Un accidente del piloto de Ferrari en plena Q3 impidió que Max Verstappen o George Russell mejoraran sus vueltas
“¡Piiiiii!¡Piiiiii!¡Piiiiiiiiii!”. De la radio de Max Verstappen sólo se podían emitir pitidos; por debajo blasfemia y más blasfemias. El líder del Mundial de Fórmula 1 saldrá noveno este domingo (21.30 horas, DAZN) en la carrera de Miami después de la clasificación más accidentada de lo que va de temporada, la mejor para los españoles. Por detrás del hombre de la pole, Checo Pérez, partirán Fernando Alonso, segundo, y Carlos Sainz, tercero, en busca ambos del podio. Una oportunidad preciosa
“Este asfalto es muy complicado, la trazada limpia es muy estrecha y si te sales resbala muchísimo”, analizó Alonso sobre el incidente que lo cambió todo. Justo cuando se decidía la clasificación, al empezar los tres minutos finales, Charles Leclerc perdió el control de su Ferrari en una curva rápida, chocó contra el muro y Dirección de Carrera mandó parar. Bandera roja. Se acabó. La cruz para quienes, como Verstappen, había cometido un error en el primer intento. La cara para quienes, como Alonso y Sainz, ya se habían situado delante.
El panorama, de hecho, no puede ser más alentador para los dos españoles porque Verstappen no es el único favorito que saldrá desde atrás. El líder de Red Bull posiblemente podrá remontar desde el noveno puesto, pero George Russell empezará sexto, Leclerc lo hará séptimo y Lewis Hamilton y Lance Stroll difícilmente aparecerán en los puestos cabeceros. El primero se quedó en la Q2 entre los problemas de Mercedes en el trazado estadounidense y el segundo se confió en la Q1, no colocó neumáticos nuevos y se quedó fuera.
A la espalda de Pérez, Alonso y Sainz, de hecho, empezarán Kevin Magnussen y Pierre Gasly, cuarto y quinto, dos protagonistas inesperados y que, en principio, no deberán suponer una amenaza. “Tenía más ritmo, podía haber conseguido un puesto mejor, pero estoy contento con haber acabado tercero. Mantener esta posición y subir al podio debe ser nuestro objetivo en la carrera”, proclamaba Sainz, que durante la clasificación ofreció excelentes sensaciones. Incluso pudo pelear por la primera línea de parrilla.
Al contrario que en Bakú, donde siempre se le vio incómodo, en Miami el español de Ferrari está disfrutando y sus opciones de éxito son notables. Sólo la degradación de neumáticos de su monoplaza puede impedirle pelear por un cajón. Esta vez quien se supone más inestable es Alonso que durante los entrenamientos libres probó todos los reglajes existentes y en la clasificación no necesitó dar el máximo para acabar segundo. El desastre de Leclerc ofrecerá este domingo un oportunidad a los dos españoles: es su momento.