Victoria y cabreo, el fuego de Paula Badosa vuelve a arder: “Aprende pronto esta renacuaja”

Victoria y cabreo, el fuego de Paula Badosa vuelve a arder: "Aprende pronto esta renacuaja"

Paula Badosa observa. Su rival, la checa Brenda Fruhvirtova, de sólo 17 años, se marcha a los vestuarios, se resguarda allí un rato largo y al regresar vuelve a pedir la asistencia del fisioterapeuta. El partido se para, se para y se vuelve a parar. Paula Badosa, al final, se cabrea. “Aprende pronto esta renacuaja”, suelta a su gente y luego remata: “Se las sabe todas”. La española, carente de ritmo de competición desde hace meses, jugando infiltrada por sus problemas de espalda, advierte el riesgo de las pausas, pero al final resuelve igualmente con una victoria.

En segunda ronda de Wimbledon gana a Fruhvirtova por 6-4 y 6-2 y se coloca otra vez en tercera ronda donde se enfrentará este sábado a la rusa Daria Kasatkina, una de las tenistas más en forma del circuito. Reciente campeona en el WTA 500 de Eastbourne, este jueves superó a la británica Yuriko Lily Miyazaki con un doble 6-0 desalentador. Alcanzar los octavos de final, su techo histórico en el Grand Slam londinense, será todo un reto para Badosa, pero el trabajo ya está hecho.

Con su triunfo sobre Fruhvirtova, la española saltó 10 puestos en el ranking WTA -del 93 al 83- y aceleró su camino para regresar entre las mejores. Con su triunfo sobre Fruhvirtova, sobre todo confirmó que mentalmente ya vuelve a ser quien fue. Después de la peor racha de su vida en 2023 y de un inicio de 2024 realmente crudo, era lo que necesitaba. De aquella derrota ante Jessica Bouzas en la primera ronda del Mutua Madrid Open a la resurrección.

“A veces te tienes que pegar la hostia”

“A veces te tienes que pegar la mayor hostia para salir adelante. Madrid fue un punto de inflexión. Ahora sí que me veo preparada”, explicaba ayer en el All England Club, donde ya apareció rodeada de un equipo al completo, con médico y fisioterapeuta propio. Hace sólo un mes, en Roland Garros, Badosa confiaba tan poco en sus posibilidades que sólo viajaba con ella su entrenador, Pol Toledo. En su primer partido en París, de hecho, llegó a recriminarle al técnico que le hubiera animado a inscribirse al torneo, quería marcharse de allí, apartarse otra vez de las pistas de tenis. Pero aquel día venció y también el siguiente y en tercera ronda le peleó el primer set a Aryna Sabalenka, la segunda mejor tenista del mundo. Fue la luz al final del túnel. Ahora Badosa está de vuelta.

“Estar fuera del 100 es otro circuito porque ya no entras en los ‘Grand Slam’, no juegas en las pistas grandes y yo quiero jugar estos partidos. Cuando has saboreado lo de arriba volver atrás es difícil de gestionar si no tienes humildad”, aceptó después de volver a ocupar la pista 17, una plaza inhabitual para ella. Lejos de la presión de la gira de tierra batida, donde defendía muchos puntos, la española vuelve a crecer con la gira americana de cemento como objetivo. Después de su renuncia a los Juegos Olímpicos de París, su crecimiento pasa por un final de año notable que le permita disfrutar sin estar pendiente del ranking -y de wildcards, torneos menores…- en 2025.

kpd