Del “¿cómo está Mbappé?” al “¿ideas para máscaras?”: la noche del miedo para Francia

Actualizado Martes, 18 junio 2024 - 11:59

Nadie quería preguntar otra cosa. "¿Cómo está Kylian?". Los jugadores de la selección francesa pasaron por la zona mixta de Dusseldorf con más miedos que respuestas ante una situación que podía cambiar el curso de su Eurocopa. La imagen de Kylian Mbappé con la nariz ensangrentada tras un golpe fortuito con el hombro del central austriaco dejó helado al vestuario. "Parece que tiene la nariz rota", avisó Deschamps una vez terminado el partido.

Una fractura nasal implicaba algunas variantes dependiendo de la gravedad. Podía jugar con una máscara... O podía abandonar la Eurocopa. Un drama para la selección. "No sé, vamos a ver...", respondía Aurélien Tchouaméni, amigo íntimo del delantero, preocupado en los pasillos del Merkur Spiel-Arena.

"Es nuestro capitán, vamos a esperar a mañana y a ver cómo continuamos en la competición", decía Jules Koundé. "Creo que podría jugar el tercer partido", se animaba a presagiar Rabiot. "A ver si no es nada", pedía Saliba. ¿La realidad? Nadie sabía nada.

Una ambulancia sacó a Mbappé del estadio a los pocos minutos del final del duelo. El atacante salió andando del vestuario hasta el vehículo, igual que en el césped, sin requerir camilla, algo que aliviaba un poco al cuerpo técnico, impactado por toda la sangre que había perdido. "No está nada bien, es muy preocupante, parece un golpe complicado... Es el gran punto negativo de esta noche", admitía Deschamps en la sala de prensa, donde dejaba una frase que sacudió a toda la expedición: "Si las noticias no son buenas, tendremos que luchar sin él".

Las palabras del seleccionador alentaron las informaciones de que Mbappé iba a ser operado de urgencia en el Hospital Universitario de Dusseldorf. Más miedo. La cirugía le dejaría lejos del césped durante muchos días, quizás demasiados para competir. En la zona mixta, los periodistas franceses ya hablaban de una fecha de vuelta: "Si le operan, le perdemos hasta semifinales (9 y 10 de julio)".

La tensión era tal en cada comparecencia de cada jugador que el jefe de prensa de la selección tuvo que intervenir durante las insistentes preguntas a Giroud: "Chicos, ahora mismo sabemos lo mismo que vosotros. Los jugadores no saben nada. Haremos un comunicado cuando tengamos más informaciones". "Yo sólo sé que duele mucho, lo sufrí y no es agradable. Luego jugué con una máscara... A ver qué pasa", reflexionaba el veterano delantero mientras su compañero estaba en el hospital.

Al cabo de una hora, la Federación emitió un comunicado relativamente tranquilizador tras las pruebas médicas. "Mbappé sufrió una fractura de nariz. Fue atendido en primer lugar por el personal médico y el doctor Franck Le Gall, que le diagnosticó una fractura de nariz. El diagnóstico se confirmó durante los exámenes de rayos X en el hospital de Düsseldorf", declaraba el comunicado, que avisaba que el futbolista "recibirá tratamiento en los próximos días, pero no se someterá a cirugía en un futuro inmediato". "Se confeccionará una máscara para que el número 10 de la selección pueda volver a la competición tras un periodo dedicado al tratamiento", finalizaban.

Superado el susto, ese "periodo dedicado al tratamiento" es lo que ahora preocupa en la expedición. Francia se enfrenta a Países Bajos el viernes en Leipzig en un partido clave por el primer puesto del grupo, y el atacante, según aseguran fuentes de la selección, es "duda" para ese encuentro.

Mbappé no pasó la noche en el hospital y regresó a Paderborn, hogar del campamento base de los galos. Y desde el vehículo que le trasladó al hotel dio su primer mensaje. "¿Ideas para máscaras?", bromeó en sus redes sociales. Una publicación que da esperanza a sus aficionados.

Mbappé se rompe la nariz en la rácana victoria de Francia ante Austria

Mbappé se rompe la nariz en la rácana victoria de Francia ante Austria

Un gol en propia puerta. Francia no necesitó nada más, ni hizo nada más, para debutar con victoria en la Eurocopa. El austriaco Wober se metió un balón en su portería tras un centro de Mbappé y Deschamps cumplió con su rancio, mínimo y simple deseo: ganar, algo que con la plantilla que dirige debería ser mucho más fácil. El técnico agitó los puños con rabia en el banquillo cuando sonó el pitido final y acabó el sufrimiento de su equipo, superado por Austria durante gran parte del duelo.

Pero el sufrimiento puede prolongarse en lo que queda de Eurocopa, toda vez que un choque fortuito entre la estrella gala y el central Danso terminó con un golpe en la nariz de Mbappé que le obligó a abandonar el terreno de juego. El propio seleccionador aseguró al término del partido que el futbolista podría haber sufrido una rotura, algo que luego se confirmó con el jugador camino del hospital de Dusseldorf para ser operado de urgencia.

En Dusseldorf, el técnico insistió con Rabiot, que ahora en la Juventus, y con Kanté, que juega desde el pasado verano en el Al-Ittihad saudí, como si el último lustro no hubiera avanzado, y sentó a Tchouaméni y a Camavinga. Uno puede entender los gustos del seleccionador galo, pero la realidad de la primera parte que se vio en el Esprit Arena no fue lo que Dédé se imaginaba. O sí.

En Francia repiten desde hace años que Deschamps no quiere el balón, que prefiere esperar a su rival, se llame Austria o se llame Alemania. Da igual. No quiere la pelota. Quizás porque esa plantilla a la que denominan la mejor del mundo tiene de todo menos un organizador. No lo es Tchouaméni, tampoco Camavinga, mucho menos Kanté o Rabiot. Por eso no le queda más remedio que convertir a Griezmann en centrocampista y jugar con cuatro delanteros, con Dembélé, Mbappé y Thuram arriba. Suena a alineación ofensiva, pero falta sentido.

Austria, por su parte, sí quiso el balón. Asumió la posesión y los riesgos de darle la cara al partido, dejando su espalda libre para las deseadas arrancadas de los velocistas franceses. En ese dominio austríaco, la solución de Deschamps fue la banda izquierda de Theo Hernández y de Mbappé. Un correcalles.

En el 8, el reciente fichaje del Madrid tuvo el 0-1 tras recoger un balón al espacio y encarar a Pentz. Buscó el primer palo, pero falló. Definió mordido y el portero desvió el intento a córner. Hubiera sido la situación soñada por Deschamps.

La ocasión no empujó a Francia a buscar más, la relajó. Se encerró en dos líneas de cuatro y entregó el balón a su rival, que no lo rechazó. El equipo de Ralf Rangnick, ideólogo de la factoría futbolística de Red Bull, mimó la pelota y se encontró con las mejores opciones del primer tramo. Francia sólo quiso correr, no dio ni tres pases seguidos y confió en el talento individual, con una contra mal finalizada por Griezmann como gran intento. Todo demasiado rancio.

En los últimos minutos de la primera parte el encuentro se aceleró. El exceso de pasotismo galo concluyó en una ocasión clarísima para el austríaco Baumgartner. Los de Rangnick enlazaron una buena contra en el lado izquierdo, donde el gigante Gregoritsch puso un buen centro que Laimer dejó al primer toque para la llegada de Baumgartner que el del Leipzig no aprovechó ante Maignan.

El fútbol suele castigar los fallos de un equipo teóricamente pequeño ante uno grande y en Dusseldorf hizo pagar a Austria sus errores. Dos minutos después, Mbappé se inventó una bicicleta en el lateral y puso un centro que Wober, sin querer, metió en su propia portería.

El descanso le entregó a Francia una ventaja injusta pero efectiva para mantener el plan de Deschamps, que no es otro que conseguir que pasen pocas cosas en el partido. Apenas un tiro a puerta de Austria y uno suyo para ir por delante. Tres puntos. Suficiente.

Francia no sentencia

Tras el intermedio no cambió el guion de los equipos, pero sí el oxígeno de los austríacos. En el 54, Mbappé le ganó la carrera a los dos centrales y se plantó sólo ante Pentz. Parecía gol seguro, pero el galo disparó incomprensiblemente fuera.

Rangnick decidió hacer cambios para ganar piernas, pero perdió ritmo y calidad y Francia, con mucho más músculo, perdonó el segundo. Kanté y Camavinga comenzaron a barrer balones sin parar. En el 66, Griezmann no llegó a un pase de la muerte de Theo y Pentz detuvo un disparo escorado de Thuram.

El tiempo añadido fue agónico para Francia, que no sentenció y sufrió ante el empuje austriaco, pero se llevó sus primeros tres puntos.

El partido de Le Pen responde a Mbappé: “Que no dé lecciones políticas”

Actualizado Lunes, 17 junio 2024 - 13:14

Horas muy tensas en la concentración de la selección francesa, que esta noche debuta ante Austria en la Eurocopa. Las palabras de varios jugadores durante los últimos días animando a los jóvenes a parar a la ultraderecha en las próximas elecciones generales, coronadas con el discurso de Kylian Mbappé en la rueda de prensa de ayer, han creado un cisma en el entorno del combinado galo. La Federación ha tenido que insistir en su "neutralidad" y ha pedido "que no se haga política con el equipo de fútbol", mientras que la Agrupación Nacional, el partido ultraderechista de Marine Le Pen, no ha tardado mucho en responder a los comentarios de Mbappé.

A mí me gusta Kylian Mbappé como jugador, pero que no me dé lecciones de política", aseguró esta mañana Sébastien Chenu, vicepresidente de RN. "Cuando se tiene la suerte y el honor de vestir la camiseta de la selección francesa, hay que mostrar un poco de moderación. Muchos votantes apoyan a la selección francesa y les gusta Kylian Mbappé. Tiene todo el derecho a opinar, y no me importa que se exprese, pero no espero que gente que está bastante alejada de la realidad venga a dar lecciones a los franceses", añadió.

Por su parte, el portavoz de Agrupación Nacional, Laurent Jacobelli, admitió que "no me siento aludido por la palabra 'extremo'. Ni yo ni nuestro partido". "Hay gente que quiere dividir, sí", dijo, y apuntó al propio vestuario de la selección francesa: "Representan a todos los franceses de todas las opiniones".

"No quiero división"

Ayer, en la rueda de prensa previa al debut de Francia ante Austria, Mbappé fue contundente sobre su postura con respecto a las próximas elecciones generales en el país tras la victoria de Le Pen en las europeas. "Los extremos están llamando a la puerta y yo quiero llamar la atención de los jóvenes. Id a votar. Sé que mi voz será escuchada. Kylian Mbappé está contra los extremos, contra los que dividen. Hay jóvenes que se abstienen y quiero darles este mensaje. Su voz sí cambia las cosas. Quiero estar orgulloso de defender a un país que tiene valores de respeto y diversidad y espero estar orgulloso el próximo 7 de julio. No quiero un país fragmentado, no quiero división", reflexionó.

Marcus Thuram y Ousmane Dembélé también se han referido a la política durante la última semana. "Tenemos que decirle a todo el mundo que vaya a votar. Como ciudadanos hay que luchar a diario para que esto no vuelva a suceder y que no gane la Agrupación Nacional (el partido de Le Pen)", declaró hace un par de días Thuram. "Estoy de acuerdo con Marcus", respondió ayer Mbappé.

Dembélé, por su parte, se refirió durante la semana a que había sonado "la alarma", en referencia también al triunfo de Le Pen en las europeas. "Tenemos que movilizarnos para ir a votar. Tenemos que movilizarnos. ¡Todos, id a votar! Se acercan las elecciones legislativas", dijo.

De Zidane a Mbappé, los 20 años de pelea de la selección francesa contra los Le Pen: “Que no gane la Agrupación Nacional”

Actualizado Domingo, 16 junio 2024 - 22:57

En Paderborn, hogar de la selección francesa durante la Eurocopa, no se ha hablado de otra cosa durante toda la semana. Algo que no tiene nada que ver con el fútbol pero sí con los futbolistas. La concentración del conjunto galo vive pendiente de la situación política de su país desde los resultados de las elecciones europeas de la semana pasada y la convocatoria de elecciones generales para el 7 de julio. El vestuario, completo por muchos hijos de inmigrantes, ha decidido romper el clásico silencio de los deportistas de élite y saltar al charco mediático para combatir el auge del partido de ultraderecha presidido por Marine Le Pen. Una realidad que no es nueva en la selección, donde hace 20 años Zinedine Zidane lideró el rechazo del equipo a Jean-Marie, el padre de la actual candidata. Ahora ese liderazgo es de Kylian Mbappé.

«¿En que posición política está usted?», le preguntaron directamente al futbolista, capitán de la selección, en la rueda de prensa previa al debut contra Austria. Su respuesta fue tan directa como contundente: «Kylian Mbappé está contra los extremos, contra los que dividen. Hay jóvenes que se abstienen y quiero darles este mensaje. Su voz sí cambia las cosas. Quiero estar orgulloso de defender a un país que tiene valores de respeto y diversidad y espero estar orgulloso el próximo 7 de julio. No quiero un país fragmentado, no quiero división», reflexionó.

Para saber más

El atacante, anunciado ya como nuevo jugador del Real Madrid, estrena brazalete en un gran torneo después de la retirada de Lloris y no escapó del foco, lo agarró con un discurso mucho más político que futbolístico, poniéndose en el centro del debate sobre el auge de la ultraderecha. «Somos futbolistas pero también personas y no podemos desconectar de la realidad. Los extremos están llamando a la puerta y yo quiero llamar la atención de los jóvenes. Id a votar. Sé que mi voz será escuchada. Cada voto cuenta», insistió con seriedad, recordando que aunque «estamos concentrados», «esto es más importante que el partido contra Austria».

Las palabras de Dembélé y Thuram

El discurso de Mbappé no es el primero del actual vestuario, pero sí el más importante al tratarse de su máxima estrella y del jugador que más ha hablado con Emmanuel Macron durante los últimos meses. El presidente medió para que renovara con el PSG y para que el Madrid le dejara acudir a los Juegos. Mbappé, eso sí, no anunció su voto, sino que continuó con su rechazo «a los extremos», en clara referencia a Le Pen y después de los comentarios de sus compañeros Dembélé y Thuram.

«Tenemos que decirle a todo el mundo que vaya a votar. Como ciudadanos hay que luchar a diario para que esto no vuelva a suceder y que no gane laAgrupación Nacional (el partido de Le Pen», declaró hace un par de días Marcus Thuram. «Estoy de acuerdo con Marcus», respondió ayer Mbappé. «Quiero diversidad, tolerancia y respeto. Tenemos libertad de expresión para hablar y yo me alineo con él», añadió.

Dembélé, por su parte, se refirió durante la semana a que había sonado «la alarma», en referencia también al triunfo de Le Pen en las europeas. «Tenemos que movilizarnos para ir a votar. Tenemos que movilizarnos. ¡Todos, id a votar! Se acercan las elecciones legislativas», dijo.

También se pronunció Ferland Mendy, defensa del Madrid, aunque fue más tibio en sus declaraciones. «Claro que hablamos sobre política. Cada uno tiene su posición, aunque no la detallamos en público. Cada uno hará lo que tenga que hacer».

Varios discursos que han obligado a la Federación Francesa de Fútbol a emitir un comunicado mostrando su «neutralidad» política. «Cada uno de ellos ha podido manifestarse libremente, según sus propias convicciones y su propia sensibilidad», pero el organismo también recordó que se debe «evitar cualquier presión y utilización política de la selección francesa».

La mala relación de Le Pen con el actual vestuario de la selección francesa no es nueva. Viene desde 2010, cuando aseguró que «muchos futbolistas de la selección llevan a otro país en su corazón», cuestionando el sentimiento francés de la plantilla. Una plantilla que con el paso de los años es todavía más diversa en sus orígenes.

Su padre, Jean-Marie, también recibió el rechazo del grupo campeón del Mundial de Francia 98. «No representa a la Francia auténtica, sino a la Francia del papeleo», dijo el político. Cuatro años después, Zidane lideró una protesta contra él antes de las elecciones. «La gente tiene que votar. Es muy importante. Y, sobre todo, hay que pensar en las consecuencias que puede tener votar a un partido que no corresponde para nada con los valores de Francia», aseguró sobre el partido de Le Pen. «Soy francés y mi padre es argelino. Estoy orgulloso de ser francés y estoy orgulloso de que mi padre sea argelino», añadió en su momento.

Ahora, la máxima estrella del fútbol francés vuelve a liderar la lucha del vestuario contra el líder de la extrema derecha.

El destino de Eriksen, de estar "muerto durante cinco minutos" en 2021 a darle un punto a Dinamarca en 2024

El destino de Eriksen, de estar “muerto durante cinco minutos” en 2021 a darle un punto a Dinamarca en 2024

El 12 de junio de 2021, Christian Eriksen sufrió un paro cardíaco y se desplomó en el césped durante el debut de Dinamarca en la Eurocopa contra Finlandia.

El 16 de junio de 2024, Christian Eriksen ha marcado el gol del empate de Dinamarca en su debut en la Eurocopa ante Eslovenia.

El fútbol tiene estas cosas, una mezcla entre el destino y el talento. Es lógico que Eriksen, el mejor jugador danés de su generación, sea capaz de decidir un duelo continental. La historia, lo bonito, es que lo haga después de todo el sufrimiento vivido y en el mismo momento, tres años después, de la situación que le cambió la vida.

"Estuve muerto durante cinco minutos", admitió el danés hace un par de años, cuando tuvo el valor de reflexionar en público sobre su situación. La imagen permanece en la mente de todos los espectadores. El corrillo danés alrededor de él, el abrazo de Kjaer, capitán, a la mujer de Eriksen, su salida del estadio... Todo. Era imposible pensar en un regreso al fútbol, pero volvió. Vaya si volvió.

Nueve meses después del paro cardíaco y tras haber entrenado con el Odense Boldklub, Eriksen redebutó con en la Premier League con el Brentford. Lo hizo con un ICD, un desfibrilador cardioversor implantable que todavía lleva hoy, pero volvió. En verano de 2022 fichó por el Manchester United y este domingo le dio un punto a su selección en un partido loco frente a la Eslovenia de Jan Oblak.

El cuadro danés, liderado en el banquillo por Kasper Hjulmand, se plantó en Stuttgart con mejores nombres que su rival y lo demostró en la primera parte. Ordenado en defensa y con rigor en el centro del campo, puso su fútbol en las botas de Hojbjerg, Hjulmand y Eriksen, liberado en tres cuartos y sirviendo de enlace con Hojlund y Wind, gigantes y bregadores.

Eslovenia, en cambio, sufrió más. Sus esperanzas eran una buena defensa y los balones largos hacia Sesko, el talentoso delantero del Leipzig, pero sin combinaciones en el centro del campo era difícil sorprender a un equipo tan ordenado como el danés. Lo intentó Sesko en el 16 con un disparo que rozó el palo, pero los minutos le dieron ventaja a Dinamarca.

En el 18, Bah sacó rápido de banda y Wind se la dejó de tacón a Eriksen para que el centrocampista controlara con el pecho y batiera a Oblak casi con la puntera. 0-1 merecido para los daneses, muy superiores en el inicio.

La primera parte fue un vendaval danés sin éxito. Lo intentó Eriksen de nuevo, con un centro-chut que casi se cuela en la meta de Oblak y con un disparo demasiado alto, pero el duelo de Stuttgart se fue al descanso oliendo a 0-2.

Eslovenia reacciona

El intermedio ayudó a Eslovenia, que se sacudió los nervios mientras Dinamarca pensó que ya tenía el partido en el bolsillo. La selección de Matja Kek potenció sus virtudes. ¿Hay que jugar con balones largos a Sesko y Sporar? Juguemos. Y así llegaron sus mejores ocasiones. Schmeichel comenzó a tener trabajo y los daneses sólo encontraron soluciones en algunas contras.

En el 64, Hojlund tuvo el 0-2 a medio metro de Oblak, pero el rojiblanco se hizo gigante en su área pequeña y rechazó el disparo. A partir de ahí, el partido fue esloveno.

Cerin falló un cabezazo clarísimo a centro de Sporar y Sesko estrelló un misil en el palo desde fuera del área para meter miedo a la grada danesa, que ya se temía lo peor.

En el 77, Janza, lateral izquierdo del Górnik Zabrze de la liga polaca, se atrevió con un lanzamiento desde muy, muy lejos que tocó en la espalda de Hjulmand, despistó a Schmeichel y se coló en la portería para hacer el empate.

Dinamarca perdió la identidad que le había hecho ponerse por delante y jugó a lo que Eslovenia quería: lucha y disputas aéreas. Y ahí se fueron sus opciones. Mientras, Sporar malogró las ocasiones finales de los eslovenos, contentos con el empate.

Mbappé alza la voz sobre las elecciones francesas: “Estoy contra los extremos, llamo a los jóvenes a votar”

Actualizado Domingo, 16 junio 2024 - 17:29

Kylian Mbappé asumió la responsabilidad de ser la primera voz de Francia en esta Eurocopa. El delantero, anunciado ya como nuevo jugador del Real Madrid, se estrena como capitán de su selección en un gran torneo después de la retirada de Lloris. Y este domingo en Dusseldorf se llevó todos los focos con un discurso mucho más político que futbolístico, poniéndose en el centro del debate sobre las próximas elecciones al gobierno francés y el auge de la ultraderecha.

"Estamos en un momento importante en nuestro país. Somos futbolistas pero también personas y no podemos desconectar de la realidad. Los jóvenes pueden hacer la diferencia y los extremos están llamando a la puerta, por eso quiero llamar su atención. Jóvenes, id a votar. Sé que mi voz será escuchada. Queremos respeto y diversidad y cada voto cuenta. Espero que se haga una buena elección y estemos orgullosos de vestir esta camiseta el 7 de julio", reflexionó en la primera pregunta.

Y no se quedó ahí. Preguntado por los comentarios de Marcus Thuram, en los que avisaba directamente sobre el partido de Marine Le Pen, Mbappé dijo que "estoy de acuerdo con Marcus". "Yo quiero diversidad, tolerancia y respeto, Marcus no ha ido lejos con sus comentarios. Tenemos libertad de expresión para hablar, y yo me alineo con él", insistió.

Francia debuta este lunes contra Austria en la Eurocopa, pero Mbappé volvió a repetir que las elecciones "son más importante que el partido de mañana". "Eso no quiere decir que no estemos concentrados", advirtió. "Estamos compitiendo y estamos defendiendo los colores de nuestro país, pero quiero defender la camiseta de un país que respeta y tolera".

Y, de nuevo, no se quedó ahí, fue todavía más contundente: "Kylian Mbappe está contra los extremos, contra los que dividen. Hay jóvenes que se abstienen y quiero darles este mensaje. Su voz sí cambia las cosas. Quiero estar orgulloso de defender a un país que defiende estos valores. No quiero un país fragmentado, no quiero división, quiero diversidad y respeto".

El fin definitivo del 'tiqui-taca' 16 años después y la racha de Carvajal: "Soy un 'killer' absoluto"

El fin definitivo del ‘tiqui-taca’ 16 años después y la racha de Carvajal: “Soy un ‘killer’ absoluto”

Una de las grandes noticias que dejó la tarde en Berlín fue la ruptura de una racha de 16 años. Una racha de 136 partidos. La ruptura, en fin, de un tema casi tabú en España desde que la gran España encontró un camino para ganar entre 2008 y 2012. Pareció durante muchos años una herejía pensar en otro modo de jugar, insinuar que no había que tener la pelota para ganar partidos... Pues bien, esta España no necesita el balón para ganar partidos y eso, que ya se intuía, se confirmó contra Croacia.

España dispuso del balón un 46% del tiempo, por el 54% de los croatas. Y España ganó 3-0. Hacía esos 16 años que algo así no ocurría. La última vez que el rival tuvo más tiempo el balón que España fue la final de la Eurocopa de 2008, aquel 29 de junio donde Torres inició una era ¿irrepetible? Desde entonces, la selección ha jugado 136 partidos y siempre ha ganado eso tan poco útil que es la posesión, escrito así de forma aséptica. Por el camino, sesiones tan inverosímiles como los octavos de final contra Marruecos, resuelto, en contra, en los penaltis.

"No tenía ni idea de lo de la posesión. A ver, aquí al final lo que cuenta es ganar los partidos, no la posesión, y nosotros estamos muy felices porque hemos ganado", resolvía ayer Fabián, uno de los jugadores que representan ese fútbol no tan ortodoxo que ha tenido atrapada a la selección desde 2014, año del cataclismo en el Mundial de Brasil, hasta la llegada de Luis de la Fuente, un tipo práctico.

Carvajal, de Wembley a Berlín

Hay pocos jugadores en el vestuario de la selección que entiendan tan bien eso de "lo que importa es ganar". Dani Carvajal, quizás, es el que ha vivido esa expresión más de cerca. No es fácil ganar seis Copas de Europa de la misma forma. En unas sufrió, en otras disfrutó, a veces dominó y en algunas sobrevivió como pudo, pero ganó. Eso es lo importante. Y quizás por eso, el de Leganés es un capitán sin brazalete en la concentración de España.

No acumula tantas internacionales como otros compañeros, pero tiene el peso de los títulos y la experiencia, algo que necesita De la Fuente, que le permitió hablar en el corrillo previo al partido. "He sido uno de los que ha hablado. Soy un jugador que siempre intenta alzar la voz y motivar a los más jóvenes", explicó el defensa en los pasillos del Estadio Olímpico.

Fue una tarde especial para Carvajal, una más en un mes de junio que no va a olvidar. Después de marcar el primer gol de la final de la Champions de Wembley, el canterano del Real Madrid disputó en Berlín su primer partido en una Eurocopa. Las lesiones no le habían dejado estar en las convocatorias hasta ahora.

Carvajal, en la acción del 3-0 ante Livakovic.

Carvajal, en la acción del 3-0 ante Livakovic.AFP

Y claro, alguien que puso la primera piedra de Valdebebas y terminó con seis 'orejonas' no le hace ascos al destino. En su estreno continental, Carvajal repitió gol. Su primero con España 44 partidos después, insistiendo en eso del destino. Movimiento al primer palo y remate ante el portero.

"Es un gol de killer, ¡de killer absoluto!", bromeaba en zona mixta. "De momento soy Pichichi de la Eurocopa, porque nadie ha metido dos goles", añadió entre risas.

El cuerpo técnico de Luis de la Fuente ha copiado la idea del de Carlo Ancelotti. Carvajal no es el más alto, pero sí es inteligente a la hora de buscar el espacio en el área: "En el balón parado hay que estar listo, hay que tener determinación y hoy pues me he anticipado al primer palo y sólo la he tenido que empujar. Estoy muy contento de que confíen en mí para el balón parado", explicó.

Morata, de las dudas a los récords: primer español en marcar en tres Eurocopas y tercer goleador histórico del torneo

Actualizado Sábado, 15 junio 2024 - 20:01

El fútbol es 11 contra 11, pero el sábado en Berlín amaneció 100.000 contra 12.000. El medio millón de croatas que vive en Alemania pasó factura a la afición española, en clara inferioridad en las calles de la capital germana y en las gradas del Estadio Olímpico, donde cayó derrotada 50.000 a 10.000. Por suerte para los de Luis de la Fuente, en el césped la situación fue diferente. España arrancó de nuevo un gran campeonato con goleada, como hiciera en Qatar con aquel 7-0 ante Costa Rica. Un 3-0 a la guerrera Croacia con Álvaro Morata, su capitán, inaugurando el marcador y haciendo historia.

«Tiene valor de estrella mundial», decía esta semana Luis de la Fuente sobre el delantero. «No se le reconoce todo lo que ha hecho», insistía. ¿Y qué ha hecho Morata con la selección? Pues miren: lleva 36 goles con España, el cuarto que más en la historia, a dos de Fernando Torres, a ocho de Raúl y a 23 de David Villa. Casi nada. Además, con su tanto sobre Croacia se convirtió en el primer futbolista español que marca en tres ediciones de la Eurocopa, igualando a leyendas como Henry, Klinsmann, Modric o Ibrahimovic. Por delante, sólo Cristiano Ronaldo. Y hay más.

Su definición con la zurda frente a la salida de Livakovic le sitúa en el podio de máximos anotadores de la historia del torneo continental. Cristiano acumula 14 tantos, Platini alcanzó los nueve y Morata se acaba de poner en siete, los mismos que Griezmann y Alan Shearer.

Idilio europeo

A Morata le ha pesado lo mucho que se ha hablado de él, quinto futbolista en la historia que más dinero ha movido en fichajes, y la responsabilidad goleadora de la etapa posterior al trío de títulos entre 2008-2012. Pero los números están ahí.

Marcó tres goles en la Eurocopa 2016, su primer torneo internacional. Lopetegui le descartó para el Mundial de 2018 y regresó a la Euro de 2021 para anotar otros tres, incluido uno en la semifinal contra Italia. En Qatar, en su primer Mundial, repitió cifra: otros tres.

El gol de Morata hundió a Croacia, que recibió el segundo a los tres minutos y 16 segundos. Una maravilla de Fabián Ruiz, que vio puerta por primera vez en un evento continental. Fui una tarde de primeras veces, como las de Dani Carvajal y Lamine Yamal. El lateral anotó el primer gol de su carrera con España en el primer partido de su vida en una Eurocopa. Las lesiones siempre le habían dejado fuera de las convocatorias. Extraña estadística para un futbolista que ha ganado seis Copas de Europa. Su remate a pase de Yamal llegó como el 1-0 del Madrid en Wembley, al primer palo tras un saque de esquina.

Morata bate a Livakovic en la acción del 1-0.

Morata bate a Livakovic en la acción del 1-0.AFP

Un 3-0 antes del descanso para sentenciar el primer compromiso del grupo y un gol también histórico. Según Misterchip, se trata de la segunda vez que un jugador del Barcelona asiste a uno del Madrid en una Eurocopa. Premio al hito del joven delantero azulgrana, que se convirtió en el debutante más joven en la historia del torneo. A sus 16 años, 11 meses y dos días, superó el récord del polaco Kacper Kozlowski, que disputó la edición de 2021 a los 17 años y 246 días.

«Es un golpe»

Enfrente, Luka Modric, con 38 primaveras, más del doble que Lamine, abrazándose a Nacho y Carvajal en el túnel de vestuarios. No fue el día del croata ni de su selección, que tendrá que sumar puntos en las últimas dos jornadas para sobrevivir hasta octavos.

Morata, protagonista del duelo, se retiró antes de tiempo por molestias, pero él mismo tranquilizaba a De la Fuente sobre el césped: «Es un golpe», le dijo. Uno en el gemelo, de esos que duelen al momento pero que con un par de días se soluciona. No fue la única preocupación del choque, porque Rodrigo también acabó con problemas físicos.

El final del partido tuvo polémica. Oliver señaló un penalti de Rodrigo sobre Petkovic tras un error de Unai Simón, el portero detuvo el disparo y en el rechace el croata anotó, pero el VAR avisó al árbitro de que Perisic había entrado en el área. Era el gol del honor croata, pero no sirvió.

Halilovic: “Cuando te llaman el ‘nuevo Modric’ o el ‘nuevo Messi’ todo va bien hasta que no eres como ellos”

Actualizado Viernes, 14 junio 2024 - 23:11

Podría ser la típica historia de un juguete roto, pero Alen Halilovic (Dubrovnik, 1996) rechaza darse por vencido. Ha pasado una década desde su fichaje por el Barcelona, cuando sólo tenía 17 años y parecía la futura estrella del fútbol europeo, y hoy verá el inicio de la Eurocopa desde casa, pero quiere volver. En la charla con EL MUNDO lo admite todo, sus errores, las dificultades del fútbol y su deseo de un título para Luka Modric.

Este año en el Fortuna Sittard de la Eredivisie ha conseguido 4 goles y 2 asistencias en 31 partidos, sus mejores números en las últimas temporadas.
Ha sido uno de mis mejores años. Con muchos minutos, sin lesiones, el equipo ha ido bien y no era fácil, pero al final todo salió bien, mejor de lo que esperaba. Me gustó la liga, el club... Estoy contento.
¿Necesitaba un año así?
Sí. El verano pasado tuve ofertas de Arabia Saudí y de Países Bajos. No sabía qué hacer, si irme a Arabia y luego volver a Europa o quedarme un año aquí y probar, y creo que hice bien con la decisión de quedarme.
¿Es complicado decirle "no" a Arabia?
Sí, fue complicado porque venía de no estar muy bien durante las últimas dos temporadas, no había jugado mucho, había tenido una lesión... Y con 26 años, que ya no eres tan tan joven, dices "bueno, me voy por dinero". Creo que ahora en la liga saudí hay muy buenos jugadores y en los próximos años irá a más, pero yo el año pasado no me quería ir por dinero. Quería darme otra oportunidad aquí y ver qué pasaba. No era fácil, pero cogí este riesgo y estoy contento.
Mentalmente, ¿cómo han sido estos últimos años?
Desde el año pasado bien. En los últimos tres o cuatro años tenía mucha prisa en mi cabeza, pensaba todo el rato: "Tengo que demostrar". Me metía mucha presión y no era fácil. Y este año sólo he querido estar bien, tranquilo, ser positivo y disfrutar del fútbol sin lesiones.
Sobre la Eurocopa. ¿Qué tiene Croacia para sacar tanto talento de una población tan pequeña?
Es difícil de explicar. Tenemos algo más de 3 millones de habitantes pero mucha gente vive para esto. Desde pequeños todos quieren ser Modric y luego equipos como Dinamo Zagreb y Hajduk Split siempre tienen mucho talento. Se entrena mucho. Yo recuerdo cuando estaba en el Dinamo con 11 años y ya era como un jugador profesional. Cada día dos entrenamientos, no tenías mucho tiempo para ir al colegio, te aprietan... Y luego con 17 años ya lo sabes todo, sólo tienes que decidir qué es lo mejor para ti.
A los 17 fichó por el Barcelona. ¿Cómo llevó que siendo adolescente le vieran como a una estrella?
Está bien cuando te dicen que eres el nuevo Modric, nuevo Messi, la nueva estrella o blablabla... Si haces bien las cosas todo está bien, pero si no eres Modric o Messi la gente ya empieza a decir que tienes problemas, que te lo crees demasiado... No es fácil salir al campo y demostrar cuando la gente dice todas esas cosas. Yo siempre pensaba que estaba mejor que Xavi o Iniesta, pero no, no puedes pensar así. Eso con 20 años lo puede pensar Messi, pero nadie más. Necesitas a alguien que te ayude, confiar en el club que ha pagado ocho millones por ti y estar tranquilo. Pero cuando eres joven no escuchas a nadie, piensas que eres el mejor. Hay que disfrutar del momento y poner los ojos sólo en el fútbol porque si no estás bien de cabeza todo cambia.
Con 20 años y después de varias cesiones, el Barça le vendió al Hamburgo. ¿Cree que se equivocó usted o que fue falta de confianza del club?
Creo que las dos cosas. Ahora lo pienso y creo que el Barça tenía razón, porque aunque pensaban que no podía jugar muchos minutos en el primer equipo confiaban en otra cesión en LaLiga y a ver qué pasaba. Pero yo venía de jugar más de 30 partidos en Gijón, no quería salir cedido y dije: "O me quieres aquí o me voy". Tenía que haber escuchado al club. Tenía 20 años y tenía que haberme ido cedido otra vez, haber jugado 30 partidos y a ver... Pero yo quería que todo pasara muy rápido. Quería salir y ser Messi en un año. Y no podía ser.
¿Ha visto el Playoff del Sporting?
¡Sí! Mucha gente sabe que sigo siempre al club, estuve muy a gusto allí, tengo muchos amigos, jugué una buena temporada allí, hablo con algunos jugadores y quiero que estén en Primera lo antes posible.
Hamburgo, Las Palmas, Milan, Lieja, Heerenveen, Birmingham City, Reading, Rijeka, Fortuna... Ha cambiado mucho de equipo, ¿por qué?
No me salían las cosas. Estuve en Inglaterra, en Bélgica... No me sentí bien. Jugué mucho en la banda derecha y no me gustaba, yo soy un mediocentro o mediapunta. A veces era culpa mía, a veces culpa del club... Creo que he perdido varios años, pero ahora todavía tengo tiempo, tengo 27 años y me queda mucho. Estoy feliz porque he demostrado que puedo jugar a buen nivel.
Hoy en día, parece que con 27 ya se es viejo.
Mira Modric, con 27 fichó por el Madrid y dijeron que era el peor fichaje del club. Ahora es uno de los mejores centrocampistas de la historia del fútbol. No digo que vaya a hacer eso, pero todo puede pasar.
¿Cómo de difícil es gestionar la carrera? Elegir destinos, clubes...
No es fácil decidir, porque cuando tienes 20 años te crees que lo sabes todo y en realidad no sabes nada. En esos momentos lo importante es tener a una persona, familiar o agente que te aconseje. Yo cuando tenía 20 años creía que debía salir del Barça y que en Hamburgo iba a ser el próximo Van der Vaart. Pero la verdad es que en esos años no era fácil para mí jugar en Alemania, había pocos jóvenes en el equipo. El Barça creía que para mí era mejor quedarme en España cedido pero yo no quería, quería ser top.
¿Ha habido algún momento en el que haya dicho "no puedo más"?
En algún momento seguro, porque ahora no es tan fácil ir todos los días a entrenar y si no juegas ya piensas que no eres bueno, pero al final cada futbolista ama al fútbol y disfruta. Por eso sigo.
¿Usted es mejor jugador ahora que con 20 años?
Sí. Con 20 años no me interesaba tanto el fútbol, estuve más disfrutando... Y ahora me encanta ver partidos y ver a los jugadores de mi posición, cuando era joven pensaba que yo era el mejor. Ahora sé que puedo aprender de ellos.
¿Qué objetivos tiene?
Quiero volver a un nivel top. Creo que este año lo he hecho bien pero pienso que puedo dar mucho más. Me quiero demostrar a mí y a mi gente que puedo y quiero subir un escalón. A los 20-21 años jugué buenos partidos en LaLiga y uno de mis sueños es volver. Creo que puedo demostrar mucho ahí y que mi estilo de juego se adapta bien, pero tengo contrato en Fortuna y a ver qué pasa, creo que ellos me quieren vender, así que me ayudan y yo les ayudo. Quiero volver a la selección y no es fácil hacerlo desde Países Bajos porque los mediocentros de Croacia juegan en los mejores equipos del mundo. Quiero ir a una liga mejor y competir con mejores jugadores.
¿El fútbol español es el que mejor se adapta a usted?
Sí. He pasado del Dinamo al Barcelona, he estado dos o tres temporadas en LaLiga... Creo que ahora no puedo fallar. Tengo 27 años y no quiero ir a países donde no conozco el clima o la gente. Ya fallé con 20 años al irme a Hamburgo, donde perdí dos años, pero ahora no puedo fallar.
Que se retirara Modric le abriría un hueco en la selección.
A mí y a muchos (risas), pero ningún joven es mejor que Luka. El mejor es él. Y si sigue así con 43 años debe seguir jugando.
¿Cómo ha sido su relación con Luka?
He hablado mucho con él. Cuando jugué con la selección él era el capitán y le conozco bien. En los últimos meses sólo hablamos para felicitarle por los títulos (risas). Pero es una persona increíble, ya no hablo del fútbol. Si le llamo ahora y le pregunto qué es lo mejor para mí sé que me va a dar un buen consejo. Para Croacia, una de las personas más importantes. En esta Eurocopa creo que la gente de todo el mundo estará feliz si él gana, como Messi con el Mundial de Argentina. Quiero que gane Luka.

Gulácsi, el líder de Hungría que aprendió en el ‘Spanish Liverpool’ y ha sufrido al Leverkusen de Xabi: “No es una sorpresa”

Actualizado Viernes, 14 junio 2024 - 23:08

Empezó su carrera en el Liverpool de Rafa Benítez, Pepe Reina, Xabi Alonso y Fernando Torres, ha crecido con el Leipzig desde la Segunda División hasta la Champions League, donde se enfrentó al Madrid en los últimos octavos, y ahora lidera a Hungría, una de las candidatas a revelación. Péter Gulácsi (Budapest, 1990) disfruta las entrevistas, recuerda aquella etapa del spanish Liverpool, reflexiona sobre el "miedo" (o no) que da el Bernabéu y no se calla cuando tiene que tener una opinión contraria a la de su gobierno.

La selección de Hungría viene de ganar su grupo de la fase de clasificación y de quedar segunda en su grupo de la Liga de Naciones junto a Italia, Alemania e Inglaterra. Un buen momento, ¿no?
Totalmente. Llevamos seis años con el mismo entrenador, Marco Rossi, que cogió el equipo cuando no estábamos siendo exitosos y paso a paso nos ha dado equilibrio. Hemos tenido un cambio generacional, con muchos jugadores jóvenes, y una evolución continua. Esos resultados son algo grande para el fútbol húngaro y ahora competimos contra los mejores equipos de Europa y aunque haya plantillas mejores, como equipo hemos demostrado que podemos estar al mismo nivel.
Se enfrentan en el grupo a Alemania, Suiza y Escocia. ¿Cuál es el objetivo?
Intentamos ser realistas. Obviamente si comparamos nuestro grupo con el que tuvimos en la Euro 2021, con Alemania, Portugal y Francia, sobre el papel seguro que hay más posibilidades de pasar de grupo. Pero sabemos que Suiza tiene mucha experiencia, que Escocia tiene muchos jugadores de la Premier y luego está Alemania. Todos conocemos la calidad de Alemania. Puede que la gente lo vea un poco más fácil que hace tres años, pero no lo va a ser. Nuestro objetivo es sobrevivir a la fase de grupos, claro.
Históricamente, las selecciones que dominan la Eurocopa son las occidentales. ¿Ve alguna mejora en las del Este para alcanzar ese nivel?
Hay dos temas diferentes. Uno es la infraestructura, que va paso a paso. Puedo decir que en Hungría, por ejemplo, ha habido una mejora masiva en la última década. Y lo segundo es que las selecciones menores que tienen éxito, como puede ser Croacia, no viven de sus ligas nacionales, los jugadores juegan en las ligas occidentales y las ligas locales desarrollan jóvenes y luego los venden. Eso empieza a pasar en nuestra selección, la columna vertebral de nuestro equipo no juega en la liga húngara. Tener más jugadores que juegan en las mejores ligas es clave para los países de la parte central u oriental de Europa.
Alemania es su segunda casa. Lleva jugando en el Leipzig casi diez años y encima se enfrenta a ellos en la fase de grupos. ¿Cómo lo vive?
Es especial, claro. Mi carrera ha llegado a otro nivel desde que llegué aquí. Vine con el Leipzig estando en Segunda División y ahora jugamos la Champions. Me han pasado muchas cosas en Alemania, es mi segunda casa y estoy muy agradecido. Y la selección alemana pues qué voy a decir, tuve a Nagelsmann durante dos años como entrenador, un técnico fantástico, y ya se puede ver cómo ha transformado al equipo en uno de los favoritos. Pero luego hay más candidatos, España, Portugal, Inglaterra, Italia, Bélgica, Francia...
Usted fue parte del primer equipo del Liverpool entre 2007 y 2013, al inicio de su carrera. Coincidió con Rafa Benítez, Pepe Reina, Xabi Alonso y Fernando Torres. ¿Qué recuerda de aquello?
Fue una oportunidad increíble. Rafa era el entrenador y acababan de perder la final de la Liga de Campeones contra el Milán. Era su nivel más alto. Con Pepe tuve una relación increíble, yo llegué como portero joven y él para mí era uno de los mejores del mundo. Era una persona increíble con la que trabajar. Me acuerdo de Xavi Valero, un entrenador de porteros fantástico que ahora está en el West Ham y que tuvo un impacto enorme en mi carrera, porque mejoré en los años que pasé con él. En el equipo estaban Riera, Xabi Alonso, Torres... Gente fantástica y futbolistas fantásticos. Yo no llegué a jugar un partido oficial con el Liverpool, pero tuve la oportunidad de ver a estos jugadores todos los días, viajar con ellos... Una experiencia muy importante en mi carrera. Aprendí mucho.
¿Aprendió español?
No (risas). Es que estos chicos hablaban muy bien inglés y eran muy estrictos. También hablaban inglés en el vestuario. Era muy importante para ellos respetar la tradición del club. Cuando estaban entre ellos hablaban español, pero con el equipo hablaban perfecto inglés. Fue la primera vez que vi el fútbol de alto nivel y ver a gente tan profesional tuvo un gran impacto en mí.
¿Quién le daba más problemas en los lanzamientos a puerta, Gerrard o Torres?
Steven era de los mejores lanzando y tengo que decir que no le paré demasiados... Fernando, en ese momento, era para mí el mejor delantero del mundo. Tenía remate, velocidad, un gran primer toque... Era un futbolista importante.
Y Xabi Alonso acaba de ganar la Bundesliga con el Leverkusen. ¿Le ha sorprendido?
Teniendo en cuenta la experiencia que tenía a este nivel podría ser una sorpresa, pero conociéndolo como jugador, sabiendo lo inteligente que era dentro del campo, viendo el tipo de entrenadores que ha tenido, lo profesional que ha sido, lo bien que ha tomado sus decisiones a lo largo de su carrera... Si nos fijamos en todo el panorama, no es una sorpresa. Tenía una fantástica comprensión del juego, era uno de los mejores tácticamente, tenía ganas de aprender... Creo que lo tiene todo para ser uno de los mejores entrenadores del mundo. El dominio que ha tenido el Leverkusen este año es algo nuevo en Alemania. Sólo se lo hemos visto al Bayern. Tienes que ser muy bueno para conseguirlo.
Sobre el Leipzig, en febrero, en octavos de Champions, estuvieron a punto de dar la sorpresa contra el Madrid. Empataron en el Bernabéu y casi fuerzan la prórroga. ¿Qué le parece cuando dicen que los equipos tienen 'miedo' cuando juegan contra el Madrid?
Yo no diría que es miedo. Creo que el Madrid tiene carisma. Lo hemos visto este año y los anteriores. Tienen calidad para ganar partidos cuando no son el mejor equipo. Tienen una mentalidad muy fuerte para dar la vuelta al partido confiando en sus cualidades, para aprovechar los momentos en los que pueden cambiar el partido y así fue. La final de la Liga de Campeones fue un buen ejemplo. Nuestro partido fue un buen ejemplo. El Bernabéu es un estadio increíble y es especial jugar ahí, pero no teníamos ningún miedo. Tuvimos la oportunidad hasta el último momento, con un larguero, y no lo conseguimos. Un poco de mala suerte, pero también se puede decir que es la calidad del Madrid.
La última no tiene que ver con el fútbol. En 2021 usted escribió un post en redes sociales hablando de amor y tolerancia en respuesta a una ley de su país que prohibía los contenidos referentes a la homosexualidad en los colegios, y recibió algo de crítica. ¿Cómo lo llevó? ¿Siente que los futbolistas deben dar un paso adelante en estos temas?
Creo que todo el mundo tiene derecho a decidir cuánto se involucra en diferentes temas sociales. Para mí es muy importante que nos respetemos unos a otros, que nos toleremos unos a otros, que nos aceptemos unos a otros. No sólo en el fútbol, sino en todo el mundo. Que no importa el color, la sexualidad... Y como futbolistas que tenemos más atención en los medios de comunicación, creo que podemos utilizarla para una buena causa. Luego la gente puede reaccionar ante algunos temas, pero creo que es muy importante que nos aceptemos.