Este deporte podría entrar como exhibición en la próxima cita olímpica, a la espera de su incorporación al programa oficial
El nombre de Marcin Oleksy ha quedado grabado en la historia del fútbol. El pasado 27 de febrero, el polaco se convirtió en el primer futbolista amputado que ha recibido el Premio Puskas, otorgado por votación popular al mejor gol marcado a lo largo de un año natural entre una lista previamente seleccionada por la FIFA. En 2010, cuando tenía 23 años, sufrió un accidente que le hizo perder la pierna izquierda y dejó en muy mal estado la derecha. En 2019, con todo, volvió a practicar el fútbol, un deporte en el que se inició como portero, que soñaba poder practicar con su hijo y que, ahora, le ha hecho merecedor de este histórico reconocimiento.
El galardón ha puesto el fútbol de amputados en la primera línea mediática y, de acuerdo con Alberto Martínez Vassallo, coordinador nacional de este deporte para la Federación Española de Deportes de Personas con Discapacidad Física, puede marcar un antes y un después.
«El premio pone a este deporte en su sitio. No es nuevo, ya tiene su edad, pero, cuando llegué aquí, hace cuatro años, sólo lo practicaban 20 o 22 países. Ahora ya somos 50. La FIFA ha hecho un acto fenomenal con este galardón para Marcin. A partir de ahora creo que cada año en que se celebre The Best veremos algún deportista discapacitado como candidato en alguna de las categorías», asegura.
Desde su punto de vista, no sería nada extraordinario que las televisiones se decidieran a retransmitir pronto algún partido. No obstante, su presencia, tanto en España como en otros países de Europa, aún no está muy extendida.
Campeonato de Liga
«En España tenemos cinco clubes nada más, aunque también es verdad que estamos a la altura de otros países europeos. Ahora, estamos hablando con Portugal, para que ellos también tengan algún equipo y así poder jugar con ellos. Vamos a ver si lo sacamos adelante», apunta el coordinador nacional de fútbol de amputados, quien señala que este mismo año se disputará por primera vez un campeonato de liga entre los clubes españoles. El gran objetivo, con todo, cada vez más cercano, es entrar en el programa paralímpico.
«Tenemos una comisión que está trabajando en ello. Hay que ir despacio. De momento, por lo que hemos hablado con los miembros del Comité Paralímpico Internacional, podría entrar en el programa en 2032. No obstante, como el año que viene los Juegos se celebrarán en Francia, estamos intentando que, de alguna manera, desde allí presionen a su comité paralímpico para que sea deporte de exhibición en París. Si eso ocurriera, podría llevar a mucha más gente a practicarlo», señala Martínez Vassallo.
Por el momento, la selección española acumula ya varias experiencias. «En la Copa del Mundo de 2018 fuimos octavos y en septiembre del año pasado quedamos segundos en la Copa de Europa, pero el siguiente Mundial fue un desastre. Por eso decidimos rehacer todo el equipo técnico. Ahora ya vuelve a estar todo en marcha y tenemos previsto jugar un amistoso en Francia el 18 de marzo», explica el coordinador de un deporte que puede disputarse en modalidad de a cinco o de a siete, si bien a nivel internacional se compite en ésta última.
No hay fuera de juego, los futbolistas de campo usan muletas y su pierna más útil, mientras que los porteros, quienes deben tener alguna amputación o impedimento en los miembros superiores, tienen que pegar al cuerpo el menos útil de ellos, esconderlo bajo la camiseta y, además, no pueden dejar su área.