Diez meses han pasado para que Alexia Putellas vuelva a la convocatoria del FC Barcelona. La doble ganadora del Balón de Oro está preparada para afrontar la vuelta de las semifinales de la Liga de Campeones contra el Chelsea en el Camp Nou.
La estrella de la selección española se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda el 5 de julio de 2022 durante la preparación de la Eurocopa en Inglaterra, dejando sin opciones de título al combinado dirigido por Jorge Vilda.
La centrocampista de 29 años volvió a entrenar en marzo, pero esta es la primera vez desde su lesión que el entrenador catalán Jonathan Giráldez la incluye en la lista para un encuentro.
En la ida, el conjunto catalán se impuso por 1-0 en Stamford Bridge pero para el partido de vuelta, no podrá contar con Lucy Bronze. Tocada en la rodilla derecha en la ida, la defensa inglesa se sometió a una artroscopia y será baja varias semanas, ha anunciado el Barça en un comunicado.
“De muy buen humor después de mi operación de rodilla de ayer”, escribió Bronze en Instagram. “Nunca es fácil quedarse a un lado, pero sigo tan concentrada como siempre para trabajar y volver en plena forma lo más rápidamente posible”, añadió.
Según las declaraciones de Giráldez, Bronze “es una jugadora muy importante pero no estará disponible durante varias semanas” aunque su participación en el Mundial femenino del próximo mes de julio no está en riesgo.
A España le tocó remontar en Burgos. Se complicó contra Dinamarca y tuvo que reaccionar y saber sufrir. Aunque finalmente los goles de María Méndez, Jenni Hermoso y Mariona hacen que las de Montse Tomé sumen otros tres puntos hacia la Euro 2025.
Apostando por un esquema novedoso de tres centrales y con varias rotaciones en la alineación, la selección de Montse Tomé afrontaba su encuentro en El Plantío (Burgos) con el desafío de mantener la senda de victorias en su camino a la Eurocopa del 2025.
Con Eva Navarro y Athenea como carrileras, España comenzó imponiendo un alto ritmo de juego y una rápida circulación de balón para intentar desenredar el entramado de la República Checa, que presionaba alto la salida de balón de España y buscaba jugar directo cada vez que se acercaba a la portería.
Las dos ocasiones más claras de la primera parte las tuvo en sus botas Lucía García, quien en el minuto 15 estuvo a punto de llegar a un centro chut de la cántabra desde el pico del área y que tampoco logró definir un magnífico pase por dentro que le había dado Alexia.
La doble Balón de Oro lo volvería a intentar antes del descanso con un peligroso disparo desde la frontal, pero a pesar del dominio, la selección se marchaba al vestuario con el marcador a cero.
Sonntagova
Nada más iniciarse la segunda mitad, las checas, que avisaron con un disparo de Stasková desde media distancia, abrían el marcador con un gran chut a la escuadra de Sonntagova al que no pudo llegar Misa Rodríguez (0-1). Saltaba la sorpresa . La Campeona del Mundo estaba perdiendo en casa.
A pesar del golpe, España supo reaccionar a tiempo y se lanzó a por el partido. En el minuto 57, María Méndez remataba a la red un saque de esquina que había provocado Lucía García con un disparo pegado al palo que había sacado la guardameta.
Con el empate ya en el casillero, la selección dio un paso hacia delante. La seleccionadora dio entrada a Salma y a Vicky López para buscar la victoria, pero en la jugada siguiente, Hermoso se lanzó al suelo para desviar a portería un gran pase al hueco de Mariona (2-1).
El tanto de la jugadora de Tigres acabó de rebajar totalmente la tensión y España se volcó decidida al ataque. Athenea se encontró con el poste en el 68 y un minuto después, la mallorquina ponía el broche final al encuentro definiendo una gran jugada por el centro.
La próxima cita de la selección será el 31 de mayo en Dinamarca.
Cuando Olga Carmona soltó un zurdazo en el minuto 29 de la final del Mundial que sorprendió a la portera inglesa Mary Earps, España volvía a hacer historia. Eran campeonas del mundo contra viento y marea, gracias al talento de sus jugadoras, que ya acumulaban tres Balones de Oro, y su capacidad de guardar bajo la alfombra los desprecios. Muy poco había cambiado desde que, un año antes, un grupo de ellas levantara la voz contra unas condiciones de trabajo inmerecidas. Algunas estaban en Sídney, en un ejercicio de resiliencia y olvido forzado; otras estaban en casa. Pero aquello que apartaron para jugar al fútbol lo sacudió un beso, una agresión sexual de Rubiales a Jenni Hermoso que escandalizó al mundo. «Se acabó». Una frase de Alexia Putellas que fue principio y final de todo.
En Sídney nació la España campeona que hoy volverá a pelear por un título que no tiene, la Eurocopa, de nuevo ante Inglaterra, dejando un reguero de elogios por su fútbol y su talento. Pero el legado supera al hecho histórico. «Sabéis todo lo que hemos pasado, todo lo que hemos luchado, siempre manteniendo el foco en el fútbol. Y eso es muy complicado. Esta Eurocopa ha sido muy tranquila, cosa que agradecemos, y creo que eso también ha ayudado a sacar nuestra mejor versión. Siempre es más difícil jugar cuando tienes cosas externas», reflexiona Aitana. Esa resiliencia, que por momentos no fue eso sino un amargo trágala, les hizo más fuertes. «Este equipo es mucho más maduro, tiene mucha más experiencia y sabe competir en los partidos», añade la jugadora.
Montse Tomé tiene claro por qué España merece ganar la Eurocopa, y va más allá del fútbol. «Somos un equipo, una selección, unas jugadoras, que llevan luchando, trabajando y esforzándose con mucha energía en muchos lugares. Y ahora hemos sido capaces de que la tuvieran en lo importante, que es el fútbol», sentenció la seleccionadora.
Una reconstrucción difícil
«Esto ha hecho tener un bagaje increíble de todas y que todos los que acompañamos a la selección podamos disfrutar de la profesión pura. Que pueda sentarme aquí y que todas las preguntas sean de fútbol es de las cosas más grandes que habla del cambio que estamos consiguiendo. Por todo el esfuerzo, el equipo se lo merece», añadió.
El camino de reconstrucción no ha sido fácil. El despido de Jorge Vilda y la inhabilitación de Luis Rubiales -en medio de un clamor político y social sin precedentes que terminó también en una condena judicial-, no cerraron las heridas. Con un presidente interino, Pedro Rocha, sin demasiada capacidad de maniobra y con desconfianza absoluta en Montse Tomé, segunda de Vilda, la selección echó a andar tras una larga noche de reproches y compromisos en el salón de un hotel de Oliva. Todo era tóxico menos el fútbol de España, que dos días después ganó a Suecia y goleó a Suiza en la Nations League.
La campeona se exhibió en la nueva competición, la ganó y, por primera vez, se plantó en unos Juegos Olímpicos. Tomé resistía la pregunta constante sobre las convocatorias de Jenni Hermoso, las que iba y las que no, y fue trabajando un equipo que necesitaba muchos cambios en el staff y algunos en el terreno de juego.
Aitana, Martin-Prieto y Esther, durante el último entrenamiento en Basilea.AFP
La RFEF, inmersa en una crisis de imagen, se vio abocada a un camino que imponía la igualdad, el respeto y la atención a sus jugadoras, a las que debía dotar de todos los medios posibles para seguir haciendo su trabajo. El modelo lo tenían en Inglaterra y, más cerca, en el Barcelona. Media docena de jugadoras pasaba de un club hiper profesionalizado, entre los mejores de Europa, a una selección precaria. El fichaje de Markel Zubizarreta empezó a poner en marcha un cambio que, ya sin él, aceleró la llegada a la presidencia de Rafael Louzán. Sólo había que acompañar.
A Montse Tomé, cuyo contrato acaba el 30 de agosto, le han permitido dotarse de un cuerpo técnico amplio y preparado, capaz de analizar rivales y transmitir a las jugadoras dónde están sus puntos débiles, como que Berger se adelanta. Luego Aitana, pura inteligencia en el campo, lo interpreta y lleva a España a una final. Porque en la élite, los detalles marcan diferencias.
a golpe de meritocracia
Tomé ha sabido manejarse con un grupo de jugadoras que desconfiaban de ella, pero a las que ha ido convenciendo. En tres años ha ido moldeando al equipo, primero con las convocatorias, renovando el grupo a golpe de meritocracia sin subvertir el orden natural del vestuario. Dejó en sus manos las capitanías, que volvieron a Irene Paredes y Alexia, y ha ido sumando al centro de mando a nuevas jugadoras que garantizan la cohesión. El bloque no ha cambiado demasiado, salvo la irrupción de jóvenes como Vicky López y Jana y el premio a veteranas como Martín-Prieto.
El legado en el campo es tan fuerte que puede servir para conquistar un título que completaría una triple corona inédita: España sería la primera vigente campeona del mundo que también gana la Euro, pero, además, suma una Nations que puede revalidar en noviembre. En el campo siempre quieren más. «Hemos hecho historia, pero somos ambiciosas, queremos ganar y competir al máximo», recuerda Alexia, brillante de nuevo en este campeonato.
Lejos del césped la huella es casi igual de profunda. Igualdad, respeto, audiencias millonarias... el fútbol femenino ha ganado visibilidad en el deporte y seguimiento. Aunque el impulso a la Liga F ha sido limitado, estas jugadoras son iconos nacionales y mundiales. Empezando por Alexia y Aitana, las dos balones de Oro, y siguiendo por aquellas que han dado el salto a otras competiciones, como Esther o Mariona, cuyas experiencias enriquecen la selección. Es el círculo virtuoso de un éxito que se labró en Sídney con un gol y muchas lágrimas.