Todos los corazones madridistas aumentaron sus pulsaciones, porque el gran show final de Modric y Ancelotti penetró como dos flechas en el corazón blanco.
Despedidas espectaculares, bellísimas, con la justicia de dos leyendas en el Madrid: Modric y Ancelotti, que lograron el paraíso madridista. Y hasta la gloria eterna.
Hay que reconocer que en este estilo de homenajes rayan en la perfección de la Casablanca. ¿Quién no se iba a emocionarse cuando apareció Kroos y se fundieron en un abrazo muy sentimental? Muy definitorio de toda una era en el Real Madrid.
Además, la Casa Blanca volvió a tener una idea maravillosa de sumar la despedida de Ancelotti , con otra leyenda, insuperable como la del Madrid. Fue un festejo múltiple, unir para una derivada sentimental a estos dos elementos fundamentales en la historia madridista y multiplicó el efecto de una despedida soberbia.
Sobraba acordarse de la última temporada de Ancelotti. Al final, hay que darle las gracias a un gentleman de los banquillos, que supo controlar siempre un montón de estrellas y unirlas para lograr resultados espectaculares.
Por lo demás, el partido tenía el objetivo de hacer a Mbappé más Bota de Oro, con sus 31 goles en la Liga, a pesar de que el Madrid no fue el de otras temporadas. Eso demuestra que Mbappé, simplemente, es un fenómeno.
Es admirable ver como casi todo el equipo se empeñó en que el fenómeno francés lograra su objetivo. El propio Mbappé dijo que el del penalti fue un medio gol. Pero una jugada portentosa de Vinicius le dio el goloso postre de un segundo gol para enmarcar.
En ningún momento la Real Sociedad bajó los brazos ni se descompuso. Dio la cara , aunque fuera excesivamente defensiva. Una vez más el gol es el maná que nunca llegó a los donostiarras. Sin goles, no hay triunfos y así lo reconoció Imanol , desde lo más profundo de su corazón.
Fue otraa despedida, la de Lucas Vázquez, muy sentida por por los fieles. Aunque técnicamente ojalá sean también las despedidas de Fran García y Ceballos, que no está para un equipo de Xabi Alonso.
Por despedirse, se despidió hasta el árbitro, que culminaba con este partido su carrera arbitral. Así que fue un “valle de lágrimas” en esta famosa tarde del Bernabéu. Gracias a todos.
Georges Mikautadze (Lyon, 2000) aterrizó en el Villarreal con el mercado apurando sus últimas horas para convertirse en el fichaje más caro de su historia. 30 millones de euros que fueron a parar a la cuenta corriente del Olympique Lyonnais a cambio de un futbolista que se ha metido en el bolsillo a la afición prácticamente desde su llegada. En su primer día de amarillo ya se lanzaba a escribir sus posts en redes sociales en valenciano y es también habitual encontrarlo paseando por el pueblo como un vecino más, sin poner ninguna pega a pararse a hacerse fotos o firmar autógrafos.
El mismo cariño que recibe ahora en Villarreal se llevó hace apenas un mes de Lyon, de donde se marchó con lágrimas en los ojos y después de vivir una emocionante despedida sobre el mismo terreno de juego del Stade de Gerland. El club francés se vio este verano obligado a hacer caja para solventar sus problemas económicos, que le llevaron incluso a ser descendido a la segunda división y posteriormente repescado. Una docena de futbolistas salieron traspasados o cedidos y otros tres con la carta de libertad, entre ellos el veterano Alexandre Lacazette.
El delantero del Villarreal tuvo la oportunidad de despedirse de su afición vestido de calle tras el partido ante el Marsella, para el que ya no fue convocado ante su inminente salida rumbo a España. Se marchaba de un club al que llegó en 2008, tras dar sus primeros pasos en el Gerland, y del que se marchó con 15 años. Tras pasar por el Saint-Priest, fue en el Metz donde empezó a despuntar tras una provechosa cesión de dos años en el Seraing belga.
Mala experiencia en Amsterdam
De vuelta a Francia, Mikautadze fue clave en el ascenso del Metz a Ligue 1 con 23 goles y ocho asistencias que le permitieron dar el salto a un clásico del fútbol europeo como el Ajax, que pagó 16 millones por él. Pero la aventura en Amsterdam no salió como esperaba. Pese a firmar hasta 2028, en enero estaba de vuelta. «No tenía casa y estaba solo en una habitación de hotel. No podía hablar el neerlandés y no había nadie que me apoyara. Volver a Metz fue una liberación», contaba.
Los goles que marcó fueron 13 en 20 partidos, y otro en la eliminatoria por la permanencia ante el Saint-Etienne, pero no bastaron para evitar el descenso. Finalizada la cesión y después de ser uno de los nombres propios de la Eurocopa con Georgia, el Metz lo compró para revenderlo al Olympique Lyonnais, de vuelta a casa, donde Mikautadze escogió el dorsal 69, el número que identifica al departamento de Ródano del que Lyon es capital.
Esta vez sí que pudo triunfar en casa el delantero, que hizo dobles figuras la temporada pasada con 17 goles y 11 asistencias. «Me sentí como si hubiera estado allí durante cuatro o cinco años. Duele irse porque le coges aprecio a la gente y es duro, pero así es el fútbol», decía en su despedida de Lyon. Contaba en su presentación con el Villarreal que recabó la opinión de Robert Pires, exjugador amarillo, antes de firmar. «Me dijo que era un club muy familiar y que sería muy feliz. Estoy contento de estar aquí», comentaba.
Mikautadze, el pasado miércoles, en La Cerámica.EFE
En el vestuario ha encontrado un buen apoyo en Arnau Tenas, que se maneja bien en francés tras sus dos años en el PSG y que el pasado miércoles imitó el típico gesto con que Mikautadze celebra sus goles, simulando unas gafas con sus manos, tras el tanto con que el francogeorgiano adelantó al Villarreal ante la Juventus. Era su segundo gol de amarillo en un inicio de temporada en el que las lesiones de Ayoze Pérez y Gerard Moreno le han dado, quizás, más protagonismo del esperado.
Debutó en el Metropolitano en la derrota ante el Atlético y desde entonces no se ha perdido ningún partido. Tres días después se estrenaba en Champions ante el Tottenham y en su tercer partido celebró su primer gol, ante Osasuna. El segundo llegó ante la Juve, en una acción que define sus cualidades: rápido, habilidoso, con buena colocación y que se asocia bien con sus compañeros, como comprobó Manor Solomon con la asistencia que le dio para que el israelí anotara en Sevilla el gol de la victoria.
'Le Roi' Mikautadze será esta tarde, ante el Real Madrid, una de las grandes amenazas de un Villarreal que ha empezado la liga como un tiro y que sueña con un triunfo en el Bernabéu que le permita dormir líder de la liga.
Alexander Volkanovski repetía la combinación al aire mientras Israel Adesanya se llevaba las manos a la cabeza y Tom Aspinall asentía con convicción. Todos campeones del mundo en sus pesos, todos asombrados en primera fila del T- Mobile Arena de Las Vegas con la hazaña que acababa de perpetrar Ilia Topuria ante Charles Oliveira con una combinación demoledora. Una hazaña que nunca se había escrito antes.
Topuria labraba su nombre con letras de oro en la historia de la UFC. Conseguía, como habían hecho antes otros nueve luchadores, los cinturones en dos categorías. Nombres ilustres como su hoy denostado Connor McGregor, Jon Jones, Georges St-Pierre o Amanda Nunes lo habían logrado antes, pero ninguno con una hoja inmaculada. El Matador lo ha hecho sin perder, 17-0.
Dijo que lo conseguiría en el primer asalto y en el 2'27 ya estaba Marc Goddard decretando el final del combate. Un talismán el árbitro británico con Topuria, cinco combates, cinco victorias, cuatro finalizaciones. Sería difícil lo contrario puesto que el hispanogeorgiano no conoce la derrota, aunque en uno de sus combates, en el de su debut en el peso ligero ante Jay Herbert también arbitrado por Goddard, a punto estuvo de caer noqueado en el primer round. Aguantó y lo finalizó en el segundo de un gancho de derecha.
Once golpes conectados, no necesitó más El Matador para finalizar a Do Bronx, frente a los ocho que recibió. Una oda a la efectividad y a la confianza en la potencia de golpeo. El T-Mobile Arena, al principio más inclinado hacia la esquina del brasileño, se dio la vuelta tras el gancho de derecha de Topuria. Ese que ya dejó grogui a Oliveira, aunque luego rematara con otro de izquierdas previo a la finalización.
El árbitro da ganador al hispanogeorgiano.IAN MAULEGetty Images via AFP
"Reviéntalo", escribía Marc Cucurella en las redes sociales pendiente como estaba del combate del español. "Let's go bro", animaba por su parte Sergio Ramos, amigo del hispanogeorgiano, en otro video de Instagram. Ambos futbolistas, metidos de lleno en el Mundial de Clubes. Sin embargo, los amarillos Raúl Albiol, Álex Baena y Gerard Moreno lo hacían in situ aprovechando sus vacaciones. También Pablo Motos, uno de los primeros a los que fue Topuria a agradecer el apoyo.
Entre el público también estaba el luchador Paddy Pimblett, "la rubia esa" como le llamó el propio Topuria al que podría ser su próximo rival. El británico, finalizada la pelea, subió al octógono con permiso del presentador, pero las cosas se calentaron hasta el punto de que por poco no se llega a las manos entre el reciente campeón y el luchador de Reino Unido. "Saca tu culo de aquí", le espetó Topuria tras empujarle fuera del octógono. Aunque en la rueda de prensa posterior se pedía al británico para pelear por primera vez en España en 2026 en el Santiago Bernabéu. "Sería como una final de Champions", expresó.
El Matador habla con Dana White.IAN MAULEGetty Images via AFP
"No sé quién demonios dejó entrar a Paddy. Eso nunca debió pasar", expresó en la rueda de prensa posterior Dana White. El mandamás de la UFC lamentó esas imágenes y dijo que él jamás lo habría permitido y más teniendo en cuenta que la mujer de Topuria, Giorgina Uzcategui, y su hijo Hugo estaban aún celebrándolo con el luchador en el octógono.
White se deshizo en elogios con Topuria del que ya admite, sin tapujos, que es "una estrella" de la promotora. Y El Matador confía en que España le reconozca como tal y le iguale a ídolos como Rafa Nadal o Fernando Alonso. "No podías hacerlo mejor... era como una de esas mierdas de Muhammad Ali. Dijo: "Lo voy a noquear en el primer asalto', y lo noqueó", comparó por su parte el CEO de la UFC al hispanogeorgiano con uno de los mejores boxeadores de todos los tiempos.
Gran bolsa
Como una estrella se espera que se pague ya a Topuria, tercer mejor luchador libra por libra en la promotora tras esta victoria sobre Oliveira. Aunque los contratos y las bolsas de la UFC no son públicas, los rumores dicen que podría recibir en torno a los 4 millones de dólares incluyendo el salario base, los bonuses por victoria y rendimientos y su parte del pay per view. Oliveira, por su parte, habría ganado unos 2,5 millones.
Quien ocupa precisamente el número 2 de ese ranking es su amigo Merab Dvalishvili, con quien, para Topuria, deberían compartir el primero. Aunque sorprendió a todos El Matador admitiendo sus vulnerabilidades "Invencible no me siento, por eso me esfuerzo y entreno todos los días" aunque, continuó, "cuando termino el campamento y doy el peso, ya me siento ganador". El hispanogeorgiano se despidió de los periodistas en las Vegas parafraseando su camino hacia los títulos con una canción de Daddy Yankee: "Lo que pasó, pasó".