Iga Swiatek, Coco Gauff, Emma Raducanu, Naomi Osaka, Aryna Sabalenka, Jessica Pegula, Venus Williams, Elena Rybakina y Leylah Fernández. De las 10 mujeres deportistas mejor pagadas del mundo, nueve son tenistas. Los millonarios premios del circuito WTA elevan sus ingresos y hay muchas empresas interesadas en patrocinarlas, más que en ningún otro deporte. La mejor golfista del mundo, Nelly Korda, la icónica futbolista Megan Rapinoe, la líder de las campeonas de la WNBA, Candace Parker, o la legendaria gimnasta Simone Biles les siguen de cerca en la lista que realiza anualmente Forbes, pero se quedan fuera de ese Top 10. Y entonces, ¿Quién se cuela entre todas las tenistas? ¿Quién ingresó en 2023, como ellas, más de 20 millones de dólares? Una freeskier.
¿Una qué? Una esquiadora acrobática, una especialista en saltos y trucos, es decir, una deportista de una disciplina joven, no muy conocida y con pocos practicantes. Es Eileen Gu, doble campeona en los últimos Juegos Olímpicos de invierno de Pekín 2022, una estrella imposible de definir porque es freeskier, sí, pero también otras cosas.
«Es muy trabajadora. Siempre me alucina cómo combina su carrera en el esquí con el modelaje, con sus estudios… creo que si ha conseguido tanta popularidad es gracias a su dedicación», comenta Thibault Magnin, referente del freeski en España y amigo personal de Gu. Y es que parte del éxito de ella se explica así: compagina pistas de esquí con pasarelas de moda con naturalidad. Antes de una competición en los Alpes austriacos puede volar a Nueva York para participar en la Met Gala; antes de una concentración en Suiza puede desfilar en la Semana de la Moda de París para Louis Vuitton.
El año pasado, según la misma Forbes, Gu recibió menos de 100.000 dólares en premios -la tenista Swiatek, casi 10 millones-, pero ganó 22 millones en publicidad, mucho más que cualquier deportista del mundo. Entre sus patrocinadores están Porsche, Victoria’s Secret, Tiffany’s o la relojera IWC y ha aparecido en la portada de revistas como Vogue. Pero su bienestar económico no responde sólo a su imagen, ni mucho menos: también tiene mucho que ver con la geopolítica.
Excelente estudiante, nada polémica
Gu es estadounidense, nació en San Francisco en 2003, aprendió a esquiar cerca del Lago Tahoe y ahora estudia Física Cuántica en la Universidad de Stanford -con una media de excelente-, pero compite por China. Su madre, Yan Gu, que la crió sola, se mudó de China a Estados Unidos en los años 90 para hacer una master en biología molecular y allí se quedó. A los 15 años, después de haber ganado un Mundial junior como yankee, Eileen Gu decidió pasar a representar al país de su familia y desde entonces vive sobre una línea tan fina como rentable. Cuenta con sponsors y atención mediática de los dos países y, al mismo tiempo, debe medir al detalle sus decisiones, sus pasos, sus palabras.
En Estados Unidos, reina de los X Games, es una habitual en televisiones, eventos y campañas, pero también es criticada por representar a China y se le esperan ciertos posicionamientos que no llegan. Por ejemplo, antes de los últimos Juegos Olímpicos de Invierno, detuvo una entrevista con el New York Times porque le iban a preguntar por Hong Kong o por la desaparición de la tenista Peng Shuai. En China, donde es conocida como Gu Ailing, es una ídolo de masas, pero se infla su relación con el país y se estudian al detalle sus declaraciones.
«De ciertos temas es mejor que hable ella, son delicados, pero sí puedo decir que en China hay un boom del esquí gracias a ella. Hubo una Copa del Mundo en diciembre y se llenó de gente sólo para verla», señala Magnin con toda la razón. Los recientes Juegos Olímpicos de invierno de Pekín y la figura de Gu han formado una moda en el país asiático que sólo puede compararse al boom del baloncesto hace 20 años de la mano de Yao Ming.
Gu es la segunda deportista mejor pagada, pero pronto podría convertirse en la primera. El año pasado, de hecho, aprovechó una lesión para elevar su carrera como modelo -y sacarse el doble de asignaturas en Stanford de las que le tocaban- y ahora, ya de regreso a la nieve, sigue ganando y ganando y ganando. «Como esquiadora es muy fuerte, está muy arriba, a otro nivel. Sus rivales están mejorando, pero costará que la ganen», analiza el freeskier Thibault Magnin sobre Eileen Gu, la esquiadora que es muchas cosas a la vez.