Dos semanas después del devastador paso de la DANA, la ciudad de Valencia acogió el primer partido profesional en alguna de las localidades directamente afectadas el 29 de octubre. En un ambiente mucho menos festivo de lo habitual, el Valencia Basket disputó en La Fonteta la octava jornada de la Eurocup ante el Cedevita Olimpija Ljubliana.
Con menos música, volumen de megafonía e incluso ánimos desde la grada, los jugadores de Pedro Martínez lucieron un crespón negro y calentaron con unas camisetas con el lema Estem amb vosaltres (Estamos con vosotros) el mismo lema que guió el vídeo proyectado en el marcador antes de las presentaciones y que uno a uno repitieron los jugadores.
Con ambas plantillas posando en el círculo central junto a una gran senyera, se mostró un vídeo de homenaje a los pueblos afectados, con el nombre de todas las localidades que han sufrido daños y pérdidas humanas. “Hemos recibido mucha ayuda, pero hace falta mucha más. Esto no son dos días”, se advertía por megafonía. Ambos equipos guardaron un emotivo minuto de silencio en memoria de las víctimas.
Durante el primer tiempo muerto se homenajeó a los miles de voluntarios han acudido a ayudar en las tareas de limpieza y se puso como ejemplo a Nando Durà, un agricultor abonado del club que ha ayudado a retirar miles de coches afectados. Igualmente, en los minutos previos al inicio del segundo cuarto se proyectó un veídeo con las imágenes del trabajo de los voluntarios que acabó con el lema Alcem-se (Levantémonos).
Las camisetas de los jugadores taronja se subastarán con fines recaudatorios y el club dio visibilidad a la iniciativa de su ex jugador José Simeón para comprar bombas de achique. Por su parte, la ONG Save the children dispuso de puntos de información y de captación de ayuda directa.
El pasado miércoles, la selección masculina de balonmano disputó ante Italia en Sagunto un partido clasificatorio para el Campeonato de Europa 2026, resuelto con un apurado triunfo para el equipo de Jordi Ribera (31-30).
Kristaps Porzingis igualó su récord personal de triples, al anotar ocho, y selló 34 puntos para dirigir junto a los 32 de Jayson Tatum la espectacular victoria de los Celtics en la prórroga contra los Knicks (117-119).
Porzingis regresó al Madison Square Garden, donde empezó su carrera en la NBA con la camiseta de los Knicks.
Si los Celtics ya están seguros de la segunda plaza en el Este, los Knicks, en los que Karl Anthony Towns firmó 34 puntos y catorce rebotes, todavía deben defenderse de la presión de los Indiana Pacers, que ganaron este mismo martes a los Indiana Pacers.
Doncic fue expulsado por doble técnica en el cuarto período y los Lakers, que ganaban por un punto en ese momento, acabaron arrollados por unos Thunder que sellaron la mejor temporada de su historia (136-120), al mejorar el 64-18 de la temporada 1995-1996, cuando la franquicia estaba en Seattle.
Los Lakers protestaron por la expulsión de Doncic, la primera de su etapa en Los Ángeles, ya que el esloveno sostuvo que estaba gritando hacia un aficionado sentado a pie de pista tras anotar dos puntos y no hacia el árbitro.
Doncic fue expulsado con 7.40 minutos por jugar y terminó el partido con 23 puntos, tres rebotes y cinco asistencias. El máximo anotador de los Lakers fue LeBron James, con 28 puntos, siete rebotes y tres asistencias, mientras que Austin Reaves metió 24 puntos.
Shai Gilgeous Alexander lideró a los Thunder con 42 puntos, seis rebotes y seis asistencias y superó los cuarenta por decimotercera vez en esta temporada para que su equipo se confirmara líder del Oeste con un balance de 65-14.
Giannis Antetokounmpo firmó su tercer triple doble consecutivo y lideró la remontada de 24 puntos de los Bucks en el Fiserv Fórum de Milwaukee contra los Wolves (110-103).
Giannis acabó con 23 puntos, trece rebotes y diez asistencias en un nuevo partido en el que el equipo de Doc Rivers no pudo contar con Damian Lillard, baja por un coágulo sanguíneo en una pierna.
Los Wolves perdieron tras cinco victorias consecutivas, pese a los 25 puntos de Anthony Edwards y a los 24 de Donte DiVincenzo (6 triples).
Los Cavs aseguraron la primera plaza en el Este con un sólido triunfo frente a unos Bulls en forma (135-113), al ritmo de Darius Garland (28 puntos) y de Evan Mobley (21 puntos y doce rebotes).
Los Cavs no echaron de menos a Donovan Mitchell, en un cruce con los Bulls, décimos, que no pudieron contar con Coby White ni Nikola Vucevic.
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Los Nets del técnico español Jordi Fernández volvieron a la senda de la victoria en casa tras cinco derrotas consecutivas, al doblegar a los Pelicans impulsados por 22 puntos de Trendon Watford y por una contribución de 66 puntos de su banquillo (119-114).
Los Nets, en la primera temporada de Fernández como entrenador jefe, ya no tienen opciones de disputar la postemporada.
Además, los Memphis Grizzlies ganaron por 124-100 en el campo de los Charlotte Hornets con once puntos y tres rebotes del español Santi Aldama.
Hace ya un par de semanas que el Real Madrid apretó el botón de su modo competitivo, lo que siempre le hizo temible. Desde la final perdida de Copa es otro equipo, en resultados (una derrota en 12 partidos) pero sobre todo en actitud. Vio las orejas al lobo y reaccionó. Ante el París Basketball, en un duelo precioso, mostró su mejor versión, coral, agresivo, solidario, fogoso, irreductible. La quinta victoria consecutiva en Europa, el mejor momento del curso, para incluso soñar con una última jornada de carambolas en la que acabar quinto ganando en Belgrado al Partizán. Eliminado ya no va a quedar. [105-104: Narración y estadísticas]
Porque el play-in, objetivo de mínimos, ya está matemáticamente asegurado. Lo que hace tanto no estaba tan claro. Como que Andrés Feliz fuera un base de nivel Euroliga. En el Palacio, entre tanto protagonista de un partido de 209 puntos, el dominicano se mostró a toda Europa. Hezonja anotó 26 puntos, Musa 20, Tavares 15 y nueve rebotes (cinco ofensivos), pero el elemento clave fue él. Nada menos que ante TJ Shorts, ese demonio que a punto estuvo de ponerlo todo (otra vez) patas arriba.
Porque el duelo fue una feria, una verbena en una noche de verano. Llovía fuera y dentro había que frotarse los ojos ante tanto vértigo. El Madrid se vio por momentos desbordado y al poco respondió, prueba de carácter, de que ya no es tan sencillo hacerles temblar. No se descompuso, encontró sus virtudes, Tavares reinó en la pintura en el momento clave y Shorts, que había sido una pesadilla, desapareció, desquiciado ante Campazzo y Feliz, para un triunfo tan trabajado como celebrado.
Que un novato venga con esas ínfulas es una bendición. El París Basketball, con su grupo de jugadores semi desconocidos, con un rookie como Tiago Splitter en el banquillo, ha sido una de las grandes noticias de la presente Euroliga que llegó a liderar. Todo ese baloncesto alegre, ese desenfreno, esa apuesta por el rock and roll, no la iba a dejar de lado ahora que se está jugando el billete para cuartos. Al Palacio, liderado por su pequeño capitán TJ Shorts, acudió a morir o matar con las botas puestas.
Hezonja y TJ Shorts luchan por un balón, en el Palacio.Juanjo MartínEFE
Y el frenesí no se hizo esperar. En un abrir y cerrar de ojos los franceses ya habían asestado seis triples (se fueron con nueve al descanso, llegaron a lucir un 15 de 23). Desde temprano ya un bonito intercambio de golpes, pues el Madrid no se arredró: estaba prevenido.
Chus Mateo metió bien pronto a Hezonja en una batalla que le venía perfecta al croata. También intentó contener al París con esa zona defensiva a la que cada vez recurre más. Pero no funcionó demasiado, porque Ibaka no dominaba el centro (Ward hizo mucho daño), aunque lucía en la ofensiva. Después de un par de broncas y algunos partidos sin ni siquiera ir convocado, el africano, aprovechando la baja de Bruno Fernando, está mostrando su mejor versión, como si hubiera retrocedido unos años su reloj vital. La ovación del Palacio así se lo reconoció.
Con los Brates brillando en anotación, el Madrid se rehízo antes del descanso, una primera parte de fuegos artificiales que Jantunen igualó sobre la bocina. Antes había ya puesto su sello TJ Shorts, curiosamente dejando a cero a quien idolatra. Campazzo guardaba su momento para más adelante.
TJ Shorts, durante el partido contra el Madrid.THOMAS COEXAFP
El pequeño base californiano estaba ya encendido (aunque acabó desquiciado y eliminado por faltas, firmó 24 puntos y 10 asistencias). Volvió de vestuarios imparable, anotando y asistiendo, poniendo en órbita a un París que machacaba desde el perímetro a un Madrid que empezaba a dar signos de flaqueza. Porque cada error era un castigo, sin respiro. El quinto triple de carrerilla encendió las alarmas con la máxima (65-75).
No había mucho margen para la reacción. Era ya o ya y ahí apareció Andrés Feliz, un tipo al que en la previa su entrenador había calificado como "imprescindible". Sin rastro de las dudas (lógicas) con las que arrancó su etapa en el Madrid, el dominicano contrastó con la noche gris de Campazzo y se alió con Musa y Hezonja para espabilar a su equipo.
El comienzo del acto final fue un 10-0. Al poco Campazzo anotó su primera canasta y los triples al París ya no le entraban con tanta facilidad, pero faltaba mucha tela por cortar. Porque Hifi (23 puntos), otro jugadorazo a apuntar en todas las libretas de los grandes de Europa, no estaba dispuesto a tirar la toalla. Un triple de Campazzo y dos acciones geniales de Feliz, en ataque y defensa, dispararon a un Madrid que puso su máxima a falta de tres minutos (96-86). Aunque iba a tener que ganar dos veces, porque el París, irredento, contestó con un 2-10 que llevó el duelo, maravilloso, hasta la disputa del último segundo.
El jueves, en Belgrado, ante un Partizán que perdió en Kaunas y ya no tiene opciones, se decidirá todo para los blancos tras una temporada de vaivenes. Si gana en Belgrado, asegura el playoff salvo que el Efes gane sus dos partidos (este viernes en la cancha del Estrella Roja) y el Barça a la Virtus. Porque el triple empate no les beneficia.
El anhelo colectivo cuando llega la Copa (menos para dos clubes) es la alternancia, lo policromático, la alusión a la sorpresa noventera, esa década donde hasta ocho equipos distintos levantaron el trofeo. El tercer americano pilló a los grandes con el pie cambiado.
Tras unos 15 años donde Madrid y Barça han copado el triunfo, la bonanza inversora en Europa ha trastocado los estatus en España. El Barcelona pone más dinero en indemnizaciones de verano que en refuerzos tras la lesión de su creador clave, Laprovittola. Con estos bueyes hay que arar. Y el Real Madrid completa la plantilla y la alarga en la cuesta de enero. Bruno Fernando parece que tiene su papel claro, pero... ¿Denis Smith Jr. ha cambiado el uso horario en su teléfono o aún no? Sabremos si es tarde o temprano para él cuando sea domingo por la noche. Valencia llega en un momento valle, con alguna duda, el equipo más energético con el entrenador más innovador en lo táctico. Lo de entonces es lo nuevo. Su estilo marca también en cierta manera el baloncesto de Manresa, pequeña población de 80.000 habitantes que vuelve a vivir una época luminosa.
Pero el gran candidato a romper el poderío de madrileños y catalanes es Unicaja. En el primer semestre de 2022 ficharon a Ibon Navarro cuando el club estaba en el momento más bajo de las últimas décadas. Y ese semestre se nombró a José Manuel Domínguez presidente de la Fundación Unicaja, también en tiempos revueltos. Ambos desde sus puestos han aportado sentido común y conocimientos. Resultado: identidad reconocible, estabilidad y títulos. Pero el siguiente escalón es seguir ganando en España y qué quieren en Europa, ahora que todo está cambiando... Duro reto.
Habrá algún momento Txus Vidorreta, Llull romperá algún récord seguro (lo extraordinario es que su longevidad competitiva no nos lo parezca), la Penya y el Granca como tapados y todos los ojos y relojes pendientes de evitar exceso de instat replays.
La Minicopa, precioso torneo infantil en paralelo. Eso sí, recuerden que en dos décadas, solo cuatro MVPs se consolidaron como estrellas, sobre 20. Tienen 13 años y todo el derecho a jugar sin sentir presión. A esa edad si creciste pronto y eres fuerte, lo normal es que no llegues a profesional. La sobreexposición en redes sociales, asignatura pendiente.