Alcaraz arrolla a Paul y lanza un mensaje a Sinner antes de las semifinales de Roland Garros

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Las noches en la Philippe Chatrier tienen su propia liturgia. Pronto, antes de que los jugadores salten a calentar, se llenan las gradas superiores, las más baratas, donde se ven grupos de amigos y ganas de jarana. Justo al empezar el partido, incluso un poco después, llegan los espectadores de la zona intermedia, que han apurado los minutos fuera del recinto para acabar de cenar. Y cuando ya han pasado 15 o 20 minutos de acción, aparecen los dueños de los asientos inferiores, con sus trajes, sus vestidos coloridos y alguna copa en la mano. Es un privilegio, perderse un rato de tenis, qué más da. Este martes, cuando los palcos se llenaron, Carlos Alcaraz ya había sentenciado su duelo de cuartos de final contra Tommy Paul y estaba camino de las semifinales, donde se medirá el viernes con Lorenzo Musetti. Quienes más pagan por sus entradas desconocían que no era un día cualquiera, que era el día.

Después de dejarse un set por partido ante Fabian Marozsan, Damir Dzumhur y Ben Shelton, el vigente campeón salió a arrasar, a demoler, a demostrar. Si su máximo rival, Jannik Sinner, no da un respiro a sus adversarios en París, él tampoco. Su victoria por 6-0, 6-1 y 6-4 en sólo una hora y 34 minutos de juego es su mayor exhibición de autoridad de esta edición, quizá de su carrera aquí. Es un mensaje.

Come on, Tommy, tie-break“, le gritaron a Paul con ironía cuando estaba 5-0 abajo en el primer set y luchaba por no cerrar el parcial de vacío. El público francés, siempre tan amable. Después, ya en el tercer set, cuando vio que se quedaban sin partido en un abrir y cerrar de ojos, animó sin cesar al estadounidense, pero ya no había nada que hacer. Desde el primer juego, en blanco, Alcaraz mostró una versión superior de sí mismo. “¡Pam!”, sonaban sus derechas, más desgarradoras que nunca, crueles. Alcaraz estaba concentradísimo, estaba sólido, estaba explosivo y al mismo tiempo estaba afinado con golpes complicados como el globo. Paul, quizá lastrado por algún problema físico, no sabía qué hacer.

DIMITAR DILKOFFAFP

El año pasado en Wimbledon asustó al español con sus muchos recursos y su potente saque -le ganó el primer set-. Esta vez entró despistado a la pista y se lo llevó por delante un huracán. Punto a punto, juego a juego, el estadounidense fue perdiendo la esperanza y a partir de la hora ya sólo jugaba por la honra. Pese a ello, al contrario de lo ocurrido en partidos anteriores, Alcaraz supo asegurar su victoria lo más rápido posible y no sumó más minutos de esfuerzo. El español nunca vio peligrar su saque -de hecho nunca afrontó una bola de break-, pero en el último set le costó romper al estadounidense. Al final lo hizo. No era un día cualquiera, era el día.

Con más apoyo que antes

En su calentamiento horas antes en la pista 2 del recinto de Bois de Boulogne ya se observaba que algo había cambiado. En la primera semana del torneo, Alcaraz únicamente estaba acompañado por su equipo, por su padre Carlos y su tío abuelo Tomás. Antes de cada encuentro, el público francés abarrotaba las gradas de la pequeña pista para animarle, pero si el tenista escuchaba que alguien le llamaba Charly se giraba a mirar quién era. Este martes ya era distinto.

“Hoy me siento más lejos de vosotros, que somos más”, anunciaba su padre a los periodistas españoles desplazados a París, con quienes suele charlar. Junto a él, esta vez, varios familiares y amigos de Alcaraz de El Palmar que ya sabían de la importancia del partido ante Paul y los siguientes. “Siempre digo que este torneo es especial para mí y es muy importante volver a semifinales por tercer año consecutivo”, proclamó el número dos del mundo después del encuentro.

Ahora, habrá dos días de descanso en los que la compañía le ayudará a despejar la mente, las semifinales y una muy posible final contra Sinner. El italiano juega este miércoles sus cuartos de final contra Aleksandr Bublik (sobre las 16.00 horas, Eurosport y Max) y si gana se medirá al vencedor del duelo entre Novak Djokovic y Alexander Zverev (20.15 horas), aunque su favoritismo en esos duelos es incontestable. Sólo Alcaraz amenaza a Sinner, sólo Sinner amenaza a Alcaraz.

kpd