Goles, músculos, anillo y fe: la "gran personalidad" de Endrick, 'Bobby' en Valdebebas

Goles, músculos, anillo y fe: la “gran personalidad” de Endrick, ‘Bobby’ en Valdebebas

Un niño fichó por el Madrid antes de cumplir la mayoría de edad, salió de Brasil cuando alcanzó los 18 años, aterrizó en el Bernabéu y a los dos meses ya había marcado goles en Liga y Champions, ya había enseñado las botas New Balance por las que dijo «no» a la todopoderosa Nike e incluso, por si hiciera falta elevar el grado de sorpresa, ya se había casado.

El niño, ahora hombre en el fútbol y en la vida, es Endrick Felipe Moreira de Sousa, pronunciado Endriqui en la grada y en las teles, de apodo Bobby, ya lo explicaremos, para un vestuario que le trata como un «hermano pequeño», cuentan en Valdebebas. Como Güler, el otro niño maravilla de la plantilla de Ancelotti, son los protegidos del campeón de Europa y esta noche ante el Espanyol tendrán una nueva oportunidad.

De Endrick cuentan todo bondades en el club. Hablan de un adolescente al que la presión no le afecta. Cómo le va a afectar, puede uno reflexionar, si con 15 primaveras ya estaba echándose a sus espaldas a las decenas de miles de aficionados del Palmeiras, campeón del Brasileirao durante los dos años que el delantero formó parte de la primera plantilla y organización gigante en el país. Marcó 21 goles en 82 partidos, muchos de ellos desde el banquillo, e inició una subasta por toda Europa para firmarle, tanto a nivel de clubes como a nivel de marcas. Y Endrick decidió con riesgo.

Se puso la camiseta del Real Madrid antes que la del Chelsea o el Milan, equipos que podrían prometerle más minutos. Dijo «sí» a Juni Calafat, el jefe de ojeadores del conjunto blanco y culpable de las llegadas, entre otros, de Vinicius y Rodrygo, y saltó varios escalones de golpe en el fútbol continental. Porque así hace las cosas Endrick. Los disparos y las decisiones vitales. Un impulso: gol.

En las botas, el atacante se atrevió a vestir unas zapatillas New Balance, diciendo «no» a Nike, que lo gobierna todo en Brasil. La marca estadounidense patrocina a la selección y a sus estrellas, pasadas y presentes, desde Ronaldo Nazario o Ronaldinho a Vinicius. Ha hecho suya la samba brasileña, dejando a Adidas gran parte del territorio europeo, pero con Endrick no ha podido. Hace menos de un año, el futbolista decidió dejar la marca y firmar con New Balance. «Eso sorprendió mucho y dice mucho de él», explican los que le conocen.

Y es que en Valdebebas hablan de «un chico muy especial, con una gran personalidad e ideas propias». Ya lo demostró en su debut en la Liga de Campeones ante el Stuttgart. Con el partido 2-1 y los alemanes apretando, el brasileño lideró un contraataque hacia la meta rival. A su lado estaban Mbappé y Vinicius, con superioridad numérica sobre los defensas rivales. Pero Endrick no dudó. Al llegar a 25 metros del portero, rechazó pasar el balón y se inventó un misil con su zurda para anotar el 3-1.

A su lado, sus compañeros no se creían lo que había hecho. «Si lo llega a fallar, lo mato», dijo Courtois. «Está loco. Ha hecho una cosa que creo que nadie haría», bromeó Rodrygo. «En los últimos días ha demostrado ser muy valiente, en todos los sentidos», vacilaba en rueda de prensa Ancelotti. Todos le llaman Bobby porque en una entrevista dijo que uno de sus ídolos era Bobby Charlton, jugador histórico de la Inglaterra de los 60. Un detalle con el que todos bromean.

En el runrún del equipo, más allá de los goles, ha sido notoria una situación sobre la vida privada del joven futbolista. Esta semana pasada se casó con su pareja, la modelo de 21 años Gabriely Miranda. Una boda íntima que confirma el amor entre ambos, que ya cumple varios años, y sus profundos sentimientos religiosos. El jugador es cristiano evangélico, como otros compañeros como Rodrygo, y ha firmado un contrato matrimonial, explicado por la pareja, con varias cláusulas sobre el ocio, el lenguaje o los videojuegos: no puede tener novia virtual, hay palabras prohibidas como «ok» o «ejem» porque muestran indiferencia y deben hacer planes de pareja cada semana que gusten a ambos. Si se incumple alguna, hay que comprar un regalo.

En el césped, Endrick aprovecha sus momentos. Lleva dos goles en apenas 20 minutos y se queda después de cada entrenamiento practicando disparos a puerta y haciendo horas extra en el gimnasio. Tiene un tren inferior sobrenatural, tanto que aterrizó algo descompensado sobre el superior. Una situación que está trabajando con los fisios del club y con los nutricionistas. «Lo tiene todo para ser un crack», insisten.

El "loco" Endrick, de la boda al gol... Y al apodo de 'Bobby': "En dos días ha demostrado ser valiente en todos los sentidos"

El “loco” Endrick, de la boda al gol… Y al apodo de ‘Bobby’: “En dos días ha demostrado ser valiente en todos los sentidos”

Endrick tiene 18 años, el fin de semana se casó con su pareja, la modelo Gabriely Miranda, de 21, y ayer, en la primera jornada de la Champions League, en su debut en la máxima competición continental con el Madrid, anotó un golazo para sentenciar al Stuttgart. En la celebración, obviamente, besó su nuevo anillo. Fue en un contraataque, tenía a un lado a Vinicius y al otro a Mbappé, pero decidió jugarse un misil desde más de 20 metros que superó a Nubel.

"Endrick está loco. Ha hecho una cosa que creo que nadie haría", bromeaba Rodrygo Goes en los pasillos del Santiago Bernabéu. "Muy contento por él. Marcar en Champions es siempre especial y entiendo la alegría que está sintiendo ahora", añadió su compatriota.

Un rato antes, en la banda, Rodrygo había hecho de visionario con Endrick. "Cuando estaba calentando, Rodry me dijo 'listo para hacer gol, eh'. Lo estaba. Estaba en mi cabeza", explicó. "Entré de extremo derecho y en la primera acción tenía a Vinicius abierto. Pero en la segunda... no sé, tenía a Kylian y Vinicius, pero la mejor opción era disparar. Y ha sido gol", resumió.

Preguntado por la acción, Carlo Ancelotti admitió que Endrick tuvo "un par" (de huevos). "Ha demostrado ser muy valiente en los últimos días, en todos los sentidos", vaciló el técnico sobre la boda de su delantero, aunque rechazó hacer más comentarios: "No me meto en la vida privada de los jugadores".

El italiano sí analizó el partido del brasileño. "Es capaz de hacer cosas que nadie puede pensar. Yo no pensaba, por lo menos. Tiene el don de que es muy efectivo. Se ve que tiene algo especial. Y un golpeo muy fuerte y muy rápido", declaró.

El origen de 'Bobby'

Endrick, el más joven del vestuario y el más joven en marcar en Champions con el Madrid tras superar el récord de Raúl, es conocido como 'Bobby' en la ciudad deportiva del conjunto blanco. Una historia delirante. En una entrevista, al brasileño le preguntaron quiénes eran sus ídolos futbolísticos, y respondió, entre otros, Bobby Charlton.

El vídeo se hizo viral y llegó al vestuario, que le ha puesto el sobrenombre de 'Bobby'... Y parece que va para largo. "No, no se llama Endrick, se llama Bobby", vaciló Rüdiger en la zona mixta del Bernabéu. En Instagram, cada publicación del delantero se llena de comentarios de sus compañeros con los mismos mensajes: "¡Bobby!", "¡Bobby!".

"Es una alegría para mí formar parte de este grupo y estoy muy contento de estar aquí", admite Endrick, con la timidez del recién llegado. El brasileño tuvo palabras de cariño para Thibaut Courtois, que fue el mejor jugador del Madrid ante el conjunto alemán y que también bromeó sobre el tercer gol: "Si lo falla, lo mato. Pero lo ha marcado y todo el mundo a callar. Tiene confianza y un disparo potente. Demuestra su personalidad al no pasársela a Vinicius ni a Mbappé".

"Cuando estábamos calentando lo estaba comentando con Fran García. Cuando un delantero se acerca, hace así (gesto de extender los brazos) y tapa el gol. Siempre va a estar en mi equipo del FIFA, eso seguro", bromeó Endrick, que lleva dos goles en apenas 20 minutos disputados, repartidos en cinco partidos. En ninguno ha estado más de 12 minutos sobre el campo.

Sabe que con Mbappé, Vinicius y Rodrygo tendrá difícil salir en el once, pero parece decidido a aprovechar sus minutos y sus oportunidades sobre el césped.

Rüdiger y Courtois salvan a un Madrid que sólo entiende Europa desde la agonía

Rüdiger y Courtois salvan a un Madrid que sólo entiende Europa desde la agonía

El Madrid aterrizó en la nueva Champions con sufrimiento y agonía, como si el futuro formato no fuera diferente al anterior. Así ganó antes, así gana ahora. Venció a un correoso Stuttgart tras un gol de Rüdiger en el 83, entre temblores y dudas. Sentenció Endrick y antes Mbappé y Undav habían firmado tablas. El cuadro de Chamartín suma tres puntos (3-1) y respira.

Los blancos, actuales campeones de Europa y de Liga, se han transformado en unos meses. El equipo ha pasado de ser un coloso sólido con estrellas ejecutoras a no ser más que la suma de sus individualidades. No es el mismo. Al menos de momento. Emocionalmente se entiende por el escaso tiempo par a desconectar, pero ha pasado un mes desde el debut oficial y Ancelotti no encuentra ese Madrid a imagen y semejanza de su idea. Se fue Kroos, llegó Mbappé y esa plantilla que era un reloj suizo no se encuentra a sí misma.

No hay sustituto de Kroos porque algo así es imposible, pero la alternativa no ha aparecido. Contra el Stuttgart, en el debut continental en esta eterna y nueva Champions, el Madrid volvió a ser previsible y errático en salida de balón y lento y alejado de su rival en la transición defensiva. Lo primero puede ser lógico por la ausencia de Kroos, lo que antes fluía ahora va a trompicones, pero lo segundo sí era santo y seña de Ancelotti. Courtois volvió a ser el héroe.

El belga realizó cuatro paradas clave en un primer tiempo delirante, donde el Stuttgart pudo anotar varios goles, pero se estrelló contra el portero y el larguero. Leweling, Millot y Stiller casi anotan en los primeros 15 minutos, con un Madrid roto en el centro del campo, débil en la primera línea de la presión y vago a la hora de correr hacia atrás. La posición de Carvajal como central, en lugar de un Militao con molestias, no ayudó a la solvencia de una defensa inconexa.

En ataque, los blancos vivieron de las arrancadas de Rodrygo, el mejor, pero no estuvieron finos ante Nubel, especialmente Mbappé, que desperdició algunos mano a mano. En la izquierda, Vinicius volvió a estar lejos de su mejor nivel y perdió algunos balones de peligro, como el que terminó en el palo de Undav en el 27 tras un contraataque con el que Ancelotti perdió los nervios.

En el tramo final de la primera parte los locales mejoraron, más por ímpetu que por fútbol. Bellingham asumió galones en salida, recibiendo de espaldas y dándose la vuelta para romper líneas, y el Madrid llegó más hacia la portería rival.

En el 32, el colegiado Meler señaló penalti de Mittelstadt a Rüdiger, pero el VAR le avisó para que consultara la pantalla y lo anuló. El cansancio parecía lastrar a los alemanes y el Madrid creció, pero no aprovechó su momento.

Tras el descanso, Ancelotti sentó a Lucas, dio entrada a Militao, Carvajal volvió a la banda derecha y el once tuvo más sentido. Al momento, el destino le regaló el 1-0. Tchouaméni puso un balón al espacio a Rodrygo, Mittelstadt falló en el corte y el brasileño se plantó en el área, donde cedió a Mbappé para que el galo anotara su primer gol en la Champions.

El tanto dejó en shock al Stuttgart y el Madrid pudo sentenciar, pero no estuvo fino. Mbappé, desde el costado del área, y Rodrygo, que se lio a la hora de definir, no pusieron el 2-0 y los blancos lo acusaron. El cuadro germano despertó y Courtois tuvo que volver a aparecer con varias paradas.

Vinicius se encontró con el larguero, pero el Stuttgart siguió probando al héroe Courtois hasta que el belga no pudo más. En un córner, Undav batió al portero, vendido en mitad de una defensa que hace aguas.

Entre temblores y dudas, Rüdiger se elevó en un córner de Modric y anotó el segundo tanto, salvador de una noche difícil. Una más en una competición que el Madrid, gris ahora mismo, sólo entiende desde el sufrimiento y la agonía. Endrick, con un misil, sentenció al final. Tres puntos y trabajo por delante.

La 'limpia' millonaria de Thiago Motta para resucitar a la Juventus

La ‘limpia’ millonaria de Thiago Motta para resucitar a la Juventus

La Juventus vuelve hoy a la Champions League después de perderse la edición de la temporada pasada y regresa resucitada por Thiago Motta, entrenador de moda en Italia tras el gran año del Bolonia. En verano, Gianluca Ferrero, nuevo mandatario del equipo tras la salida de los Agnelli, decidió despedir a Massimiliano Allegri y darle todos los poderes a Motta. La Vechhia Signora había quedado a 23 puntos del Inter, campeón del Scudetto, y aunque se había asegurado un puesto en la Champions, necesitaba un nuevo rumbo.

Llegó Motta, que metió al Bolonia en la máxima competición continental, y realizó una 'limpia' en el vestuario que sorprendió al país y parece haber dado frutos. El técnico ha despedido, no ha renovado o ha vendido a 20 futbolistas, entre ellos jugadores de nivel como Chiesa, que se ha ido al Liverpool, o Rabiot, que todavía busca equipo, y se gastó más de 150 millones en renovar la plantilla: 54 'kilos' en Koopmeiners, del Atalanta, 51 en Douglas Luiz, del Aston Villa, 20 en Thuram, del Niza, y varias cesiones, como las de los internacionales Nico González o Francisco Conceiçao.

Además, le ha dado la oportunidad a jóvenes promesas, que son las que están empujando al club en este inicio de temporada: Cambiaso, Cabal, Mbangula, Savona o el turco Yildiz, su nueva estrella. En punta, Dusan Vlahovic, que parece haber recuperado la pólvora.

El influjo de Gasperini

Todo para devolver a la Juventus al lugar que históricamente ha tenido. Lleva siete temporadas sin superar los cuartos de la Champions y cuatro sin ganar la Serie A, donde está un escalón por debajo del Inter y el Milan. El curso parece haber empezado bien para ellos, con dos victorias y dos empates, a un punto del Nápoles, líder del Calcio, y con la portería a cero. De hecho, el conjunto de Motta es el gran muro de Europa. El único de las grandes ligas que no ha encajado ni un solo gol. Esta noche arranca en la Champions ante el PSV y se medirá también a Leipzig, Stuttgart, Lille, Aston Villa, Manchester City, Brujas y Benfica, un calendario que le da posibilidades de plantarse en octavos de final.

Antes de firmar con la Juventus, Motta sonó como una de las opciones de Deco y Laporta para sentarse en el banquillo del Barcelona. Ex jugador del club y canterano, el brasileño, nacionalizado italiano, terminó aceptando la oferta de Turín y dio el paso a su cuarto banquillo, tras Genoa, Spezia y Bolonia. Siempre con la influencia del estilo de Gian Piero Gasperini, técnico del Atalanta.

A la espalda de Motta, la explosión de dos futbolistas que ahora brillan en Inglaterra, como Calafiori y Zirkzee, fichados por el Arsenal y el Manchester United desde el Bolonia. En Turín sueñan con una gran resurrección continental de la mano de su nuevo jefe.

Arda Güler, la chispa de la galaxia y el 'nuevo' Di María de Ancelotti

Arda Güler, la chispa de la galaxia y el ‘nuevo’ Di María de Ancelotti

El Madrid de los centrocampistas es ahora el Madrid de los delanteros. Un equipo entendido sobre los pies y los goles de Kylian Mbappé y Vinicius Júnior, piezas centrales de una galaxia futbolística y mediática que Carlo Ancelotti trata todavía de encajar. El conjunto blanco acumula un mes de competición desde que levantara la Supercopa de Europa y a sus espaldas ha dejado más dudas que certezas, con dos empates en Mallorca y Las Palmas que le alejan a cuatro puntos del Barça en Liga. Esta noche arranca su defensa de la Champions, con Arda Güler convertido en núcleo y chispa de la galaxia ante las lesiones y la falta de creatividad en el ataque. Es el 'nuevo' Di María de Ancelotti, un extremo transformado en conector del centro del campo y la delantera.

Ante el Stuttgart, una de las revoluciones de la última Bundesliga, el turco apunta a titular. Lesionados Camavinga, Ceballos y Brahim, con Tchouaméni y Bellingham recién salidos de la enfermería y después de un partido en San Sebastián en el que fue el mejor del equipo, Güler aspira a repetir posición y rol en el debut continental en el Bernabéu. Después de no contar hasta el final de la temporada pasada y de su buena Eurocopa, está ante una gran oportunidad de acumular minutos. Todo después de un verano en el que se rumoreó, aunque el Madrid no se lo planteó, con su cesión a otro club.

Su caso recuerda un poco al de Di María. Vayamos a la temporada 2013-2014. Ancelotti usaba un 4-2-3-1 con Gareth Bale en la banda derecha, Modric, Khedira y Xabi Alonso repartiéndose el doble pivote e Isco o el croata en la mediapunta. No había sitio para el argentino, que alternó titularidades y suplencias y empezó a sopesar una salida. Pero al final, las lesiones y la propia idea de Ancelotti le terminaron encumbrando como enganche en el 4-3-3, siendo la final de Lisboa ante el Atlético la guinda a la temporada.

La solución ante los muros

Eso busca ahora Carletto con Güler. El tridente de ataque parece claro: Vinicius, Rodrygo y Mbappé. Salvo que Rodrygo baje mucho su nivel o alguno sufra una lesión, no parece que el turco pueda encontrar acomodo con regularidad ahí. Le queda la baza del centro del campo y dos situaciones que agobian a Ancelotti: les lesiones y la falta de creatividad cuando el rival se encierra, algo que ha sufrido el Madrid en todos los encuentros de esta temporada en Liga. Si enfrente observa dos líneas bien construidas, le cuesta abrirse paso. En la mente de Ancelotti, ahí aparece Güler.

El turco es creativo, valiente a la hora de buscar el pase vertical y posee una gran visión de juego. Y además, ha mejorado su físico, vital para la lucha cuerpo a cuerpo que también le pide el técnico. Ante la Real actuó como enganche, con Valverde y Modric detrás y el trío estrella arriba. Completó 34 de 35 pases, ganó 3 de 5 duelos, recuperó tres balones y acabó provocando un penalti.

Contra el Stuttgart vuelven Bellingham y Tchouaméni, pero el inglés igual arranca desde el banquillo y el galo, si entra, lo haría por un Modric que se ha jugado casi todo con el Madrid y con Croacia.

El "hermano pequeño" del vestuario

Camavinga, Ceballos y Brahim están en la enfermería y todavía se quedarán allí unas semanas más, así que la oportunidad de Güler existe, más todavía cuando el Madrid ha perdido a Toni Kroos, que tampoco había aterrizado en la capital en la 13-14, cuando brilló Di María. Zurdo y delgado como 'El Fideo', a sus 19 años es uno de los preferidos de la afición, especialmente de los niños, y es el «hermano pequeño» de un vestuario que le ha tratado con mimo desde su llegada hace más de doce meses. No hablaba español y tampoco demasiado inglés, y durante la primera parte del curso se pasó más tiempo con los médicos que con sus compañeros, así que le costó entrar en la dinámica del vestuario. Ya no. Abi, que quiere decir 'hermano' en turco, es su apodo en los pasillos de Valdebebas. Valverde, del que ha heredado el número 15 y cuyo hijo es fan del turco, y Brahim son sus dos principales apoyos.

Más allá del Madrid, es la gran esperanza de Turquía, donde ya es capitán general: «Cuando le veo jugar, vuelvo a mi infancia. No tiene límites y lo mejor es que escucha a todo el mundo», admite Montella, seleccionador otomano. «No puede jugar en el doble pivote, pero sí de interior», explicó ayer Ancelotti. «Tiene que defender y atacar, meterse bien entre líneas, recibir, asistir... Está respondiendo bien y va a tener más protagonismo», anunció.

Cafú: "A los futbolistas nos llamaban 'negro', 'simio', 'macaco'... Y sigue ocurriendo"

Cafú: “A los futbolistas nos llamaban ‘negro’, ‘simio’, ‘macaco’… Y sigue ocurriendo”

Marcos Evangelista de Moraes, Cafú, (Sao Paulo, 1970) ganó la Libertadores con el Sao Paulo y la Recopa con el Zaragoza, aunque sólo pudo jugar la semifinal ante el Chelsea, antes de convertir su carrera en gigante en Italia. Scudetto con la Roma y el Milan y Liga de Campeones con los rossoneri. Lateral histórico de la selección brasileña con la que levantó el Mundial de2002, atiende a EL MUNDO para analizar los casos de racismo que ha habido en Europa en los últimos años, los que ha sufrido él en su vida y los que han afectado a su compatriota Vinicius. El exfutbolista es ahora portavoz de Makakooo, una marca de ropa que ha nacido con el propósito de combatir estas injusticias.

¿Cuándo sufrió racismo por primera vez?
No recuerdo con exactitud en qué momento fue, pero el racismo siempre ha estado presente en nuestra sociedad. No solo hablo por mí, que también lo viví en distintos momentos de mi vida, sino por todas las personas que han pasado por esta difícil situación. Esta es una problemática que debemos seguir combatiendo unidos, entendiendo que todos somos seres humanos. Iniciativas como 'Makakooo' representan un camino muy valioso para conseguirlo.
¿Y dentro de un campo de fútbol?
Dentro de los estadios fui testigo constante de actos y comentarios racistas. A los futbolistas los llamaban negro, simio, macaco... Y es una situación que sigue ocurriendo en nuestros días. No me centraría sólo en un momento puntual dentro mi carrera, sino en alzar la voz por aquellos que no pueden hacerlo.
¿Por qué cree que sigue sucediendo?
Creo que lo más importante es educar a las personas. Educar a las nuevas generaciones en valores que son fundamentales: la igualdad, el respeto y la empatía. Tú ves el racismo en las escuelas, en las calles, en los buses, en el fútbol, en el deporte... En todos los lugares. Por eso apoyamos este movimiento.
Muchos defienden que los que realizan insultos racistas dentro de un campo de fútbol no piensan en el trasfondo racista, sino en herir la sensibilidad del rival. ¿Usted cómo lo ve?
No estoy de acuerdo. Creo que la persona que es racista es consciente de su conducta y busca lastimar a alguien sólo por su color de piel, sus creencias o incluso su equipo de fútbol. Finalmente, todos somos seres humanos, tenemos familia, hijos... El problema es que lo vemos como algo 'normal', pero no sabemos el impacto de ciertos comentarios o conductas sobre las personas. Insisto en que todos pertenecemos a un mismo equipo: la raza humana.
Ahora mismo, el futbolista que está sufriendo más casos de racismo es su compatriota Vinicius.
Vinicius está exponiendo un problema que está sufriendo en España y es totalmente entendible. Antes las personas se quedaban calladas, pero hoy en día no. Y creo que es muy positivo que figuras como Vinicius hablen de estos temas, porque de esa forma estaremos impulsando a que otras personas también se expresen y rechacen el racismo.
¿Qué aconsejaría usted a los futbolistas que sufren racismo? ¿Cree que deberían abandonar el césped cuando suceda algo así?
Más que pensar en que los futbolistas abandonen el campo, debemos pensar en cómo podemos nosotros, como espectadores, medios de comunicación, figuras públicas, etc... Proteger al jugador y a las personas que son víctimas.
¿Ha podido hablar con Vinicius y con futbolistas jóvenes sobre este tema?
No he tenido la oportunidad de hablar con Vini, pero valoro mucho su tenacidad, su fortaleza y su valentía, porque sé que no es fácil afrontar esta situación. Sí he conocido casos de futbolistas jóvenes que son víctimas de racismo y el mensaje que les doy es el mismo: no debemos rendirnos ni dejar que nos menosprecien. Nuestro color de piel, nuestro origen, deben ser siempre motivo de orgullo.
El Madrid ganó la Champions League, España la Eurocopa y Argentina la Copa América. La pregunta del millón: ¿Quién merece el Balón de Oro?
Vinicius tiene todas las condiciones para ganar el Balón de Oro. No lo dice Cafú, lo dice el gran rendimiento que tuvo en la última temporada, siendo campeón con el Real Madrid tanto de la Liga de Campeones como de la Liga en España. Marcó muchos goles, fue fundamental para los logros del equipo. Es un jugador muy talentoso y creo que se lo merece.
Usted jugó durante un año en España, en Zaragoza. ¿Le hubiera gustado jugar más años? ¿Tuvo alguna oportunidad?
No jugué mucho tiempo en el Zaragoza. De hecho, jugué seis meses en el Zaragoza. Por supuesto, me hubiera gustado jugar allí más tiempo, porque Zaragoza es una ciudad fantástica, un equipo maravilloso, y me acogieron muy bien, pero no pude quedarme mucho más tiempo. Tuve la oportunidad de jugar, pero no tuve las oportunidades que esperaba, así que decidí volver. Pero dejé un bonito legado en Zaragoza. Allí gané mi primer título en el extranjero, la Recopa de Europa.
Dani Ceballos podría perderse mes y medio de competición con el Real Madrid por un esguince de tobillo

Dani Ceballos podría perderse mes y medio de competición con el Real Madrid por un esguince de tobillo

Había disputado tres de los cinco partidos del Real Madrid esta temporada. Pero hasta los 65 minutos que jugó este domingo ante el Real Betis, Dani Ceballos apenas había salido uno en la Supercopa y cinco ante el Valladolid. Pobre bagaje para un centrocampista que nunca ha contado con continuidad en la escuadra de Carlo Ancelotti.

Así, con el centro del campo del Real Madrid lleno de dudas y la llegada de un Betis que había puntuado en los últimos cuatro de los cinco duelos que había disputado con el conjunto blanco, a Ceballos le llegó por fin la titularidad.

Sin embargo, pese a la ilusión de estar en el once en el Bernabéu, el utrerano salió del campo dolorido en el minuto 65 y las pruebas médicas del equipo blanco han confirmado lo peor. Según el parte médico, el jugador sufre un esguince de ligamentos de grado III en su tobillo derecho y está pendiente de evolución.

Desde Valdebebas, estiman que el tiempo de baja aproximado del mediocampista sevillano sea en torno a mes y medio. Pierde así Ancelotti a un buen comodín para el centro del campo en el que Camavinga y Bellingham siguen lesionados.

Lo hace, además, ante un calendario que se presenta muy exigente en este final del mes de septiembre cuando los jugadores aterricen en sus clubs tras el parón de selecciones.

Hablamos de seis partidos en 15 días, en los que vuelve la Champions League, el Real Madrid recibirá al Stuttgart y deberá viajar a Lille, y deberá también disputar un derbi ante el eterno rival en el Metropolitano. Una maratón en la que todo efectivo disponible es una ventaja que permite realizar rotaciones para afrontar el resto de la exigente temporada.

La liberación de Mbappé y el "altruismo" de Vinicius: "Tres partidos para otra persona es poco, pero para mí es mucho"

La liberación de Mbappé y el “altruismo” de Vinicius: “Tres partidos para otra persona es poco, pero para mí es mucho”

Repetía Ancelotti en sala de prensa que "no había ansiedad ni frustración", pero las sensaciones en el Real Madrid decían lo contrario. El conjunto blanco empató en Mallorca y Gran Canaria, donde dejó muestras de su mal momento, y venció al Valladolid después de una primera parte de nervios en el Bernabéu. Ante el Betis mejoró, pero se fue al descanso 0-0 entre el runrún de la grada. Tras el paso por vestuarios, ahí sí, fue un ciclón hacia la portería de Rui Silva. Marcó dos Mbappé y la plantilla de Ancelotti respiró hacia un parón de selecciones que "no viene bien".

"El parón no viene bien, nunca viene bien porque te quita a los jugadores, sobre todo a los que viajan a Sudamérica, a los que les cuesta regresar y descansar. Cuando hay parón, lo que pido es que no tengamos lesiones, este es el peligro más grande. Sólo pido que vuelvan todos bien", rezaba Ancelotti ante los medios.

Sin Camavinga ni Bellingham, ambos lesionados, otro percance físico dejaría al Madrid muy tocado. Aunque esas serán reflexiones para dentro de unos días. Ahora mismo la sensación en Chamartín es de alivio. El conjunto blanco está a cuatro puntos del Barça, pero camina hacia estos 15 días de pausa con un 2-0 ante un rival de la zona alta, con dos goles de su nueva estrella, con la portería a cero y la química renovada. El primero, él, Kylian Mbappé.

"Tres partidos para otra persona es poco, pero para mí es mucho", reconocía en la zona mixta del Bernabéu, en la primera vez que hablaba ante los medios de comunicación desde su presentación de julio. En perfecto español, como siempre, el delantero galo mostró discurso y argumentos de futbolista capaz de controlar las cosas, dentro y fuera del campo. "Sé que cuando un jugador como yo llega a un equipo como este cambian muchas cosas, no estoy loco, pero de verdad creo que desde los primeros partidos estamos mejorando. Mejoramos y me siento bien, sé que yo lo puedo hacer mejor y como equipo también", declaró.

La sombra de otras grandes estrellas como Cristiano, su ídolo, es alargada, pero el galo lo asume: "No es presión, es fútbol. Todo el mundo sabe el respeto que tengo por Cristiano, pero vengo para ser Kylian. La única presión que tengo es la de tener que adaptarme al equipo".

Esa adaptación parecía ideal en la Supercopa de Europa contra el Atalanta, pero no ha fluido igual en los tres primeros partidos de Liga. Su posición, muy pegada a veces a la de Vinicius, las dificultades del Madrid en salida de balón, las lesiones y la forma física de la plantilla, todavía lejos de su mejor nivel, han influido en la pequeña sequía del ex del PSG, rota ante el Betis.

"Puedo jugar en las tres posiciones del ataque, como he hecho en París, el Mónaco o la selección francesa. Mi posición es un debate para la gente de fuera, no es algo que tenga en mi cabeza", explicó, dejando claro que es él el que se debe adaptar a sus compañeros, especialmente a Vinicius. "La gente habla de mí y de Vini, es normal, somos dos jugadores famosos. Ahora tengo que aprender de él, de sus movimientos, de lo que le gusta en el campo", continuó, insistiendo que ha llegado con "humildad".

"He llegado de manera natural, con humildad, con ganas de pasarlo bien también fuera del campo con los compañeros y el club. Son todos grandes personas además de grandes jugadores. Las cosas van a mejorar con Vini como con el resto de jugadores, tácticamente, técnicamente, aunque jugamos cada tres días y no hay mucho tiempo para entrenar, pero vamos a tener una gran temporada, seguro", respondió, contundente.

La decisión de los penaltis

En el fondo, Mbappé necesita tiempo. Tiempo y goles. Y química. Una química que, a la espera de más tantos, parece haber encontrado fuera del césped con Vinicius. Ancelotti les ha encargado dividirse los lanzamientos de penalti y ambos parecen haberlo encajado con naturalidad. Contra Las Palmas lanzó el brasileño, y ante el Betis el propio Vini buscó a Mbappé para señalarle que lanzara él. "Vinicius ha sido muy altruista en dejar el penalti a Kylian. Creo que entre ellos tienen una buena relación", reconoció Ancelotti, que quiso matizar que "nunca le pusimos presión", en referencia al atacante francés.

"Es una comunicación, Vini tira el primero y yo el segundo. El míster nos da libertad. No quiero forzar las cosas, quiero hacerlo de manera natural", explicó luego Mbappé, que es consciente de la presión que hay sobre él. "Sé que cada partido tengo que marcar. Llevaba tres partidos sin marcar y la gente ya hablaba... No me sorprende, vengo de París y es lo mismo. Es parte de la vida de un gran club. No nos afecta".

Un doblete de Mbappé tumba al Betis y a la ansiedad y el Madrid respira hacia el parón

Un doblete de Mbappé tumba al Betis y a la ansiedad y el Madrid respira hacia el parón

Kylian Mbappé abrió el bote de ketchup contra el Betis. Tardó cuatro partidos y muchos dolores de cabeza, pero lo terminó haciendo. Sufrió él, sufrió Ancelotti, sufrió el Madrid y sufrió su afición durante tres encuentros complicados, pero finalmente el galo encontró portería. Anotó dos goles y dio el segundo triunfo de la temporada al conjunto blanco, que ya respira mejor hacia el parón.

Ancelotti asumió sus temores dando entrada a Ceballos en el once inicial. Después de las lesiones de Camavinga y Bellingham, el italiano había probado a Modric y Arda Güler como acompañantes de Tchouaméni y Valverde en la medular, pero ninguno le había convencido. Sin el francés ni el británico, el técnico no encuentra al sustituto natural de Kroos y no da con la tecla para que su equipo fluya en salida de balón.

El Madrid mejoró ante el Betis, porque empeorar la primera parte del duelo ante el Valladolid y los 90 minutos de Gran Canaria era tarea complicada. Estuvo más intenso, más generoso en los esfuerzos, más atento en las transiciones defensivas... Pero le siguió faltando chispa. Y sin chispa no hay gol. Y sin gol no hay puntos. Y sin puntos hay ansiedad. Y con ansiedad hay bloqueo. Y con bloqueo no hay chispa...

El conjunto blanco estaba entrando en una espiral peligrosa, en una angustia que se notaba en Ancelotti, en los jugadores y en un Bernabéu que volvió a pitar tímidamente a su equipo durante la primera parte. Fue un espejismo.

Y eso que el cuadro de Ancelotti encontró alguna luz al final de su túnel. Ese triángulo de la derecha que forman Carvajal, Rodrygo y Valverde produjo más situaciones que en las anteriores jornadas, y Vinicius y Mbappé se buscaron más que de costumbre. Todo necesario.

El brasileño y el francés se movieron entre líneas, intercambiando posiciones y estando más activos, pero fallaron ante Silva. En el 21, Vinicius le dejó un pase de la muerte a Mbappé que éste remató mordido, justo después de una buena parada de Silva a un cabezazo de Militao.

El Betis activó más al Madrid que el Valladolid. Se atrevió a presionar y partió un poco el duelo, lo que le dio espacio a los delanteros madridistas, agradecidos. Pero ni así.

En el 38 llegó la mejor acción, Mbappé recibió de espaldas en el centro del campo, regateó a su par y aceleró para buscar a Vini, que terminó centrando a la llegada del galo. No llegó, pero vibró por fin el Bernabéu ante sus dos estrellas. El descanso aterrizó con otro 0-0 y el Madrid respondió con un asedio sobre la portería del Betis. Un ataque constante más por empuje que por fútbol, más por necesidad que por táctica. Y eso, para qué negarlo, también gusta al Bernabéu, animador de soldados.

Vinicius se encontró con el palo tras un disparo desde lejos, Mbappé falló el rechace, Rodrygo se estrelló con Silva... Era el minuto 54 y los locales ya vivían en el área rival.

Llegó entonces la polémica y la rabia. Algo lógico entre tanta frustración. Vinicius pidió un penalti por mano de Llorente y Ceballos otro tras una entrada de Sabaly. Alberola Rojas no señaló ninguno y el brasileño enfureció, viendo una amarilla por protestar. Chamartín respondió con abucheos y el conjunto blanco ganó energías.

Brahim, la chispa

Ancelotti se atrevió con la entrada de Brahim y Fran García por Ceballos y Mendy y el andaluz respondió dando más amplitud al ataque madridista. En el 67, Rodrygo inició un eslalon en la frontal, cedió para Valverde y el uruguayo se inventó un taconazo hacia el desmarque de Mbappé que el francés convirtió en gol. Con la zurda, al palo derecho de Silva. Fue su primer tanto en Liga y el final de su pequeña ansiedad.

Por si fuera poco, cinco minutos después el galo sumaría su primer doblete. Brahim se inventó un zigzag hacia el área y vio el movimiento de Vinicius al espacio, el brasileño llegó antes que Silva y cayó derribado. Alberola Rojas no señaló nada, pero el VAR le avisó de la pena máxima. Mbappé, intercambiando rol con Vinicius tras el tanto del brasileño ante Las Palmas, anotó desde los once metros.

El Madrid descansará en el parón a cuatro puntos del Barça, más lejos de lo esperado, pero con menos lluvia sobre sus hombros.

Pablo Fornals: "Los nombres no meten goles, no hay tanta diferencia con la Premier"

Pablo Fornals: “Los nombres no meten goles, no hay tanta diferencia con la Premier”

Pablo Fornals (Castellón, 1996) vuelve hoy a donde todo empezó. Hace casi nueve años, el 26 de septiembre de 2015, debutó como profesional en el Santiago Bernabéu. Vestía la camiseta del Málaga, en el que brilló antes de irse al Villarreal. De ahí a la Premier League, al West Ham, donde ha pasado cinco temporadas hasta que el Betis le rescató el pasado invierno. A sus 28 años, pocos mejor que él para analizar las diferencias entre el fútbol inglés y el español. De eso y más charla con EL MUNDO antes de visitar al Real Madrid.

¿Qué recuerda de su debut en el Bernabéu?
Tenía 19 años recién cumplidos. Fue un día muy bonito. Que te llamen para ir convocado y que cuando den la charla te veas dentro del once.... Al principio recuerdo algo de miedo, pero también ganas. Esas mariposas que tenemos a veces. Luego encima sacamos un empate. Le pedí la camiseta a Isco, que había estado en el Málaga... Y ya vio que era mi debut y no me pidió la mía a cambio. Fue un gesto mayor por su parte, la verdad.
Y ahora, aunque él está recuperándose de la lesión, comparten vestuario.
Yo iba a La Rosaleda cuando Isco jugaba en Champions con el Málaga... Era un equipo y claro, me fijaba en ellos. Era un referente para nosotros.
Ahora llega con el Betis. Ha sido un verano con varias salidas importantes, como las de Ayoze o Fekir, ¿cómo lo han vivido?
Pues expectantes, como todo el mundo. Y deseando que quien se quede o quien venga, lo haga para aportar lo máximo. Creo que los que han venido han aportado desde el primer momento y que seremos un equipo competitivo.
Usted que ha jugado en Inglaterra, ¿las diferencias entre las dos ligas son de nombres o de ritmo y físico?
Los nombres no meten goles. Y en España tenemos la gran suerte que en cualquier equipo hay buenísimos jugadores. En pretemporada se ve que cuando se juega contra los ingleses tampoco hay tanta diferencia a nivel competitivo.
Usted ha vuelto a la Liga después de seis años. ¿Ha notado diferencias?
Cuando me fui a la Premier dejé de ver la Liga porque no me atraía el fútbol que se hacía en España, pero ahora que he vuelto, sí me parecen atractivos. Creo que los equipos han entendido que el fútbol no es sólo tikitaka y mantener la posesión, ahora van a hacer gol, mira los goles en las primeras jornadas...
España viene de ganar una Eurocopa y los Juegos Olímpicos, ¿cree que se ha infravalorado al fútbol español?
Totalmente. No es nada fácil lo que está consiguiendo España, tanto en fútbol masculino como femenino. En inferiores también, llegando a muchas finales... Es muy importante esto para el crecimiento dentro y fuera del país, se están haciendo las cosas muy bien desde abajo.
Ganó un Europeo sub'21 de la mano de Luis de la Fuente. ¿Qué recuerda? Ahora le tiene en la absoluta, quizás jugando bien...
Jugando bien no basta porque lo que han hecho los compañeros en la Eurocopa no es por hacer las cosas sólo bien. Son muy buenos. A Luis le tengo mucho cariño, me convocó, me dio cariño y acabé jugando casi todos los partidos y haciendo un buen torneo.
Cambió Villarreal por Londres para jugar en el West Ham. ¿Cómo fue?
Recuerdo que los primeros días el tiempo era espectacular, me engañaron (risas). Fueron cuatro años muy buenos y no los cambio por nada. He dejado todo allí. El ejemplo es que cuando subo algo a Instagram, siempre tengo muchos comentarios de la afición.
Pasó allí el confinamiento por la pandemia.
Me tocó pasarlo solo porque la que ahora es mi mujer tuvo que volver a Castellón. Se podía salir a hacer deporte así que la mayoría nos volvimos vigoréxicos. Todo el día haciendo pesas. Volvimos como un tiro cuando se inició de nuevo la temporada.
Cuando baja al parque con su hijo y ve una pelota, ¿es de los que sigue yendo a por ella?
Si no voy es por vergüenza (risas). Me quedo mirando a ver qué hacen los niños. De momento y por suerte o por desgracia, a mi hijo no le llama el fútbol. Sí le llama mucho el Betis, el estadio, el himno, la camiseta... Pero pasa de la pelota.
Usted era de los que jugaba en la calle.
Vivía en una urbanización alejada del centro y pasábamos mucho tiempo en la calle. Y luego en el barrio de mi abuela pues en el parque, con un árbol y una maceta como palos de la portería.
Celebra los goles con el saludo militar. ¿Qué razón hay detrás de ello?
Nada que ver con temas militares. Cuando jugaba en el Villarreal, al ser de Castellón tenía a muchos amigos y familiares en la grada. Si marcaba me acercaba a la zona en la que estaban y hacía eso, como agradeciéndoles que vinieran. Y ya se quedó así.
Dicen que le gusta cocinar.
Sí. Miro muchas recetas, postres y cosas saludables para que el niño coma sano. Yo de niño comía de todo, las galletas esas de dinosaurios eran mi perdición (risas). Pero cuando vas creciendo te das cuenta de que lo que le echas al cuerpo es gasolina para ir mejor. Que cuanto mejor comas, menos problemas vas a tener.