Todos los corazones madridistas aumentaron sus pulsaciones, porque el gran show final de Modric y Ancelotti penetró como dos flechas en el corazón blanco.
Despedidas espectaculares, bellísimas, con la justicia de dos leyendas en el Madrid: Modric y Ancelotti, que lograron el paraíso madridista. Y hasta la gloria eterna.
Hay que reconocer que en este estilo de homenajes rayan en la perfección de la Casablanca. ¿Quién no se iba a emocionarse cuando apareció Kroos y se fundieron en un abrazo muy sentimental? Muy definitorio de toda una era en el Real Madrid.
Además, la Casa Blanca volvió a tener una idea maravillosa de sumar la despedida de Ancelotti , con otra leyenda, insuperable como la del Madrid. Fue un festejo múltiple, unir para una derivada sentimental a estos dos elementos fundamentales en la historia madridista y multiplicó el efecto de una despedida soberbia.
Sobraba acordarse de la última temporada de Ancelotti. Al final, hay que darle las gracias a un gentleman de los banquillos, que supo controlar siempre un montón de estrellas y unirlas para lograr resultados espectaculares.
Por lo demás, el partido tenía el objetivo de hacer a Mbappé más Bota de Oro, con sus 31 goles en la Liga, a pesar de que el Madrid no fue el de otras temporadas. Eso demuestra que Mbappé, simplemente, es un fenómeno.
Es admirable ver como casi todo el equipo se empeñó en que el fenómeno francés lograra su objetivo. El propio Mbappé dijo que el del penalti fue un medio gol. Pero una jugada portentosa de Vinicius le dio el goloso postre de un segundo gol para enmarcar.
En ningún momento la Real Sociedad bajó los brazos ni se descompuso. Dio la cara , aunque fuera excesivamente defensiva. Una vez más el gol es el maná que nunca llegó a los donostiarras. Sin goles, no hay triunfos y así lo reconoció Imanol , desde lo más profundo de su corazón.
Fue otraa despedida, la de Lucas Vázquez, muy sentida por por los fieles. Aunque técnicamente ojalá sean también las despedidas de Fran García y Ceballos, que no está para un equipo de Xabi Alonso.
Por despedirse, se despidió hasta el árbitro, que culminaba con este partido su carrera arbitral. Así que fue un “valle de lágrimas” en esta famosa tarde del Bernabéu. Gracias a todos.
Parecían imparables y se estrellaron contra sus propios desaciertos. España puso contra las cuerdas a Inglaterra sin poder golpearlas. Perdió el gol en las decenas de ocasiones que pisó área y cayó en trampa de las las inglesas para jugárselo a penaltis. Arrancaron fallando el lanzamiento de Mead, repetido por doble toque, pero ni otra parada de Cata Coll evitó que la tanda fuera un desastre. Marcó Patri y fallaron Mariona, otra vez, Aitana, para sorpresa, y Salma Paralluelo, para colmo de un partido de desaciertos. España se marcha sin triple corona, sin haber perdido un partido y víctima de una seleccionadora, Sarina Wiegman, que siempre hace a sus jugadoras creer en el milagro. [Narración, minuto a minuto (1-1, 3-1)]
España las obligó a revolverse cuando Mariona hizo aparecer sus galones para abrir una final que parecían haber entendido mejor las inglesas de inicio. Montse Tomé sorprendió con la titularidad de Athenea, pero España tenía un plan muy claro que la seleccionadora neerlandesa se sabía de memoria. Mientras las españolas buscaban tejer sus conexiones, Inglaterra se movía como un acordeón. Era capaz de replegarse en su campo para ahogar a España, robar y hacer el que balón corriera hacia el área de Cata Coll, que tuvo que salvar un remate de Alessia Russo. Las británicas sabían que de cada error en la sala de máquinas española nacía una oportunidad. Asfixiaron a Patri Guijarro para quitarle la brújula, engrisecieron a Alexia e intentaron que Aitana no encontrara ni un espacio. Si la forma era con un patadón a la espalda de Ona Batlle o de Olga Carmona, no había vergüenza.
Aún así, España trataba de crecer y Hampton tuvo que tapar a bocajarro un disparo de Esther tras un centro que bajó con el pecho. La delantera del Gotham, peleona, buscó el gol que le calzara la bota de oro del torneo y encadenó oportunidades sin acierto. La selección se iba acercando a la zona de peligro con más confianza, tanto que Stanway tuvo que poner la espalda para desviar un chut de Athenea, con la portería siempre en la cabeza.
Contundente respuesta
No estaba incómoda Inglaterra, su plan estaban funcionando y, de nuevo, Stanway armó un disparo que avisaba de su voracidad. Pero la campana la hizo sonar Hemp, cuando aprovechó un desajuste entre Cata y Aleixandri en la salida de pelota que hizo a la portera mallorquina sacar un pie extraordinario para desviar el disparo de la extremo inglesa.
La respuesta fue contundente. Otra vez pasado el minuto 20, como en el Mundial de Australia, España encontró las costuras de su rival. Y lo hizo por tesón. Athenea y Aitana pelearon la pelota en la orilla derecha del área, nadie les mordió los tobillos, se la intercambiaron, la protegieron y acabaron por filtrársela a Ona Battle para que la colgara con mimo al segundo palo, donde apareció Mariona para batir a Hampton. España había vencido la resistencia inglesa con sus mejores armas y se quedó con el control absoluto del partido.
Durante 20 minutos, ni Sarina Wiegman ni sus jugadoras se pudieron levantar de la lona y un testarazo de Esther a centro de Aitana que se escapó junto a palo de Hampton. La única reacción del banquillo británico llegó por la lesión de Lauren James, que llegó renqueante a la final y aguantó solo 40 minutos. Llamó Wiegman a Chloe Kelly para buscar una reacción que llegó en la segunda parte.
Athenea, ante Carter, el domingo en St. Jakob Park.AFP
Inglaterra ha demostrado en esta Eurocopa que no necesita fútbol para hacer goles. Le falta una chispa para encenderse y, aunque la selección quiso volver a tener el control, ellas buscaban su momento. Lo encontraron cuando Chloe Kelly se escapó pegada a la banda y sirvió el balón para el cabezazo de Alessia Russo, cómoda en el salto ante las centrales españolas. Empujadas por su ruidosa grada, las actuales campeonas habían reaccionado y generado dudas en las españolas. Incluso volvieron a hacer lucirse a Cata Coll en un golpeo cruzado, otra vez, de Kelly.
Sin puntería
La respuesta de Montse Tomé fue sentar a Alexia, desdibujada, y buscar la energía de Clàudia Pina, que forzó a Hampton con su primer zurdazo. España necesitaba volver a la fluidez que logró tras el gol y, sobre todo, fabricar ocasiones con picante, no remates mansos que se sacudía con ligereza la defensa de las lionesses. Más estiradas, ellas confiaban en la fuerza de Agyemang en los minutos en que más peligrosas han sido en esta Eurocopa.
España, roma, tardaba en encontrar cómo aprovechar el filo que empezaba a crear Pina. Fue en el 89 cuando Salma Paralluelo y Vicky salieron para dar el último apretón, pero el remate de la madrileña lo salvó Hampton para forzar la prórroga. El plan siguió siendo el mismo, como el resultado. La selección apretaba y no golpeaba. Las tuvo Salma de todos los colores no supo cómo sacar provecho de su velocidad y rozó demasiado el gol sin conseguirlo. Pina insistía, aunque sin ajustar el punto de mira. Ni aunque Aitana cogió galones pudo evitar los penaltis con los que soñaban las inglesas. Con razón.
La selección se va de la Euro sin haber perdido un partido, con la Bota de Oro para Esther y Aitana como la mejora jugadora del torneo. Pero sin título. Sin gol, al fútbol no se gana.
Octavos de final
JAVIER MARTÍNEZ
E. Especial
@JavierMartnez5
Nueva York
Actualizado Lunes,
4
septiembre
2023
-
19:05El joven estadounidense se medirá con su compatriota Frances...
Las autoridades fiscales de Japón le reclaman al futbolista español Andrés Iniesta el pago de 580 millones de yenes (unos 3,5 millones de euros o 3,7 millones de dólares) por no haber declarado debidamente sus ingresos durante su estancia en el país, según publican este viernes los medios nipones.
Iniesta es uno de tres futbolistas extranjeros que militaron en equipos nipones a los que la Agencia Tributaria de Japón le reclama distintas cantidades por no haber cumplido correctamente con sus obligaciones fiscales, resultando en un montante total sin declarar de 2.100 millones de yenes (12,7 millones de euros), según publica este viernes la cadena estatal NHK.
Según fuentes sin especificar citadas por NHK, la Oficina Regional de Impuestos de Osaka, bajo cuya jurisdicción se encuentra la ciudad de Kobe, ha determinado que Iniesta dejó sin declarar unos 860 millones de yenes (unos 5,2 millones de euros) por sus honorarios contractuales con el Vissel Kobe, al que perteneció entre julio de 2018 y el mismo mes del año pasado.
Para saber más
Las autoridades niponas consideran que Iniesta, de 39 años, era a efecto fiscales residente en Japón al haber estado afincado durante ese período junto a su familia en la ciudad de Kobe, de la que fue embajador cultural.
En consecuencia, la Agencia Tributaria japonesa solicita al futbolista, que juega actualmente en el Emirates Club, una cantidad de 580 millones de yenes que incluye un recargo por impagos fiscales acumulados, según la cadena estatal nipona.
La Agencia Tributaria de Japón ha concluido que tanto Iniesta como los otros dos jugadores foráneos no presentaron debidamente sus respectivas declaraciones de impuestos durante un tiempo determinado pese a que residían en Japón.
Los otros dos futbolistas son el surcoreano Kim Jin-hyeon (36), portero del Cereza Osaka, quien habría dejado sin declarar 700 millones de yenes (4,2 millones de euros), y el delantero brasileño Anderson Patric AguiarOliveira, "Patric" (36), que milita actualmente en el Nagoya Grampus y no habría declarado unos 600 millones de yenes (3,6 millones de euros).