La jugadora del FC Barcelona es una de las que insta a Finlandia a aceptar su lengua como oficial en Europa
Aitana Bonmatí ofrece su Balón de Oro a la afición del Barça.Alejandro GarcíaEFE
La jugadora del FC Barcelona femenino Aitana Bonmatí ha participado en un vídeo de la campaña ‘Say Yes’ de la Plataforma per la Llengua en el que insta al primer ministro de Finlandia, Petteri Orpo, que apoye el reconocimiento del catalán como lengua oficial en la Unión Europea.
Finlandia es uno de los países representados en el Consejo de la UE que mostró dudas en la reunión de septiembre sobre la oficialidad del catalán en la UE “por no disponer de suficiente información para determinar todas las consecuencias de este reconocimiento”, ha informado Plataforma per la Llengua en un comunicado este lunes.
En el vídeo, Bonmatí ha afirmado que el catalán es su lengua, la del FC Barcelona y también la lengua con la que se sienten representados millones de personas y que por eso “todos los países europeos deben decir ‘sí’ y votar a favor” de su oficialidad, que se volverá a debatir este miércoles en el Consejo de la UE.
Parecían imparables y se estrellaron contra sus propios desaciertos. España puso contra las cuerdas a Inglaterra sin poder golpearlas. Perdió el gol en las decenas de ocasiones que pisó área y cayó en trampa de las las inglesas para jugárselo a penaltis. Arrancaron fallando el lanzamiento de Mead, repetido por doble toque, pero ni otra parada de Cata Coll evitó que la tanda fuera un desastre. Marcó Patri y fallaron Mariona, otra vez, Aitana, para sorpresa, y Salma Paralluelo, para colmo de un partido de desaciertos. España se marcha sin triple corona, sin haber perdido un partido y víctima de una seleccionadora, Sarina Wiegman, que siempre hace a sus jugadoras creer en el milagro. [Narración, minuto a minuto (1-1, 3-1)]
España las obligó a revolverse cuando Mariona hizo aparecer sus galones para abrir una final que parecían haber entendido mejor las inglesas de inicio. Montse Tomé sorprendió con la titularidad de Athenea, pero España tenía un plan muy claro que la seleccionadora neerlandesa se sabía de memoria. Mientras las españolas buscaban tejer sus conexiones, Inglaterra se movía como un acordeón. Era capaz de replegarse en su campo para ahogar a España, robar y hacer el que balón corriera hacia el área de Cata Coll, que tuvo que salvar un remate de Alessia Russo. Las británicas sabían que de cada error en la sala de máquinas española nacía una oportunidad. Asfixiaron a Patri Guijarro para quitarle la brújula, engrisecieron a Alexia e intentaron que Aitana no encontrara ni un espacio. Si la forma era con un patadón a la espalda de Ona Batlle o de Olga Carmona, no había vergüenza.
Aún así, España trataba de crecer y Hampton tuvo que tapar a bocajarro un disparo de Esther tras un centro que bajó con el pecho. La delantera del Gotham, peleona, buscó el gol que le calzara la bota de oro del torneo y encadenó oportunidades sin acierto. La selección se iba acercando a la zona de peligro con más confianza, tanto que Stanway tuvo que poner la espalda para desviar un chut de Athenea, con la portería siempre en la cabeza.
Contundente respuesta
No estaba incómoda Inglaterra, su plan estaban funcionando y, de nuevo, Stanway armó un disparo que avisaba de su voracidad. Pero la campana la hizo sonar Hemp, cuando aprovechó un desajuste entre Cata y Aleixandri en la salida de pelota que hizo a la portera mallorquina sacar un pie extraordinario para desviar el disparo de la extremo inglesa.
La respuesta fue contundente. Otra vez pasado el minuto 20, como en el Mundial de Australia, España encontró las costuras de su rival. Y lo hizo por tesón. Athenea y Aitana pelearon la pelota en la orilla derecha del área, nadie les mordió los tobillos, se la intercambiaron, la protegieron y acabaron por filtrársela a Ona Battle para que la colgara con mimo al segundo palo, donde apareció Mariona para batir a Hampton. España había vencido la resistencia inglesa con sus mejores armas y se quedó con el control absoluto del partido.
Durante 20 minutos, ni Sarina Wiegman ni sus jugadoras se pudieron levantar de la lona y un testarazo de Esther a centro de Aitana que se escapó junto a palo de Hampton. La única reacción del banquillo británico llegó por la lesión de Lauren James, que llegó renqueante a la final y aguantó solo 40 minutos. Llamó Wiegman a Chloe Kelly para buscar una reacción que llegó en la segunda parte.
Athenea, ante Carter, el domingo en St. Jakob Park.AFP
Inglaterra ha demostrado en esta Eurocopa que no necesita fútbol para hacer goles. Le falta una chispa para encenderse y, aunque la selección quiso volver a tener el control, ellas buscaban su momento. Lo encontraron cuando Chloe Kelly se escapó pegada a la banda y sirvió el balón para el cabezazo de Alessia Russo, cómoda en el salto ante las centrales españolas. Empujadas por su ruidosa grada, las actuales campeonas habían reaccionado y generado dudas en las españolas. Incluso volvieron a hacer lucirse a Cata Coll en un golpeo cruzado, otra vez, de Kelly.
Sin puntería
La respuesta de Montse Tomé fue sentar a Alexia, desdibujada, y buscar la energía de Clàudia Pina, que forzó a Hampton con su primer zurdazo. España necesitaba volver a la fluidez que logró tras el gol y, sobre todo, fabricar ocasiones con picante, no remates mansos que se sacudía con ligereza la defensa de las lionesses. Más estiradas, ellas confiaban en la fuerza de Agyemang en los minutos en que más peligrosas han sido en esta Eurocopa.
España, roma, tardaba en encontrar cómo aprovechar el filo que empezaba a crear Pina. Fue en el 89 cuando Salma Paralluelo y Vicky salieron para dar el último apretón, pero el remate de la madrileña lo salvó Hampton para forzar la prórroga. El plan siguió siendo el mismo, como el resultado. La selección apretaba y no golpeaba. Las tuvo Salma de todos los colores no supo cómo sacar provecho de su velocidad y rozó demasiado el gol sin conseguirlo. Pina insistía, aunque sin ajustar el punto de mira. Ni aunque Aitana cogió galones pudo evitar los penaltis con los que soñaban las inglesas. Con razón.
La selección se va de la Euro sin haber perdido un partido, con la Bota de Oro para Esther y Aitana como la mejora jugadora del torneo. Pero sin título. Sin gol, al fútbol no se gana.
No hay quien frene a España. Lo pueden intentar algunos rivales durante algunos minutos, pero en esta Eurocopa parece imposible que alguiensujete tanto talento. Porque es desde ahí desde donde la selección de Montse Tomé construye su superioridad. Cometen errores, sí, encajan goles, más de los que quisieran, pero suman hambre, esfuerzo innegociable y el talento de jugadoras como Alexia Putellas, capaz de convertirse en invisible para destrozar rivales. Si Portugal se llevó la primera goleada (5-0), Bélgica sumó la segunda (6-2). Italia ya se conjura para no ser la siguiente.
España pone un pie en cuartos con un partido que, de inicio, fue cómodo. Todas las selecciones están ya avisadas de que, si la dejan respirar, España es letal. Por eso las belgas, que soñaban con la utopía de arrebatarle la pelota, se refugiaron en su área tratando de tejer una tela de araña en la que atrapar el talento de la selección en cuanto pisaba el área.
Durante muchos minutos consiguieron incomodar, mordiendo en las bandas y esforzándose porque Alexia y Vicky López nunca anduvieran sueltas en zona de peligro. Fue la joven jugadora del Barça la que avisó en el minuto 2 de que quería ser de nuevo protagonista. Esther González aguantó y le dejó franco un disparo que era el primer aviso. Bélgica también enseñó pronto sus bazas, que se resumían en una: pases largos a la espalda de la defensa, y a correr. Un pase larguísimo de la central Cayman cogió a Olga en desventaja con la veloz Wullaert como Toloba retaba continuamente a Ona Batlle y a Irene Paredes le tocaban andar pendiente de Eurlings. Apenas volvieron a intentarlo en toda la primera parte, porque apenas tuvieron balón. España se lo apropió y empezó a amasar su juego buscando cómo desenmarañar la propuesta del rival.
Sin perder la fe
Instaladas en campo contrario, por momentos a las españolas les faltó claridad. Lo intentó Olga Carmona con dos zurdazos, uno rozando la escuadra, pero el gol llegó 'a la española'. Pisó área Patri Guijarro y se apoyó en Vicky, que vio a Alexia en posición de armar su pierna izquierda y batir a Lischtfus. En apenas dos palmos de césped había fabricado España su ventaja.
No habían acabado de saborear el gol cuando se vieron con el empate. El único córner que sacaron las belgas en los primeros 45 minutos lo envió al fondo de la portería de Nanclares la gigante Vanhaevermaet. Imposible siquiera obstaculizar el 1,85 metros de la delantera del Everton. Tocaba volver a bregar y España se arremangó sin perder ni una pizca de fe en su juego.
Buscó una y otra vez la manera de percutir en el área belga, pero faltaba la última chispa. Intentó Montse Tomé activarla con la movilidad de Claudia Pina y Mariona Caldentey, pero llegó en un córner, cuando voló Paredes para marcar el segundo tanto para la selección. Se desesperaba Wullaert, la capitana belga, porque eran incapaces de mantener la posesión. La ventaja al descanso puedo ser mayor si no hubieran sacado bajo palos un remate de Vicky. Fue la última jugada, porque se quedó en el vestuario para que saliera Aitana Bonmatí en la segunda parte.
El disparo de Claudia Pina que valió el 5-2 en Thun.EFE
Con tantas ganas lo hizo que su primer contacto con pelota fue un zurdazo ajustado al poste. De la ocasión, al golpe. Se escapó Eurlings a la carrera en una posición ajustada que tuvo que validar el VAR y batió sin piedad a Nanclares. De nuevo, poco duró el empate, porque Alexia sacó la varita y dejó sola a Esther ante la guardameta belga. La killer del Gotham no falló y, con su gol, España se desató.
Las belgas ya eran incapaces de contener la revolución que desató España, que logró el cuarto gol en un saque de esquina que peinó Irene al segundo palo, quiso cazar de nuevo Esther y Mariona ratoneó para enviar el balón a la red. Aquello desinfló más a las belgas ante un vendaval. Con virguerías en una baldosa de Aitana, Alexia o Mariona, que no dudaban en armar disparos desde cualquier posición, la selección hilvanó una danza a la que pareció que ponía el colofón Claudia Pina con un cañonazo desde fuera del área, pero faltaba la magia de Alexia, con una maravilla de gol con el exterior.
Fútbol femenino
INMA LIDÓN
@inma_lidon
Córdoba
Actualizado Miércoles,
27
septiembre
2023
-
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