Georgia y República Checa firmaron tablas en un duelo en el que los primeros se encomendaron sobre todo al acierto bajo los palos de Mamardashvili y lograron adelantarse en el añadido del primer tiempo con un penalti convertido por Mikautadze. Schick, en el primer cuarto de hora de la segunda parte, sería el encargado de anotar el gol que sellaría un empate que deja las opciones de ambos combinados por ahora en el aire. [Narración y estadísticas, 1-1]
De nada le sirvió inicialmente a la República Checa llegar con peligro al área de una Georgia a la que, en apariencia, le bastaba con mantenerse con vida gracias a su portero. Y, cuando Hlozek envió el balón a la red tras un primer rechace del meta, fue el VAR el que invalidó el tanto por mano. Otra mano, de Hranac, en el otro extremo del campo, acabaría también tras intervención del videoarbitraje por convertirse en un penalti, transformado por Mikautadze, que les permitió a los georgianos ponerse por delante en el marcador en el tiempo añadido. Y con 1-0 se llegaría al descanso, gracias, eso sí, a otra buena intervención de su arquero.
En arranque del segundo tiempo, Georgia se permitió dejar gran parte de la iniciativa en manos de la República Checa para buscar sin prisa alguna la opción de ampliar distancias. Una apuesta arriesgada que acabó por cristalizar en un a la postre afortunado remate de Schick tras saque de córner que se convirtió en el 1-1 con 30 minutos de tiempo reglamentario aún por delante en el crono.
Rozaron, además, los checos el 1-2 muy poco después y eso provocó que los georgianos se espabilaran. Ni unos ni otros, a pesar del arreón final checo y la postrera contra georgiana, lograron que el marcador volviera a moverse.