El próximo martes arranca en Palma la principal regata de cruceros de España y uno de los grandes hitos del calendario de las competiciones de vela en el Mediterráno.
La Copa del Rey Mapfre afronta su edición número 42 con un formato más intenso y algunas modificaciones técnicas, con un día menos en el mar y un nuevo sistema de puntuación. Un total de 122 barcos y 1.600 deportistas navegarán la próxima semana en aguas mallorquinas.
La prueba será además el preámbulo del Mundial de la clase J70, que en septiembre se celebrará también en la capital balear. Muchos de los mundialistas aprovecharán la conocida regata palmesana para preparar el reto de final de verano y estudiar sobre el terreno el campo de regatas y sus característicos vientos térmicos.
Como cada año, el Rey Felipe VI, el principal emblema de una regata que popularizó su padre y que ya es indisociable de la realeza española, competirá a bordo del Aifos, el velero tripulado por miembros de la Armada. Intentará repetir el éxito del año pasado, cuando se subió al cajón del podio con un celebrado segundo puesto que le dejó exultante.
En los muelles del Club Náutico de Palma es conocido el espíritu competitivo del jefe del Estado español. «El Rey no viene para pasearse, todos queremos ganar», explica el propio capitán del velero con el que regatea monarca, Ricardo Álvarez Maldonado, en una entrevista al medio especializado Gaceta Náutica. Álvarez tiene 64 años, es capitán de navío y buceador de combate de gran profundidad. Experimentado regatista, cada año se ocupa de aparejar el barco y reclutar a la tripulación del Aifos, entrenando todo el año para esta semana.
La tripulación
Bajo su dirección, junto al Rey, navegan marinos de la Armada española: un piloto de helicóptero militar, un oficial de submarino o un comandante de buque. Todos ellos compañeros de borda y de bordos de Felipe de Borbón, que es el que lleva la caña.
Este año la categoría en la que compite Felipe VI (ORC 0) contará con la participación del Teatro del Soho Altavista, un barco TP52 armado por Javier Banderas, hermano del famoso actor malagueño Antonio Banderas.
El Soho es uno de los barcos dominadores de las últimas ediciones, campeón en las últimas tres copas en su categoría. Los hermanos Banderas se rodean de un equipo de élite, con navegantes experimentados y ex regatistas olímpicos.
A pesar de su inevitable tronío y su dinamismo económico (se calcula que deja un beneficio de 18 millones de euros en la ciudad) , la Copa del Rey no es ajena a los rigores de la temporada estival en Mallorca, donde los precios han escalado en los últimos años. La regata tendrá este año un día menos de competición que el año pasado, cinco en lugar de seis.
Este ligero cambio se ajusta a las reclamaciones técnicas por motivos de navegación de los armadores, que consideraban un tanto larga la regata, y que también ayuda a hacer más llevadera la factura logística de la competición para las tripulaciones menos profesionalizadas.
No en vano, la Copa del Rey Mapfre no sólo cita en la isla a tripulaciones de élite. También compiten numerosos regatistas aficionados que llegan desde todos los puertos de España con sus veleros, convirtiéndola en un gran evento social.
Regata femenina
La carrera ha perfeccionado este año el sistema de puntuación. Se dividirá en dos fases. La serie previa se celebrará entre el 30 de julio y el 1 de agosto y la serie final incluirá cuatro pruebas, culminando el 3 de agosto.
La novedad radica en que la clasificación general se computará sumando todos los puntos obtenidos en las dos fases, permitiendo además descartar el peor resultado obtenido. Se intenta así premiar la regularidad a lo largo de toda la semana, incluidas las fases previas.
La clase femenina, la Women’s Cup, tendrá como novedad el cambio de embarcación. Los veleros Blue Sail 24 sustituyen a los J80 de otras ediciones. Las embarcaciones serán además intercambiables para todos los equipos que participan.