Vendrán más oportunidades porque sobra juventud, y talento, y motivación, pero ahí seguirá el maleficio. Para España las finales son para perderlas. En las grandes citas ha jugado seis y ha caído en cinco, la última este viernes, ante Países Bajos en el Mundial de Fukuoka (17-16). Sólo venció en el Mundial de 2013, en las piscinas Picornell de Barcelona, escenario bendito para el waterpolo patrio.
Hasta el momento, el gafe, la condena, la mala racha, tenía una razón justificable: Estados Unidos. Fue verdugo en las finales de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y Tokio 2020 y en los Mundiales de Budapest 2017 y Gwangju 2019. Pero esta vez, con el conjunto norteamericano ya en casa, eliminado en cuartos, se repitió la decepción. Países Bajos se llevó en los penaltis un partido que realmente merecía.
El castigo fue para Bea Ortiz, referente de la nueva generación junto a Judith Forca. Fue ella la única que falló su lanzamiento en la tanda decisiva, donde la portero de España, Martina Tarré, no estuvo acertada. Pero la selección ya llevaba demasiado tiempo en el alambre.
Desde el descanso, descubriendo su defensa de la boya, el equipo que dirige Miki Oca dejó que Países Bajos tomara la delantera y convirtió el oro en un milagro. Al último cuarto llegó con una desventaja de dos goles (9-7) y nunca en la historia se ha completado una remontada así. Si hubo la oportunidad, si se alcanzaron los penaltis (12-12) fue porque Paula Crespí y la propia Forca despuntaron, pero a los cinco metros las españolas llegaron desfondadas.
Faltaba fuerza y confianza: los restos de tantas derrotas pasadas. En el camino hacia los Juegos Olímpicos de París 2024, con la clasificación ya garantizada, la selección deberá hacer un ejercicio de crecimiento psicológico para alcanzar la gloria.
Estados Unidos, antes techo irrompible, es ahora derrotable y hay otros equipos que se presentan a la lucha por el oro sin los complejos que arrastra España. Pese al mal partido de algunas jóvenes, como Tarré o Elena Ruiz, el grupo encara la cita más importante con un relevo generacional exitoso, líderes jóvenes como Forca y Ortiz y veteranas capaces de destacar como Maica García. Ahora sólo queda volver a escalar hasta una final para allí, por fin, después de tantos intentos, acabar con el maleficio.
No los aparenta, por su madurez, por su juego y por su barba cerrada, pero Gukesh Dommaraju tiene 17 años y podría convertirse en el campeón del mundo más joven de la historia del ajedrez. "Es una máquina asesina", definió el gran maestro español Miguel Santos en la retransmisión de las partidas en Chess24. Ayer, Gukesh consiguió dos hitos: colocarse como líder en el torneo de Candidatos y relegar a Ian Nepomniachtchi al segundo puesto. El segundo logro podría parecer menor, pero el ruso llevaba 41 partidas seguidas, en los tres Candidatos que ha jugado, sin bajar nunca de la primera posición. No había precedentes de algo así.
Este sábado, Gukesh tomó una decisión de crack absoluto, tan brillante como la mejor de sus jugadas. En un momento dado, su rival, Alireza Firouzja, estaba apuradísimo de tiempo. La tentación más evidente era complicar aún más el juego para provocar un error de su rival. Pero el indio, aunque tenía más minutos en la reserva, no quiso ganar por un fallo enemigo, sino por sus propios aciertos, así que repitió un par de veces jugadas para alcanzar la jugada 40.
Cuando eso ocurre, los jugadores reciben media hora más y pueden planificar mejor sus siguientes acciones. Le dio por tanto un respiro a su rival, pero sobre todo se concedió a sí mismo el lujo de clavarse más de diez minutos para descubrir el mejor plan de victoria. Por supuesto, lo encontró, aunque el camino seguía siendo incierto y esa media hora de regalo desapareció pronto en medio de nuevas complicaciones.
Última prueba brutal
En la jornada 14, la última del torneo que se disputa en Toronto, el indio partirá como nuevo líder, aunque todavía deberá superar una prueba dificilísima. Tiene que contener, como mínimo, al estadounidense Hikaru Nakamura, número 3 del mundo y mucho más experimentado que él. Naka es otro asesino en serie, un tipo con el que no conviene jugarse ni una caña a las tres en raya.
El gran maestro nacido en Japón dijo que venía a Canadá a divertirse, de vacaciones, una actitud que se ha revelado ganadora. Después de cada ronda, comenta sus partidas en internet para sus cientos de miles de seguidores y en los días de descanso no ha dudado en jugar torneos de ajedrez rápido en Chess.com. Hikaru gana más dinero como 'streamer' que como ajedrecista, pero el impulso que le daría el asalto al Campeonato del Mundo sería morrocotudo, en seguidores y en su economía.
Para llegar a eso, al americano solo le vale la victoria, sin embargo, al igual que a los otros dos perseguidores de Gukesh, el también estadounidense Fabiano Caruana y el ruso Nepomniachtchi. Las tablas no le sirven a ninguno, lo que permite adivinar una jornada épica. Los tres perseguidores del indio eran justo los tres favoritos antes del comienzo del torneo. Que se les haya adelantado un niño de 17 años es algo que solo entraba en los planes del propio ajedrecista indio, que trabaja como un animal para superar en precocidad a todos sus geniales predecesores.
Este sábado, Nepo y Naka decepcionaron un poco con unas tablas algo temerosas. La partida estuvo bien, pero en el momento crítico ninguno quiso jugársela. Prefirieron asegurar el medio punto y esperar al día decisivo, sin contar seguramente con la victoria de Gukesh, que dio una nueva lección de perseverancia y estrategia contra Firouzja. Pese a algún fogonazo, el francés ha vuelto a decepcionar en este torneo, después de su fiasco en Madrid hace dos años. Un dato revelador es que en las 13 partidas disputadas ha bajado diez puestos en la clasificación de la FIDE, del sexto al 16. El destino ha querido que intercambiara posiciones con Gukesh, que ha pasado del 16 al 6.
Qué ocurre si hay empate
Todo puede pasar todavía, incluidas varias posibilidades de igualdad a a puntos entre dos o más jugadores en la primera posición del Candidatos. En ese caso, se jugarían partidas rápidas de desempate al día siguiente, el lunes. Para muchos, sería el final deseado porque se prolongaría así la emoción de un torneo inolvidable. Para otros, sería una solución injusta, porque no es serio recurrir al ajedrez rápido para resolver la igualdad en el clásico. En ese escenario, Nakamura sería favorito si logra ser uno de los jugadores que terminan en primera posición.
El otro ajedrecista que ayer hizo los deberes en Toronto fue Fabiano Caruana, que superó en la partida más larga del día al indio Praggnanandhaa, solo un año mayor que Gukesh. El chico de 18 años resistió como un campeón, pero Fabi es una calculadora humana y acabó encontrando la solución a todos los acertijos que le plantaba Pragg. Su 'sprint' ha sido tremendo, como el de Nakamura, medido a la perfección para dar caza a Nepo, sin saber ambos que la verdadera liebre era Gukesh.
Tan Zhongyi, medio título en el bolsillo
En el Candidatos femenino, la emoción fue mucho menor porque las rusas se cayeron de sus caballos antes de tiempo. Dos chinas se jugaban el primer puesto, pero ayer la líder, Tan Zhonyi, hizo tablas contra Goryachkina mientras que Lei Tingjie fue superada por otra ajedrecista asombrosa.
La india Vaishali Rameshbabu, hermana mayor de Pragg, logró su cuarta victoria consecutiva. Ya está empatada en el tercer puesto y si no ha terminado más arriba es porque antes de esta racha imparable tuvo otra nefasta, en la que sufrió cuatro derrotas seguidas. Este sábado Vaishali venció a Lei, que ya no depende de sí misma para alcanzar a Tan.
Salvo milagro, esta última será la retadora de la campeona mundial, la también china Ju Wenjun. En el ajedrez femenino hay menos variedad de denominaciones de origen, lo que empobrece un poco el espectáculo. Una de las esperanzas para cambiar esto a corto plazo es el ascenso de la española Sara Khadem, que ya es la decimotercera del mundo y que debería intentar colarse en el próximo Candidatos.
Baloncesto
España 76 Grecia 60
AMADEU GARCÍA
@amd_garcia
Actualizado Domingo,
18
junio
2023
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