La metamorfosis de Montse Tomé: perfil bajo, guardia pretoriana y brillantes resultados

La metamorfosis de Montse Tomé: perfil bajo, guardia pretoriana y brillantes resultados

Fútbol femenino

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España está a un punto de clasificarse para el ‘playoff’ de la Nations League que abre las puertas de los Juegos de París. Invicta, hoy ante Italia tiene la primera oportunidad

Montse Tomé, durante el entrenamiento de España.LAVANDEIRA JR.EFE

La imagen que existía de Montse Tomé se ha transformado desde el 5 de septiembre. Hasta ese momento, era la ayudante que sufría y celebraba con Jorge Vilda en el banquillo de la Selección Española desde 2018, aquella a la que Luis Rubiales hizo la encerrona de nombrarla a voz en grito directora deportiva en una asamblea vergonzante que acabó incendiando el fútbol español. Cuando aterrizó en el banquillo nacional vivía dentro de una tormenta a punto de estallar. Y ha sido en ese ambiente denso donde se ha producido una metamorfosis que lleva a España a estar a un punto de la clasificación para la final four de la Nations League, que puede abrir la puerta a los Juegos de París y dar un segundo título internacional a la absoluta. Si para De la Fuente la Liga de Naciones fue un chute de confianza, para Tomé lleva el mismo camino.

España tiene dos oportunidades para cerrar una clasificación brillante. Debería hacerlo esta noche en Pontevedra ante Italia, un rival que le exigió en el primer partido y que obligó al marcador más corto, que sólo pudo abrir Jenni Hermoso en el minuto 89. Si tropieza, le queda la opción de Suecia el martes en La Rosaleda, pero sin derrotas y con sólo tres goles en contra por 13 a favor, hay pocas dudas de que lo logren.

Tomé ha tenido que abandonar su perfil bajo fuera del campo para poder ganarse el respeto en el vestuario y, sobre todo, fuera. No se le tuvo en cuenta la carta de dimisión que, junto a buena parte de quienes ahora forman su staff técnico, firmó horas después de la Asamblea a la que, ahora ha reconocido, la obligaron a asistir y a sentarse junto a Vilda, con quien rompió su comunicación.

De los errores que vio ha aprendido. Ha fortalecido su cuerpo técnico, que ejerce de guardia pretoriana, con técnicos auxiliares como Irene del Río o analistas como Kiko Meléndez y el psicólogo Emi González. Hay quien recuerda que parte de las decisiones técnicas que se tomaron en el Mundial salieron de las propuestas de Tomé y Javier Lerga, su segundo.

«Yo no soy Jorge Vilda», ha repetido en muchos momentos de estos cuatro meses. Su estilo de juego se ha adaptado al potencial de las jugadoras campeonas del Mundo y ha sabido recuperar a quienes salieron dañadas de un largo proceso de año y medio enfrentadas con la Federación. Su entorno es consciente de que en la primera convocatoria le faltó capacidad comunicativa ante los medios y también mano firme para frenar algunas situaciones antes de aquella concentración en Oliva. Ella tuvo que ser portavoz y aún no estaba preparada. Hoy sigue huyendo de todo lo que no sea partido.

La llegada de Markel Zubizarreta la va a despojar de ese ingrato papel. «Es una persona que tiene mucha experiencia y nos va a ayudar en muchos aspectos», asegura la seleccionadora. Una de sus tareas será engrasar las relaciones con aquellas como Mapi León o Patri Guijarro que siguen sin volver con España.

Ambición por mejorar

Sobre el césped, la selección se ha repuesto de todos los tormentos con resultados clave como la victoria ante Suecia o las goleadas a Suiza. Mérito de las campeonas, entre ellas dos Balones de Oro, pero lejos de la autogestión que tuvieron que ejercer en algunos momentos del Mundial. «Partimos de una gran base. Estas jugadoras son campeonas del Mundo, pero hay que mejorar. Ellas tienen ambición y también ganas de aprender de lo que podamos apartarle desde el cuerpo técnico», asegura.

Sólo les puso en apuros Italia. «Son una selección potente que se encerró, pero no sabemos si lo repetirá, porque ha jugado más abierto en otros partidos», advertía Tomé, que aún tiene la duda de Irene Paredes pero contará con Mariona. También con Laia Codina, que por la mañana acudirá a los juzgados a testificar en el caso de los abusos a Jenni. «No es el escenario idóneo, pero ella está tranquila y desde la Federación vamos a ayudarla», puntualizó al seleccionadora. Y eso ya es una mutación.

kpd