Karim Benzema es baja de última hora y no jugará ante el Sevilla este sábado (21.00 horas) en el estadio Santiago Bernabéu por “fatiga muscular en el cuádriceps de la pierna izquierda”.
El segundo parón de Benzema tras recuperarse de una rotura muscular llega ante el Sevilla tras las molestias que sintió el delantero en el entrenamiento del viernes en la ciudad deportiva del Real Madrid.
A primera hora de este sábado se sometió a unas pruebas médicas que descartaron lesión muscular pero invitan a los médicos a recomendar a Carlo Ancelotti no forzar al jugador, con el riesgo de sufrir una lesión que le impidiese disputar el Mundial de Qatar. “Tras las pruebas realizadas hoy a nuestro jugador Karim Benzema por los Servicios Médicos del Real Madrid se le ha detectado fatiga muscular en el cuádriceps de la pierna izquierda. Pendiente de evolución“, reza el parte médico difundido por el club.
Benzema sufrió el 7 de septiembre una rotura muscular en el semitendinoso y una sobrecarga en el cuádriceps derecho que le tuvo casi un mes fuera de los terrenos de juego. Regresó el 2 de octubre y desde entonces ha disputado cinco partidos. En los dos últimos, el clásico del fútbol español y la visita al Elche, se había reencontrado con el gol.
El vigente Balón de Oro se une a las ausencias del centrocampista Dani Ceballos, lesionado hace dos semanas en el bíceps femoral, y del delantero Mariano Díaz, también con problemas físicos. A cambio, el guardameta belga Thibaut Courtois regresa a la convocatoria tras superar una ciatalgia.
Al acabar, JoelEmbiid bailaba solo en mitad de la pista el Freed from Desire para provocar el abucheo del público de la Arena de Bercy, miles de aficionados franceses que le detestan porque abandonó a su selección para irse a jugar con Estados Unidos. El Dream Team hacía como si no hubiera pasado nada, gestos triunfantes, golpes en el pecho, gritos, muchos gritos, pero en realidad había vivido su peor trance en unos Juegos Olímpicos desde las finales que le enfrentaron a España. En las semifinales de París 2024, Serbia empujó al conjunto yankee ante el precipicio a base de triples y para salir de allí éste tuvo que trabajar, que sudar, que ponerse a currar (95-91).
LeBron James, que vivió el gran desastre en aquellas semifinales de Atenas 2004 ante Argentina, estuvo cerca de pasar por lo mismo: un fracaso en su debut y otro en su despedida. Pero esta vez está mucho mejor acompañado. Pese a que su desventaja llegó a ser de 17 puntos, pese a que entró en el último cuarto 13 puntos por debajo, Estados Unidos defendió con uñas y dientes en el tramo final y sacó adelante la situación. Quedarán en el recuerdo los 35 puntos de Stephen Curry, tirador superlativo -nueve de 14 en triples-, pero fue incluso más importante como leyendas como él mismo, James o Kevin Durant encogieron a un rival crecidísimo.
Los triples de Serbia
No era el plan porque nunca es el plan. Las estrellas yankees no vienen a los Juegos Olímpicos a esforzarse como si estuvieran disputando unas finales de la NBA y sólo lo hacen si están obligados. Como siempre, Estados Unidos salió a jugar un All-Star: sin defensa, sin una idea de juego, espectáculo, puro espectáculo. Lo ofreció Curry, con 17 puntos en los primeros ocho minutos y algún baile de los suyos. Al quinto triple, de hecho, se giró antes que entrara para chocar la mano a sus compañeros del banquillo. "¡Oooooooh!", se asombraba la afición parisina, que iba contra el USA Team, pero que no podía dejar de maravillarse con alguno de sus movimientos. El problema para el firmamento NBA era que delante tenía un equipo de verdad.
PAUL ELLISAFP
Desde la seriedad atrás, Serbia fue construyendo una ventaja que llegó a los 17 puntos (25-42, min.14) a base de mucho acierto exterior. Era una idea brillante, otra más de su entrenador Svetislav Pesic: sólo Nikola Jokic podía chocar por dentro que Embiid o Anthony Davis así que todo iba por fuera. Triples, triples y más triples, de Bogdan Bogdanovic, Aleksa Avramovic, de cualquiera. Al descanso, Serbia se fue con un 10 de 19 desde la línea de 6,75 metros y en consecuencia con una ventaja considerable (43-54). Desde la primera línea de sillas, Pau Gasol miraba el partido con su mujer, Catherine McDonnell, y su hija, Elisabet Gianna, y posiblemente pensaba: "Esto ya lo he vivido yo".
El despertar yankee
Estar por delante de Estados Unidos en cualquier momento no garantiza el éxito, pero el conjunto balcánico sostenía y sostenía la distancia (63-76 al final del tercer cuarto). Con su carácter, tan propio -Bogdanovic pasó todo el partido encarándose con LeBron James-, mantenía su plan hasta el final. Si Curry volvía a entrar en trance, ningún problema. Si Embiid empezaba a hacerse fuerte en la zona, ningún problema. Serbia incluso resistía al mareo de su líder, Jokic, que apenas encontraba el camino al aro. Para seguir con la racha en los triples, siempre alrededor del 50% de acierto, aparecían Vasilije Micic, Marko Guduric o Ognjen Dobric y así se llegaba al último cuarto.
Después todo cambió. En los últimos 10 minutos, los mitos se hicieron terrenales y empezaron a aislar, a empujar, a frenar a los tiradores balcánicos. Con los veteranos en la cancha, James, Durant y Curry, Estados Unidos, ¡Qué defensa! Serbia, que hasta el momento había sido letal, dejó de meter los triples y estuvo tres minutos sin anotar (del 77-84 al 84-84). Ahí ya lo tenía muy difícil. Ahí ya lo tenía imposible. Sus dos referentes, Jokic y Bogdanovic, lo intentaron, pero con 93-91, Curry sentenció con dos tiros libres. Después todos los jugadores estadounidenses vacilaban y Embiid lo llevaba más allá, bailando en mitad de la pista, pero el susto había sido serio.
José Luis Mendilibar (Zaldívar, Vizcaya, 1961) es sin duda todo un clásico de los banquillos españoles. Pero, como suele pasar en muchas, quizás en demasiadas ocasiones, es lejos de nuestras fronteras donde, ahora, está logrando un más amplio reconocimiento. En el Olympiacos, el equipo que se medirá este martes al Barça en la Champions (18.45 horas), parecen encantados con él.
Aterrizó en el club heleno en febrero de 2024, después de que la que iba a ser su segunda etapa al frente del Sevilla, al que logró salvar del descenso y llevó al triunfo en la Europa League 2023, acabara de forma abrupta. En sus primeros meses al frente del conjunto del Pireo, al que se incorporó en principio hasta final de temporada, logró hacerlo campeón de la Conference League, el primer título a nivel continental de un club griego. Y, la temporada pasada, consiguió que se alzara tanto con la liga como la Copa.
Al duelo frente a los azulgrana llega con unas ciertas urgencias, tras empatar sin goles frente a un Pafos chipriota que jugó con 10 futbolistas durante más de una hora en el Georgios Karaiskakis en la primera jornada y después de caer por 2-0 en su visita al Arsenal en la segunda.
79 goles en contra
«Es bonito volver a competir contra un equipo contra el que he competido en la Liga y en una competición como la Champions. Es precioso, increíble. Tenemos que dar nuestra mejor versión y que el Barça no la dé tan buena, porque es uno de los favoritos para ganar esta competición», aseguró Mendi durante su rueda de prensa en el Lluis Companys.
Los precedentes ante el Barça, no obstante, no son halagüeños para Mendilibar. A lo largo de 27 choques, contando tanto partidos de Liga como de Copa, únicamente ha sido capaz de ganar en una ocasión, cuando dirigía a Osasuna (por 3-2, en la campaña 2011-12) y de empatar en tres dirigiendo al Valladolid (en casa, por 1-1, en el curso 2007-2008) y al Eibar (en Ipurúa, por 2-2, en la temporada 2018-19 y en el Camp Nou, por 1-1, en la 2021-22). En los 23 encuentros restantes, mientras, cayó derrotado. La más abultada la encajó con Osasuna en la Liga, por 8-0, la misma temporada en que el conjunto rojillo lograría imponerse en El Sadar. Pese a los 14 goles a favor y 79 en contra, visitar Montjuïc le sigue ilusionando.
«El hecho de tener que cambiar de jugadores y no poder repetir alineaciones en un momento determinado puede hacer que los mecanismos o automatismos que tenías se pierdan. Todo el mundo dice lo mismo, ganarle la espalda a la defensa, pero hace meses también lo hacían y lo van a seguir haciendo. Es su idea de juego y no van a cambiar», sentenció.
«no le van a expulsar mañana»
Mendi no perdió la oportunidad de realzar la figura de Lamine Yamal. «Es un niño, lleva dos años en la alta competición. Lo que hizo Leo Messi es casi imposible de repetir, pero es diferencial. Si no está bien, el Barça no está bien, aunque para ganarles tienes que estar perfecto», señaló acerca del extremo.
«Últimamente estoy más calmado, pero a mí también me han expulsado. Que te echen o no depende de muchas cosas: qué dices, cómo lo dices, cómo lo interpreta el árbitro... Estoy convencido de que no le van a expulsar mañana», apostilló sobre un Hansi Flick que, horas antes, hizo propósito de enmienda. «No me gusta que mi nieto me vea así por televisión. Debo cambiar mi comportamiento», aseguró el técnico alemán.