El Real Madrid se estrella contra Olympiacos

El Real Madrid se estrella contra Olympiacos

Actualizado

El conjunto de Chus Mateo sumó su segunda derrota seguida en Euroliga y no termina de encajar a todas sus nuevas piezas.

Musa, ante Olympiacos.J.J.GuillenEFE

Puede que Olympiacos no esté entre los aspirantes a la Euroliga. Pero tampoco lo estaba la temporada pasada y se quedó a 0.2 segundos de la final de Belgrado. Es el oficio, más que la magia, de Bartzokas, maestro en trabajar el cemento. Es el típico rival que uno no quiere encontrarse en las primeras jornadas, cuando los equipos están a medio cocinar. Lo sabe bien el Barça, que perdió en la primera jornada en casa, y da fe el Real Madrid, que volvió a caer en el último segundo (87-89).

Esta vez quedaron solo tres segundos para la última posesión. Los que dejó de propina Kostas Sloukas después de colarse hasta la cocina para dejar una bandeja. Otra más. Aún se debatía si aquella última jugada del Palau debió jugársela Sergio Llull y en esta ocasión no pudo siquiera recibir la pelota. El menorquín, que había anotado dos triples importantes en el último cuarto, quedó atrapado en un bloqueo y al Real Madrid le quedó una mala opción. Tavares, lejos y de espaldas al aro, con un gancho demasiado forzado. Hierro y derrota.

Olympiacos plantó sus cartas de entrada. Un equipo grande y físico, que hizo daño a los blancos en las dos canastas. En ataque, asaltando la pintura como pocos se atreven con Tavares o Poirier delante; en defensa, destapando de nuevo ese falta de dinamismo, de ritmo, de la que adolece todavía el Real Madrid en estas primeras semanas. Lo primero no tuvo arreglo en toda la noche: 54 puntos en la pintura anotaron los griegos, con Vezenkov (23) y Sloukas (14) como estiletes. Lo segundo fue a mejor con los minutos, pero volvió a atascarse en la recta final.

No terminan de encajar las piezas nuevas en el Real Madrid. No como bloque, al menos, porque ofrecen buenos detalles (Musa fue máximo anotador con 17 puntos, y Cornelie tiene la flecha arriba y una equis en la esquina), pero todavía no se ensamblan. Lo dejó ver Chus Mateo, que jugó los minutos calientes con el quinteto que mejor rindió el curso pasado (Llull, Causeur, Deck, Yabusele, Tavares). Solo en los últimos segundos metió a Musa, una de sus mejores bazas para crear de la nada. No funcionó contra el muro del Olympiacos, y el Real Madrid sumó su segunda derrota seguida en Euroliga.

kpd