El jueves (9.20 h.), cuando el espectador localice a los españoles marchando alrededor de la Torre Eiffel y se sorprenda con las prestaciones de Paul McGrath… ¿McGrath? «Sí, es una larga historia. Bueno, es una historia de amor», desvela el chico, todo desparpajo, poderosa mirada verde, sonrisa enorme, plata europea hace unos meses en Roma, que acude con los ojos como platos a su encuentro con EL MUNDO en la Villa Olímpica. «¿Ese era Tony Parker? Estoy alucinando».
Es la revelación del equipo nacional, un marchador de Gavà de 22 años que ha despegado sin mirar atrás en este 2024 – «he subido cinco peldaños de golpe»- y que junto a Diego García Carrera y, sobre todo, el campeón del mundo Álvaro Martín buscará cumplir con la tradición española en la disciplina. Bueno, y hacerse una foto con Rafa Nadal, al que mira de reojo su partido de dobles durante la entrevista.
- ¿Por qué le dio por la marcha?
- No parece lo más atractivo, no. Es gracioso, porque no tenía ni idea de lo que era marchar. Lo había hecho un día y a los dos años, tenía 10, competí y quedé quinto. Con una técnica… Yo hacía triple, peso… y nunca había quedado quinto. Me dije: ‘Esto es lo mío’. Al año gané el Campeonato de Cataluña. Esto mola. La bola empezó a rodar y aquí estamos.
- ¿De dónde proviene el McGrath?
- Muy español no es, no. Mi padre es escocés de Glasgow y me hizo aficionado del Celtic. Y mis abuelos irlandeses. Después de la Segunda Guerra Mundial la vida era dura y emigraron. Mis padres se conocieron allí, pero me tuvieron ya en Barcelona.
- Y tu carácter, ¿más escocés-irlandés o más español?
- Mi sentido del humor es muy, muy escocés. Los del norte, lo catalanes, pues tienen un humor un poco raro. Yo en cambio, me considero graciosillo. Pero me he criado en España.
- ¿Vuelves mucho a Escocia?
- Cuando vivía mi abuela íbamos dos veces al año. Pero una vez que la pobrecilla falleció ya no es lo mismo. El problema ahora con la marcha es que tienes tres semanas de vacaciones y para irme a Escocia que llueve 15 días de 14… Pues me voy a Mallorca. Pero tengo mucha relación con mi familia de allí. Muchos van a venir a verme aquí, primos que ni conozco.
- ¿Te planteaste competir con el país de tu padre?
- No. Podría tener la doble nacionalidad, pero yo desde el principio siempre quise marchar para España. El nivel y la presión es mucho mayor. Podría haber estado en Tokio quizá, pero no me lo hubiera tenido que currar tanto. Era el camino más difícil, pero es lo más normal.
- Los españoles caminamos rápido. ¿Por qué se nos da tan bien la marcha?
- Yo siempre hablo de los entrenadores y de la tradición. Nos forman muy bien en una especialidad muy difícil, en la que tienes que saber de técnica. Y aparte de la genética. En los países del Norte son buenos en disco, en martillo…
- Que el foco esté en Álvaro, ¿mejor, no?
- Sí, sí, claro. Un doble campeón del mundo al lado. Te da seguridad como compañero y como todos se fijan en él, pues yo a ser el underdog. Eso me motiva. Me digo: ‘No confían en mí, ya verán’. Es un ejemplo y una suerte tenerlo. Y la estrategia es simple, seguirle. Y hasta donde pueda aguantar.
- El relevo mixto es otra gran oportunidad de medalla
- Ahora no lo pienso mucho, es lejano. Ya veremos como me recupero, física y mentalmente. Y lo que decida el equipo técnico.
- ¿Los jueces os quitan el sueño?
- Es algo que te tiene que preocupar. Es el mayor mal sueño que tengo. Dices, ‘si en el kilómetro 18 tengo dos avisos, ¿me la juego o no?’. Lo mejor es no pensar. Considero que puedo marchar muy bien, pero vamos a unos ritmos que arriesgamos a tope. Y es una prueba subjetiva. Hasta que no pongan la tecnología…
- ¿Por qué estudias Periodismo?
- Empecé Publicidad y Relaciones Públicas. Pero no me gustaba nada, no tenía motivación. Compaginarlo con el deporte de alto nivel estando amargado… Yo era un friki del deporte y un profe me decía que se me daría bien el periodismo. Y me lancé. Pero estos últimos meses… no he sido el mejor ejemplo de deportista-estudiante. Me gusta más el periodismo escrito. Y las redes sociales. Iría más por ahí.
- Y a un chico de 22 años que estudia Periodismo, ve el telediario y ¿qué le preocupa?
- Aquí podríamos estar horas. A mi abuela la tengo prohibido ver las noticias, sólo ponen cosas negativas. Y yo me ofusco ahora con los periodistas que hacen fútbol todo el año y empiezan a hacer la cobertura de los Juegos. Los chavales de mi edad miramos al futuro. Nuestro lugar está en Tik Tok, Instagram… Donde podamos dar nuestra opinión.