La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) se va a librar del último amaño de la trama de Rubiales a favor de la constructora Gruconsa porque el contrato con la constructora se encuentra sin firmar. La entidad que preside en estos momentos Pedro Rocha no había suscrito antes de la gran operación judicial desplegada hace unos días el acuerdo con la empresa a la que se adjudicaron obras por valor de 1,3 millones para reformar la Ciudad del Fútbol de Las Rozas.
Según ha podido saber EL MUNDO, no sólo no se ha firmado el contrato con la entidad acusada de sobornar al ex presidente de la RFEF, Luis Rubiales, sino que tampoco se han llevado a cabo los trabajos ni se ha pagado una sola factura. Esta operación quedará, por lo tanto, finalmente abortada toda vez que la Comisión Gestora de la RFEF ha decidido abortar cualquier tipo de relación con Gruconsa.
En relación con el último contrato con esta constructora, en la que trabaja Ángel González Segura, hermano del jefe jurídico de Rubiales, el órgano que dirige el fútbol español ha decidido, además, dejar sin efecto la ejecución de la propuesta presentada por el Área de Infraestructuras y que fue aprobada por la Comisión Económica.
Cabe recordar que, tal y como desveló en exclusiva este periódico, la Guardia Civil ha puesto el foco sobre el concurso otorgado el pasado 27 de febrero que versa sobre obras de reforma en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas.
Se trata de trabajos relacionados, entre otras cuestiones, con la adecuación de la licencia urbanística otorgada por el Ayuntamiento de Las Rozas a varias instalaciones del complejo. Entre otras, la residencia y las cocinas. Los investigadores sospechan que la adjudicación, a la que concurrieron tres ofertas, pudo estar amañada para favorecer a la referida constructora. En este sentido, la Guardia Civil considera que al menos dos de estas propuestas eran ficticias y que hicieron las veces de lo que en el argot judicial se denomina 'mariachis'.
Desviar fondos
Según la juez instructora, el ex presidente del fútbol español encabezaba una trama consistente en otorgar obras a Gruconsa para, acto seguido, cobrar comisiones ilegales por las mismas. A criterio de la Policía Judicial la mecánica consistía en otorgar contratos a esta empresa, como por ejemplo la reforma del Estadio de La Cartuja en Sevilla por valor de un millón de euros, para, acto seguido, desviar fondos a las empresas del íntimo amigo de Rubiales, Francisco Javier Martín AlcaideNene. El siguiente paso, según la investigación, pasaba por que Rubiales cobraba de las sociedades de su íntimo Nene, concretamente de Conecta 17 Consulting, S.L.
Según coinciden diversas fuentes próximas a la operación, la figura clave en la última adjudicación a Gruconsa fue José Javier Jiménez, alias Jota, ex director de Recursos Humanos detenido por la Guardia Civil precisamente por su participación en esta operación.