Este título se disputó en 1937, en plena Guerra Civil, y el club llevaba años tratando de que fuera considerada oficial. Es el primer trofeo en la historia del conjunto granota
85 años, 8 meses, y 7 días ha esperado el Levante UD para poder lucir su primer título de campeón. La Junta Directiva de la Federación Española de Fútbol, a petición del presidente Luis Rubiales, ha aprobado el reconocimiento de la Copa de la España Libre disputada en 1937, en plena Guerra Civil, como título oficial. Muchos han sido los años que el desde club, especialmente desde el Área de Patrimonio Histórico, se ha luchado por lograr que aquella Copa de la República dejara de estar en la clandestinidad. También lo ha hecho con el RC Deportivo, que ha reconocido como campeón del Concurso España en 1912.
No ha sido fácil el camino del Levante para conseguir que “ese título que llevábamos en el corazón”, como reconoce su presidente, Quico Catalán, pudiese convertir al club oficialmente en campeón. “Era de justicia para aquellos hombres que disputaron un torneo que, en un contexto tan complicado, no podía quedarse en una efeméride. Ganamos un título por lo que hicieron en un momento muy delicado y necesitábamos que se reconociera”, explicó desde Santander, donde el club pelea esta tarde por seguir dando pasos hacia el regreso a Primera.
Esos hombres fueron Valero, Olivares, Calpe, Dolz, Calero, Rubio, Puig II, Nieto, Martínez, Gaspar Rubio y Fraisón, que el 18 de julio saltaron al césped del antiguo estadio de Sarrià para enfrentarse al Valencia. Habían dejado en el camino a Español y Gerona, y un gol de Nieto en el minuto 78 dio la victoria a los granotas, que alzaron el trofeo cedido por la Secretaría de la Presidencia de la República.
La competición había sido organizada unos meses antes, el 31 de mayo de 1937, como cierre de la temporada y ante “la imposibilidad de organizar una competición que pueda llamarse Copa de España por número y calidad de participantes”. Y es que con España dividida en dos bandos por la guerra, la Federación incautada desde 1936 y dividida entre Barcelona y Santander, la FIFA autoriza a que durante el conflicto y de manera excepcional permite que coexistan varias competiciones y se reconoce la oficialidad de los títulos que hayan sido disputados. Así lo desvelan unas actas recuperadas hace unos años por el responsable del Área de Patrimonio Histórico del Levante, el historiador Emilio Nadal.
Ley de Memoria Democrática
Todo el trabajo histórico ha apuntalado la propuesta de Rubiales, pero el cambio significativo lo dio la aprobación hace unos meses en el BOE de la Ley de Memoria Democrática. “Al día siguiente presentamos la petición en la RFEF y ya era conscientes de lo que iba a ocurrir, solo era cuestión de tiempo”, confesó Catalán en declaraciones al programa Sin tregua.
Hasta esa Ley, ni siquiera los mandatos del Congreso hicieron replantearse a la Federación que la Copa de la España Libre no era un torneo amistoso. En junio de 2009, el Parlamento aprobó una Proposición No de Ley, impulsada por Izquierda Unida e Iniciativa per Cataluña Verds pero respaldada por unanimidad por todos los grupos, para que la Federación estudiase el reconocimiento del título. Sin embargo, el organismo entonces presidido por Ángel María Villar lo rechazó basándose en un informe desfavorable del Centro de Investigaciones de Historia y Estadística del Fútbol Español (CIHEFE). La Asamblea General tumbó la petición con contundencia: 132 votos en contra, ninguno a favor y dos abstenciones.
Ahora Rubiales, ex jugador del Levante y conocedor de la trascendencia sentimental de ese trofeo para los granotas, ha optado por no dilatar el reconocimiento, que el Levante espera ahora celebrar. “Esta Copa se tiene que levantar en el Ciutat de Valencia y honrarla, porque es mucho más que un trofeo. Vamos a buscar la fórmula para ofrecérsela al levantinismo. Hablaremos con el Gobierno, con la RFEF y le daremos la grandeza que merece”, advirtió Quico Catalán el día que el Levante, con casi 86 años de retraso, se proclamó campeón.