Mundial de atletismo
Entrevista
La plusmarquista mundial de los 35 kilómetros marcha atiende a EL MUNDO antes de buscar de afrontar este domingo los 20 kilómetros del Mundial de Budapest
Un récord del mundo. Un. Récord. Del. Mundo. Desde mayo la marchadora María Pérez es la primera atleta española que posee un récord del mundo y apenas lo celebra. Su prueba, los 35 kilómetros, morirá después del Mundial de Budapest. Una decisión burocrática: en los Juegos Olímpicos de París 2024 un relevo mixto reemplazará a la distancia larga de marcha. «Sinceramente me gustaría que alguien batiera mi récord en este campeonato. Sería triste quedarme con el récord sólo porque ya no se compite. Además le daría más credibilidad a la distancia. En los 35 kilómetros algunas mujeres somos más rápidas que algunos hombres y eso es interesante», explica María Pérez a EL MUNDO después de superar los meses más intensos de su vida.
Hubo lágrimas por una temporada desastrosa, hubo un descanso de la marcha, hubo una catarsis, hubo hasta una boda. En el presente Mundial buscará la medalla este domingo en los 20 kilómetros (07.15 horas, Teledeporte) y el jueves en los 35 kilómetros, donde posee un récord del mundo. Un. Récord. Del. Mundo.
- ¿Cómo se celebra un récord del mundo?
- Pues casi de ninguna manera. El mismo día, en Podebrady [en la República Checa, en la Copa de Europa por equipos], sí lo celebré, pero estaba muy cansada y faltaba que lo ratificasen, que la Federación Internacional lo oficializara. Cuando lo hizo, nadie me avisó, me enteré porque un amigo me envió un pantallazo de Twitter. Me acababa de despertar de la siesta y nada, seguí con mi día.
- Un récord del mundo, justo después de su peor temporada.
- El año pasado fue muy frustrante. Piensa que me tiré un mes y medio en Estados Unidos preparándome para el Mundial y el Europeo [fue descalificada en ambas competiciones]. Cuando inviertes tanto esfuerzo y todo va así es lógico decepcionarte. Por eso dejé de marchar.
- ¿Al completo?
- La marcha, que me lo había dado todo, me lo quito todo de golpe. Pensé en dejarlo, no te lo voy a negar. No quería saber nada de la marcha, no me veía preparada. Algunas semanas no marché nada, después fui poco a poco, entrenando uno o dos días por semana. Algunos amigos como Josep Marín [medallista mundial en los 80, ahora entrenador] y Beatriz Pascual [olímpica en 2008 y 2012] me habían aconsejado sobre cómo cambiar mi técnica para evitar las faltos y, junto a mi entrenador, fuimos a verlos, a escuchar, a estudiar. Ahí empezó un plan para cambiar mi manera de marchar que al final ha funcionado.
- ¿Qué cambió exactamente?
- Todo. El braceo, la posición de los pies. Tuve que empezar de cero. Cuando llevas toda la vida marchando de una forma, hacerlo distinto es muy difícil, pero lo he conseguido. Piensa que en Podebrady no salí pensando en batir el récord. Salí pensando en llegar a meta, en no ser sancionada.
- En el tiempo en el que estuvo parada aprovechó para casarse.
- Bueno, ya estaba casada. Seis meses antes de los Juegos Olímpicos de Tokio mi mujer [Noe Morillas, DJ] tuvo que operarse por un cáncer y decidimos casarnos rápido. Era pandemia y casi no pudimos celebrarlo así que el año pasado lo hicimos. Nos juntamos bastante gente. Gracias a Dios ahora ella está muy bien. Con todo he aprendido a valorar más la vida.
- En los mismos Juegos de Tokio, otro marchador Marc Tur, hizo público que es homosexual.
- Yo nunca me he escondido, nunca me he sentido mal, soy una persona que quiere a otra persona, pero nunca me he visto en la situación de decirlo. Si lo tuviera que hacer lo haría sin apuros. Supongo que lo he vivido de una manera más natural.
- Lo vemos en el Mundial femenino de fútbol, por ejemplo. En el deporte hay muchas más mujeres que hombres que viven su homosexualidad de manera pública. ¿Para ellos es más difícil?
- Es la sociedad machista en la que vivimos. En los hombres está peor visto, supongo. A mí nunca me ha repercutido en mi vida deportiva.
- Existe un runrún que asegura que la Federación Internacional de Atletismo quiere acabar con la marcha. ¿Lo teme?
- Lo vivo con incertidumbre porque después de los Juegos de París nadie sabe qué va a pasar. Pero en París habrá 20 kilómetros seguro y si todo va bien podré disfrutar de mis segundos Juegos. Me encantaría retirarme en los Juegos de Los Ángeles 2028, pero ya veremos que ocurre. Me preocupan más los jóvenes que vienen. En España hay mucho talento en la marcha y tenemos que pelear por ellos.
- ¿La Federación Española está haciendo lo suficiente para salvar su especialidad?
- Espero que sí. Los atletas y los entrenadores estamos trabajando mucho, nos hemos reivindicado, hemos mostrado nuestra posición y seguimos ofreciendo soluciones. De eso estoy orgullosa, muy contenta. De las otras partes prefiero no hablar.