Sergio Rico por fin abandonará el Hospital Virgen del Rocío, donde ha permanecido ingresado durante más de 80 días. El portero sevillano del Paris Saint-Germain sufrió un accidente en la romería de El Rocío (Huelva) al ser golpeado por un caballo el día 28 de mayo. Aquel mismo día fue trasladado al centro hospitalario en estado grave.
A consecuencia del accidente, Sergio Rico sufrió graves lesiones que le llevaron a permanecer cinco semanas en la UCI del hospital y posteriormente pasó a planta con atención médica y cuidados de enfermería. Este viernes será dado de alta.
El portero, de 29 años y formado en la cantera del Sevilla, en cuyo primer equipo estuvo desde la temporada 2014-15 a la 2018-19, estaba el sábado 27 de mayo convocado por el equipo francés para el penúltimo partido de la liga gala, que jugaba en Estrasburgo, donde el PSG empató a uno y se proclamó campeón del torneo.
Tras ese partido se trasladó a la aldea de El Rocío, donde tuvo el accidente por el que fue evacuado el domingo 28 de mayo al hospital sevillano y donde ha permanecido desde entonces.
La Federación Española de Fútbol vuelve a la casilla de inicio. El Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) ha anulado el acuerdo de la Comisión Gestora de la Federación Española de Fútbol, del pasado día nueve, en el que se convocaban elecciones a la presidencia tras la inhabilitación, por dos años, de Pedro Rocha.
Según informó Iusport, esta decisión se produce fruto de la estimación del recurso presentado por el presidente de CENAFE (Centro Nacional de Formación de Entrenadores de Fútbol), Miguel Galán, que consideraba esta convocatoria contraria a la normativa al no haberse declarado el cese de Rocha como presidente por parte de la Asamblea.
Para el TAD, la inhabilitación por dos años del que fuera presidente de la Federación no produce automáticamente su cese. Una situación que, según los Estatutos de la RFEF, es competencia de la Asamblea General del organismo y que, por ello, no es posible aplicar el artículo 31.8 de dicha normativa para constituir su Comisión Gestora y convocar elecciones al cargo de presidente.
Este apartado indica que "si el Presidente cesara por causa distinta a la conclusión de su mandato, la Junta Directiva se constituirá en Comisión Gestora y convocará elecciones para proveer al cargo; el que resulte elegido lo ocupará por tiempo igual al que restase por cumplir al sustituido".
El recurso de Galán también consideraba que las elecciones presidenciales no podían celebrarse ya que el mandato de Rocha, para completar el de Luis Rubiales, estaba prácticamente concluido y sólo le restaba un plazo inferior a seis meses. (Rubiales fue reelegido el 21 de septiembre de 2020 por un periodo de cuatro años)
María Ángeles Chaves, única candidata
Este viernes estaba previsto que la Comisión Electoral de la RFEF proclamara presidenta de forma definitiva a María Ángeles García Chaves, después de confirmarla hace tres días como única candidata a la presidencia, a expensas de posibles recursos.
La exfutbolista y dirigente cacereña fue vicepresidenta de la última junta directiva de la RFEF con Rocha al frente y estaba al frente de la comisión gestora, cargo del que tuvo que dimitir para presentar su candidatura. Una vez elegida convocaría elecciones a la Asamblea y la presidencia para el próximo mandato 2024-2028.
Inhabilitación de Rocha
El ex presidente de la Federación fue inhabilitado dos años el pasado 16 de julio por el TAD por haberse extralimitado en sus funciones al despedir a Andreu Camps como secretario general de la RFEF hace justo un año, el pasado 20 de septiembre de 2023.
El Tribunal le sancionó con una multa económica total de 33.000 euros por otras dos infracciones muy graves (16.527,84 cada una): la rescisión del contrato con el despacho GC Legal de Tomás González Cueto, investigado como Rocha en el procedimiento que sigue el juzgado de Majadahonda por presuntas irregularidades en relación al contrato de la Supercopa de España, y la personación de la RFEF como acusación particular en el caso.
«Era la gran decisión, con qué bici empezar», expone Tadej Pogacar en el altiplano de Peyragudes, mientras sacude en el rodillo el ácido láctico de sus piernas, que han realizado un esfuerzo como si de un test se tratara, 23 minutos clavados desde el lago de Loudenvielle, 10,9 kilómetros a una velocidad de 28,4 por hora, lo impensable para cualquier mortal. Habla el tirano del Tour de los detalles de su enésima exhibición (el cuarto triunfo ya en lo que va de carrera), basada esta vez en el puro sacrificio sin más estrategias, alejado de alardes técnicos y hasta de consejos de pinganillo que le pudieran despistar de lo único que le preocupaba: «Ir a tope desde el principio hasta el final».
La gran decisión era cómo afrontar una cronoescalada en la que, tras unos primeros metros de terreno menos áspero, después de girar a la derecha en el pueblo de Estarvielle, se afrontaba un infierno, coronado por un muro rectilíneo e interminable de asfalto negro y rampas del 16% donde tantos hacían zigzag en una crono que apenas 'disputaron' un puñado de corredores. Tadej optó por lo más simple, su Colnago aerodinámica de siempre, con el característico manillar en forma de Y. Y con doble plato. A diferencia de Vingegaard, Evenepoel, Roglic o Lipowitz, no uso la cabra de contrarreloj. El danés incluso llevó el llamativo casco aero. Dio igual, en el primer punto intermedio, situado en Escadaoux, el único relativamente llano, ya marcaba el mejor tiempo el líder.
«Competimos todo el año con este tipo de bicicleta. Hicimos nuestros cálculos. Quería ir más cómodo y fue la decisión correcta. Salí sin auriculares porque la táctica era sencilla. Podía ver los tiempos en los puntos intermedios de las pancartas. Desde el primero, vi la luz verde y los cinco segundos de ventaja, lo que me dio impulso. Abrí un hueco y mantuve un buen ritmo hasta el final», explicó con detalle lo que por la mañana se gestaba en el autobus del UAE Emirates. «Siempre tenemos un plan, pero no siempre sale. Bueno, con Tadej sale más veces de lo habitual», bromeaba a esas horas de calma su director Josean Fernández Matxin.
El ejercicio de Pogacar fue de una precisión exquisita, incrementando paulatinamente su distancia con Vingegaard hasta los 36 segundos finales que ya le dan un colchón de más de cuatro minutos antes de la etapa de hoy, una de las reinas de este Tour, entre Pau y Superbagneres (con el Tourmalet a la mitad). En la última cuesta, mientras Jonas se motivaba doblando a un Evenepoel que padeció muchísimo, incluso problemas mecánicos, Tadej reconoció que «casi» explota. Explorar los límites.
Pogacar, durante la cronoescalada.Mosa'ab ElshamyAP
Sí hubo otros detalles que llamaron la atención en el esloveno. Por ejemplo, no llevaba bidón en su bicicleta (ni siquiera soportes para ello). Es decir, no le iba a hacer falta beber en el tiempo transcurrido, pese al calor reinante en los Pirineos, algo menos ayer que en la jornada previa. Tampoco había pintura amarilla en su montura, habitual cuando es la bici del líder. Reinaba el negro: cualquier gramo de más sobra para escalar. Incluso Pogacar fue sin cinta en su manillar, algo que se había visto pocas veces. «Llevaba pensando en esta contrarreloj desde diciembre; quería que todo saliera perfecto. Y en el último momento, el equipo lo gestionó todo a la perfección», concedió sobre la exhaustiva preparación.
Fueron 36 segundos al final con Vingegaard, una distancia asumible si no hubiera sido por lo sucedido el jueves en Hautacam. El danés, que guardó absoluto silencio ese día, sí que reflexionó ayer. Y se mostró más esperanzado sobre su rendimiento de lo que cabría pensar. «El jueves fue un día realmente decepcionante. Esperaba más, pero al final me quedé sin fuerzas, estaba vacío. Fue una de mis peores actuaciones. Hoy (por ayer) una de las mejores. Es bueno reaccionar así. Hice todo lo que pude», concedió. Y habló sobre que "todo ha vuelto a la normalidad», de que «el Tour está lejos de terminar» y de que seguirá intentándolo. «No he perdido la fe en mí mismo. Sigo creyendo en nivel. Todo el equipo está muy fuerte, solo tenemos que demostrarlo en los próximos días», concluyó.