo de España. Después de su derrota ante Botic Van de Zandschulp, el ganador de 22 Grand Slam se pasó cuatro horas, es decir, todo el tiempo que duraron los partidos de Alcaraz y de la pareja de dobles, alentando a sus compañeros, dando consejos, incluso espoleando al público del Martín Carpena.

Tocaba la medianoche en Málaga, se preparaba su homenaje en los pasillos, y Nadal seguía tan entregado, tan motivado, tan vestido, como a la una del mediodía, cuando apareció ya vestido de corto en el pabellón pese a que todavía le quedaba un buen rato para saltar a jugar. Esa entrega es su firma para siempre, el recuerdo de él que perdurará después de su retirada oficial ayer. La remontada española en los cuartos de la Copa Davis no pudo ser, pero Nadal, claro, no dejó de creer en ella ni por un momento.

Para saber más

«No tenía los automatismos de la competición, la pista era muy rápida, así que tenía que mantener la energía y pelear cada punto. No pude ganar, pero estoy contento porque lo intenté hasta el final», explicaba antes, justo después de su derrota en una rueda de prensa en la que no olvidó su sentido del humor. En su carrera en la Copa Davis había ganado 28 partidos, pero cayó en dos, los dos muy significativos.

«Perdí el primero [ante Jiri Novak, en 2004] y he perdido el que puede ser el último. De alguna manera es cerrar un círculo», comentaba con sorna y sin ganas de machacarse otra vez, una última vez: «A lo largo de mi carrera he sido muy autocrítico. Aunque ganaba torneos siempre buscaba la parte negativa para aprender. Hoy no lo seré. He hecho lo que he podido. Que yo jugara era una apuesta arriesgada y no ha salido».

Antes de saber el desenlace de la ronda, el propio Nadal se descartaba para más partidos de individuales -«Si fuera el capitán yo no me elegiría»- y entre líneas se proponía como nuevo miembro del dúo de dobles. Finalmente no hubo más oportunidades de ningún tipo.

Sus lágrimas con el himno español

Le quedará como consuelo, su última noche mágica, pese a las derrotas. Este martes, 13.000 aficionados españoles estuvieron encendidos alrededor de su figura, un ambiente eléctrico, una ovación detrás de otra, y como él no bajaron los brazos hasta la conclusión. Los marcadores no ayudaban, pero no hubo decepción, sólo agradecimiento, el constante recuerdo de lo mucho disfrutado gracias a Nadal. Sin los grandes nombres anunciados, ni Roger Federer, ni Novak Djokovic -también se rumoreó con la presencia de Barack Obama o Bill Gates-, el pabellón andaluz se volcó en animar al ganador de 22 Grand Slam pasase lo que pasase en el encuentro. «¡Disfruta, Rafa!», le gritaba una aficionada ya en el segundo set, como resumen del ánimo general.

Si hubo lágrimas fueron de emoción, desde la ceremonia de inauguración. Después de que los valencianos del equipo español, David Ferrer, Roberto Bautista y Pedro Martínez entrasen en la pista con una bandera de su comunidad en homenaje a las víctimas de la DANA, Nadal se emocionó mientras sonaba el himno nacional. No hubo lágrimas, pero temblaban los labios: poco faltó. Luego se rehízo para intentar superar a Van de Zandschulp, pero esa emoción ya no se marchó.

En cada punto ganado, un «¡Vamos!», unas palabras de ánimo para sí mismo. Pese a sus problemas en el resto y en los movimientos laterales, Nadal lo peleó y lo peleó y lo peleó y lo peleó. «¡Sí se puede!», le cantaba el público del Martín Carpena cuando ya era casi imposible. «Lo he intentado todo, también como agradecimiento a la afición que me ha apoyado sin parar», finalizaba.