Numerosos hinchas del Trabzonspor, tradicionalmente el cuarto equipo más potente de Turquía, han agredido este domingo a los jugadores del Fenerbahçe, segundo más exitoso del país, tras perder su club en casa con 2-3.
Tras pitarse el final del partido, los jugadores del Fenerbahçe y el equipo técnico intentaron celebrar la victoria en el césped, pero un nutrido grupo de hinchas del Trabzonspor irrumpió en el campo y agredió a los adversarios, informa la agencia turca Anadolu.
Los futbolistas se defendieron, produciéndose una batalla campal de la que los jugadores fueron rescatados por las fuerzas de seguridad que los acompañaron a los vestuarios.
AFP
Ya durante el partido se habían registrado tensiones y el árbitro, Halil Umut Meler, había interrumpido el juego varias veces porque los hinchas del Trabzonspor lanzaban petardos y vasos de agua al campo.
El Fenerbahçe, actualmente segundo de la Superliga turca, registra una extraordinaria racha de victorias este año, con 5 triunfos seguidos, incluido el de hoy, que lo aleja 30 puntos del Trabzonspor, en tercera posición.
Si el lunes estuvo viendo el Bélgica - Eslovaquia seguramente alucinó con los gráficos que aparecieron durante la revisión del gol de Lukaku, más propios de una consulta médica que de un partido de fútbol. Si no lo vio, se lo explicamos. En plena retransmisión televisiva pudimos observar una especie de monitor cardíaco que latía por momentos. ¿Qué es eso? Digamos, sencillamente, que el balón de la Eurocopa tiene vida propia.
La UEFA ha estrenado en este torneo el FUSSBALLLIEBE, que en alemán significa «amor por el fútbol». Una pelota que incorpora por primera vez la tecnología Connected Ball de adidas, que proporciona una visión sin precedentes de cada elemento que entra en contacto con el balón y de su propio movimiento. Es decir, envía datos del balón a los árbitros en tiempo real. De esta manera, contribuye al proceso de toma de decisiones del colegiado de campo y de la sala del VAR.
Vayamos por partes. Primero, el diseño. Según la marca y la organización, el uso de colores rojos, azules, verdes y naranjas celebra «la vitalidad de los países participantes» y en todos los balones se pueden ver los estadios y el nombre de las diez ciudades anfitrionas.
Segundo, y más importante, la tecnología. Entre este Connnected Ball y el fuera de juego semiautomático, la UEFA ha dejado en manos de la tecnología muchas de las decisiones del torneo. El gol anulado a Bélgica por mano de Openda ha sido lo más sonado. El monitor mostró si la mano del futbolista tocó el balón y, y esto es el gran avance de la herramienta, el grado de intensidad.
El interior del balón
Todo esto se consigue porque el balón lleva integrado en el centro de la esfera un chip, un sensor, conectado a la superficie de la pelota mediante unos sensores, capaz de registrar 500 datos por segundo. Mediante geolocalización, y con la ayuda de las diez cámaras especializadas que hay alrededor del estadio y que rastrean cada acción y cada contacto, determina qué parte del cuerpo y con qué fuerza ha tocado el futbolista la pelota.
Olvídense del balón de toda la vida. Esto es otra cosa. 20 piezas encajadas meticulosamente entre las que está controlado hasta el aire que entra y sale del esférico. De esta manera son cuatro árbitros en el césped, dos en la sala del VAR, tres operadores de vídeo y un balón con inteligencia artificial los que determinarán la justicia de este torneo, y veremos de los futuros, porque la tecnología ha llegado para quedarse. En Alemania tenemos el balón y el fuera de juego, pero también la tecnología de la línea de gol, que se usa en las competiciones internacionales desde hace años.
Todo se coordina desde el Football TechnologyHUB (FTECHhub) situado en Leipzig, Germany, con cuatro cabinas de videoarbitraje para monitorizar los errores y los aciertos de los colegiados. En el HUB se reciben y coleccionan todos los datos de todas las tecnologías y se distribuyen a las diferentes herramientas. Nada se escapa. Ya no habrá goles fantasma, manos que no se pitan ni tantos en fuera de juego. Es otro fútbol.
El Girona no falló ante el Rayo. Le costó cerrar el partido, pero, al final, acabó por imponerse por 3-0 con un gol de Tsygankov y un doblete Savinho. Todos en la segunda parte de un duelo marcado por un intenso aguacero sobre Montilivi y ante un rival que acabó con 10 por expulsión de Chavarría. Con este resultado, el equipo se afianza un poco más en el segundo puesto y acaricía cada vez más en serio la posibilidad de meterse por primera vez en su historia en la Champions. Por ahora, por lo menos, no le puede el vértigo.
El conjunto gerundense, bajo un intenso aguacero y ante un Rayo dispuesto a defenderse con uñas y dientes en Montilivi, tardó algo más de lo habitual en sentirse cómodo. Pero, en cuanto lo consiguió, empezó a llegar una y otra vez al área de un Dimitrievski que, de hecho, no se vio muy exigido. A los locales les costó encontrar opciones claras. La que más, una de Yangel Herrera que Aridane, a la heroica, acabó por desbaratar mientras su arquero firmaba una estirada de resultado incierto. Con esas premisas, no resultó extraño que el partido se fuera al descanso tal y como empezó: con 0-0 en el marcador.
En la reanudación, los locales redoblaron sus esfuerzos. Y, a decir verdad, no tardaron mucho en abrir la lata. Miguel, tras un medido pase de David López, asistió a Tsygankov para que el ucraniano mandara el balon al fondo de la red. El gol, no obstante, no amilanó a un Rayo que vio con alivio como los de Míchel no lograban matar el partido y que, incluso, pudo amenazar aunque fuera tímidamente a Gazzaniga.
Hasta que Chavarría, de la manera más absurda, prácticamente se autoexpulsó al ver la segunda amarilla entrando muy fuerte a un rival acto seguido de haber recibido la primera cartulina. Dimitrievski, eso sí, mantuvo vivos a los suyos con una buena parada a remate a bocajarro de Stuani. Nada pudo hacer, en cambio, para evitar que Savinho, ya casi en el añadido, acabara por matar de todo el partido con el 2-0 al que le acompañaría muy pronto el 3-0.