Alejandro Davidovich: “La explosión de Alcaraz me daba rabia al principio”

Alejandro Davidovich: "La explosión de Alcaraz me daba rabia al principio"

Open de Australia


Entrevista

Actualizado

El número 21 del ranking mundial, segundo español en la lista, encara la nueva temporada con el Top 10 y “sobre todo disfrutar” como objetivos. Atiende a EL MUNDO antes de debutar en el Open de Australia

Davidovich, la pasada temporada.Clive BrunskillGETTY

La cabeza. La cabeza. La cabeza. El dedo siempre señala al mismo sitio cuando se analiza a Alejandro Davidovich. Tiene 24 años y está entre los 25 mejores del mundo -ahora es el 21-, pero le faltan títulos ATP, grandes victorias, hollar la cima. Su mentalidad se supone aquello que le lastra, pero él reivindica su madurez. “Siempre me dicen lo mismo, que me falta cabeza, pero estoy ahí compitiendo con los mejores. Yo creo que ya no es cuestión de cabeza, ya no es así, es cuestión de seguir entrenando, de seguir creciendo con mi tenis, de seguir trabajando”, explica Davidovich en conversación telefónica con EL MUNDO antes de debutar en el Open de Australia ante Constant Lestienne.

Está ahora en su mejor ránking. ¿Satisfecho?
Diría que al 50%. Si miro el ranking siempre he ido mejorando, dando pasos, pero en 2023 quería más, dar un salto. Mi objetivo era entrar en el Top 20 y lo acabé rozando, pero me lastraron los últimos torneos del año. Debo ser más estable, más regular.
¿Qué le pasó en ese final de temporada?
Llegué al US Open en muy buenas condiciones, jugué bien en las primeras rondas y la tercera, ante [Tommy] Paul y en la pista central, me quedó grande [perdió 6-1, 6-0, 3-6 y 6-3]. Aquello me pesó después, aunque fue una experiencia que me llevé, parte del aprendizaje.
¿Ahora se ve más preparado para estar entre los mejores?
Estoy más preparado para estar al 100% dentro y fuera de la pista. Me gustaría entrar en el Top 10 y estar en los Juegos de París, pero sobre todo este año quiero jugar y disfrutar. En el tenis si eres bueno, eres bueno y si eres malo, eres malo, pero si estás concretado, si mantienes un orden en tu vida, tienes mucho ganado. El tenis es una interpretación de la vida y en los puntos decisivos ambas cosas se conectan.
¿Qué quiere decir?
El año pasado yo no quería jugar Wimbledon, no estaba seguro de mí mismo, no quería viajar a Londres. En los torneos previos, en Mallorca y en Queen’s perdí en primera ronda. Al final fui a Wimbledon porque es un privilegio, gané dos partidos, me encontré bien e incluso tuve dos matchpoints ante Rune. Creo que si fallé al final [en el tiebreak del quinto set sacó por abajo y reconoció haber actuado con miedo] fue por esa negatividad que arrastraba. Salió en el peor momento.
¿Eso cómo se trabaja?
Es un aprendizaje, como decía. Es un trabajo que debo hacer junto a mi equipo, mantener la dirección a la que vamos, entender que obviamente en todo proceso hay baches y obstáculos.
Se ha aficionado a la lectura.
En pretemporada paré un poco, pero el año pasado enlacé cuatro o cinco libros. No me gustan la ficción o los ensayos, pero disfruto mucho de las autobiografías o de libros sobre hábitos. Uno que leí, por ejemplo, fue ‘Hábitos atómicos’, que explica cómo agrandamos los malos hábitos que tenemos y empequeñecemos los buenos hábitos.
¿Ha apartado aquello de hacer de ‘DJ’?
Sí, sí, lo dejé. Si lo quería hacer bien me exigía mucho tiempo y no estaba dispuesto a sacrificarlo. Es un mundo complicado para dedicarle un rato de vez en cuando.
¿Le importa mucho lo que opinen sobre usted?
Diría que no. Cada uno tiene su vida, su manera de pensar, su manera de actuar y yo sé que estoy aquí por méritos propios. La gente va a hablar, pero lo que cuenta es lo que pienso yo. De hecho, una de las razones por las que me gusta venir a Australia es porque desconectas, con el cambio horario estás menos horas con el móvil…
¿Es de los que se engancha al móvil?
Yo tiraría el móvil al mar, no me hace falta, pero hoy en día es muy complicado no tener uno. Al menos lo necesitaría para hablar con mi madre o con mi entrenador.
¿La explosión de Carlos Alcaraz le ha ayudado a quitarse presión?
Al principio me daba rabia. Ves que un chico más joven que tú hace las cosas mejor que tú y claro… Pero al final, como decía, es aprendizaje. Yo también estoy en el buen camino y este año veremos qué pasa. Él ha evolucionado a su manera y a su manera ha cambiado el circuito. Con su alegría, yendo con su humildad por la vida, juega con una firmeza que sólo había mostrado el Big 3.
¿Cómo es la relación entre ambos?
Muy buena. Me cae muy bien, pasamos tiempo juntos, en el vestuario también hablamos mucho. Ahora mismo es un referente para mí y es una suerte estar con él y que sea español.
Este año debutó el 1 de enero por la mañana en la United Cup. ¿Cómo lo hizo?
Fue el primer año que no celebré Nochevieja, el 31 me tuve que ir pronto a dormir, pero es mi trabajo, hay que hacer sacrificios. También celebré la Nochebuena con la familia el 23 de diciembre porque el 24 viajaba. No pasa nada.

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