Récords del mundo en pértiga y los 5.000 metros por el fenómeno Duplantis y la sorprendente Tsegay

Récords del mundo en pértiga y los 5.000 metros por el fenómeno Duplantis y la sorprendente Tsegay

Actualizado

La etíope bajó en cinco segundos la marca de la keniata Kipyegon

JOSE A. GARCÍAMARCA

En Eugene, en la segunda y última jornada del cierre de la Liga del Diamante, un luminoso festival de grandes marcas culminó cegadoramente con dos récords del mundo. Uno, siempre esperado por posible: el masculino del salto con pértiga. Otro, algo inopinado por “excesivo”: el de los 5.000 metros femeninos.

Armand Duplantis se elevó, y en el primer intento, por encima de los 6,23. Y Gudaf Tsegay paró el cronómetro en 14:00.21. El sueco superó su propia plusmarca de 6,22. La etíope dejó atrás los 14:05.20 que la keniana Faith Kipyegon estableció en Roma.

Nada nuevo que decir sobre Duplantis, excepto constatar una vez más que su talento lo capacita para atentar de continuo contra su primado y batirlo no a diario, claro, pero con la suficiente frecuencia como para preguntarnos hasta dónde puede estirarlo. Esa incógnita mantiene viva la prueba, una vez que la superioridad de “Mondo” quiebra el principio de incertidumbre que reina en toda competición.

Respecto a Tsegay, batir un récord de Kipyegon, tal vez la máxima estrella del curso, adquiere un mérito suplementario. Tsegay, además, se quedó muy cerca de romper la barrera de los 14 minutos, una “barbaridad” para una mujer. Semejante tajo al primado anterior escapa al pronóstico y casi a la imaginación.

Junto a las explosiones de Duplantis y Tsegay, alumbró Eugene algunas mejores marcas mundiales del año. El keniano Emmanuel Wanyonyi corrió los 800 en 1:42.80, con Saúl Ordóñez, flojo octavo con 1:45.90. La ucraniana Yaroslava Mahuchikh y la australiana Nicola Olyslagers empataron con 2,03 en el salto de altura. El jamaicano Hansle Parchment ganó los 110 vallas con 12.93. Y Jakob Ingebrigtsen se llevó los 3.000 con 7:23.63, récord de Europa, naturalmente y la tercera mejor marca de la historia.

En los 800 femeninos, un carrusel de grandes números desembocó en los récords de Estados Unidos, Gran Bretaña y Jamaica. Athing Mu hizo 1:54.97. Kelly Hodgkingson, 1:55.19. Y Natoya Goule, 1:55.96.

Fue sin duda el mejor mitin del año. Y asombra y maravilla que esta especie de prodigio se haya producido al final de la temporada, cuando los atletas arrastran la fatiga de un largo e intenso período competitivo. Algo está ocurriendo en el atletismo. ¿Las zapatillas de marras? ¿Un alineamiento astral?

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