Mientras sus compinches Claver, Chacho o Rudy van retirándose, ahí sigue el madridista, en busca de sus cuartos Juegos. El lunes nacerá Almudena, su tercera hija. «Que llegue con la clasificación bajo el brazo», bromea el día antes de la semifinal del Preolímpico contra Finlandia (20:30 h., Teledeporte)
Izan Almansa (Murcia, 2005) cumplió 20 años y ya recorrió medio mundo. El viaje personal y profesional de un chico predestinado, MVP de dos Mundiales en categorías de formación, comparaciones exageradas y expectativas disparadas. Y ahora, con algunos sinsabores y sin poder cumplir (de momento) el sueño NBA, de vuelta al punto de inicio. Fichado por el Real Madrid de Sergio Scariolo, club por el que ya pasó en cantera, también es pieza importante para la selección de Chus Mateo que este jueves (18.30 h., Teledeporte), en Copenhague, inicia su desafío hacia el Mundial 2027.
"Sí, ha ido todo muy rápido. Me han pasado muchas cosas en poco tiempo. Han sido muchos cambios. Un año en un sitio, el siguiente en otro... Por eso me viene bien esta situación. Asentarme en un lugar durante años, tener continuidad, para poder mejorar y trabajar en mi juego", confiesa el murciano a EL MUNDO desde la concentración de Guadalajara. Él es el único Euroliga de la primera convocatoria del nuevo seleccionador, una rareza auspiciada por las facilidades del Madrid que vio en su adquisición una apuesta de porvenir. "Estar aquí era lo mejor. Sergio fue seleccionador (con él debuto hace un año) y entiende mejor que nadie el compromiso que hay que tener con este equipo. No ha habido problema. Hubo conversaciones entre la Federación y el Madrid y Sergio decidió que viniera", admite un Izan que atraviesa una situación peculiar.
Por ejemplo, el pasado fin de semana. El viernes por la noche disputó 26 minutos en el duelo de la Liga U con el Real Madrid en Tenerife. El día siguiente voló a Granada y allí ayudó a la victoria de su equipo en ACB. "Está siendo intenso, sí. Mucha carga de trabajo", dice, consciente del momento de crecimiento y de que el espacio que le cuesta encontrar en la exigencia del primer equipo lo tiene en el filial.
Otro escalón en el desarrollo de un jugador aún en búsqueda de definición. Su dominio en categorías inferiores vino impulsado por su talento y también por su físico. Apostó por la vía EEUU, pero no a través de la NCAA, como casi todos ahora. "Cada uno ha tomado sus decisiones. Y yo no me arrepiento de mi camino. Creo que me ha ido bien". Se enroló en el proyecto Overtime, una academia apadrinada por figuras como Pau Gasol o LeBron James. Pero entonces las previsiones empezaron a bajar. Y no fue sencillo. "No te paras a pensar en lo que se dice de ti en el exterior. Mi entorno siempre me ha mantenido con los pies en el suelo. Lo importante mentalmente es aislarte, pensar en el trabajo, no en lo que se dice", recuerda.
Izan Almansa, durante un entrenamiento con la selección en Guadalajara.ALBERTO NEVADO / FEBMUNDO
Se embarcó rumbo a Australia, otro curso de aprendizaje con los Perth Wildcats -donde fue sancionado un mes tras dar positivo por cannabis: "No me afectó"-, y se plantó el pasado mes de junio en la Green Room del draft a la espera de que su nombre fuera elegido por alguna de las franquicias NBA. Y no fue así, ni siquiera en segunda ronda. "Fue una experiencia. Yo di lo mejor de mí, pero al final las cosas fueron como fueron. Todo es un aprendizaje", admite. Probó con los Sixers en la Liga de Verano y entonces llamó el Madrid, un contrato por cuatro temporadas. "Y no me lo pensé, la verdad. Era volver a casa, a un sitio como Madrid, con Scariolo, Sergio Rodríguez, Felipe Reyes... Era la mejor situación para mí".
Es el momento del siguiente paso profesional de Almansa, en Europa. Se toma cada entrenamiento en el Madrid como una lección y ni siquiera valora salir cedido. "Estar entrenando cada día con los mejores Euroliga es un gran crecimiento. Me hace mejorar mucho. Cada día contra Campazzo, Tavares, Llull... Me viene muy bien. Edy está muy encima de mí, hablo con él bastante. Con Garuba también. Y siempre está cerca Felipe Reyes, que nos ayuda a los grandes", relata de su día a día.
Que también está salpicado de otra evolución. La de su físico. Cuando Izan llegó este verano a Madrid no sólo llamó la atención por su cambio de look -"no tenía ningún motivo, simplemente me apetecía cambiar. Tenía el pelo muy largo ya"-, también por su delgadez. "Sin duda estaba más delgado. Desde el primer día, en lo que más trabajo es en el físico. Sólo para los entrenamientos contra Edy o Usman necesito más fuerza. He ganado cuerpo y peso. Calculo que unos 15 kilos desde agosto, con el gimnasio y la dieta", desvela.
Izan Almansa, con el Real Madrid.MARIANO POZO / ACB Photo
Porque en su robustez va su juego. ¿Pívot o ala-pívot? "La verdad es que aún no lo sé muy bien. Depende de cómo se desarrolle mi cuerpo. Y de lo que me pida el entrenador. Yo no tengo problema de jugar en el cuatro o en el cinco. Aunque, si pudiera elegir, quizá sí que prefiero el cinco, me siento más cómodo, me sale más fluido. Es lo que más acostumbrado estoy a hacer. Sigo trabajando mucho el tiro. Ahí está la diferencia real entre los dos puestos. Soy móvil, ágil... ahí no tengo problema. Cuando mejore el tiro de forma consistente es cuando podré jugar al cuatro", admite quien trabaja desde hace tiempo con Carlos Frade, ex del Alba de Berlín. Y ahora, en Valdebebas, con David Jimeno, el ex director de la cantera del Joventut que fichó Scariolo como parte de su cuerpo técnico.
Es la vuelta a la realidad de Almansa en busca de la promesa que sigue siendo. Ahí quedan esos veranos de gloria, oro en el Europeo Sub-18 de Turquía de 2022, el Mundial Sub-19 de 2023 y plata en el Mundial Sub-17 de Málaga de 2022. Ese grupo de júniors de oro que siguen compartiendo grupo de WhatsApp, que hacen soñar al baloncesto español. "Seguimos conectados. Es verdad que unos estamos en la ACB, otros en EEUU... Pero es muy bonito cuando de vez en cuando nos reencontramos. Es ese espíritu de la familia. Nos llevamos muy bien. Yo con los que más hablo son Hugo González y Rafa Villar", explica.
El desembarco de la NBA en Europa siempre fue una amenaza recurrente, nunca concretada. Hasta ahora. Por primera vez, algo se mueve de verdad. Hasta tal punto que, también cosa inédita, Adam Silver salió este jueves a reconocerlo públicamente después de que el órgano de dirección (Board of Governors) de la mejor liga del mundo de baloncesto se reuniera en Nueva York. "Me complace anunciar que estamos listos para pasar a la siguiente etapa: explorar una posible liga en Europa con la FIBA como socio", pronunció el comisionado.
A partir de ahora se comprobará la velocidad de los acontecimientos, aunque la intención es que la competición comience a rodar en 2026. El movimiento de la NBA hay que encuadrarlo también en la enconada guerra que desde hace décadas mantienen FIBA y Euroliga. En la conferencia de prensa, Silver estuvo acompañado por Andreas Zagklis, secretario general del máximo organismo internacional.
"Hemos llegado a la conclusión de que la popularidad del baloncesto en Europa no se corresponde con el interés de los aficionados ni con el aspecto comercial". Ese fue el dardo de Zagklis a la Euroliga, la competición que ahora está puesta en duda. Aunque alguno de sus clubes dueños parezca implicado en la aventura NBA en el viejo continente, a la que los 30 propietarios de la competición norteamericana dieron el visto bueno "de forma entusiasta".
Silver y Zagklis no entraron en muchos más detalles, aunque sí hablaron de una liga de 16 equipos, 12 de ellos permanentes. "Hay algunas reglas diferentes. Por ejemplo, un partido dura 40 minutos, en contraposición a los 48 minutos en Estados Unidos. Creo que probablemente jugaríamos con el formato europeo actual de FIBA", especificó Silver.
Real Madrid, Barça...
Anteriormente, ya se habían deslizado algunos asuntos. Evidentemente, las ligas domésticas serían compatibles. La competición será, en el inicio, propiedad de la NBA al 50%. Habrá un mix de nuevas franquicias en grandes capitales europeas con equipos clásicos del baloncesto continental, entre ellos el Real Madrid. El único junto al Olympiacos que se opuso a llevar la Final Four a Abu Dhabi. También el Barça, el Fenerbahçe o el Asvel de Tony Parker. Silver también habló de grandes ciudades sin tradición baloncestística pero con inversores dispuestos, "algunos bajo el paraguas de potentes marcas globales de sus equipos de fútbol". PSG y Manchester City son algunos de ellos.
"Aún es pronto. Literalmente, todavía no hay nada acordado. Vamos a respetar la tradición del baloncesto europeo, la tradición de las ligas abiertas. Vamos a aprovechar lo mejor de ambos sistemas; podría haber nuevos estadios, nuevos clubes. Se están produciendo muchos cambios en los medios. El streaming no se trata sólo de cómo se transmite un partido, sino de una nueva oportunidad en múltiples mercados. Se trata de cómo haríamos las cosas de manera diferente con nuestra experiencia y la de la FIBA», detalló Silver.
Sin mencionar directamente a la Euroliga, el comisionado aseguró que están "considerando la infraestructura existente". "Pero parte de la oportunidad reside en construir más estadios de baloncesto de vanguardia. Buscamos capitales de la industria, capitales de los medios de comunicación, pero también grandes apuestas en el baloncesto. También queremos explorar el mercado», añadió.
"La nueva Liga se integraría en el panorama baloncestístico europeo con los equipos participando respectivamente en sus competiciones nacionales. Además de unos equipos permanentes, la Liga ofrecería a los clubes una vía de acceso basada en la meritocracia por medio del ecosistema baloncestístico europeo respetándose la armonización del calendario de selecciones", puntualizó Zagklis, en clara referencia a la Basketball Champions League de la FIBA como competición de acceso a esta NBA europea.
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