Juan Foyth: “Se disfruta al jugar contra Vinicius, por más que te lo haga pasar mal”

Juan Foyth: "Se disfruta al jugar contra Vinicius, por más que te lo haga pasar mal"

Real Madrid – Villarreal (21.00 h.)

Actualizado

A sus 25 años, el defensa del Villarreal vive un momento dulce: es campeón mundial con Argentina y el Barça sueña con él para reforzar su lateral derecho. En el Bernabéu tendrá otro examen

Juan Foyth.Carlos TorresMUNDO

Si las rotaciones de Carlo Ancelotti con vistas al duelo de Champions del miércoles ante el Chelsea no lo impiden, Juan Foyth (La Plata, Argentina, 1998) se las tendrá que volver a ver con Vinicius Jr. en el duelo de esta noche en el Bernabéu (21.00 h.). El argentino, asentado ya definitivamente como uno de los grandes laterales derechos de LaLiga -le vinculan a Real Madrid y, especialmente, al Barcelona para la próxima temporada- ya supo cómo frenar el ímpetu del brasileño en el duelo de la primera vuelta en La Cerámica, en el que fue protagonista cometiendo un penalti y provocando el que dio el triunfo al Villarreal.

¿Intimida más el Madrid tras el resultado del Camp Nou?
Aunque hubiera tenido un mal partido, al Real Madrid hay que respetarlo siempre. Es uno de los clubes más grandes de la historia y es siempre un honor jugar contra ellos. Son partidos que se disfrutan, no todos los días se juega en el Bernabéu contra el Madrid y contra grandes jugadores. Hay que disfrutar cada duelo.
Le tocará bailar con Vinicius…
Siempre es un rival complicado porque en todas las jugadas quiere hacer el uno contra uno. Se disfruta al jugar contra un futbolista como Vinicius, por más que te lo haga pasar mal en algunos momentos. Estoy agradecido de poder enfrentarme a ese tipo de jugadores de clase mundial.
En La Cerámica ya fueron capaces de ganarle al Madrid.
Hicimos las cosas muy bien contra un rival que siempre es complicado. Cuando le ganas a esos rivales es una inyección de energía. Ahora vamos a afrontar el partido con la máxima ilusión y con ganas de traernos los tres puntos.
Les irían muy bien en esa pelea para meterse en Champions.
El fútbol es muy cambiante. Hace un tiempo nos veíamos muy mal y ahora nos vemos ahí. Debemos mantener un equilibrio y tratar de mantener esa linea, sacar la mayor cantidad de puntos. Confiamos en nosotros, en que podemos hacer las cosas bien hasta que termine la temporada y pelear por la cuarta plaza.
Usted empezó jugando de mediapunta. ¿Cómo acabó convertido en defensa?
De chico jugaba de enganche, por detrás del delantero, en fútbol siete. Cuando llegué a Estudiantes para probar no sabía bien las posiciones que se usaban en la cancha de once. Tenía 11 años y dije que jugaba de volante, me preguntaron si derecha o izquierda y dije derecha, así que empecé a jugar de volante por la derecha porque me equivoqué. Luego me pusieron a jugar de mediocentro defensivo, lateral derecho, central y ahora de nuevo lateral derecho. No me encuentran el lugar (ríe).
¿Ayuda ser tan polivalente?
Creo que sí. Haber jugado en distintas posiciones me ayudó a comprenderlas mejor. Ahora cuando el técnico me pide que cambie, trato de hacerlo lo mejor posible.
¿Dónde se encuentra usted más cómodo?
De lateral derecho es donde más estoy jugando y quizás donde más cómodo me siento sabiendo el perfil de lateral derecho que soy. No soy un lateral que dobla 10 veces por partido, soy un lateral defensivo porque venía jugando de central y es también lo que me piden en el club. Pero me gusta la posición de pivote porque estás siempre en contacto con el juego, no tienes tiempo a pensar nada, va todo por inercia y ahí es donde surge la naturalidad de uno. Me gusta y disfruto mucho jugando en mediocampo.
CARLOS TORRESMUNDO

Sorprende que diera el salto al Tottenham habiendo jugado muy pocos partidos con Estudiantes.
El club estaba en una situación que necesitaban vender porque estaban construyendo un nuevo estadio. Casi me voy incluso antes de debutar, porque el club lo necesitaba, pero mi sueño siempre había sido jugar en Estudiantes. Hablé con ellos y les dije que quería debutar. Jugué nueve partidos, cumplí mi sueño que era estrenarme porque estaba ahí desde chiquito y es el club del que soy hincha. Después de nueve partidos me fui a la Premier y el cambio fue muy grande.
¿Le ayudó tener a Pocchetino de entrenador?
Siendo argentino fue una gran ayuda para mí y me ayudó a decidir ese cambio y tomar la decisión. Tenía contacto conmigo, me llamaba y esa cercanía me hizo decidirme a salir tan rápido. Tenía 19 años, venía de jugar solo nueve partidos y, como era de esperar, tuve pocos minutos el primer año. El segundo ya me pude asentar mejor pero de lo que me quedó de la etapa con Pocchetino en el Tottenham es que todos los días aprendía algo y eso me enseñó a ser un defensor más completo.
Luego llegó Mourinho.
Jugué muy poco con él, creo que un par de partidos. Para un futbolista es duro cuando sientes que puedes ayudar y no tienes la posibilidad. Es un momento feo para el jugador pero siempre trabajé con seriedad y respeto. A pesar de todo, me parece que Mourinho es una gran persona, un gran técnico por todo lo que ganó y no le tengo ningún tipo de rencor.
La llegada al Villarreal, en 2020, lo cambió todo.
Me di cuenta de que todo el tiempo trabajado con Pochettino iba a dar sus frutos. Sentía que había aprendido un montón de cosas que pude poner en práctica. El idioma también ayudó, la relación con los compañeros era más fácil, la cultura más parecida… Aunque yo en el Tottenham ya era uno más, al principio me costó. También me ayudó mucho Unai [Emery], que me dio confianza para soltarme y demostrar lo que era capaz de hacer.
¿Cómo se vive siendo campeón del mundo?
El sueño de todo jugador es estar en un Mundial y terminar levantando la copa es increíble. Va a quedar para siempre. No tuve muchos minutos, pero haber sido parte de ese grupo, ayudar desde fuera, entrenar con la mejor predisposición, sabiendo que es un lugar para privilegiados, la verdad que lo disfrutamos muchísimo. Es una experiencia que no voy a olvidar nunca.
Estuvo varias semanas lesionado antes de que Scaloni diera la lista definitiva. ¿Temió quedarse fuera del Mundial?
Estaba muy ilusionado con el Mundial porque había empezado muy bien la temporada. Tuve la lesión y un día, precisamente en este campo [la entrevista se desarrolla en la grada del Mini Estadi de la ciudad deportiva] trataba de acelerar la recuperación y tuve una recaída. Quería acelerar para estar primero para el Villarreal y así llegar en ritmo al Mundial y que me pudieran elegir para la lista. Recaí y fue una marcha atrás de tres o cuatro semanas en las que estuve muy mal. Cada vez que llegaba a casa mi mujer me tenía que animar. Fue un tiempo duro porque no me encontraba bien, tampoco cuando volví a jugar y ya salía la lista. Hice mucho trabajo con el fisio y los recuperadores pero pudimos llegar bien.
¿Qué fue más emocionante, ganar la final o la celebración posterior en Argentina?
El momento del penalti de Montiel nos va a quedar para siempre, pero el momento que más pleno me sentí fue cuando vi a la gente de Argentina tan feliz. Cuando aterrizó el avión ya era una locura y el día siguiente fue también increíble. Creo que me senté en el techo delante del autobús, miré y ahí me cayó la realidad de que tanta gente estaba siendo feliz gracias al Mundial.
Le han vinculado últimamente tanto al Barcelona como al Real Madrid. ¿Ilusiona?
Hasta que mi agente no me diga nada… Muchas veces salen por redes sociales esas cosas del interés de otros clubes. Creo que es algo lindo porque dignifica lo que uno hace cada fin de semana, pero aquí estoy muy bien, se nota que estoy contento. Respeto mucho el club, a mis compañeros, a la gente y de eso ya se ocuparán mis agentes.
¿Qué le gusta hacer al margen del fútbol?
Me gusta pasar tiempo con los niños [tiene dos hijos]. Llego a casa y, si tengo tiempo, duermo la siesta. Sobre las cinco salgo a jugar con ellos al jardín, a patear un rato. Bueno, por ahora solo con uno, que el otro es muy pequeño. Antes jugaba mucho a la Play, ahora no tengo tiempo, pero estoy contento por la familia que formamos y los disfruto día a día.

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