El peligro real de boicot en París 2024 y el ataque de Zelenski al COI: “Ha perdido la honestidad”

El peligro real de boicot en París 2024 y el ataque de Zelenski al COI: "Ha perdido la honestidad"

Juegos Olímpicos

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Mientras las grandes potencias miran hacia otro lado, el presidente de Ucrania amenaza con una campaña contra los próximos Juegos. “Si los Juegos se tratan de matar y lanzar misiles, ya sabemos qué país dominará el medallero”, dice

Zelenski, esta semana en Bruselas.JULIEN WARNANDEFE

La estrategia del Comité Olímpico Internacional (COI) para que Rusia pudiera competir en los Juegos de París 2024 se basaba en una máxima: la discreción. La sanción por la invasión de Ucrania tenía que levantarse con sutileza, resguardando a los deportistas rusos bajo la bandera neutral, incluyéndoles en las competiciones progresivamente y lidiando puertas adentro con las voces contrarias. Con el castigo por el dopaje de estado en los Juegos de Sochi 2014 esa estrategia funcionó: en los Juegos de Tokio 2020, Rusia, aceptada sin sus símbolos nacionales, fue sexta en el medallero.

Esta vez el COI incluso había preparado un método para esquivar la polémica con los países europeos y planeaba que estrellas como el nadador Evgeny Rylov, el tenista Daniil Medvedev o la saltadora Mariya Lasitskene se clasificasen como asiáticos. La única condición que iba a ponerles era que no hubieran mostrado «un apoyo activo a la guerra en Ucrania», una petición ambigua que podía esquivar hasta el propio Rylov, que hace unos meses acudió a un mitin de Vladimir Putin en Moscú. Pero en pocos días el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha reventado esa táctica. Si el COI desea la reincorporación de Rusia para los Juegos de París 2024 deberá pagar un peaje y quién sabe si incluso lidiará con el primer boicot desde los Juegos de Los Ángeles 1984.

En una reunión por videoconferencia con los ministros de deportes de la Unión Europea, este viernes Zelenski se mostró más crítico que nunca contra el organismo y contra su presidente, Thomas Bach. “El Comité Olímpico Internacional necesita la honestidad que desafortunadamente ha perdido. Sólo esa honestidad ayudará a detener el terror ruso y a acercar la paz”, comentó a los dirigentes europeos en un discurso en el que señaló que el regreso de Rusia a los Juegos sería una “señal de violencia e impunidad” y que espera que “no se encubra con una pretendida neutral o una bandera blanca”. “Mientras Rusia mata y aterroriza, los representantes de este estado terrorista no tienen cabida en los deportes y las competencias olímpicas”, proclamó Zelenski que también acusó al COI de querer “manipular los principios olímpicos”.

El silencio de Estados Unidos o Francia

“Si los Juegos Olímpicos se tratan de matar y lanzar misiles, ya sabemos qué país dominará el medallero”, lanzó incluso el presidente de Ucrania en una reunión de la que no se dieron a conocer las réplicas. Posiblemente fueron pocas. Porque mientras varios países -Polonia, Letonia, Estonia, Dinamarca, Suecia, Noruega o Islandia- han mostrado su intención de apoyar el boicot si Rusia participa en los Juegos de París 2024, las potencias continúan con un perfil bajo. El primer ministro de Reino Unido, Rishi Sunak, con quien Zelenski se reunió el miércoles, mostró su “apoyo total” a Ucrania, pero no se pronunció sobre la amenaza de no acudir y el presidente de Francia, Emmanuel Macron, también anfitrión del líder ucraniano estos días, simplemente comentó que “no se puede politizar el deporte”. La semana pasada, el Gobierno de Estados Unidos liderado por Joe Biden ya dijo que aceptará el regreso de los deportistas rusos “siempre que quede absolutamente claro que no representan al estado”.

Como el trasfondo, los intereses del COI, de varias federaciones internacionales -la World Athletics ya ha aceptado a varios atletas rusos, por ejemplo- y de la propia organización de los Juegos de París 2024. El regreso de Rusia, país de múltiples patrocinadores, país organizador de numerosas citas, país de grandes deportistas, interesa a la mayoría de entidades, pero el choque con Ucrania es indeseado. El COI, especialmente su presidente, Bach, ha intentado detenerlo con la “unidad olímpica” como argumento, proclamando que las amenazas de Zelenski son consideradas “extremadamente lamentables por la mayoría de Comités Olímpicos Nacionales”, pero no parece que vaya a surtir efecto.

Pese a contar con el apoyo de los países que dominan el medallero, si el COI se mantiene firme en su intención de reincorporar a Rusia, es posible que se enfrente a un boicot de Ucrania y quizá de alguno de sus aliados más próximos. Los Juegos de París 2024 vivirán la excepción que el olimpismo consiguió evitar en el resto de conflictos que tuvieron lugar en los últimos 40 años.

kpd