El pívot del Joventut se enfrenta este jueves al Real Madrid en el segundo partido de las semifinales de la ACB
Ante Tomic (Dubrovnik, 1987) se verá de nuevo las caras con el Real Madrid, su ex equipo, este jueves, en el segundo partido de las semifinales de la ACB. El primer encuentro se lo llevó el pívot del Joventut, que revela a EL MUNDO cómo le han sentado, diez años después, los pitos por parte de la afición blanca y cómo sería enfrentarse en una hipotética final al Barça, equipo en el que estuvo ocho temporadas.
- ¿Cómo afronta el partido de este jueves tras la victoria obtenida el martes?
- Obviamente es mucho más fácil jugar sabiendo que hemos ganado el primer partido, pero también es más difícil porque ahora sabemos que el Real Madrid tiene que ganar y que tiene que jugar mucho mejor que el martes. Nos espera un partido durísimo.
- Se enfrenta al Real Madrid de las remontadas. ¿Cómo ha visto la temporada del conjunto blanco?
- El Madrid es muy Madrid. Cuando todo el mundo le da por muerto, se levanta y gana trofeos importantes. El equipo ha demostrado este año que puede jugar a un nivel extraordinario y que puede ganar a cualquiera. Ha conseguido la Euroliga, y los jugadores están con mucha confianza y muy tranquilos sabiendo que tienen un trofeo gordo en el bolsillo.
- Se ha visto que la afición del Real Madrid no ha olvidado su marcha al Barça. ¿Cómo ha encajado los pitos?
- Los primeros años después de mi salida me lo tomaba mal, porque no había hecho nada “malo”, pero con el tiempo te acostumbras a que te piten. Es así, no lo puedo cambiar. Diez años después continúan haciéndolo.
- Es posible que en la final se enfrente al Barça. ¿Cómo sería ese partido para usted?
- Sería ideal porque significaría que nosotros jugaríamos la final. Cada partido contra el Barça es especial. He estado muchos años allí, tengo muy buenos recuerdos, al igual que de Madrid. Jugar una final catalana sería especial. Pero nosotros no nos preocupamos mucho por el Barça, estamos focalizados en nosotros mismos, en cómo vamos a jugar.
- Esta es su tercera temporada en el Joventut. ¿Cómo ha sido la transición del Barcelona a este equipo?
- Ha sido fácil. Cuando un jugador cambia de club, se modifica su vida entera, y no sólo la suya, sino la de su familia también. Para mí ha sido sencillo porque no he tenido que mudarme, toda mi vida se ha quedado en Barcelona y por esa razón, toda la fase de adaptación ha sido más fácil. A nivel de club estoy muy contento, porque hay muy buena gente y es un muy buen club.
- Comentó en una ocasión que una de las cosas que le hizo fichar por el Joventut fue, precisamente, el no tener que cambiar mucho su vida. ¿Qué le ha dado Barcelona?
- En este deporte lo normal es cambiar de club cada temporada, o cada dos o tres. Yo tuve mucha suerte de estar varios años en el mismo club. Cuando llevas tanto tiempo en la misma ciudad acabas siendo como local. Al final, mis hijas han nacido en Barcelona y van allí al colegio. Nos encanta Barcelona.
- También dijo que una de las primeras cosas que iba a hacer era buscar su sitio en el equipo. Tres temporadas después, ¿lo ha encontrado?
- Encontré mi sitio desde el primer día. Sobre todo para ayudar a los jóvenes y a los entrenadores para que transmitan su mensaje. Todo el mundo sabe de lo que se trata la Penya, es muy de cantera, de chicos jóvenes y cada año hemos dado un paso hacia adelante.
- Hablando del crecimiento del equipo, con el Joventut ha estado cerca de clasificarse para la Euroliga, un título que se le resiste. ¿Se ve con posibilidades de ganarla algún día?
- En los últimos tres años, cada temporada hemos dado un paso hacia adelante, y este año estuvimos muy cerca. Veremos el año que viene que ocurre. Estaría muy contento si pudiera jugar la Euroliga con el Joventut, pero es muy difícil ganar un trofeo europeo. Hay muchos factores, no depende sólo de nosotros. La temporada es muy larga y hay que llegar bien a los momentos decisivos.
- Tuvo dos ocasiones para irse a la NBA, ¿qué ocurrió para que no se marchara?
- Cada vez que tuve la oportunidad, siempre pasaba algo en mi vida. La primera vez nació mi hija mayor, y en ese momento decidimos que no era el momento adecuado para trasladarnos, y en la segunda ocasión nació mi segunda hija. Pasaron cosas en la vida que, no quiero decir que no esperas pero, están ahí y tienes que tomar una decisión. A lo largo de mi carrera, lo que intento es no mirar solo por mí, sino también por mi familia, para que todos estemos juntos y bien. Y fue una decisión fácil quedarme en Barcelona todos estos años.
- ¿Se considera un pívot blando?
- Creo que en mi juego hay días en los que si meto puntos o cojo algún rebote todo parece bien. Lo que pasa es que cuando no lo consigo, aunque yo hago todo exactamente igual el balón no entra, parece que o no quiero o soy blando. Creo que no lo soy y si se le pregunta a cualquiera de mis ex entrenadores o compañeros, pienso que la mayoría diría que no lo soy. Ocurre una cosa con los medios y con las redes sociales que en cuanto te ponen una etiqueta es muy difícil de quitar. También me dice que no me gustan los medios, ni dar entrevistas, pues es la verdad, porque creo que son ellos los que te etiquetan de una manera que no mereces. En conclusión, no creo que sea blando, estoy jugando mi juego, habrá a quien le guste y a quien no, pero soy así.
- Tiene contrato hasta 2025, ¿cree que será su último contrato?
- No lo sé, depende de la salud sobre todo. Después de estos años hay que ver si todavía me quieren y si es así a lo mejor sigo algún año más, pero en este momento no lo sé.
- ¿Se ve regresando a Croacia?
- En este momento no. La idea es quedarnos en Barcelona, sobre todo por las niñas, para que tengan una oportunidad única. No quiero comparar los dos países, pero creo que en España tienen más oportunidades para todo.
- Ha conseguido ser una de las grandes figuras de la ACB, superando los 500 partidos. ¿Se imaginaba algo así en sus inicios?
- No porque en los primeros años no te fijas en estas cosas, de cuántos partidos voy a jugar, qué voy a ganar, no estás pendiente. Con los años te das cuenta de que es un número grande e importante, y la verdad es que estoy muy contento y orgulloso de todos estos años en la Liga. Por suerte no he tenido lesiones graves. He podido jugar la mayoría de los partidos y eso ha ayudado mucho para llegar a los 500 encuentros.
- ¿Quién ha sido el rival más duro al que se ha tenido que enfrentar?
- Tavares, por ejemplo, es un jugador determinante, uno de los pívots más dominantes en Europa, siempre es difícil jugar contra él. Mirando más hacia atrás diría Sofoklis Schortsanitis. Ha sido uno de los complicados. Nikola Pekovi sería otro. Hablamos de unos pívots grandes y con mucha fuerza que, en comparación conmigo que soy un jugador completamente diferente y con características distintas, obviamente me han hecho sufrir.
- A pesar de que haya rivales que le han hecho sufrir, nunca ha tenido ninguna lesión grave a lo largo de su carrera. ¿Cuál es su secreto?
- No hay secreto. Como cada deportista, intentas vivir una vida normal, más o menos sana y ya está. Hay que prepararse bien y cuidar el cuerpo, porque es el instrumento para que puedas jugar y funcionar, pero también es suerte.
- Echando la vista atrás, ¿qué valoración hace de su trayectoria como jugador de baloncesto?
- Entre un uno y un cinco, yo me daría un cuatro. Como comentamos antes, me falta un trofeo grande más, una Euroliga o algún otro galardón, pero creo que he tenido algún éxito durante estos años y en general estoy bastante contento.
- ¿En qué medida cree que ha evolucionado su posición en la pista desde sus inicios hasta la actulidad?
- Creo que siempre habrá pívots que juegan de espalda, que juegan pick and roll, pívots tradicionales. Claro que cada jugador tiene que tirar bien y pasar bien, pero eso empieza desde la cantera. Esto no se puede aprender con más de 30 años. Esta evolución ha comenzado hace dos décadas, mirando ahora a Joki y a otros pívots que juegan en línea de tres. Pero creo que los pívots tradicionales no van a desaparecer nunca, aunque si puedes añadir alguna otra cosa a tu juego, pues mucho mejor.
- Por último, ayer se cumplieron 30 años del fallecimiento de Drazen Petrovic. ¿Qué significó esta figura para usted?
- Ha influenciado poco en mi carrera porque yo era muy pequeño cuando murió, pero viendo los vídeos, escuchando a la gente hablar sobre él y sabiendo que en los primeros años de independencia de Croacia ha tenido un rol importante, sé que ha sido una figura muy importante de la historia del país, no sólo como deportista, sino como persona.