La medallista olímpica vuelve a saltar pocas semanas después de dar a luz. «Entrenó el día antes de parir», dice su entrenadora, Cristina Díaz.
Ana Peleteiro haciendo sentadillas con peso sobre los hombros o sobre las piernas. Ana Peleteiro golpeando un saco hasta la extenuación. Ana Peleteiro levantando un balón medicinal del suelo al cielo. Ana Peleteiro arrastrando un carro cargado a conciencia. Ana Peleteiro subiendo al cajón a una pierna y estirando una cuerda al mismo tiempo. Ana Peleteiro, en definitiva, entrenando, entrenando de verdad a los ocho meses de embarazo o apenas unas semanas después del nacimiento de su hija Lúa, el 20 de diciembre.
El año pasado, con su bronce en los Juegos de Tokio al cuello, a los 27 años, la mejor atleta española se lanzó ante un desafío complicado, que la maternidad no supusiera el declive de su carrera, y está cerca de salirse con la suya. Un mes y medio después de dar a luz ya se muestra recuperada, ha vuelto a saltar y pronto regresará a los entrenamientos específicos sobre el tartán. Como ya ha anunciado, el Mundial de Budapest de este agosto es su objetivo y ya no es tan osado pensar en otro podio en los Juegos de París 2024. ¿Cómo ha conseguido un regreso tan rápido?
«Con mucho trabajo. Es buenísima, es una currante y tiene muchas ganas. La verdad es que estoy anonadada, su mejora ha sido enorme, ya le doy verdadera caña», comenta su entrenadora personal durante el preparto y en este postparto, Cristina Díaz, que fue nadadora de élite. De raíces gallegas y ex de la residencia Blume de Madrid, como la saltadora, Peleteiro la conocía por las redes sociales -Díaz había trabajado con famosas como Lara Álvarez, Sara Sálamo, Blanca Suárez o Aitana– y la llamó prácticamente al ver las dos rayas en el test de embarazo. A la séptima semana ya trabajaban juntas con una premisa: «El trabajo de fuerza como prioridad».
«Antes se recomendaba descanso, después movimiento moderado, hace poco todo se centraba en el cardio, pero en los últimos cuatro o cinco años los estudios han demostrado que la fuerza es esencial en un embarazo. En cualquier embarazo. Imagínate en el embarazo de Ana. Ella venía de levantar mucho peso, quitarle eso era lo peor que podíamos hacer. Adaptando las cargas, con control de la técnica y trabajo compensatorio en el suelo pélvico estuvo entrenando fuerza hasta el día antes de parir», recuerda Díaz, con marca propia, CrysDyaz&CO, un equipo de preparadores a su cargo y un gimnasio en La Moraleja.
El regreso tras la cesárea
Según anota la entrenadora, el embarazo de Peleteiro fue dulce, no tuvo complicaciones durante el tercer trimestre y pudo entrenar según el plan, pero una urgencia obligó a que Lúa naciera por cesárea y eso llevó a cambios. La recuperación tenía que ser diferente, más lenta… aunque no tanto. «Habitualmente, tras una cesárea, una mujer tiene que estar más tiempo parada, debe esperar a que el cuerpo se recupere. En el caso de Ana las pruebas nos mostraron muy pronto que estaba preparada para volver y pudimos empezar antes. Otra madre quizá regrese a la séptima o la octava semana; ella está ahora mismo en ese momento e incluso ya salta. No es habitual», reconoce Díaz, con una propuesta a futuro entre manos.
Peleteiro entrena desde 2016 en Guadalajara con Iván Pedroso, leyenda del salto de longitud, y con él seguirá, pero ahora Díaz les acompañará en el proceso. La idea es que la preparadora aporte un trabajo específico centrado en el control abdominal, un trabajo que puede incluso mejorar su técnica en el triple salto. «Iván es un crack, un genio en lo suyo, y podemos construir sinergias entre los dos», ambiciona Díaz, que ahora trabaja a diario en persona con Peleteiro.
En los primeros meses de embarazo, la saltadora se asentó en París, de donde es su pareja, el también saltador Benjamin Compaoré, pero poco antes del nacimiento de Lúa ambos ya se instalaron en Guadalajara, donde construirán su vida familiar. Con el Mundial de Budapest y los Juegos de París 2024 en el horizonte, Peleteiro trabajará entre el grupo de Pedroso en Guadalajara -donde comparte entrenamientos con la campeona Yulimar Rojas– y el gimnasio de Cristina Díaz en La Moraleja. Allí, además, cada vez se irá encontrando más caras conocidas.
«Me han escrito varias deportistas de élite, Ana nos está ayudando a visibilizar el entrenamiento durante el embarazo de una manera muy bonita, muy limpia. Creo que su ejemplo, al igual que otros, está ayudando a cambiar la concepción del embarazo, a demostrar que no se puede entrenar, se debe entrenar. Es muy necesario para la salud de la madre y del bebé, para el trabajo de parto y para la recuperación posterior», finiquita Díaz antes de diseñar la siguiente sesión para Peleteiro. Sentadillas con peso, golpes al saco, balón medicinal, carretilla con cargas, subidas al cajón, todo es posible para un regreso rápido, muy rápido.
