Entrevista
La nueva joya del ciclismo español, que este domingo disputará la Vuelta a Suiza, relata su angustia por una lesión en la pierna derecha que le apartó durante cuatro meses.
La angustia se apoderó de la nueva joya del ciclismo español. Juan Ayuso (Barcelona 2002) permaneció cuatro meses alejado de la competición por una dolencia en el nervio sural de la pierna derecha que los médicos tardaron en detectar. El corredor, que ya regresó en el Tour de Romandía con un triunfo en la etapa de contrarreloj, reconoce ahora que atravesó por un momento muy delicado. Este domingo disputará el Tour de Suiza después de entrenarse durante tres semanas y sin dolor en Sierra Nevada. Desde la montaña granadina atiende la llamada de EL MUNDO.
- Estuvo mucho tiempo apartado de la competición. ¿Esa etapa ya está superada?
- Voy progresando bien. Cuando al principio de año aparecieron los dolores en la pierna derecha creíamos que se debía a un problema en el talón de Aquiles, pero no fue así. La causa de todo radicaba en el nervio sural, que estaba afectado.
- Fue un proceso largo y desesperante porque no encontraba soluciones.
- No sabía cuál era la causa de la lesión. Todo iba cuesta arriba. No había un diagnóstico claro y por tanto no había una rehabilitación adecuada. El problema no era la lesión en sí, sino el tratamiento a seguir. Todo se me hizo mentalmente muy duro, no sabía cuándo iba a aparecer el dolor. Después de ir a los mejores médicos de España no tenía respuestas, todos me decían que no había nada. Esa es la razón por la que en estos meses han sido especialmente duros. Luego, cuando descubrimos que la causa de todo radicaba en el nervio sural, todo fue mejor. Con un tratamiento de radiofrecuencia el dolor ha ido desapareciendo. En Sierra Nevada ya he entrenado con normalidad.
- Dice que han sido meses duros. ¿Ahora es más fuerte mentalmente?
- Sin duda. Ahora soy más fuerte. He tenido que adaptarme a esa situación. Ahora, cuando estoy entrenado o tengo un mal día recuerdo esos momentos y eso me hace mejorar. Siempre hay que sacar lo positivo de lo malo. Ahora entreno mejor. Hace unos meses lloraba en casa porque quería subirme a la bici y no podía. Ahora, acordarme de todo eso me permite salir más fuerte a la carretera.
- Durante este tiempo el apoyo de la familia habrá sido fundamental.
- En esos momentos te das cuenta de quiénes están más cerca. Tengo que dar las gracias a mi pareja, que ha hecho muchos viajes turísticos por España, yendo conmigo de médico a médico. También estoy muy agradecido a mis padres, a mi familia.
- Después de la lesión reapareció el pasado mes y ganó la contrarreloj de Tour de Romandía? Eso está al alcance de muy pocos.
- No me esperaba ese resultado, fue una sorpresa. Yo acudí a la carrera sólo para probarme, para ver cómo iban las molestias y cómo podía ayudar al equipo. Iba día a día. En las etapas en línea sufría muchísimo, pero en las subidas, con la bici de cabra y puertos cortos, no notaba tanto la falta de forma. Luego, en la crono salí muy bien y todo fue una sorpresa.
- ¿Es consciente de que las mayores esperanzas del ciclismo español se depositan en usted, eso le genera una presión extra?
- No. Al contrario. Que la gente esté pendiente de mí me motiva. Es muy bonito el apoyo y el cariño que recibo en todas las carreras, aunque siempre hay alguno que habla de más.
- ¡Que hablan de más! Pero si usted tiene una cartel excelente entre la prensa y los aficionados.
- A veces hay gente habla sin saber. Hay muchos que me admiran pero hay otros que está ahí… Bueno eso es ley de vida. Pero sí, me siento afortunado.
- ¿Tras los entrenamientos realizados en Sierra Nevada nota que está a un nivel parecido al de sus compañeros?
- Antes de Romandía notaba que entrenaba hasta el límite que me permitía la lesión, no lo que realmente debería. En Sierra Nevada estoy haciendo lo que debo hacer, sin lesión ni inconvenientes. siguiendo las líneas que me había imaginado desde el inicio de la temporada. Tras el trabajo realizado durante tres semanas ahora tengo muchas ganas de competir.
- Pogacar, Vingegaard, Roglic o Evenepoel aún están en escalón superior ¿no?
- El año pasado era evidente que yo estaba en un escalón por debajo. Antes de la lesión de este año había notado que hay dado un paso adelante bastante grande, pero luego todo se torció. Ahora parece que el asunto se está empezando a arreglar… Bueno, esta pregunta se responderá con el tiempo, viendo mi evolución.
- En Sierra Nevada ha coincidido con Pogacar. ¿Cómo está el esloveno después de su operación de muñeca?
- Yo le veo bien, pero habrá que preguntarle a él.
- ¿Qué ha aprendido de él?
- En competiciones hemos coincidido pocos días. Tengo buen relación con él. No somos grandes amigos, pero tengo una relación cordial. Lo que más me llama la atención es su tranquilidad. Nunca se pone nervioso.
- ¿Qué calendario tiene después del Tour de Suiza?
- Haré el Campeonato de España y luego pararé para preparar la Vuelta a España.
- ¿Y el Mundial, que este año se disputa en agosto?
- No lo he pensado. A ver en qué nivel estoy en ese momento. Si estoy bien y quieren contar conmigo yo iré encantado. Pero mi principal objetivo es preparar la Vuelta.
- El Tour, en un futuro próximo, será su gran objetivo ¿no?
- Mi mayor sueño desde niño es el Tour, pero tanto el equipo como yo pensamos que el paso lógico de este año era volver a la Vuelta. Y luego, con un poco más de maduración y experiencia, afrontar el Tour. Ya veremos si para 2024 o más tarde.
- ¿Le atrae el Giro de Italia?
- Sí, Italia me encanta. He vivido allí y ya gané el Giro sub’23. También es otro sueño, pero por encima de todo está el Tour.