Alcaraz, tras ganar Indian Wells.JULIAN FINNEYGetty Images via AFP
Con su impactante victoria en Indian Wells, ya lo tenemos de nuevo encaramado al número 1 del ranking, superando a Novak Djokovic, y dejando de lado ese par de lesiones seguidas que nos hicieron dudar estas semanas.
En España, lógicamente, es complicado que estas cosas nos sorprendan. Pero ya solía decir un ex socio y experto profesor de este deporte que “el tenis no lo podemos enseñar: los chavales lo aprenden”. El Tío Toni siempre fue consciente de ello: “aquí el especial era mi sobrino, no yo”.
La idea lírica de Foster Wallace sobre los elegidos -“unos pocos capaces de hacer con sus cuerpos cosas que los demás sólo podemos soñar”-, nos la concretó un director de cantera en datos: “Los que dan el salto tienen alguna variable muy por encima del rango que les corresponde. Unos es la velocidad; otros la fuerza; otros algún concepto técnico…”
¿En qué podría diferenciarse un siguiente número uno del tenis? ¿Es posible tener una combinación más letal de drive liftado en mano zurda que la de Rafa Nadal para arrasar en tierra? ¿Se puede tener una conexión ojo-pelota más sobrehumana que la de Roger Federer? ¿Se puede golpear con más limpieza el revés a dos manos de lo que lo hace Novak Djokovic?
Es evidente que Carlitos tiene mucho de todo eso. Y que nos asombran sus ‘dejadas’, tan estéticas y efectivas. Y que el equipo que hace con Juan Carlos Ferrero -y más ahora cuando la ATP ha decidido permitir una comunicación en pista-, es una combinación jugador-entrenador difícilmente mejorable.
Pero de forma puramente intuitiva notamos un rasgo adicional en su puesta en escena ¿No les llama muchísimo la atención esa sonrisa de oreja a oreja, tan natural, tan contagiosa, tan poco habitual en el deporte del ¡silencio, por favor!? ¿Y si fuera esa impactante y contagiosa sonrisa lo verdaderamente diferencial de Carlos Alcaraz para llegar y mantenerse en el número uno de su deporte?
Con una raqueta en la mano, Carlitos parece estar siempre disfrutando mucho más que sus rivales en la pista. Eso no hay entrenador que lo prepare.
Recordaba Roger Federer que la primera vez que se enfrentó a Rafa Nadal, en el Masters 1000 de Miami de 2004 le sorprendió que apareciera con «aquella camiseta roja sin mangas» y que le impresionaron «esos bíceps». Perdió el suizo, quizá víctima del susto. Y durante años, tanto al principio de su carrera -aquella camiseta verde de Roland Garros 2005h, como al final, Nadal siguió utilizando camisetas de tirantes, mostrando los músculos de sus brazos y, por supuesto, asombrando a sus rivales.
«Esos bíceps» son muy parecidos a los que ahora exhibe Carlos Alcaraz, cada vez más fuerte, más corpulento, más definido. En plena evolución física a sus 21 años. En el actual Open de Australia, donde juega con camiseta sin mangas como Nadal, se puede observar el desarrollo de los músculos que protagonizan el golpeo y, al mismo tiempo, el efecto en sus adversarios. Este miércoles, en segunda ronda, Yoshihito Nishioka cayó en sólo 81 minutos, por 6-0, 6-1 y 6-4, obnubilado ante quien tenía delante.
La pregunta sobre sus bíceps
«¿Han crecido tus bíceps este invierno?», le preguntaron después a Alcaraz sobre la misma pista Margaret Court. «Mi preparador físico, [Alberto Lledó] puede estar feliz con mis bíceps. Probablemente haya crecido, no lo sé. Mucha gente me lo dice y me alegra escucharlo», respondía tímido el actual número tres del mundo en un proceso de nadalización. Su físico, cada vez más importante en su tenis; su físico, en juego. Desde que llegó al circuito ATP, Alcaraz siempre fue uno de los más veloces sobre la pista, pero ahora quiere que esa superioridad se note más en su golpeo. Con Jannik Sinner en el horizonte, necesita sacar más fuerte, restar más fuerte, golpear más fuerte y de ahí su crecimiento corporal, el aumento de peso en su raqueta Babolat -relacionado con lo anterior- o el cambio de técnica en el servicio.
ADRIAN DENNISAFP
De momento, con sólo dos partidos jugados este año, el plan ya arranca. Después de las dudas de primera ronda ante Alexander Shevchenko, frente a Nishioka fue un ciclón desde el servicio, llegando a los 14 'aces' y elevando la velocidad media de sus golpes. Si en el Open de Australia de 2024 su promedio en los primeros fue de 190 km/h, en los primeros sets ante el japonés llegó a los 197 km/h con varios impactos alrededor de los 210 km/h. «¿Ahora soy un robot en el saque?», bromeó él, cuyo creciente parecido con Nadal no se queda en los brazos.
Las botellas alineadas, nueva obsesión
Al contrario que su ídolo, Alcaraz siempre ha declarado que no es supersticioso, aunque guarda manías que niegan esa máxima. Desde hace años, frente a su banquillo, se puede ver cómo coloca el agua a la derecha y la bebida isotónica a la izquierda, pero recientemente ha ido a más. En el partido de exhibición previo al torneo frente al local Álex deMiñaur, Alcaraz se pasó un rato alineando los recipientes y de inmediato las imágenes se hicieron virales. «Esto me suena», subrayaba el vídeo que empezó a correr por TikTok, Instagram y X.
JAMES ROSSEFE
«Si antes me llamaban mini-Rafa, ahora ya ni te cuento...», aceptaba Alcaraz que luego se explicaba: «No es un tic como tal, pero simplemente me gusta tenerlas bien alineadas. No tanto como a Rafa, obviamente, porque él tiene que dejarlas perfectas... Pero intento siempre que estén alineadas». En realidad, detrás del gesto de Alcaraz hay un cierto motivo comercial, normalmente amaga el logo del patrocinador -del torneo, no suyo-, pero también hay un punto de obsesión nadaliana.
Ahora, Borges en tercera ronda
En todo caso es un mimetismo comprensible después de los muchos años de idolatría y de sus recientes experiencias conjuntas en los Juegos Olímpicos de París y la Copa Davis. En todo caso es un mimetismo beneficioso. En su nueva versión, Alcaraz sigue en el camino para hacerse con el Grand Slam que le falta y cada vez está más cerca de los duelos decisivos, especialmente de esos hipotéticos cuartos de final con Novak Djokovic.
Antes, este viernes, se enfrentará en tercera ronda al portugués Nuno Borges, un tenista al que sólo se ha medido una vez, en el Torneo Conde de Godó, con victoria por 6-3 y 6-1. En Melbourne, Alcaraz se está mostrando más nadaliano que nunca y parece un buen camino para convertirse en el próximo campeón.
JAVIER MARTÍNEZ
E. Especial
@JavierMartnez5
Londres
Actualizado Viernes,
14
julio
2023
-
19:47Ver 9 comentarios"Sólo puedo decir que voy a disfutar de esto. Y...