El español Carlos Alcaraz debutará el próximo martes en el Abierto de Estados Unidos con el tenista australiano Li Tu, procedente de las rondas clasificatorias.
Tu, número 188 del mundo, llega a la primera ronda en Nueva York tras ganar tres partidos en la fase previa al español Alejandro Moro, al argentino Marco Trungelliti y al holandés Jesper de Jong, los tres con mejor ránking que él.
Con la llegada de los tenistas procedentes de las rondas previas, como Tu, se completó el cuadro salido del sorteo de esta mañana.
El rival en primera ronda del serbio Novak Djokovic, número 2 del mundo, también salió de estas rondas clasificatorias y será el rumano Radu Albot (n.138), con el que jugará el lunes.
El camino de Alcaraz al título
Si supera la primera ronda con Tu, Alcaraz se enfrentará o bien al canadiense Denis Shapovalov o al neerlandés Botic van de Zandschulp. Su rival más probable en la tercera ronda sería el inglés Jack Draper, aunque también podría ser el argentino Facundo Díaz Acosta.
En octavos de final, Alcaraz podría cruzarse con el estadounidense Sebastian Korda o con el chileno Alejandro Tabilo. Y en la ronda de cuartos, sus probables rivales serían o bien el polaco Hubert Hurkacz, séptimo del mundo, o el australiano Alex de Miñaur, décimo.
En las semifinales, el murciano podría cruzarse con el italiano Jannik Sinner, número 1 del mundo, o con el ruso Daniil Medvedev, quinto favorito.
Con Djokovic tan solo podría encontrarse en una hipotética final, en la que su rival también podría ser el alemán Alexander Zverev, cuarto del mundo, en caso de que el serbio caiga antes.
También se clasificó en las rondas previas el argentino Diego Schwartzman, que jugará su undécimo y último Abierto de Estados Unidos, dado que ha anunciado su próximo retiro.
Schwartzman jugará la primera ronda con el francés Gael Monfils.
En el cuadro femenino se clasificaron en la previa la argentina Solana Sierra, que se enfrentará a la alemana Tatjana Maria, y la española Marina Bassols, que debutará con la checa Barbora Krejcikova, octava del mundo.
En un Informe Plus, Gianni Bugno admitía que cuando en 1991 no saltó a un ataque de Miguel Indurain en el descenso del Tourmalet no sólo perdió aquel Tour de Francia, el primero del español, también perdió los posteriores. A partir de entonces se sentía inferior, más lento, peor; se creía incapaz. La historia del deporte está llena de momentos así y quizá en un tiempo la final de este domingo del Masters 1000 de Roma entre Carlos Alcaraz y Jannik Sinner (17.00 horas, Movistar) sea uno de ellos.
El Big Three acostumbró al tenis a una alternancia perfecta entre campeones, ahora ganaba Federer, ahora Nadal y ahora Djokovic, hubo éxitos de unos y otros, pero las rivalidades no siempre se construyen así. De hecho, raramente lo hacen. La balanza tiende a decantarse. Por eso esta gira de tierra batida parece decisiva.
Sinner, más fuerte que antes
Aunque no lo parezca, Alcaraz está en peligro. Pese a su racha sobre arcilla en el último año natural, 26 victorias y sólo dos derrotas -las finales de los Juegos de París y del último Godó-, Sinner se presenta un paso por delante en cuanto ranking, tenis e incluso moral. Liberado del peso de su positivo por dopaje del año pasado, más sonriente que nunca estos días en el Foro Itálico, vive un periodo dulce tras encadenar US Open y Open de Australia y asegurarse el número uno hasta quién sabe cuándo. Domina el circuito y sólo hay un detalle que se le escapa: Alcaraz.
FABIO FRUSTACIEFE
El año pasado el español le derrotó en sus tres enfrentamientos, las semifinales de Indian Wells, las semifinales de Roland Garros y la final del Masters 1000 de Pekín, y este curso se ha armado para cambiar eso. Como se ha visto esta semana, el italiano ha trabajado la variabilidad de sus golpes, especialmente las alturas, y se le ve más musculado. Sigue siendo delgado, pero se nota el trabajo de fuerza que su preparador actual, Marco Panichi, le preparó para aprovechar su parón. «Llegué aquí con muchas dudas sobre lo que podría hacer porque en los entrenamientos tenía muchos altibajos y por eso es tan importante haber llegado a la final», reconoció ayer.
El mensaje que nunca llegó
El próximo Roland Garros se supone su momento y el duelo en Roma marcará el paso. Si Sinner gana, llegará a París con la confianza desbordada y la venganza entre los dedos. Porque al fin y al cabo, aún se siente maltratado por muchos en el tenis o, como mínimo, abandonado. «Recibí mensajes de jugadores que no esperaba y no recibí nada de otros de los que sí podía esperar algo», comentó antes de debutar en el Masters 1000 y rápidamente las miradas se dirigieron a Alcaraz.
Los actuales uno y dos del ranking ATP nunca fueron íntimos, pero desde aquel encuentro en el challenger de Alicante de 2019 se les consideraba amigos, tanto como para compartir entrenamientos en las Navidades de 2023. Mientras el italiano estuvo vetado, el español no le escribió y eso les ha distanciado. «Cada uno mira por lo suyo. Habrá gente que le escriba o que quiera que estén detrás de él. Yo no hablé con Sinner, porque al final somos rivales, es un circuito. Tenemos una gran relación fuera de pista, pero no somos cercanos», reconoció el español, ahora a la defensiva.
El golpe del español
Como campeón de la arcilla, pone su trono en juego desde ya, en esta final pre-Grand Slam. Una derrota acrecentaría las dudas sobre él que no responden a los resultados, si no a las malas sensaciones de ciertos partidos en Montecarlo o en Roma esta misma semana. Es injusto, pero su tenis de genialidades y emociones siempre estará en entredicho frente al estilo robótico de Sinner. Para Alcaraz, esta final es una amenaza, sí, pero al mismo tiempo también una oportunidad.
Andrew MedichiniAP
Si reina en el Campo Centrale ante más de 10.000 italianos en el regreso de Sinner, dará la vuelta a las inercias que empujan a ambos y llegará a París con medio título en el bolsillo, más teniendo en cuenta que nadie les discute, ni Alexander Zverev, ni un desaparecido Novak Djokovic ni por el grupo formado por Taylor Fritz, Jack Draper, Casper Ruud y compañía. En esta final del Masters 1000 de Roma están ellos dos solos bajando el Tourmalet y si uno no salta al ataque del otro, quizá en un tiempo dirán que fue aquí se decidió la historia.
Carlos Alcaraz sufrió más de lo previsto en su estreno en Barcelona ante Ethan Quinn, a quien derrotó en 106 minutos. El estadounidense, procedente de la previa, planteó un partido que el campeón de cuatro majors no se esperaba. Sin complejos, acortando los intercambios para no dar ritmo al español, el número 126 de la ATP alternó derechas ganadoras con errores no forzados y Alcaraz tuvo que emplearse a fondo en el tie-break del segundo set para resolver su pase a segunda ronda, donde se medirá al serbio Laslo Djere. [Narración y estadísticas (6-2, 7-6 [8])]
El español se apuntó con comodidad la primera manga, pero para lograrlo tuvo que salvar tres bolas de ruptura en el segundo juego y otras dos en el sexto, y aprovechar la poca efectividad de su adversario en los primeros saques. Pese a ese ventaja parcial, Alcaraz no parecía sentirse cómodo con el guion. Y las malas sensaciones se confirmaron en la segunda manga, que empezó con un break que Quinn recuperó de inmediato, encadenando dos roturas que Alcaraz devolvió para forzar el desempate.
El estadounidense, muy mejorado con su potente servicio, incluso tuvo bola de set con 6-5 y saque en el tie-break, pero se precipitó a la hora de subir a la red y Alcaraz no perdonó en los puntos siguientes, cerrando el partido con una dejada.
Sin homenaje a Borg
El partido dio comienzo sin el previsto homenaje a Björn Borg, al que la organización había invitado al cumplirse 50 años del primero de sus dos títulos en Barcelona. El campeón de 11 majors llevaba varios días en la Ciudad Condal y había visitado las instalaciones del RCT Barcelona-1899. Sin embargo, según confirmó el propio torneo, "desgraciadamente" había adelantado "su salida de Barcelona".
Alcaraz, de 21 años, levantó el domingo en Montecarlo su sexto Masters 1000, su segundo título del año tras el conseguido en Rotterdam, y llega al Godó tras 17 victorias en sus 18 últimos partidos sobre arcilla.
Junto al número dos de la ATP, el Conde de Godó cuenta con otros tres top 10 del circuito -Alex de Miñaur (7), Andrey Rublev (8) y Casper Ruud (10)- a los que se suman cuatro de las mejores 20 raquetas - Holger Rune (13), Arthur Fils (14), Stefanos Tsitsipas (16) y Frances Tiafoe (18).