Badosa no puede superar el muro de Sabalenka y cae en semifinales del Open de Australia

Badosa no puede superar el muro de Sabalenka y cae en semifinales del Open de Australia

Habrá más oportunidades, en otros torneos, sobre otras superficies, ante otras rivales, pero esta vez no era la vez de Paula Badosa. Nada que reprocharse. De decepciones anteriores pudo salir con remordimientos por haber fallado aquí y allá, por haberse desconcentrado, por haberlo dejado de intentar, pero este jueves su derrota en semifinales del Open de Australia ante Aryna Sabalenka no fue su culpa. Confió en la victoria, buscó la victoria, peleó la victoria, pero la superó por 6-4 y 6-2 una tenista mejor que ella, actualmente la mejor del mundo, más en pistas rápidas.

Sabalenka, vencedora los dos últimos años en Melbourne, fue un ciclón que Badosa no pudo parar porque realmente no se podía parar. Si la bielorrusa no se precipita, su único problema, es la jugadora más dominante desde la Serena Williams de hace ya una década.

“Las dos queríamos la victoria y, pasara lo que pasara en la pista, seguiremos siendo amigas fuera. Estoy segura que me odiará durante unas horas o durante unos días, lo acepto, pero volveremos a ir de compras juntas. La próxima vez pago yo por lo que quiera”, comentaba Sabalenka al acabar el partido sobre Badosa, intimísima amiga suya, con quien comparte entrenamientos, viajes y, según indicó, compras. Este jueves, antes del partido, no se saludaron en los pasillos -posiblemente lo habían hecho antes en los vestuarios- e intentaron que la relación mutua no les afectara, pero sí lo hizo en los compases iniciales.

El buen arranque de Badosa

La española, más concentrada que nunca, empezó afinada, rápida, potente y Sabalenka, todo lo contrario. Quizá fueron los nervios, seguramente era la rival que tenía enfrente. En los tres primeros juegos, la número uno lo tiró todo fuera -hasta cinco errores no forzados- y llegó a estar con 2-0 y 40-0 a favor de Badosa. Entonces respiró profundo, se rehízo y lo cambió todo.

JOEL CARRETTEFE

“No sé cómo lo he hecho, la verdad. Está claro que ha sido un juego crucial, he podido remontar ese 40-0 y conseguir la ruptura”, explicaba la número uno que, a partir de ese momento, ya fue incontrolable. Si Badosa no acertaba con su primer servicio -su lastre, sólo un 53%-, Sabalenka le atacaba con su resto y todos los intercambios eran gobernados por su derecha. Mediado el primer set, además, empezó a chispear y hubo que desplegar el techo de la Rod Laver lo que ralentizó las bolas y redujo todavía más los errores de la bielorrusa.

Badosa, que intentaba sin éxito que su rival corriera, se entregó del todo al inicio del segundo set. Con 1-1 en el marcador, dos dobles faltas consecutivas le llevaron a ceder su saque y ya no hubo nada más que hacer. En los últimos juegos incluso se reía, con la complicidad del público australiano, ante los golpes demoledores de Sabalenka. Esta vez no era la vez de Paula Badosa.

kpd