El camerunés Joel Embiid, la superestrella de los Philadelphia 76ers, fue elegido este martes por primera vez como MVP (Jugador Más Valioso) de la NBA, superando con claridad en la votación al serbio Nikola Jokic (Nuggets), ganador del premio las dos temporadas anteriores.
Embiid, que fue segundo tras Jokic los dos últimos años, corona así una asombrosa travesía personal desde sus tardíos inicios en el baloncesto a los 15 años hasta convertirse en el segundo africano en recibir este reconocimiento después del nigeriano Hakeem Olajuwon en 1994.
El pívot, de 29 años, ha sido el máximo anotador de la temporada con 33,1 puntos de media y actualmente se encuentra pugnando en los playoffs por alcanzar su ansiado primer anillo de la NBA.
Embiid fue elegido en el primer lugar por 73 miembros del panel de votantes, formado por un centenar de periodistas internacionales.
Jokic recibió 15 votos y el griego Giannis Antetokounmpo (Bucks), que también posee dos premios MVP (2019 y 2020), otros 12.
“No sé muy bien por dónde empezar, ha tardado mucho en llegar”, dijo con una sonrisa Embiid a la cadena TNT. “Mucho trabajo duro, he pasado por muchas cosas. Y no hablo solo de basquet, hablo de la vida, de mi historia, de cómo he llegado hasta aquí y de lo que me ha costado estar aquí”.
“Me siento bien. No sé qué decir. Es increíble”, afirmó el pívot, quien siguió el anuncio junto al resto de sus compañeros de los Sixers en Boston, donde compiten ante los Celtics en las semifinales de la Conferencia Este.
La elección de Embiid alarga el dominio de los jugadores internacionales en el principal premio individual de la NBA. El último jugador estadounidense en recibirlo fue en 2018 James Harden, actual compañero de Embiid en los Sixers.
La mejor temporada
Embiid ha sido uno de los pívots más dominantes de la NBA desde su debut en 2016, ampliando cada campaña su rango de acción hasta ser también una amenaza desde la línea exterior.
El camerunés, que posee una extraordinaria agilidad de movimientos y control de balón para sus 2,13 metros de altura, ha sido máximo anotador de la NBA en las dos últimas temporadas y elegido en seis ocasiones para el Juego de las Estrellas).
Ultramotivado por conquistar este galardón, el camerunés ha resistido diferentes problemas físicos hasta firmar su mejor temporada a nivel individual, con unos promedios de 33,1 puntos, 10,2 rebotes, 4,2 asistencias y 1,7 tapones.
El pívot acumuló 13 partidos con al menos 40 puntos, tres de ellos superando los 50, para impulsar a los Sixers hasta el tercer lugar del Este.
En los playoffs sufrió un esguince en la rodilla derecha que le dejó fuera del último duelo de primera ronda ante los Nets y del juego inaugural de la serie ante los Celtics, en el que Philadelphia se impuso gracias a una exhibición de Harden.
“El Proceso”
Para Embiid, el premio individual más prestigioso de la NBA culmina una trayectoria personal absolutamente insólita. Nacido en 1994 en Yaundé, la capital de Camerún, el pívot practicó de niño deportes como el fútbol y el voleibol y no comenzó a jugar al baloncesto hasta que tenía 15 años.
Embiid fue descubierto en el campus que organiza su compatriota y ex jugador de NBA Luc Mbah a Moute en Camerún.
Con pocos fundamentos pero un físico apabullante, Embiid recibió una invitación inmediata para el campus Basketball Without Borders en Sudáfrica y dos meses después ya se estaba mudando a Estados Unidos para jugar en un instituto del estado de Florida.
“No sabía nada de inglés, no conocía a nadie en Estados Unidos, no entendía la cultura excepto el hip-hop básico”, relató el propio jugador en un texto publicado en 2018 en el medio The Players’ Tribune. “Sabía hacer mates, pero no tenía manejo (de balón). Así que fui al entrenamiento el primer día y lo hice tan mal que el entrenador me echó del gimnasio”.
El pívot contuvo sus deseos de volver a casa y comenzó a mejorar sus habilidades de forma acelerada. Un año después fue reclutado por la universidad de Kansas y en 2014 fue elegido por los Sixers en el tercer puesto del Draft.
Una lesión en el pie le tuvo de baja las dos primeras temporadas en Philadelphia. Finalmente se estrenó con los Sixers en octubre de 2016 deslumbrando con 20 puntos, 7 rebotes y 2 tapones.
Los Sixers rápidamente lo convirtieron en el líder de su largo y penoso proceso de reconstrucción. El propio Embiid se involucró tanto que se puso a sí mismo el apodo de ‘El Proceso’.
Philadelphia no logró rodear a Embiid de las piezas adecuadas y cayó en primera o segunda ronda de playoffs en las cuatro últimas temporadas.
Embiid tiene ahora una nueva oportunidad de alcanzar sus primeras Finales de conferencia pero necesita recuperarse de su esguince, que según dijo a TNT, podría apartarle también del segundo duelo del miércoles.