El Barcelona vence al Villarreal y despide el año como líder

El Barcelona vence al Villarreal y despide el año como líder

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El Barcelona asaltó este domingo el Estadio de la Cerámica (0-2) en un partido en el que el Villarreal se quedó en inferioridad numérica en la primera parte por una entrada de Renato Veiga sobre Lamine Yamal. En cuanto a los tantos, Raphinha sería el responsable de abrir la lata del choque desde los once metros en la primera parte, mientras que Lamine pondría el broche al resultado con un punterazo.

Ambos equipos arrancaron con una electricidad pasmosa que supuso un correcalles en el que los dos pudieron acercarse al meta rival para amenazar a su oponente. En este cambio de golpes, fue el Villarreal quien pudo amenazar con seriedad a un Joan García que fue capaz de frenar los arreones amarillos.

Sin embargo, en el mejor momento de los locales, Raphinha fue derribado por Comesaña dentro del área en una jugada que acabó en el punto de penalti y que supuso el cero a uno después de que el propio brasileño transformara la pena máxima.

Pese al tanto, los de Flick fueron a por el segundo y lo habrían conseguido de no ser porque la cruceta le negó el doblete a Raphinha. Al verse vivo después de esta ocasión, el Villarreal volvió a lanzarse al ataque llegando a empatar el partido con un tanto que no subiría al marcador por fuera de juego de Sergi Cardona.

El control de Pedri

Esto dio alas a los locales que, ante un Barcelona huérfano de Pedri en la medular, comenzó a mover el balón de lado a lado, imposibilitando el control de la posesión al conjunto culé. No obstante, los azulgranas encontraron la forma de bloquear al Villarreal e impusieron un monopolio del balón en el que los amarillos tan solo encontraron varias jugadas de peligro para igualar el choque.

Pero lo que realmente determinó el partido fue la expulsión de Renato Veiga al filo del descanso tras una entrada a Lamine Yamal que dejó al internacional dolorido y que supuso que los locales estuvieran en inferioridad numérica prácticamente una hora de juego.

Tras volver de vestuarios, el conjunto catalán siguió con la idea de embotellar al Villarreal en área propia, así como de controlar la posesión para evitar transiciones, lo que supuso un panorama de partido en el que el juego se desarrollaba prácticamente en el área de Luiz Júnior. Si bien es cierto que el atrincheramiento azulgrana en campo rival suponía una presión constante, los de Marcelino no renunciaban a salir a la contra al estar únicamente por uno abajo.

La lucha del Villarreal

Por este motivo, Flick decidió agitar el avispero e introdujo en el campo a dos delanteros letales como Lewandowski y Rashford. Con ambos en el campo, el segundo gol solo tardó un minuto en llegar y, en esta ocasión, sería Lamine Yamal quien perforara la portería amarilla con un disparo con la puntera al que no consiguió llegar el meta amarillo.

Pese al resultado desfavorable, el Villarreal se mostró guerrero y fue capaz de trenzar jugadas que generaron cierto peligro al arquero azulgrana pero que acabaron en agua de borrajas. Esta impotencia, junto con el paso de los minutos significó que el Barcelona fuera arrebatándole toda esperanza a los amarillos de conseguir anotar un gol que les metiera en el partido de cara a los últimos minutos del encuentro.

Así, con un Barcelona jugando al trilero frente a un Villarreal extenuado se llegaría al final del partido clave y así de un 2025 de resurgimiento para ambas escuadras.

kpd