Ajedrez espectáculo en el Candidatos, en una jornada memorable

Ajedrez espectáculo en el Candidatos, en una jornada memorable

Actualizado

La segunda jornada del torneo de Candidatos fue un espectáculo memorable, con entregas fulminantes de piezas, ataques suicidas e incluso un error infantil. Apenas hubo una partida tranquila y las cuatro del torneo absoluto terminaron con victoria de alguno de los dos jugadores. Después de las siete tablas del primer día, que siempre despiertan a algún profeta del apocalipsis en las 64 casillas, los grandes maestros se sacudieron los nervios y se lanzaron al ataque.

Solo dos de los ocho encuentros terminaron en empate, ambos en el cuadro femenino. Al más alto nivel, que coincidan tantas partidas desequilibradas solo se consigue con un espíritu de lucha desatado. Es cierto que el espíritu del torneo se presta a ello: solo vale el primer puesto, que da derecho a retar al campeón del mundo.

La mejor partida del día fue la que perdió Hikaru Nakamura. El estadounidense se libró el día anterior contra su compatriota Fabiano Caruana. Dijo que había llegado a Toronto para divertirse y que solo había corrido “un riesgo calculado”. No se imaginaba lo que le esperaba. Un indio con hambre, armado hasta los dientes y en el mejor momento de su carrera le dio una paliza memorable. Vidit Santosh Gujrathi es el segundo jugador que menos contaba para el triunfo, al menos hasta ayer.

Vidit (29 años) no es tan joven ni vistoso como los dos niños indios, Gukesh (17) y Pragg (18), pero es una de las estrellas más humildes del ajedrez mundial. Es un tipo que entra en trance y se sumerge en el tablero, como si su espíritu abandonara el cuerpo para mezclarse con las piezas. Lo suyo es un nirvana ajedrecístico insólito. Por si fuera poco, contra Nakamura colocó una ‘receta’, un ‘cilindro’, una línea de apertura preparada en casa con ayuda de la informática y de cientos de horas de estudio. Es un mito que los grandes maestros recuerden millones de jugadas y apenas necesiten pensar durante las partidas, pero a veces el trabajo da sus frutos y la preparación previa hace que todo sea más fácil.

El americano, el jugador más expresivo del torneo, no sabía qué caras poner ante la avalancha que empezaba a aplastarlo. La retransmisión por internet se cebó con su rostro, un espectáculo en sí mismo. A Naka, número 3 del mundo, hay que reconocerle que juega sin miedo y que suele dar la cara. Después de medio centenar de partidas invicto, ayer se la partieron.

Error infantil de Alireza Firouzja

El segundo duelo más destacado de la jornada fue el que protagonizaron Ian Nepomniachtchi y Alireza Firouzja. En un choque sensacional de estilos y generaciones, con los comentaristas haciendo malabares para entender lo que ocurría sobre el tablero, el francés de origen iraní tiró la partida con un fallo de principiante: se dejó un alfil y arruinó la función, puede incluso que el torneo entero, si no es capaz de recuperarse.

Firouzja es quizá el mayor talento del mundo, pero en su primer Candidatos, en Madrid, se comportó hace dos años con una falta de madurez alarmante. Justo antes de una de sus citas contra Nepo, precisamente, pasó la noche en blanco jugando partidas bala. Fueron nada menos que 268, casi hasta las seis de la mañana, como un ludópata. Al día siguiente llegó medio dormido y perdió, por supuesto. En Toronto ha cometido este error inexplicable en los primeros compases. Veremos si es capaz de remontar.

En otro duelo estelar, los indios Praggnanandhaa y Gukesh demostraron lo bonito que puede ser confrontar dos estilos contrapuestos. El primero se lanzó al ataque como si no le quedaran miles de partidas por jugar y fuera la última de su vida. En la jugada 15 sacrificó su tercer peón, una generosidad temeraria en un torneo de Candidatos. Su rival, un año más joven, destaca por el aplomo que demuestra dentro y fuera el tablero. Gukesh tiene una clase excepcional y, aunque es el más niño del torneo, no se conforma con vivir la experiencia y divertirse. Al contrario que Nakamura, vio venir a su enemigo, se tomó el tiempo necesario para neutralizar sus planes y acabó imponiéndose.

La cuarta partida fue la menos vistosa. Fabiano Caruana nunca se afloja el nudo de la corbata y sabía que le bastarían sus métodos habituales de tortura para doblegar a Nijat Abasov, a priori el más débil del torneo. En una jornada normal Fabi habría acaparado los titulares: sigue siendo el gran favorito y es casi imposible verlo perder los papeles. Ayer su calidad quedó eclipsada, pero es improbable que le importe.

Candidatos femenino

El torneo femenino no fue tan espectacular, pero también se vivieron dos victorias importantes y otras dos tablas. Aquí los papeles parecen menos intercambiables, aunque todavía es pronto para hacer pronósticos.

Tan Zhongyi ganó por segundo día consecutivo y lidera a las ocho candidatas. La única que le sigue el paso es Aleksandra Goryachkina, que no quiere perder el estatus de favorita. La rusa exhibió su enorme pegada contra la ucraniana Anna Muzychuk, que vive en España con su hermana Mariya. La china, por su parte, derrotó a Vaishali Rameshbabu. Es imposible no pensar en su madre, que vio a sus dos hijos caer el mismo día. No cabe pensar que ninguno de los dos se venga abajo.

También es prematuro imaginar que los perdedores de la jornada puedan tirar la toalla. Cuando algunos se vean descolgados, sin embargo, quizás entren en juego otros factores, como los 3.500 euros que reciben por cada medio punto. Entonces será más difícil ver partidas como las de ayer.

kpd