GP de Italia
El italiano gana en casa de forma incontestable y aumenta distancias con Bezzecchi. Sólo Jorge Martín, segundo, pudo seguirle el ritmo, mientras los hermanos Márquez se fueron al suelo.
Pecco Bagnaia está sencillamente intratable. El vigente campeón del mundo no tuvo rival en Mugello. Allí sumó una nueva victoria a su palmarés que le permite marcharse 21 puntos por encima de un Marco Bezzecchi decepcionante con su octavo puesto y afianzarse en un liderato que, ahora mismo, nadie parece capaz de discutir. Sólo Jorge Martín pudo seguirle el ritmo para acabar segundo y recortar distancias a su vez con la segunda plaza de la general que, por ahora, aún ocupa Bezzecchi. Los hermanos Marc y Álex Márquez, quienes buscaron durante muchos minutos la opción de subirse al tercer escalón del podio, mientras, protagonizaron sendas caídas cuando mejor situados parecían estar para lograrlo.
Los dos Márquez y Luca Marini arrancaron luchando prácticamente codo con codo por una tercera plaza que acabaría por presentarse como la única opción realmente peleable. Casi desde el arranque, tanto Bagnaia como Martín pusieron rápidamente tierra de por medio para que ese fuera el panorama de la carrera. Marini, quizás por un instante, pudo pensar que las caídas de sus dos competidores le permitirían subirse al podio en un circuito de Mugello en el que su hermano mayor, Valentino Rossi, escribió grandes páginas de su leyenda. El francés Johann Zarco, no obstante, acabaría por adelantarlo cuando sólo faltaban seis vueltas y le arrebató así esa posibilidad, condenándolo a la cuarta plaza.
La barbacoa del vencedor
Brad Binder, capaz de marcar un nuevo récord de velocidad punta para MotoGP en la sprint race del sábado con unos espectaculares 366,1 km/h, por su parte, acabó quinto, justo por delante de un Aleix Espargaró que, con su sexta plaza, logró el segundo mejor resultado de los españoles. Maverick Viñales fue duodécimo, Augusto Fernández acabó decimoquinto y Raúl Fernández, decimoséptimo. Sus sensaciones, seguro, no tuvieron nada que ver con las de un Jorge Martín sencillamente exultante.
«Ha sido una carrera muy difícil. Escogí el neumático blando trasero porque no tuve confianza en el medio durante todo el fin de semana. En las últimas cuatro vueltas me faltó agarre, pero pude llegar a la meta y son unos puntos y un podio fantásticos», aseguró Martín nada más bajarse de la moto. Aunque, desde luego, quien pudo marcharse de Mugello con una para nada disimulada sonrisa de oreja a oreja fue un Bagnaia que, incluso, se permitió celebrar al estilo de Valentino Rossi o Jorge Lorenzo: escenificando una suerte de improvisada barbacoa al lado de un caricaturizado alter ego.
«Ha sido el fin de semana perfecto. No esperaba una carrera así, confiaba en que el neumático medio sería más constante, pero en las ultimas vueltas iba destruido. Estoy realmente muy contento por cómo ha salido todo. Sin duda, es uno de los mejores fines de semana de mi vida», aseveró el vigente campeón del mundo y actual líder del Mundial. Una posición de privilegio que, ahora mismo, nadie parece estar realmente en condiciones de arrebatarle. El bajón de Bezzecchi le ha dado aún más alas.
