Dani Alves cumple su primer mes en la cárcel con la esperanza de salir la semana próxima

Dani Alves cumple su primer mes en la cárcel con la esperanza de salir la semana próxima

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La Audiencia de Barcelona decidirá el martes si el jugador sale de prisión provisional mientras sigue investigado por agresión sexual

Alves en una imagen de archivoMUNDO

“Un día en la cárcel es duro. 30 son una eternidad y a partir de ahí dejas de contar”. Esta es la experiencia de algunas personas que han pasado muchos años cumpliendo pena y que saben de las dificultades para afrontar el encierro. Su consejo podría ser uno de los muchos que ha escuchado el jugador Dani Alves quien este lunes cumplirá su primer mes encerrado en prisión provisional acusado de presuntamente agredir sexualmente a una mujer de 23 años en un baño de la discoteca Sutton de Barcelona el pasado 30 de diciembre.

Sin embargo, Alves tiene la esperanza de que el próxime martes la Audiencia de Barcelona acepte el recurso presentado por su abogado, Cristóbal Martell, y ordene su salida de prisión provisional. Seguiría acusado de agresión sexual pero podría defenderse desde su casa, aunque seguramente debería cumplir con alguna medida cautelar, como comparecer cada 15 días en el juzgado o pagar una fianza, además de no comunicarse ni acercarse a la víctima.

Fuentes del entorno de Alves explican que el jugador está más animado desde la visita el viernes de su letrado, junto a su madre y su hermano, a la prisión de Brians 2. En el encuentro explicó los argumentos de su recurso así como que había dejado claro ante el tribunal que las relaciones fueron consentidas. Para probarlo se aferran a los dos minutos que pasan desde que Alves sale del reservado en teoría en dirección al baño hasta que lo hace la víctima, tal y como se ve en las imágenes de seguridad captadas.

A su salida de prisión, el abogado Cristóbal Martell afirmó que Alves “está tranquilo. Me ha dicho que está en paz porque sabe la verdad”. El tribunal se ha tomado unos días para decidir sobre el recurso, al que se oponen la Fiscalía y la acusación particular que representa a la víctima, y para eso está revisando las imágenes y los documentos que constan en la causa, entre ellos los referentes al patrimonio de Alves, tanto en España como en Brasil, ya que para las acusaciones es la principal razón de un riesgo de fuga.

Defender su inocencia

Sin embargo, el jugador mantiene que su voluntad es afrontar el proceso judicial en España y pelear por defender su inocencia. Fuentes penitenciarias explican que en este mes en prisión ha mantenido que las relaciones fueron consentidas y que en ningún momento agredió a la víctima. Pese a que se muesta muy reservado al hablar sobre la noche en el Sutton, el jugador no se considera culpable y ha pasado de estar resignado en la cárcel a creer que puede salir en pocos días después de la vista oral del pasado jueves.

Mientras Alves recupera la esperanza de salir en breve, sus días en Brians 2 siguen marcados por la rutina y la disciplina. El jugador no paró de firmar autógrafos en los primeros días en la cárcel y ahora se ha puesto una disciplina de entrenamiento que pasa por el gimnasio y jugar al fútbol en el módulo que comparte con 80 reclusos. Su intención es no perder la forma física y también realiza tareas como entrenador personal para otros internos. Precisamente, esta implicación con sus compañeros de prisión se ha notado desde el primer día ya que ha mostrado una actitud humilde y les ha ayudado en varias ocasiones, como comprando artículos en el economato.

Imagen de la vista por la libertar o no de AlvesQuique GarciaEFE

En su celda, que comparte con un brasileño llamado Coutinho, no tiene televisión y en las últimas semanas ha cambiado su intención de no tener contacto con sus familiares a recibirlos dentro de la cárcel, ya sea en comunicaciones o en vis a vis. Una de las razones de este cambio fue su conversación, primero telefónica y luego en persona, con su esposa Joana Sanz a la que pidió perdón por la infidelidad y con la que habría acordado pasar estos duros momentos juntos.

En declaraciones a un programa de Tele 5 hace unos días, un recluso que salía de Brians 2 aseguró que Alves “no habla mucho, pero lo que dice es que él no ha abusado de nadie, ni pegado a nadie. Y que si la chica no hubiera querido él no hubiese querido hacerlo. Que él no obligó a nadie”. Incluso en la vista celebrada en la Audiencia de Barcelona su abogado recordó que la víctima no tenía lesiones vaginales, como constan en los informes médicos, y que antes de las relaciones las cámaras de seguridad muestran como todos tenían una actitud distendida.

Indicios claros

Pese a esto, las pruebas e indicios que constan en el procedimiento, como el ADN del jugador encontrado en la víctima, cuestionan la versión de que las relaciones fueron consentidas. En la vista de la semana pasada, la Fiscalía y la acusación particular recordaron que existen numerosos restos del jugador encontrados en el lavabo y en la ropa de ella que junto con las imágenes de dentro del local contradicen la versión de Alves. En concreto, en las grabaciones muestran al brasileño presuntamente, acosando tanto a la víctima como a sus amigas antes de las relaciones sexuales en el baño.

Además, las acusaciones creen que otro indicio de presunta culpabilidad son las grabaciones de las cámaras de seguridad que muestran a Alves saliendo de la discoteca a menos de un centímetro de la víctima, sin interesarse por ella pese a que en ese momento estaba llorando desconsolada y explicando la agresión sexual a los vigilantes.

Junto a estos indicios y la posibilidad de que Alves se enfrente a una pena que supere los 10 años de cárcel, la Fiscalía y la acusación creen que existe riesgo de fuga ya que el jugador tiene un capital de un millón de euros por las dos sociedades que administra en España y una quincena de empresas en Brasil. Pese a esto, su letrado defendió que estas sociedades tienen un capital mínimo, prácticamente simbólico y que el jugador tiene arraigo por estar empadronado en su casa de Esplugues de la que es copropietario junto a su ex mujer.

Lo que está claro es que Alves cumplirá un mes en prisión a la espera de que la Audiencia de Barcelona decida si acepta o no el recurso. Las sospechas de la agresión sexual y la investigación todavía durarán varios meses más.

kpd